jueves, 31 de diciembre de 2015

COMENTARIO A LA FIESTA DEL DÍA 1 DE ENERO, AL 2º DOMINGO DEL TIEMPO DE NAVIDAD Y A LA EPIFANÍA DEL SEÑOR: LOS REYES.



DÍA 1 DE ENERO: SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS:


Comenzamos bien el nuevo año si prestamos atención a la primera lectura del libro de los Números, 6. El Señor nuestro Dios le da a Moisés la bendición que ha de utilizar para bendecir a su pueblo, es la bendición que el Señor nos da el primer día del año para que nos sintamos amados por Él, bendecidos por Él, arropados y protegidos por Él:

“El Señor te bendiga y te proteja,
Ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti y te conceda la paz”.

En este día dedicado a María, la madre de nuestro Salvador, agradecemos su confianza en Dios, esa confianza manifestada en su “sí” a la voluntad Divina, su sí a aceptar el anuncio del Ángel sin ni siquiera sospechar todo lo que esto supondría para ella, pero que desde que la Palabra Eterna de Dios se hizo CARNE y habitó entre nosotros, ella acogió con amor a esta Palabra y guardó con profundo amor y ternura en su corazón, todo, el nacimiento de esa manera, en esa triste situación, la presencia de los más pobres visitando al Niño Dios, la adoración de los Magos, las palabras de Simeón al entrar al Templo para presentar al niño, eso de que una espada de dolor traspasaría su alma, la salida precipitada a Egipto para salvar al niño del cruel Herodes, todo eso, todo lo demás que no sabemos pero que ella vivió, lo pensaba, lo meditaba, lo guardaba en su maternal corazón, como piensa, ama y guarda todo lo nuestro, que también somos sus hijos, que también vela por nosotros, que se interesa por nuestras vidas, por nuestro estado de alegría o de tristeza, de gozo o de llanto, de vida, pues a todos ama, a todos protege, de todos se preocupa con maternal amor. Oh María, madre nuestra, no dejes nunca de dirigir tu maternal mirada hacia nosotros, tus pobres hijos.

Que grande nuestra liturgia, dedicar este primer día del año a aquella que nos trajo con su sí al Salvador, a la esclava de Señor, a nuestra MADRE del cielo que nos ama y que tanto amamos pues es nuestra esperanza, nuestro socorro, nuestro auxilio, ella nos tiende su mano maternal a quienes vivimos en este Valle de lágrimas para que con ella podamos llegar seguros a los brazos del Hijo. Bendita seas por siempre, Madre del eterno Verbo.

¡Feliz año nuevo hermanos!



II DOMINGO DESPUES DE NAVIDAD. CICLO C.

LA PALABRA SE HIZO CARNE Y ACAMPÓ ENTRE NOSOTROS.

Uno de los grandes aspectos de este Misterio que es la Navidad es esa presencia de Dios en la historia de la humanidad, presencia de un Dios que no quiere estar ausente de nuestras vidas ni de nuestra historia, es un dios presente, encarnado y nacido en la fragilidad de nuestra humanidad. No viene como un ser poderoso, extraño al hombre, ausente o lejano, se hace uno como nosotros, uno de nosotros asumiendo nuestra naturaleza en todo menos en el pecado, que viene precisamente para arrancar el pecado del mundo, para arrancar las cadenas de la esclavitud del hombre, para hacernos nuevos, amados de Dios, redimidos por Dios. Viene a darnos su misericordia.

La Palabra vino a su casa y los suyos no la recibieron,  esta Palabra es la luz verdadera, pero por desgracia son muchos los que prefieren las tinieblas a la luz verdadera, ¿y nosotros?, pues seamos consecuentes con nuestra vida. No podemos dividir el mundo entre buenos y malos, entre blanco y negro, luz o tinieblas,  En cada uno de nosotros hay oscuridades, hay fallos, hay pecado, ni todos son tan malos ni todos tan buenos, tenemos días buenos y días malos, lo que si tenemos que hacer es pedirle al Señor que no nos falte nunca su luz para que alumbre nuestras oscuridades y así poder caminar por la vida por el buen camino, el camino que sigue las huellas del Cordero, el camino del Evangelio y cuando nos acerquemos en la Misa a Comulgar que seamos capaces de recibir al Señor para que permanezca en ese sagrario tan querido y deseado por Él, el sagrario de nuestro corazón.





EPIFANÍA DEL SEÑOR. Día de Reyes.

“¿Dónde ESTÁ EL REY DE LOS JUDÍOS QUE HA NACIDO? PORQUE HEMOS VISTO SALIR SU ESTRELLA Y VENIMOS A ADORARLO”

Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz, la gloria del Señor amanece sobre ti, amanece sobre la Iglesia, esta Iglesia que es invitada por el Profeta Isaías a levantarse, a despertar, a estar vigilante, a estar alerta, porque Dios se manifiesta, esto es una EPIFANÍA, una manifestación de Dios.

Y aunque celebramos hoy la Epifanía de los Magos de oriente, los llamados tres Reyes Magos, a lo largo de la vida de Jesús se dan muchas más epifanías, muchas manifestaciones que nos hacen pensar, nos animan, nos llenan de alegría. De hecho podríamos decir que la vida de Jesús, toda ella ha sido una gran epifanía, una gran manifestación que nos anima a seguirle, a amarle con todo nuestro corazón, a adorarle, como los Magos de Oriente y contemplándole hoy ente los Magos a presentarle también nuestros regalos, pues de eso se trata en este día.

Los Magos le presentan tres regalos uno por cada Mago y cada Mago representa una parte del mundo, entre los tres abarcan el mundo entero conocido entonces, Oro porque el niño que nace es un Rey, él aunque nunca se presentó como tal ante los hombres, en su bochornoso juicio ante Pilato reconoció que lo era, pero que su reino no es de este mundo, por eso su misión no ha sido el mandar, el dar ordenes, ha sido el servir, el entregarse, el amar con toda su intensidad.

También le ofrecen incienso, es Dios, un Dios “escondido” en la fragilidad humana, pero todo un Dios encarnado y nacido como nosotros, en todo igual a nosotros menos en la fragilidad del pecado y la desobediencia, Él vino a obedecer al Padre, a hacer la voluntad del Padre y a dar su vida por todos.

Y como dio su vida en la CRUZ y tenía por tanto que morir le ofrecieron ungüento para la mortaja: Mirra. Como se hace con todo hombre que muere.

Hoy es también el día de la inocencia plasmada en la cara de admiración de los niños ante los regalos, quizás este momento sea más feliz para los padres que ven la alegría de sus hijos que para los mismos niños que en nuestra sociedad están ya un tanto saciados de cosas y de regalos, pero es su día.

Pero lo importante de este día de Reyes es qué le traes tú al Señor, cual es tu regalo, pues él que recibió con una sonrisa el regalo de los Magos de Oriente hoy aguarda con la misma sonrisa tu regalo, ¿qué le darás?, ¿qué esperará él de ti?. El lo que quiere es todo lo bueno que hay en tu corazón, tu amor, tu bondad, tu entrega, tu generosidad, te quiere a ti, tú eres su regalo, pues tu eres su amor, tu eres el motivo de todo esto que celebramos, eres la causa de su Encarnación, tu eres el por qué nació en un pesebre pobre y abandonado, para que no pueda encontrar a nadie en situación tan baja que piense que estando así, pobre, arruinado, sin nada, no pueda aspirar a llegar a él, claro que puede si él se puso por debajo de todos para alzar a todos, para levantar a esta humanidad caída hasta lo más alto del cielo. En fin, el murió por ti y por mí, por todos nosotros para que todos tengamos VIDA ETERNA. ¡Feliz día de Reyes!.

domingo, 27 de diciembre de 2015

LA SAGRADA FAMILIA: JOSÉ, MARÍA Y JESÚS.







Con gran gozo, dentro de la Octava de la Navidad, celebra hoy la Iglesia la fiesta de la Sagrada Familia, como ejemplo a seguir.

Vemos en las lecturas que presenta la Iglesia en este Domingo que el ceñidor de todo es el AMOR, si nos falta el amor la familia, la sociedad, todo se desmorona. El lazo que hace de una familia una institución sólida, compacta, atrayente es ese amor y respeto de los esposos entre sí, de los padres para con los hijos y de los hijos para con los padres.

Leí hace tiempo por Internet sobre una familia, dos esposos y un hijo de tres años que vivían con el abuelo paterno, a este parece ser le había dado tiempo atrás un derrame cerebral y aunque se había superado de su enfermedad le quedaban secuelas, como el hecho que cuando comía sopa o líquidos, al no dominar la parte izquierda de su boca, se le caía por la barbilla el líquido. El hijo siempre le regañaba con voces que le acobardaban y hacía sufrir a su pobre padre, un día, estando comiendo con violencia le cogió del brazo, le sacó de la mesa y colocándolo junto a una esquina donde tenía el plato de la comida el perrito de la casa dijo con gran enfado a su padre: “no sirves para nada, eres una vergüenza, como vuelva a caerse la sopa comerás siempre en esta esquina y del plato del perro”.

Días más tarde cuando llega a casa del trabajo encuentra a su hijo “jugando” con una tabla de madera y un enorme cuchillo. Llama a gritos a su esposa y le indica con su violencia habitual lo que está haciendo su hijo, esta con calma se acerca al niño y le pregunta qué hace con ese enorme cuchillo, que es peligroso. El niño le responde: “estoy haciendo un plato como el del perro, para que cuando papá sea viejito pueda comer con el perro”.

En la casa lo que siembras recoges, lo más importante es el ejemplo que das a los hijos, si se crían en desamor posiblemente les costará  tener esa capacidad para amar, si les gritan ellos se acostumbrarán a gritar, si son violentos ellos se criarán violentos.

¿Os habéis preguntado dónde radica tanto mal que hay hoy en los hogares?, todo está en la familia, esta no es solamente la primera escuela, es la principal universidad, si en la casa no aprenden valores arrastrarán esa lacra, esas cadenas por toda su vida.

Jesús, José y Maria, vela y cuida las familias españolas para que tengamos una mejor sociedad que respete los valores, que viva en paz y que trabaje por la justicia y la libertad.


sábado, 26 de diciembre de 2015

Otra manera de ver la Navidad, de ver el Misterio gozoso siempre del Dios encarnado y solidario.










CONCIENCIARSE Y CONCIENCIAR
El P. Antonio Praena, que además de fraile es poeta ha querido este año sorprendernos en el “Misterio” del Belén que colocamos en nuestra sala de Comunidad con este recuerdo del niño de Siria que apareció muerto en una playa solitaria.

No puede haber Navidad o una auténtica Navidad si no estamos solidarizados con el sufrimiento humano. Jesús ha nacido en el pesebre, en la absoluta pobreza, ha llegado hasta el escalón más bajo de la sociedad humana precisamente para levantar las conciencias humanas, para despertar los corazones dormidos, para mostrar que en el pobre, en el mal visto, en el despreciado por muchos, en el que tiene que emigrar, está la FUERZA DE DIOS que en ellos se manifiesta.

Por eso aunque a primera vista parece simple, escaso, pobre, el Belén de este año nos dice mucho, nos enseña mucho, nos hace ser más solidarios y nos ayuda a dejar por una vez de mirarnos al ombligo como si nosotros fuéramos el centro del mundo, el centro de la historia sin darnos cuenta que el centro está en lo que nuestra sociedad rica y harta desprecia y abandona.

FELICITACIÓN NAVIDEÑA

¡FELICES NAVIDADES PARA TODOS VOSOTROS, SEGUIDORES DE "EL DUENDE DEL PERCHEL"


Que la paz, el amor, la felicidad que el Niño Dios siempre nos trae esté con vosotros, en vosotros, en vuestros corazones y en vuestras familias y con esperanza añoremos un mundo mejor, con estos valores que el Señor nos transmite para que este mundo nuestro goce de felicidad.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

NATIVIDAD DEL SEÑOR. MISA DE MEDIA NOCHE. MISA DE NAVIDAD Y LA SAGRADA FAMILIA:




 

“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”


Nochebuena. Noche de Paz, Noche de Amor, se canta en todos los rincones del mudo, ha nacido el Niño Dios. Este es el mensaje que nos trae la liturgia de la Misa de media noche en la Natividad del Señor.
Las lecturas de esta eucaristía están tomadas en momentos diferentes de la Historia de la Revelación. Las tres tienen en común el resaltar el comienzo de un tiempo nuevo, un antes y un después, de la aparición de Jesús en el mundo.
En la primera, tomada del libro de Isaías, escrita muchos años antes del nacimiento de Cristo, el profeta sostiene la esperanza del pueblo judío, en medio del desaliento, recordándole la promesa mesiánica y, con visión profética dice: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló… porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado”, pasando después a describir la función del Mesías, liberador definitivo del pueblo de Israel.
La segunda lectura, tomada de la carta de S.Pablo a Tito, está escrita años después del nacimiento de Cristo, cuando la Iglesia daba sus primeros pasos y se establecía en el mundo greco-latino, en ella se refleja la experiencia viva de la fe de estas nuevas comunidades cristianas. Con un lenguaje que evoca el nacimiento de Jesus, nos dice “ Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, exhortándolos a llevar una vida sobria, honrada,… mientras aguardan la dicha que esperan: La aparición gloriosa del gran Dios y salvador nuestro, Jesucristo”.
Finalmente, estos textos nos introducen en el relato evangélico del nacimiento de Jesús y el anuncio a los pastores. Es un relato con una serie de detalles muy significativos que nos llevan a entender, de un modo sencillo, el contenido teológico del nacimiento de Jesús: el Salvador, el Mesías, el Señor, tres títulos que le dan los ángeles al anunciar su nacimiento.
MISA DEL DÍA DE NAVIDAD:

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros


Las lecturas de la misa del día de Navidad tienen un matiz distinto de las que leíamos en la Nochebuena, sin embargo ambas son portadoras de un mismo mensaje. Dios se hace hombre, ya no podemos pensar en un Dios solitario a quien nadie ha visto, sino en un Dios que, al asumir nuestra condición humana, está con nosotros. La Palabra se hizo carne, Dios acampa entre nosotros, asume nuestra condición humana y, al hacerlo, se hace débil, necesitado, como un niño que espera nuestra acogida.
Así nos lo muestra el prólogo del Evangelio de San Juan, que hoy es el centro en la liturgia de la misa de Navidad. Es un texto bello, profundo e intenso, que invita a la reflexión. Como cualquier prólogo nos introduce en el contenido de su evangelio donde, posteriormente, va a desgranar los rasgos de la personalidad de Jesús y la buena noticia de su mensaje que es poner de manifiesto el proyecto de Dios para con los hombres que a la vez, es señalar la capacidad de los hombres para llegar, a través de Jesús, a ser hijos de Dios. Es esta la idea que de una forma u otra está presente en misterio de la Navidad: ”Dios se humaniza y el hombre se diviniza”.

Fr. Jesús Mª Gallego Díez O.P. 
Convento de Ntra. Sra. de Atocha (Madrid) 

LA SAGRADA FAMILIA:

Jesús iba creciendo en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres


La fiesta de la Sagrada Familia nos recuerda el carácter sagrado de la familia, escuela de amor y humanidad. La vida del ser humano no puede ser sino familiar y el evangelio nos ayuda a vivir en plenitud esta dimensión profundamente humana. La escucha atenta al Espíritu nos permitirá ser fieles al ideal evangélico, especialmente en la familia, en el tiempo presente.
Dios nos ha creado homo familiaris, y en la Encarnación ha asumido también esta maravillosa condición. Reflexionando en torno al conocido relato del niño Jesús perdido y hallado en el Templo descubriremos qué sentido tiene el plante de Jesús a sus padres que nos refiere Lucas, el cual, una vez más, dará especial protagonismo a María, que de nuevo “conservaba todo esto en su corazón”.
D. Ignacio Antón O.P. 

domingo, 20 de diciembre de 2015

HOY DÍA DEL SEÑOR. DOMINGO 20 DE DICIEMBRE:






En este día, tres cosas importantes por la mañana temprano: 1º La Misa en las Dominicas de Zafra. 2º Votar, que hay que cumplir con las obligaciones patrias y queremos, como todos espero, una España más democrática, más honesta, sin tanta corrupción, más segura, sin miedo por la violencia de nuestro mundo, por el terrorismo, unos políticos más al nivel del pueblo, sin esas pagas tan elevadas, sin tanto privilegio, sin tanto "señorío" que parecen de otro planeta y teniendo más beneficios que los que tienen en toda Europa cuando el salario mínimo es el más bajo, tan bajo, tan bajo que a nadie le llega ya para pagar luz, agua, impuestos tan altos, tan altos que se comen todas las posibilidades que los hogares tienen, y que decir de los que están en el paro todos los de la familia... sí hay que votar y desear que las cosas cambien, pero que los derechos permanezcan, que nadie avasalle a nadie, que nadie pisotee a nadie, que mis derechos terminan donde comienzan los del otro, nadie por encima de nadie. Y lo 3º, normal, desayunar y descansar, que es el día del Señor y esa es su Divina voluntad.

jueves, 17 de diciembre de 2015

DOMINGO IV DE ADVIENTO. CICLO C.





¡DICHOSA TÚ QUE HAS CREÍDO. LO QUE TE HA DICHO EL SEÑOR SE CUMPLIRÁ!

Pues el Señor ya empieza hoy anunciando por el profeta Miqueas que de Belén ha de nacer ese “Más que profeta” que gobernará al “pueblo de Israel”, aquel que pastoreará en pie con la fuerza de Dios, el que se ha de mostrar grande hasta los confines de la tierra. Es el mismo Señor que a lo largo de estos domingos de Adviento nos ha ido preparando, nos ha iluminado con su luz, la LUZ DE LA PALABRA, que simbolizado en la luz de la Corona de Adviento hemos ido encendiendo las cuatro velas semana tras semana para poder mirarnos hacia dentro y vernos día tras día vacíos de nuestros pecados, nuestros egoísmos, nuestras miserias, y limpio nuestro interior todo dispuesto para dejarnos iluminar por esta Palabra que quiere llenar nuestra vida.

Nuestra vida, como nos indica el autor de la Carta a los Hebreos, 10, no puede ser otra cosa que un sí constante a Dios, un sí afirmado con esas palabras: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad”. Es esa disposición del hombre lo que el Señor busca de nosotros, esa disposición que nos lleve a ese vaciarnos de todo lo superfluo para dejarnos llenar de la Palabra redentora, palabra salvadora. No quiere otra cosa, no quiere sacrificios tontos, nos quiere a nosotros, no lo complace la inmolación de un becerro, le complace la inmolación de nuestros sentimientos, de nuestro corazón ofrecido con amor y por amor, eso quiete, me quiere a mí, te quiere a ti, quiere a todos, pero muy especialmente quiere más a aquellos que nadie quiere, que otros desprecian, que otros rechazan, Él está con el afligido, con el pobre, con el triste, con el que está solo, abandonado, Él no nos abandona.

Pero te preguntarás: ¿Cómo realizar esto?, Fácil, el Evangelio te da la respuesta y te la da en la actitud de María, que va aprisa a la montaña, va como la esclava del Señor, así le contestó al Ángel, va a servir, a hacer las labores de la casa, pero va también a llevar el calor del Salvador del Mundo, a llevar el amor de los amores que ya está gestándose en su purísimas entrañas, y mientras ella saluda y abraza a Isabel los dos niños aún no nacidos saltan de gozo y se saludan desde las entrañas de sus respectivas madres. Esa es la respuesta, esa es la misión nuestra, es nuestra encomiendo ir a servir a quien nos necesite, y es ir a llevar a Cristo a los demás. Pero ojo, nadie puede dar lo que no tiene, no podemos dar a Cristo si Cristo no está en nosotros. Tenemos que acogernos a la Misericordia de Dios y más en este año de la Misericordia para que desde nuestra humildad, desde nuestra pequeñez seamos capaces de transmitir la obra redentora de aquel que nos ama y nos quiere, quiere tus manos para acariciar, tus pies para recorrer los caminos hacia las periferias, tu voz para anunciar la Buena Nueva, tu amor para compartirlo y hacer creíble lo que anuncias, pues si no anunciamos la Palabra con amor no puede ser creíble y eso sería muy triste, hacer un arduo trabajo para que luego no sirviera para nada por falta del ingrediente principal: el amor.


sábado, 12 de diciembre de 2015

DOMINGO III DE ADVIENTO. CICLO C





¡ALEGRAOS!

La Palabra de Dios en este tercer domingo de Adviento nos llama a la alegría, debemos estar alegres, Dios viene de camino, Él no nos quiere dejar ni solos ni abandonados, en todos los proyectos que Dios ha tenido para rescatar a su pueblo del pecado y darle la auténtica libertad Él siempre se ha manifestado alegre, esperanzado, ha optado claramente por el HOMBRE. Dios cree en el hombre, Dios espera en el Hombre, Dios comparte las penas, las aflicciones, los sufrimientos lo mismo que comparte las alegrías, los triunfos y los anhelos de la humanidad, Dios no se ve a sí mismo alejado del corazón del ser humano, se ve en nosotros, creados por Él a su imagen y semejanza.

Estamos llamados en este domingo de la alegría a vivir el encuentro, la Misa, nuestra asamblea cristiana donde nos hacemos hermanos, donde recibimos la Fuerza que viene de lo Alto, el mismo Jesús para convertirnos y ser más auténticos, ser mejores los unos con los otros, ser mejores con Él y mejores con nuestro Padre del Cielo, ser agradecidos, por eso nuestra alegría se irradia solamente en Dios y con Dios.

Por eso el Evangelio de hoy nos mueve a ser solidarios, a vivir no para nosotros, no para almacenar, para tener, para poseer y sí para compartir en el amor, que no es ir por la vida dando caridades, dando limosnas, es más, mucho más profundo. Cuando te dice el Señor que el que tenga dos túnicas o comida que lo reparta entre los pobres quizás te dice que tu tengas que quedarte sin nada y dárselo todo a los otros, pues si tu has tenido bienes y los otros males será quizás tiempo que aquellos que han tenido males tengan ahora, a costa tuya sus bienes.

Cuando actuemos de esta manera, piensa seriamente como te sentirás tú que lo das todo y cómo se sentirán los otros que lo reciben. Seguramente tu serás el dichoso, el alegre, el feliz, los otros agradecidos, pero tú feliz no por haber hecho nada extraordinario, sólo has actuado desde el corazón de Dios, desde el pensamiento de Jesús. Grande Jesús que no cesa nunca de llamarnos a ser felices, a estar alegres y nos indica de que manera podemos alcanzar esta verdadera alegría, la tenemos a nuestra mano, no tenemos que escalar el mundo, está a nuestro alcance y es dándonos por amor a los demás, no dando migajas, es dándonos nosotros mismos al Señor. El nos dará mil veces más de túnicas, de comida, de tiempo para seguir dándolo todo y la seguridad que no nos quedaremos vacíos, pobres, miserables. Nos sobrará.

Estemos atentos a las señales, como el Bautista, para descubrir a aquel que viene a quitarnos el pecado, a arrancarnos cadenas que esclavizan, a darnos una auténtica libertad. Que en este año de LA MISERICORDIA nos acojamos con sinceridad a la que nos ofrece el Señor para que podamos ser con el prójimo misericordiosos, como el Señor lo es con cada uno de nosotros.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Las Iglesias de Belén tocarán el sábado sus campanas como signo de paz



EL PATRIARCADO DE JERUSALÉN INVITA AL RESTO DE LA IGLESIA A HACER LO MISMO


En un mundo marcado por la violencia, los conflictos y el terrorismo, el Patriarcado de Jerusalén quiere proponer una iniciativa de reconciliación. El sábado por la mañana, se invita a hacer sonar las campanas de las iglesias. La invitación a adherir al gesto se dirige a todas las iglesias y lugares de culto cristianos del mundo. El Custodio de Tierra Santa inaugura las celebraciones del Adviento.
 (Asia News) En este período de Adviento, que prepara para el nacimiento de Cristo, y cuando Palestina se vuelve el corazón de la Cristiandad, las autoridades religiosas locales desean promover un gesto que una de manera ideal a todos los fieles del mundo.
Presentando la iniciativa, las autoridades del Patriarcado de Jerusalén recuerdan el «clima general» que reina en este momento en Tierra Santa; no obstante ello, la comunidad de Belén ha decidido mantener casi todos los eventos programados, más allá de tener que realizar algunos cambios, como por ejemplo la cancelación de la tradicional cena que se celebra luego de encender el árbol de Navidad. Habrá también menos decoraciones y tampoco se llevarán a cabo los diversos conciertos programados en un primer momento.
El tañido de campanas tendrá lugar el próximo sábado 5 de diciembre, a las 7.30 de la tarde, hora local.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO C.







“PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, ALLANAD SUS SENDEROS”

“No miréis la vida desde el balcón, comprometeos, sumergíos en el amplio dialogo social y político. Las manos de vuestra fe se levantan hacia el cielo, pero lo hacen mientras edifican una ciudad construida sobre las relaciones en las que el amor de Dios es el fundamento. Y así seréis libres de aceptar los desafíos de hoy, de vivir los cambios de época” (El Papa Francisco en Florencia hace poco tiempo, tomado de Homilías O.P. de este domingo).

Siempre se nos presentan dos opciones, quedarnos pasmados mirando como va el mundo o actuar, trabajar por el cambio, creyendo que otro mundo para vivir nuestra vida es posible, es decir, trabajar para hacer posible este cambio.

El cambio que propone la Palabra de Dios no es otro que facilitar el camino para que Dios pueda actuar en nosotros, para que Él pueda actuar en y desde nuestro corazón, por eso nos invita a preparar el camino al Señor, pero ¿cómo?, allanando el camino. Este allanar el camino no es coger pico y pala y empezar a trazar nuevos caminos, para eso ya tenemos gente bien preparada en el ministerio de fomento o a quien le corresponda, nosotros simplemente tenemos que ir quitando aquello de nuestras vidas en lo que “el otro” pueda tropezar, más aún, ayudar a los otros a quitar de sus vidas lo que sea motivo de tropiezo para otros, así, de manera amable, fraterna, amigable, no acercándonos a ellos como nosotros los buenos, ellos los malos, no, todos tenemos lo nuestro, nuestros fallos, nuestras imperfecciones, nuestros pecados, todos estamos necesitados de la Misericordia de Dios y no lo olvidemos nunca, también necesitamos de la misericordia del hermano.

Para lograr esto escuchemos la primera lectura, que nos habla de envolvernos en el manto de Dios, es decir, de Dios, despojados de nosotros para vestir de su gloria, para ver a los demás desde su “altura”, para ver a todos, desde oriente a occidente retornar a los brazos de nuestro Padre y creador, Él nos llama, nos reúne, nos congrega. Todos estamos llamados a acudir a Él.

San Pablo ora con nosotros y al mismo tiempo ora por nosotros, le pida al Señor por nuestra Comunidad, nuestra Parroquia, nuestra Iglesia Diocesana, por nuestra Iglesia Católica: “Que vuestra Comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios”.

Es curioso lo que nos pide San Pablo, dos cosas: “penetración de amor y en sensibilidad”, la primera necesaria para todo crecimiento, si ese amor de Dios no penetra, no entra hasta el tuétano, no lo llena todo estamos como terreno inhóspito, imposible andar por él, que precisa allanarse para abrir caminos. En cuanto a la sensibilidad creo que cada día tenemos menos, somos muy insensibles ante los demás, ante sus situaciones, ante los que nos rodean o comparten la vida con nosotros, en la vida religiosa, en la vida familiar, en la vida parroquial, en cualquier tipo de comunidad. Y por este camino veo que no vamos a ninguna parte. Pidamos al Señor esa tan necesaria sensibilidad.