miércoles, 25 de febrero de 2015

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA. CICLO B.




“Este es mi Hijo Amado: ¡escuchadlo!”

- La primera lectura está tomada del libro del Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18 y nos narra la historia de Abrahán, cómo es puesto a prueba por Dios y como responde Abrahán a la voluntad de Dios. En este relato vemos que Dios es exigente, pero por encima de la exigencia está su amor y su misericordia y más con aquellos que como Abrahán son capaces de salir de sí mismos para entrar en el plan de salvación de un Dios siempre cercano al hombre y más cuando este hombre no se reserva nada para él, se da y lo da todo para Dios que es nuestro creador y nuestro PADRE lleno de amor.

- Esa misma bendición que recibe Abrahán de Dios la recibimos nosotros cuando obramos de igual manera, cuando somos generosos, cuando pensamos más en el prójimo que en nosotros mismos, cuando no nos conformamos con dar migajas, las cosas que no necesitamos, las sobras y damos lo que de verdad nos duele, lo que nos ha supuesto trabajo conseguir, lo que ha sido logrado con sacrificio. Más aún, cuando no pensamos quizás en tener tanto mentalidad de dar y sí en DARSE uno mismo, ofrecerse uno mismo a este Dios y a su plan de Salvación para nuestro Mundo.

- En el salmo responderemos todos, alegres y con la cabeza alzada, orgullosos de estar con el Señor, de escuchar su Palabra, de asirnos a sus deseos, a su corazón: “Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida”. Así afirmamos nuestra fe, nos sentimos verdaderos siervos del Señor y tendremos la gracia necesaria para cumplir nuestros votos en presencia del pueblo, en el centro de nuestra vida ha de estar siempre el Señor.

- En la segunda lectura tomada de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos el Apóstol nos habla al corazón, nos anima en el camino de nuestra Iglesia pues caminamos juntos en comunidad, en grupo, y esta unidad junto a Dios es la misma fuerza de Dios que se manifiesta aún en medio de nuestras flaquezas y debilidades, ¿Quién estará contra nosotros, quién nos condenará?. Aquí vemos un paralelismo entre la Actitud de Dios con Abrahán y su hijo y Dios con su Hijo, la diferencia radica en que Dios perdonó a Abrahán la vida de su hijo, mientras que a Cristo, el Hijo de Dios no le perdonó la vida, murió para salvar a toda la humanidad. Su sacrificio por nosotros, ¿no somos acaso mimados de Dios?, ¿amados de él?, ¿protegidos de Él?

- En la lectura del santo evangelio tomada del libro de san Marcos, el evangelista nos narra el episodio de la Transfiguración del Señor, en presencia de Pedro, Santiago y Juan, para que pudieran testimoniar este hecho trascendente que anunciaba el triunfo de Cristo sobre el pecado, la maldad, la muerte, y con los personajes bíblicos de Elías y Moisés, que con su presencia prefiguraban que en Cristo, el Señor se cumple toda la Ley (Moisés) y todo el anuncio profético (Elías). Pero es sólo un anuncio de lo que vendrá, no cabe estacionarse, ni adelantarse a la Pasión, ese paso tiene que darlo Jesús pese a la insistencia de Pedro de “instalarse” en esa bondad de abundante luz y de gloria que era la Montaña alta del Tabor.

Pero lo que nos ha de quedar bien claro es la VOZ DEL PADRE: “Este es mi Hijo amado; Escuchadlo”. No es un consejo, es un mandato, una necesidad para el Hombre, una prioridad para nuestras vidas, nuestra salvación llegará si somos capaces de prestar atención al Evangelio del Señor y escuchadle, pues si no hay escucha no podemos hacerlo vida en nosotros, y si no lo hacemos vida, ¿cómo vamos a testificar?, todo depende pues de nuestra escucha, de la atención que prestemos. Nuestra respuesta ha de ser LA CONVERSIÓN SINCERA Y AUTÉNTICA.

 

domingo, 22 de febrero de 2015

CULTOS DE LA HERMANDAD DE LA CENA EN GRANADA:




Ya primer domingo de Cuaresma... y ¿eso significa, que?

La Santa Cena Sacramental comienza esta semana el montaje de su altar de cultos. Para más de uno todo quedará en si tiene más o menos velas, si está más o menos acertado en la distribución del conjunto Apostólico o la posición de los Sagrados titulares, si las flores son de mejor o peor calidad que en años anteriores..., es decir, que para estos la CUARESMA no habrá de ser para nada significativa y no causará conversión alguna en tales cofrades... todo seguirá como siempre, igual o quizás peor que el año pasado.

La importancia no ha de estar en el ALTAR DE CULTOS, -QUE NADIE DICE NO SEA EN SÍ IMPORTANTE-,  la importancia hay que descubrirla en los cultos, en el mensaje que el Señor nos da a través de su Divina Palabra. Señoras y Señores, que no es una hermandad de las de antaño de alfareros, carpinteros, albañiles, es una HERMANDAD CATÓLICA y además de la Santa Cena, y la cita que tenemos el jueves, viernes, sábado y domingo en Santo Domingo no es para otra cosa que celebrar este Memorial Sacramento, es Él, el Señor, el que nos convoca en su santa casa, el que nos invita a participar, no a cumplir con una obligación más de las muchas que tienen los cofrades, a participar de la Eucaristía, a confesarnos bien para darle al Señor todo nuestro corazón y nuestra fuerza, a vivir el momento como si fuesen los primeros cultos de mi vida o los últimos... que todo puede ser, no nos gobernamos nosotros, en definitiva estamos en las manos del Señor.

Quiera Dios que este año superemos al pasado año en participación y en interés. en docilidad de corazón necesaria del ser Cofrade, en empeño de buscar a este Cristo que es trigo molido, triturado, amasado, PAN DE VIDA, trocito de cielo adelantado para vivir el presente con miras de futuro de ETERNIDAD. Y todo esto de la mano de María de la Victoria, que nos anima a no rendirnos nunca, a luchar contra las fuerzas del mal que asedian nuestra vida, nuestra sociedad, nuestra Hermandad y nuestra Iglesia. A vivir ya vencedores, triunfantes, alegres, pues en tal compañía ¿Qué podemos temer?.

viernes, 20 de febrero de 2015

Ejercicio piadoso del Santo Vía Crucis. Para cada viernes de esta cuaresma.




EJERCICIO DEL SANTO VÍA CRICIS.

Primera Estación:
JESÚS CONDENADO A MUERTE:

Sentado en el tribunal,
De Pilatos la sentencia,
Condenando a la Inocencia,
Y absolviendo al criminal.

Si por respetos humanos
En la tentación consiento,
Le doy a Jesús tormento
aunque me lave las manos.

Cristo está en las periferias, en el pobre, el oprimido, en el marginado. La crueldad del hombre de nuestro tiempo sigue condenando a este “CRISTO” viviente de nuestros días. No a las guerras, no a los odios, a los rencores, a todos los males que causa el hombre y los pecados que llevan al hombre a ser destructor del hombre. Solo en Cristo encontraremos fuerza y paz para vivir la gracia que Él nos da y amarle y reconocerle en el otro.

Segunda Estación:
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Y CARGA LA CRUZ:

Pecador, mira a Jesús
Con la cruz que le has cargado,
Que te dice lastimado
tus pecados son mi cruz.

Que en mí no haya voluntad
Hacia lo que el mundo admira.
Porque en él todo es mentira
Y sólo amarte es verdad.

Los dolores de la vida son numerosos, estos no marginan, son pesados para ricos y pobres. Hoy puedes estar tranquilo, sin penas, lleno de vida y alegría y mañana con una cruz tan pesada que no puedas con ella, El amor de Dios nos llama a la solidaridad, ser solidarios con aquellos que portan cruces demasiado pesadas, recuerda: hoy por ti, mañana por mí. Todos somos Cristos con cruces y todos hemos de ser bálsamo para las heridas de los demás. Cirineos cercanos a los que sufren.

Tercera Estación:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ:

La Cruz mucho ha de pesar,
Y mucho más mi pecado,
Que en tierra con Cristo ha dado,
Y no lo puede llevar.

Abraza, Jesús querido,
A este pródigo segundo,
Desengañado del mundo,
Roto de vida y vestido.

Si no contemplas la pasión de Cristo, ¿cómo podemos contemplar la pasión del mundo?, si no ves que Cristo ha caído, ¿cómo podemos ver a la humanidad caída?. Cristo nos lleva al hombre y el hombre nos lleva a Cristo.Cristo es TODO con el Hombre, el HOMBRE es nada sin CRISTO.
Que seamos la mano que se extiende generosa, amable, cristiana hacia tantos caídos en las orillas del camino que peregrinamos en la viva caduca, para que tengamos fuerza y esperanza de llegar a la meta que Él nos ofrece.

Cuarta Estación:
JESÚS ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE:

Aquí Jesús vio a María,
De tantos dolores llena,
Que le causó mayor pena
Que la Cruz que le oprimía.

Yo contigo, madre buena,
Quiero a tu hijo seguir,
Y padecer o morir,
Compartiendo vuestra pena.

…Y una espada de dolor traspasará tu alma. Sí, pero ella valiente recorre el calvario hasta quedar al píe de la cruz. En ella están representadas tantas madres que sufren por las pesadas cruces de sus hijos, las cruces de la violencia, la droga, el desapego, el paro, el abandono... y tantas cruces más que desgarran sus maternales corazones. Madre nuestra del cielo, ayúdanos a tener tu valor y a saber amar con la intensidad del amor de tu traspasado corazón.

Quinta Estación:
JESUS ES AYUDADO POR EL CIRINEO A LLEVAR LA CRUZ:

Viendo a Jesús sin aliento,
Le buscan un cirineo
Para saciar el deseo
De que muera en el tormento.

¿Es posible Vída mía,
Que tanto mal te causé,
Lo solo que te dejé
Cuando ya tu amor sabía?

El Papa Francisco nos llama una y otra vez a ser los cirineos de los marginados de las periferias, de caminar a donde está el dolor, el sufrimiento, la pena, las miserias humanas. Que no nos conformemos con ser unos católicos de iglesia, de templo, de sacristía; que llevemos la iglesia a la calle, que hagamos lío, que nos dejemos notar para que el mundo sepa que Cristo está vivo en nosotros y nosotros vivimos en Cristo.

Sexta Estación:
LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS:

Una intrépida mujer,
Hasta Cristo se acercó,
Y el santo rostro limpió,
Frente a todos, sin temer.

Cuántas veces sentí afán
De acercarme más a Ti
Y ha podido más en mí
El temor al qué dirán.

Ante la cobardía de tantos hombres siempre es bueno resaltar el valor de esta mujer, en ella están todas las mujeres valientes que quieren acercar su vida a Cristo y las capacita para no temer ante los problemas y las dificultades. En ella recordamos a las mujeres valientes que optan por la VIDA y no dan su aprobación al aborto, a ellas también el Señor las bendice como a la Verónica estampando el rostro de Cristo no ya en un lienzo, en algo mejor, en la criaturita que traen al mundo, el Rostro viviente de Cristo en otro Cristo para nuestro mundo.

Séptima Estación:
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ:

Otra vez está caído
Junto a ti, tu Redentor;
Mírale bien, pecador,
Con el polvo confundido.

Hombre, si no quieres ver
A tu Dios más ultrajado,
Confiesa bien tu pecado
Sin volverlo a cometer.

El cansancio, los azotes, los empujones y el peso de la Cruz hacen caer a Jesús por segunda vez. Pidamos con fe siempre viva al Señor, que los cansancios de nuestra vida, las tentaciones y el pecado no nos tiren por tierra, pero si caemos, pues condición humana es el caer, que tengamos fe para mirar hacia Cristo con nuestros ojos  y pedirle fuerza para levantarnos de nuevo y seguir caminando el camino de nuestra peregrinación, pues en definitiva eso es nuestra vida, una larga peregrinación por caminos en ocasiones demasiado escabrosos.

Octava Estación:
JESÚS HABLA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN:

Llorad vuestra perdición,
Dice Jesús con dulzura,
A quienes con amargura
Lloraban por su pasión.

Jesús, de inmensa piedad,
Me llamas a que te quiera
Como si de mi tuviera
Hoy tu amor necesidad.

Él, el árbol verde, sufre los horrores del calvario, pero ¿Qué sucederá con nosotros, tantas veces árboles secos?, es una llamada de atención de Jesús a cada uno de nosotros, pobres pecadores, no es amenaza, es llamada de atención, advertencia: hay de mi si me llega la muerte, seco, sin la sabia de la Gracia de Dios, del Amor divino, de la Compasión, de la Misericordia. Aprendamos imitando a Jesús. Ya que el hacha cortará este árbol seco y lo destinarán al fuego que nunca acaba. Por eso Jesús nos llama a estar siempre en vela, despiertos, vigilantes ante el enemigo, el tentador.


Novena Estación:
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ:

Pecador, anda advertido
Pues, llevando tu pecado
Mira como le has cargado
Que tres veces ha caído.

Sí, Jesús, yo he repetido
Tus caídas con las mías,
Pero ya todos los días
Las lloraré arrepentido.

Jesús me dice con esta tercera caída: -Yo he caído para que aprendas a levantarte, para que pongas tu fuerza y tu confianza en mí-. Pero yo veo que me pesan los años, cada vez tengo menos fuerza, y para tantas cosas me siento incapaz. Por eso dame Señor la gracia de imitarte en esta tercera caída y haz que mis flaquezas, mis miedos, mis desfallecimientos al menos sirvan en beneficio de otros porque pongo en tus manos y en tu corazón mi vida tal como está, tal como tu la ves.

Décima Estación:
JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS:

A la misma honestidad
Los verdugos desnudaron,
Y las llagas renovaron
Con deshonra y crueldad.

Siempre que yo, sin recato,
En mí profano tu templo,
Sigo, Señor, el ejemplo
De quien te dio tan mal trato.

Así nos lo mostró en sus profecías el Profeta Isaías: maltratado, sin apariencia humana, sin encontrar en Él aspecto ni hermosura, varón de dolores… y todo por nuestros pecados, por nuestra arrogancia, por nuestra vanidad.
Nosotros nos vestimos con trajes y vestiduras de vanidad mientras que a Él, el Justo le despojamos de todo. ¿Dónde nuestra cordura?, ¿dónde nuestra honradez?. Haz Señor que aprendamos de ti a despojarnos del pecado y vestir el traje de tu Gracia para que desde nuestra fidelidad a tu Evangelio guardemos la blancura del vestido para la Vida Eterna.

Undécima Estación:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ:

Con martillos inhumanos,
Modo atroz, cruel acero,
A Jesús en un madero
Le clavan de píes y manos.

Cuando peques, pensarás
Que estás a Cristo clavando,
Y que te dice llorando:
Hijo, ya no peques más.

-Pueblo mío, ¿qué te he hecho o en qué te he ofendido? Dímelo. ¿Por cuál de los beneficios que te hice has preparado una Cruz a tu Salvador?. Y a pesar de todo ahí estás, clavado en la cruz y amando, a punto de morir y perdonando, sufriendo el azote del tormento de los clavos y pensando en el tormento que puedan acarrearnos nuestros pecados, nuestras divisiones, nuestros egoísmos. Ayúdanos a amar oh buen Jesús, para que no caigamos por nuestro corazón tozudo en la trampa del maligno y volvamos a ti con generosidad nuestro corazón arrepentido, verdaderamente arrepentidos.

Duodécima Estación:
JESÚS MUERE EN LA CRUZ:

Ni los clavos ni el madero
Me tienen aquí clavado,
Sino sólo tu pecado
Y lo mucho que te quiero.
Sí, Jesús, muera yo aquí
De amor, vergüenza y tristeza.

Viéndote con tal firmeza
Dar hoy tu sangre por mí.
Y el sol esconde su luz,
De horror la tierra suspira,
Cuando el Creador expira
Enclavado en una Cruz.

Solamente si somos ayudados por tu gracia podremos responder a tu AMOR con amor, para aliviar así nuestras miserias humanas, para hacernos dignos de tanto derroche de ternura y de mimo hacia una humanidad que entonces y ahora te volvió la cara, te dio la espalda, te dejó solo en esa Cruz de nuestras miserias y pecados.
Señor Jesús, que nuestra redención sea mérito de nuestro amor por el prójimo y nuestros desvelos por la humanidad caída. Que nuestra lucha sea contra el mal, principalmente a favor de los pobres pecadores, para que por tu sacrificio encuentren la Paz que sólo tu das a aquellos que encuentran el camino de tu Evangelio.

Decimotercera Estación:
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ:

De Cristo el cadáver yerto
Entre sus brazos mirando,
Dice María llorando:
Hijo mío, quien te ha matado.

Yo he causado tu aflicción,
Yo fui quien te dio la muerte,
Pero ante su cuerpo inerte
No me niegues tu perdón.

María, oh Madre dolorosa, que el pecado del hombre te ha causado tanta aflicción, no nos abandones, que aunque pecadores y causantes de tanta desdicha, hijos tuyos somos. Mira nuestra miseria y tu que del Hijo toda gracia alcanzas, haz que por tus ruegos y no por nuestros méritos seamos capaces de acercarnos a esa Cruz de tu Hijo y podamos clavar en ella nuestras miserias y pecados para que así su Pasión y su Gloria nos alcance a todos nosotros la Salvación.

Decimocuarta Estación:
JESÚS ES SEPULTADO:

En un sepulcro profundo
Custodiada la  salida
Yace el Señor de la Vida
Que vendrá a juzgar al mundo.
Jamás nueva recaída
En el pecado mortal.

Que es mal sobre todo mal
Pues de la muerte a la vida
Muerto, Señor, os conduelo;
Sacramento os venero
Por vuestra pasión espero
La gracia, la paz y el cielo.

Así, con su muerte, Jesús es el verdadero grano de trigo, que al ser enterrado da mucho fruto, así ha de fructificar gloriosamente, así queda claro para nosotros que el auténtico camino para llegar a la VIDA no es otro que el camino de la muerte. Así también entenderemos el anuncio de los profetas cuando nos decían que Cristo, por la humillación llegaría a la exaltación. Y así nos deja para nosotros el mensaje que nunca hemos de olvidar: Por la Cruz a la LUZ. Y por último, así aprendemos que ya está lograda la Redención del Hombre por Dios. Por tí somos libres.

Decimoquinta Estación:
LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR:



Oración Final:

Te suplicamos, Señor, que nos concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez que meditemos tu pasión, quede gravado en nosotros, con marca de actualidad constante, durante toda nuestra vida, un agradecimiento inmenso a tu bondad.
Amén.






jueves, 19 de febrero de 2015

EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA: LA CONFESIÓN:





Vemos como la Comunidad creyente se mantiene fiel a los Sacramentos de Cristo que con profundo amor custodia y administra la Santa Madre Iglesia Católica y Apostólica. Pero es palpable el bajón que en muchos lugares está dando el Sacramento de la Penitencia y esto es un síntoma muy peligroso para nosotros los creyentes.

Peligroso porque vemos que a la Comunión se acercan muchos, casi la mayoría de los católicos que participan en la celebración de la Santa Misa, pero no pasa lo mismo con la Confesión. Peligroso porque terminamos por justificar nuestros pecados y debilidades y no los tenemos ya como lo que son o dejamos de creer que el pecado mata la Gracia que Dios ha puesto en nuestra alma y no hacemos caso de ello y pasamos de confesarnos.

Peligroso porque le seguimos el juego al tentador y al final nuestro obrar se queda en una farsa ante Cristo que ha muerto por nuestros pecados y nos ha dejado los medios para salir de nuestras miserias y vivir en su GRACIA.

Se dice que estaba el demonio un día adiestrando a tres nuevos diablos que irían a la Tierra a tentar a los hombres y les hizo una pregunta a cada uno de ellos, ¿Qué vas a hacer para lograr que el hombre caiga y pierda su gracia y así se condene?.

El primero dijo: “Intentaré meter en la mente del hombre la idea de que Dios no existe”, pero el diablo le dijo, no sé, pero me temo que no vas a tener gran éxito, pues el hombre intuye la presencia de Dios.

El segundo dijo: Yo sembraré en su conciencia la idea de que tu no existes, así vivirán descuidados y tropezarán y caerán”. El diablo le dijo, no sé, pero lo mismo que el hombre intuye la presencia de Dios intuye mi presencia y no te será fácil hacer un buen trabajo entre los hombres.

El tercero le dijo: “Yo meteré en la conciencia de los hombres la idea de que el pecado no existe, así caerán y se condenarán”, a lo que el diablo contestó, ve, has acertado, es la mejor manera de traer gente al infierno, creo que vas a triunfar, el éxito avalará tu trabajo.

Sí hermano, el pecado existe, y necesitamos confesarnos, acudir a este Sacramento que Cristo nos brinda para perdonar nuestras faltas y recuperar la Gracia de Dios en nosotros. No dejes pasar más tiempo sin confesarte, haz un buen examen de tu conciencia, pide a un sacerdote que te confiese; vive este tiempo de Gracia que es la Cuaresma empezando a vivir en la línea del Evangelio del Señor y así se cumplirá en ti el lograr la auténtica CONVERSIÓN. Recuerda, Conviértete y cree en el Evangelio. Pero ¿se puede dar una auténtica conversión sin una buena confesión?.

miércoles, 18 de febrero de 2015

DOMINGO 1º DE CUARESMA. CICLO B.




“Yo hago un pacto con vosotros…”



Se nos habla en la primera lectura tomada del  libro del Génesis:


Dios hace un pacto con Noé y su descendencia; hace un pacto de presencia, de amparo, de protección al hombre y a todos los seres que pueblan la tierra, nada se queda olvidado, a nadie deja Dios desprotegido, por todos vela y todo lo vigila.
 Por eso el Hombre se tiene que sentir confiado pues Dios protege sus entradas y salidas, pero a la vez se tiene que sentir abochornado por el mal trato que da a sus semejantes, por sus odios y rencores, por sus envidias y sus guerras, por su mal trato a los animales que Dios protegió del diluvio y sigue protegiendo ahora de la mal acción de tantas personas contra ellos, contra su entorno, contra la naturaleza, esas acciones malvadas no quedarán impugnes, el Hombre es responsable del entorno y de los animales que pueblan la tierra y ante Dios ha de dar cuenta de sus gestiones y acciones que han llevado a la extinción de tantos animales y a otros muchos al borde la la misma.
No, no se trata solo de la relación hombre con hombre, se trata de la responsabilidad del hombre en todo su entorno y más con los más desfavorecidos, sean hombres o sean animales o sea simplemente el rincón más lejano del planeta Tierra, de todo hay que rendir cuenta ante Dios pues Él se lo ha dejado al Hombre para que lo cuide y proteja. Cada vez que veamos el Arco Iris tenemos que acordarnos de este PACTO de Dios con el Hombre y de esta responsabilidad nuestra de amar y proteger todo lo que salió con VIDA del Arca de la nueva Alianza, el Arca de Noé.

En el salmo repetiremos repetiremos: "Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza".

Sí, tenemos que aprender los Caminos del Señor pues la ignorancia no nos salva, tenemos que caminar por la vida con lealtad y siendo responsables aunque solo sea por el amor del Señor para con nosotros, por su ternura, por su misericordia para con nosotros que somos pecadores, pero que tenemos la gracia y la fuerza de volver nuestro corazón arrepentido hacia Dios y él que es bueno nos perdona. Él es amor.


Nos habla la segunda lectura que está tomada de la primera carta del apóstol san Pedro.

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios. Esa muerte ignominiosa fue vergüenza para el hombre, pero a la vez, por designio de Dios ha sido VIDA para todos, y no se trata de un aumento de nuestros días de vida, o una mejor vida, es VIDA, pues el que está con Cristo muere con Él y VIVE para siempre, el es el único CAMINO DEL HOMBRE, Él es la única VERDAD DEL HOMBRE, Él es la Vida del HOMBRE. Quien está con Él no morirá para siempre, gozará de la paz del Paraíso para toda la eternidad.

En la lectura del  Santo Evangelio, que está tomado de  San Marcos, el Señor nos habla al corazón.

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto, esta experiencia de “desierto” ha de ser nuestra cuaresma, el desierto es soledad, es quietud, es concentración, necesitamos de todo eso para adentrarnos en nosotros mismos, lo más oculto de nosotros, lo más inaccesible, para que veamos en verdad como somos, que hacemos bien y que estamos haciendo mal, para que podamos optar por la auténtica conversión, de lo contrario irán pasando los días de la CUARESMA y nuestra vida estará igual, no habrá progreso en el camino cuaresmal, camino de arrepentimiento, de volver al camino de Jesús, de llenarnos nuestras vidas de Él que es la salvación del Hombre, la salvación del mundo, pero tampoco olvidemos que el tentador estaba ahí con Él y sigue estando presente en nuestras vidas. Por eso es urgente nuestro auténtico cambio.

Si escudriñamos lo más profundo de nuestro ser, si nos adentramos en lo inmenso de nuestro desierto nos encontraremos con un oasis lleno de vida y de amor, pues ahí, en lo más profundo, mora nuestro Dios.


martes, 17 de febrero de 2015

EL PAPA FRANCISCO EN LA BASÍLICA DE SANTA SABINA DE ROMA.


En la Basílica de Santa Sabina de Roma, lugar de la Curia 

Generalicia de nuestra Orden de Predicadores, ya está todo 

preparado para la Misa del Miércoles de Ceniza que como 

siempre preside el Papa. Esperando a Francisco como el 

año pasado.



EN EL PUEBLO DE LA HOZ, DE CAMPOO DE SUSO


El pueblo de la Hoz, donde he pasado yo tantas temporadas de niño en casa de mis abuelos maternos, el pueblo de mi madre, el pueblo de tantos recuerdos y tantas aventuras de niño, esta publicación me trae recuerdos de añoranzas, de tiempos llenos de felicidad, de tanta gente buena, de familias pobres pero felices, de esa iglesia preciosa, de las veces que ayudaba a misa a D. Acilino el párroco de mi niñez, de los trabajos de mi abuelo para mantener siempre limpia la iglesia y todo en orden y a punto para la celebración de la Misa dominical o las misas de funerales, cuantas horas después del duro trabajo de cada día dedicadas al Señor y a su santa casa.

lunes, 16 de febrero de 2015

ESTE MIÉRCOLES: MIÉRCOLES DE CENIZA. COMIENZA EL CAMINO CUARESMAL:



Bases fundamentales para VIVIR LA CUARESMA:

El ayuno: Un ayuno con dimensiones profundas, sociales, para llegar a la periferia que nos indicaba el Papa Francisco, no ayunar por precepto o por querer complacer a Dios, ayunamos por solidaridad con el hermano, así sí que complacemos a Dios.

La Abstinencia: Para recordar que el hombre, que tu y yo tenemos nuestros límites, no podemos alcanzarlo todo. Tenemos que ser conscientes que para llegar a Dios tenemos que saber dominarnos nosotros, dominar nuestros instintos. 

La Limosna: Nos acostumbra a conocernos mejor y a conocer a los demás, a valorizar al otro, a darnos cuenta que para Dios su tesoro no es ni el oro ni la plata, es el pobre. Y al pobre tenemos que saber llegar si queremos llegar a Dios. Decía San León en un sermón cuaresmal: “Lo que cada uno sustrae a sus placeres, lo dé a favor de los débiles y pobres”
La Oración: Algunos dicen que Dios está lejos del hombre. En estos días tenemos tantas formas de comunicarnos que estamos rodeados de gente pero no hablamos entre nosotros, hablamos por FACE, WhatsApp… pero con Dios lo tenemos más fácil, para hablar con Él solo tenemos que inclinar la cabeza, buscar el silencio interior y empezar a contarle nuestras cosas, que por cierto, Él ya las conoce, pero sé que le gusta que nosotros se las digamos.
 


domingo, 15 de febrero de 2015

CENTENARIO Y EXPOSICIÓN




I CENTENARIO DE LA MUERTE DE LA SIERVA DE DIOS MADRE TERESA TITOS. FUNDADORA DE LAS RELIGIOSAS DE LA CONGREGACIÓN DE SANTO DOMINGO DE GRANADA.

Ayer día 14 de Febrero, a las 18 horas, presidido por el Padre Provincial de la Bética Fr. Miguel de Burgos y concelebrando la Comunidad en pleno se celebró la Eucaristía para recordar tan memorable acontecimiento. Los cien años de la muerte, la entrada en la Casa de Dios, de la Madre Teresa Titos, fundadora de las Dominicas de Santo Domingo de Granada.

También, en el Camarín de la Virgen del Rosario se ha organizado una exposición de fotos, cuadros, ropas bordadas, imágenes y objetos relacionados con la Madre Teresa y su entorno, que estará expuesto en días sucesivos.

Como una imagen vale más que mil palabras algunas fotos de dicha exposición en el ya de por sí impresionante Camarín de la Virgen del Rosario de Granada. Vean…



























viernes, 13 de febrero de 2015

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO B.




 

“Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo”


No seáis motivo de escándalo nos dice el Apóstol, nos invita a ser agradables unos con otros, en nuestra vida personal y en nuestra vida con los demás, incluso en nuestra vida de Comunidad eclesial. No podemos permitirnos sentirnos católicos solamente cuando estamos en la Asamblea celebrando la liturgia, el que es de Cristo es de Cristo en la iglesia, en casa en sus relaciones entre esposos o con los hijos o los hijos con sus padres, en el colegio o en el trabajo, con los amigos y en los lugares de diversión, sabiendo donde está lo permitido y que cosas pasan ya de lo permitido, donde están mis derechos y que acciones mías agraden a la libertad del otro o de los otros.
Poniendo nuestras mentes y nuestros corazones en las manos del Señor para que sea, de verdad, el Espíritu, quien hable por nosotros. Pues la vida, nuestra vida, la tuya y la mía tiene que ser una auténtica predicación. Lo que prima en nuestra vida es la EXPERIENCIA que tenemos de Dios, de esa experiencia hablamos y testimoniamos. Es el mensaje del Evangelio de este Domingo, la experiencia de la curación en el leproso motivó su vida para ser toda ella una aclamación de la acción de Cristo. Si no tenemos motivaciones, nuestras obras no testificarán por nosotros. Pues, ¿acaso Dios no cura nuestra lepra, la lepra del pecado cada día?
No nos quedemos en la escucha del Evangelio solamente en el hecho de que Jesús vio a un leproso, le tocó y le curó. Quedémonos más bien en las consecuencias que esta acción misericordiosa de Jesús atrajo al hombre curado. Pensemos más en que consecuencias tengo yo que manifestar por haber sido visto por Cristo, por haber sido llamado por Él, por haberme tocado Él mi corazón, por haberme llenado ce gracia, de fortaleza, de santidad, por -en definitiva- haber cambiado mi vida. Y cuando esto esté claro en nosotros nos queda obrar en consecuencia pues ser CONSECUENTES es lo que el Señor espera de cada uno de nosotros, pues cada uno –que es algo nuevo e irrepetible- tiene algo se es siempre novedoso en relación al otro, y las respuestas han de ser siempre propias y nuevas, aunque para todos nos sirven los ejemplos, la vida de Jesús es imitable, la de María también, lo mismo que la vida de los Santos de la Iglesia, lo mismo también y lo tenemos más cerca el ejemplo que nos dan las personas buenas que conocemos en nuestro entorno, el familiar nuestro, la vecina viejita que afronta sus males con amor y resignación cristiana, la madre de familia que con esperanza lucha para sacar adelante a sus hijos, el político que a pesar de su entorno no se deja corromper y se entrega en la lucha por una justicia social auténtica. No, no estamos solos ante el camino que hemos de seguir, son muchos como el Apóstol que hoy nos dice “Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo” que nos ayuda para que seamos sembradores de un buen trigo, predicadores de la Verdad que es el Señor, amigos de lo bueno, que luchan para erradicar la lepra del pecado y las lepras de las enfermedades que hay en nuestro mundo que se ceban con los pobres, los marginados, los mal vistos por esta cruel sociedad clasista que nos rodea…
Que paséis un feliz domingo, día del Señor.

sábado, 7 de febrero de 2015

DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO.CICLO B.

Job


En la vida hay mucha gente desesperada, cansada, agobiada, como Job, quieren un resultado palpable, una solución inmediata a los problemas, como si la vida fuera solamente los años en este mundo, como si no contara en la actuación de cada día, en las penas y aflicciones, en las angustias y sufrimientos la otra vida, la que transciende a esta, la que llega a la eternidad. Esa impaciencia de Job nos tiene que hacer pensar que no podemos esperar un resultado inmediato a lo que aferrarnos, tenemos que tener confianza en Dios y dejar que el tiempo pase y aclare las ideas, los pensamientos, que aclare nuestra vida y sus interrogantes. Solamente cuando abandonemos este mundo sabremos de verdad lo que hicimos bien, lo que hicimos mal y aquello que no hicimos y podíamos haber hecho.

Jesús en su Evangelio nos muestra otro camino, no este de la desesperación y de la inmediatez de las cosas, el camino calmado, seguro, pleno, radiante de luz, de amor y de seguridades que es el camino del Evangelio. Pero para llegar a este camino de Jesús hay dos temas fundamentales, la acción y la contemplación. Jesús abarca plenamente los dos temas en el Evangelio de este Domingo.

Para entender este camino nuestra mente tiene que estar conectada con el mensaje de Pablo en la segunda lectura. El cristiano como el Apóstol no ha de buscar el propio gusto o una paga o retribución por los quehaceres de la vida cristiana, tenemos que vivir el Evangelio y proclamarle sí o sí, no cabe otra cosa, "hay de mí si no predicare".

Nuestro paso por la vida ha de estar marcado por un trabajo constante en la viña del Señor, viendo los problemas, las necesidades, los sufrimientos de nuestro mundo, viendo la gente desesperada como Job y buscar soluciones para sus males, curar al enfermo que no es otra cosa que facilitar esa cura, es acompañar, es estar cerca del que sufre, al mismo tiempo que creas esa cercanía de un Dios que se hace presente en medio del dolor a través de tu persona, de tu palabra, de tus manos que acarician, dan confianza, confortan, sanan y salvan. Pero  obrar así como Cristo obró y nos dejó como norma de vida en el Evangelio no es fácil, incluso no es posible si antes no pasas por la etapa de la CONTEMPLACIÓN, la oración, el contacto con el Señor para que el Señor te conduzca al contacto con el Padre, sin este contacto, sin esta vida de oración el trabajo apostólico se queda  sólo en algo tuyo, muy personal, sí,  pero solamente tuyo, para que sea algo de Dios tiene que venir de Él, y viene de Él cuando se da esa comunicación del agente pastoral y el Señor. Esa carencia de contemplar lleva al fracasa de tantos esfuerzos pastorales que quedan infecundos, vacíos y sin sentido, falta lo esencial y eso que es lo esencial no lo aportamos nosotros, es lo que aporta Dios a nuestro trabajo pastoral a través de nuestro esfuerzo, nuestra vida contemplativa, nuestras horas de oración; así  se cambia el mundo y así iremos cambiando nosotros mismos días tras día, a través de la fuerza de su Palabra y de la meditación de esta Palabra con una plena unión al Señor que es lo que llamamos orar. Como Jesús hacía cuando buscaba un lugar tranquilo para comunicarse con el Padre.

La vida se encarga de darnos "oportunidades" para la conversión, para enderezar caminos torcidos por nuestras incomprensiones o nuestra falta de coherencia, por eso este domingo nos ofrece una oportunidad única, cooperar con los más pobres, los más necesitados, desde la Campaña anual de Manos Unidas. Nuestra respuesta de generosidad es respuesta de amor hacia aquellos, que si bien es cierto no les conocemos, también es cierto que no nos es desconocida su angustia ni su desolación; estamos con ellos, compartimos sus penas, colaboramos con "algo de lo nuestro" para poner nuestro granito de arena en este mundo de hermanos -con situaciones tan desiguales- que nos llaman a vivir y ser  solidarios con aquellos que sus vidas, su situación es una pesada losa que aplasta sus anhelos, su bienestar, su deseo de progresar y abrirse un camino en el mundo hacia la esperanza.