lunes, 31 de octubre de 2016

El deber cumplido:



   Como casi todos los años, hoy hemos ido al Cementerio de San José de Granada el P. Pedro, David y yo, para limpiar un poco el panteón de los Frailes Dominicos, quitar alguna que otra flor algo marchita y poner flores frescas que manifiesten de alguna manera el cariño, el recuerdo, la hermandad que nos unió con aquellos que están ahí enterrados. Junto al trabajo que realizó David también desgranamos tanto el P. Pedro como yo nuestras oraciones por su eterno descanso, poco significado puede tener una flor si esta no es colocada con una oración, aunque sea pequeñita.

   Como hecho curioso, al terminar y regresar a la puerta del cementerio, nos perdimos, por lo que tardamos un poquito más y ya estaban cerrando las puertas, sería curioso pasar una noche en el cementerio.


SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


EL DÍA 1 Y 2: Solemnidad de TODOS LOS SANTOS
 Y Fiesta de LOS FIELES DIFUNTOS:



La fiesta de todos los Santos es una gran fiesta, no se trata ya de recordar en un día a tantos y tantos hombres y mujeres, jóvenes y niños que la Iglesia viendo sus virtudes ha declarado beatos o santos, son más, multitud de multitudes, hombres, mujeres, jóvenes, niños que aunque no estén declarados santos por la Iglesia están en el cielo, y todo el que está en el cielo es que ha entrado por ser santo, por sus virtudes, por su bondad, por haber puesto su vida al servicio del Evangelio.

Pero esto de poner la vida al servicio del Evangelio nos puede “sonar” a trabajo arduo, y no es tanto. El mismo Jesús resume toda la Biblia en dos conceptos sencillos: el AMOR A DIOS y el AMOR AL PRÓJIMO.

Pero ¿cómo sabemos que nuestro amor es del bueno, el verdadero y no está manchado o manipulado por nosotros mismos?, pues siendo un amor puro, al estilo del amor de Jesús, del amor de Dios, un amor que comprende, perdona, se sacrifica, busca el bien de los demás por encima de su propio bien, se da hasta el extremo, hasta derramar su sangre por ese AMOR, pero además hay otra vertiente en este AMOR que hace que las personas sean santas. VIVEN HASTA LA HEROICIDAD ALGUNA DE LAS BIENAVENTURANZAS o quizás más de una, algunos posiblemente TODAS.

Sí, es la vida santa que vivieron nuestros mayores, que pasaron grandes penurias, la de los hombres y mujeres, la de los jóvenes generosos, la de los niños inocentes y sabios Y SOBRE TODO SENCILLOS, los que fueron “pobres en el espíritu”, por eso fueron DICHOSOS Y BIENAVENTURADOS, porque de ellos es el reino de los cielos.

Fueron los verdaderamente sufridos, los que padecieron por causa del hombre malvado, perverso, egoísta, acaparador, dictador, enemigo de la fe que profesan los buenos, el hombre y la mujer que no tiene ni compasión ni misericordia. Estos son los que heredarán la tierra, es decir, lo tendrán todo, lo que les quitaron y mucho más.

Son aquellos que no pudieron secar las lágrimas de sus ojos, por ser tantas y tan seguidas, aquellos que no encontraron amor y consuelo entre vecinos, familiares, políticos de turno, o no les llegó a ellos la compasión de la misma Iglesia, ya pasó el llanto, ya han sido consolados, fortalecidos por nuestro Padre DIOS.

Son aquellos que como en nuestros días aquí en España y en otros rincones del mundo se encuentran que les arrebatan sus derechos, sus libertades y hasta su voz, aquellos a los cuales no se les hace justicia pero los que ya han partido y los que lo viven en carne propia en nuestro tiempo quedarán saciados, pues Dios es el Dios JUSTO, Él si hace justicia y sacia a aquellos que fueron víctima de la mala justicia o ciega justicia. En el cielo están ya saciados.

Son los que se apiadaron de los pobres, los desterrados, los emigrantes, los sin techo, aquellos que tantas veces ellos siendo pobres supieron dar con generosidad su puchero para que el que era más pobre que él pudiera saciar su hambre, de estos hay multitud de multitudes en el cielo pues alcanzaron la MISERICORDIA DIVINA.

Y aquellos otros que vivieron la vida desde la inocencia, que no amasaron malicia, que vivieron toda su existencia con un corazón limpio, por eso están en el cielo ante Dios.

Y que decir de aquellos pacifistas, que luchan contra las guerras, el terrorismo, la injusticia, los que trabajan por la paz que Jesús nos dijo que se llamarían “los Hijos de Dios”

Ahora pensamos de nuevo en la justicia, pero en este caso cuando es la mala fe de los que legislan y promueven leyes injustas para perseguir a personas o colectivos o como ha pasado en España y otros lugares perseguir a la Iglesia.  Si te ves sin derechos, sin una ley que te ampare te ves vacío, muerto, esos pobres que sufren tal aberrante injusticia solamente les queda el cielo.

El broche de oro para la última bienaventuranza que nos cuenta Jesús es mejor dejarla tal y como Él nos la narra: “Dichosos vosotros, nosotros, cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”.

Esta última bienaventuranza resume un poco a todas, pues la vida del cristiano que es auténtico y quiere ser auténtico es una puerta abierta a la crítica, a la calumnia, al chisme y persecución, por eso hemos de pedir con confianza al Señor el aumento de la fe, que no decaiga, que no vacile, que no se quiebre por debilidad nuestra o por las presiones del mundo que son muchas, o por los escándalos dentro de la misma iglesia, o comentarios inoportunos y poco veraces de algunos pastores que hacen sobre tal o cual tema alejándose de lo estrictamente evangélico. Solo el Evangelio, sólo Cristo es camino y garantía de la salvación.


Fieles Difuntos: Es un poco triste que al final la fiesta del día 1 la convirtamos en un día de los difuntos. Los Difuntos es fiesta de oración, mucha oración por aquellos que han muerto, sobre todo los más recientes, y además es fiesta de respeto y recuerdo expresado en unas velas y flores, pero que esto no sea una práctica fría, el calor lo pone la oración por ellos, por su eterno descanso.

sábado, 29 de octubre de 2016

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C


CUANDO NO DAS LA TALLA.

Hoy leemos en la Misa el Evangelio de Zaqueo, sí, ese personaje que no era bien visto en su cuidad de Jericó por ser publicano, por ser un judío que trabajada para el Imperio de Roma cobrando impuestos. Sí, esa fama molesta como la que hoy tienen los recaudadores de Hacienda, pero peor, pues esto nuestro en parte es para nuestro beneficio, pero aquello era para la gloria de Roma.

Este hombre, nos dice el Evangelio estaba deseoso de ver a Jesús, y un día que sabe que llegará a pasar cerca de su casa, como era bajo de estatura, se sube a un árbol para ver pasar a Jesús. Jesús le llama por su nombre y le dice que quiere hospedarse en su casa.

Son importantes los “símbolos” que podemos apreciar entre líneas.

1. Era pequeño, tenía poca estatura.
     Coma tantos en nuestro mundo no llegamos hasta donde teníamos que llegar, nos quedamos distanciados, no damos la talla, y ante esto solamente tenemos que esforzarnos, hay que crecer, hay que trepar, no podemos instalarnos en una mentalidad conformista y dejar de luchar. Él consiguió lo que deseaba porque no se instaló en su pobreza espiritual, luchó y consiguió lo deseado.

2. Tiene “DESEO” de ver a Jesús.
    Aunque solamente sea verle “pasar”, esa inquietud nos es necesaria en la vida, es un primer paso, si no tenemos inquietud no caminamos, él consiguió lo que quería y mucho más, las inquietudes te acarrean trabajo, tienes que trepar al árbol, pero luego te dan satisfacciones, desde “lo alto” tienes mejores perspectivas de mira, así pudo por fin VER, vio lo que antes era incapaz de poder ver, vio, se vío hacia dentro y cambió. Si no tenemos deseo de encuentro con Cristo nada podrá sacarnos de la apatía, el aburrimiento, lo realmente monótono, con el Señor todas las cosas se hacen nuevas cada día.

3. Se deja llenar de Cristo.
    Cada domingo cuando acudimos a la iglesia y comulgamos Cristo viene a nosotros, viene a nuestra casa, pero sabemos de muchos cristianos que dicen salen de la iglesia igual que entran, no han aprovechado su encuentro con el Señor, ha venido a su casa y no se han dejado transformar, convertir, cambiar. Zaqueo se dejó llenar de la mirada clara y limpia de Jesús y eso le cambió, le hizo completamente nuevo. No desaprovechemos la celebración de la Misa, no desde que comienza hasta que termina, eso sería escaso, incluso pobre o quizás mezquino, no digamos lo que puede ser entonces llegar cuando ya ha comenzado y salir antes de terminar. La Misa tiene que ser sosegada, hay que llegar con tiempo suficiente para “pensar un rato en Cristo y en ti mismo”, lo suficiente como para poder acudir al sacerdote para pedirle confesión si crees que lo necesitas, o para cerrar los ojos y relajarte del ajetreo de la casa, la familia, el trabajo, la política, la sociedad, nuestro mundo, de todo eso y de más, estar despejados, vacíos de lo que no necesitas para hacer sitio de aquello que puede en verdad llenarte y cambiarte la vida, hacerte totalmente nuevo.

4. Estaba sólo.
    Lo cierto es que Zaqueo era odiado por todos, no tenía amigos, a nadie que le manifestara amor, cariño, simpatía, sólo de solemnidad. Él quería ver a Jesús, sabía de Jesús, habría oído de su bondad, de su cercanía, de su compasión y misericordia, pero ¿Zaqueo querría encontrarse con él?, el hecho de la narración de que era bajito no nos dice que quisiera encontrarse cara a cara con Jesús, el trepar en el árbol bien podría ser una evasiva, un cumplir un deseo pero sin comprometerse, sin tener que afrontar la mirada del Hijo de Dios. Pero este Hijo de Dios lo cambió todo, lo transformó todo, lo rehízo.


Pues hermano y hermana, que este domingo recibas la felicidad, esa felicidad que llena, conforta, entusiasma, pues Cristo quiere quedarse en tu casa, ábrele la puerta de tu corazón, que paradoja tan inmensa: Dios con todo el poder del mundo necesita tu permiso para entrar entí, en tu corazón, en tu vida, sólo desde dentro puedes abrir y como Zaqueo, deja que Él entre en ti. Que pases un feliz día del Señor y que irradies la paz en tu casa y tu ambiente. Feliz Domingo.

domingo, 23 de octubre de 2016

ESCALADA


La vida del ser humano es siempre un querer subir y subir, algunos hacen bien su escalada, otros, por el contrario, realizan la suya a base de empujones, atropellos y pisotones de aquellos que ascienden al mismo tiempo, camino de la cima.

La vida de la santidad es lo mismo, es realizar su escalada sólamente con la diferencia marcada en no llegar el primero o a lo más alto y sí en pararte por el camino para ser "cirineo" de aquel que apenas tiene fuerza para trepar.

El sábado día 22 celebramos la fiesta de San Juan Pablo II, Él supo hacer muy bien esa escalada, se preocupó de todos, amó a todos, perdonó, acompañó, fue ejemplo y empuje para la juventud, trajo "aires nuevos" a la Iglesia. Supo guardar un difícil y complicado equilibrio, ni a la derecha ni a la izquierda; que triste es nuestra humanidad, nos gusta encasillar a la gente, ponerles a un lado y si pueden a un extremo mucho mejor. Él
se colocó en el lado de Cristo, en el lado de la santidad. Desde el cielo sigue ayudando a la Iglesia que tanto amó y por la que se entregó y derramó su sangre, y lo hizo hasta que las fuerzas de su cuerpo ya le abandonaron.

Domingo XXX del Tiempo Ordinario:





“EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO”

Una gran lección nos da hoy la Palabra proclamada en las misas de este domingo, sí, el hombre tiende a enaltecerse, hoy en día de tal manera que incluso quiere suplir a Dios, o más que suplirlo, quitarle, apartarle a un lado, sin darse cuenta que el hombre sin Dios no es nada, un pelele que no tiene vitalidad, fortaleza, sabiduría, sin Dios no somos nada, con él TODO.

Pero esto no es nueve, en el AT se nos habla de esos hombres engreídos que querían llegar hasta el cielo construyendo una inmensa torre, para mirar a Dios cara a cara, de igual a igual, y ya no acatar los normas de Dios y sí poder darle a Dios las normas de los hombres…, pobre humanidad, este orgullo solamente nos arrastra a la confusión, la ignorancia, a no poder entender ni entendernos.

La actitud correcta la vemos en la parábola del Evangelio, postrarnos ante Dios con un corazón humilde, sencillo, sin muchas explicaciones, ni siquiera con excusas, no hace falta, Dios nos conoce, sabe de nuestros fallos, nuestros pecados, conoce cada uno de nuestros pasos. “Ten piedad de mí, Señor, que soy un pobre pecador” eso es suficiente para que aquél hombre bajara justificado, perdonado del templo a su casa, mientras que el fariseo no, y no por ser engreído, orgulloso, por tenerse como mejor que los demás, por ser “cumplidor” pero sin alma, sin conciencia, sin bondad en el corazón. Pero ojo, esto no es del pasado, actitudes como esta hay muchas, en la confesión hay muchas personas que en vez de hacer un buen examen de conciencia y así poder tener una buena confesión te cuentan los pecados de toda la familia, pero eso sí, también cuentan todas sus bondades, sus virtudes y hasta sus deseos no cumplidos de sus bondadosas pretensiones. Np, no, este no es el camino, el camino es el camino de Cristo, el camino del Calvario, el camino con piedras y costoso, el camino de la humildad, de la bondad, de la compasión, de acercarse al pobre y abandonado, al abuelo o abuela “dejados” en el asilo como quien deja un mueble en la casa vieja del pueblo porque te da pena desprenderte definitivamente de él, acordarse de la viuda o del hijo que ha perdido a sus padres, no son cosas de historias viejas, de cuentos del tiempo de la guerra del 36, son historias de hoy, acercadas a ti por la prensa, la Tv, Internet, por tanto medio moderno que hoy hace que el mundo esté mejor comunicado y sepamos en un instante de lo acontecido en Haití, o en Siria, o en la calle que está doblando la esquena cuando sales de tu casa.

En todo momento y con todos seamos una muestra de amor, todo lo que hacemos por los demás lo estamos haciendo por nosotros mismos, todo el amor que das, que derrochas en beneficio de otros lo acumulas, pero aumentado infinitamente para tu provecho personal y espiritual.


Pasa un feliz Domingo día del Señor, y recuerda que hoy celebra la Iglesia en el mundo entero el Domingo del DOMUND, donde los católicos con más medios económicos hacemos donación generosa siempre para aquellos pueblos del tercer mundo, para que se puedan construir centros de formación, seminarios, iglesias, escuelas donde enseñando a los nativos ellos puedan ser los Pastores que mañana guíen a sus propios pueblos por el camino del Señor. 

Un día inolvidable en Antequera






MATER MISERICORDIAE
Besamanos Magno en Antequera, el sábado 22 de Octubre de 2016.


ANTEQUERA se vistió de gala para recibir miles me personas de Hermandades de toda Andalucía, por las calles y el la variedad de templos, donde estamos muy bien representados las Órdenes Mendicantes, me encontré gente cofrade de Jerez, de Málaga vi de MENA, de Dolores del Puente, del Rico… de Motril de la Pastora, de Granada la Archicofradía del Rosario, una muy digna representación, dos grandes autobuses que además de hacer el recorrido mariano por esa “Roma” chica que es Antequera por sus muchos conventos e iglesias, teníamos otra misión: nuestra cercanía con la Archicofradía del Rosario de Antequera, con sede en la Basílica que antaño fuera iglesia conventual de los Dominicos en esa ciudad y que queda de esa historia sus retablos típicos, como el de la Virgen del Rosario, el del Dulce Nombre, el Altar Mayor, el de San Vicente Ferrer y mucho más, afortunadamente el tiempo no ha borrado la historia, pobre mundo nuestro cuando se esfuerza en borrar la historia, entonces sin saber de donde venimos nunca podremos saber a donde queremos ir. Una jornada única que no olvidaderemos.

domingo, 16 de octubre de 2016

INSISTE:





Las lecturas de este domingo XXIX del tiempo ordinario nos hablan de la oración, pero la oración no es repetir jaculatorias como pueda hacer un loro, sin poner sentimiento, sin poner el corazón en aquello que le estás contando ni más ni menos que a Dios nuestro Padre del cielo. Orar es más, mucho más profundo, incluso mucho más sencillo, es ponerte en los brazos de Dios como un niño pequeño, que tiene problemas, se pone en los brazos de su padre y le cuenta con amor y con confianza profunda sus penurias.

La parte de la oración más importante ya la tenemos ganada, Dios es Padre que escucha, atiende nuestras súplicas y actúa en consecuencia. Lo que pasa es que en ocasiones nosotros pedimos cosas que quizás no nos convengan pues solamente podemos ver nuestro presente y tenemos memoria de nuestro pasado, pero desconocemos por completo lo que está por acaecernos. Es sencillo, sale una gran peregrinación a Santiago, quieres mirar cuantos son en esa multitud y no alcanzas a ver nada más que una pequeña parte, incluso si buscas un sitio alto logras ver algunos más, pero si te subes a un helicóptero ven TODA la peregrinación desde el principio hasta el fin, pues así nos contempla Dios a cada uno de nosotros desde que nacemos hasta que morimos, y Él en su amor nos otorga, a pesar de las penurias y sufrimientos aquellos que más nos conviene para el FIN ÚLTIMO que es nuestra salvación.


Por eso el mensaje principal de este Domingo es que no te canses de orar, no desfallezcas, insiste a tiempo y a destiempo, persevera, anímate, que Dios siempre está a la escucha pues es Padre y juez bueno. Además ¿no tenemos a quien intercede siempre por nosotros, Cristo Señor nuestro?, ¿y no tenemos una Bendita Madre en el Cielo que ruega siempre por nuestras penurias en este valle de lágrimas?, ¿acaso no es Ella ESPERANZA nuestra?, no hermano, no tenemos motivos para el desaliento ni el abandono, el Evangelio habla de insistencia, como esa pobre mujer ante el juez injusto que ni teme a Dios ni a los hombres, seamos creyentes fervorosos que AMAMOS, CREEMOS y ORAMOS con plena confianza y nos abandonamos no a la desesperación, ni a nuestra propia suerte, nos abandonamos en el corazón de nuestro Padre y Creador.

miércoles, 12 de octubre de 2016

LUCES Y SOMBRAS:



Celebramos hoy el DÍA DE LA HISPANIDAD. No ocultamos nada, la realidad es variada dependiendo donde estás situado, si eres de España recuerdas la gloria de la Patria que llevó lo nuestro a otro continente, si eres de América puedes recordar la llegada de los españoles también dependiendo de donde estés situado en ese Continente, para algunos significó el fin de su cultura, para otros el fin de la opresión de la clase dominante, para otros una nueva manera de vivir la vida desde un mestizaje que unió DOS CONTINENTES.

Nuestra Bandera Nacional con sus colores marca un poco la HISTORIA de los siglos, historia de un sol deslumbrante y de un rojo de sangre vertida en defensa de los ideales más nobles y deseos más profundos de un pueblo. Con tristeza profunda somos muchos los que contemplamos hoy a muchos que incluso aspiran a gobernar a España y QUE NO tienen amor, cariño, devoción a estos signos que nos identifican y nos unen, no nos separan, como pueblo, como UNA nación, una familia.


Pasados los siglos y habiendo conseguido la independencia los pueblos Latinoamericanos hoy son una realidad maravillosa que viven su presente con orgullo y aspiran a un futuro mucho mejor, esa realidad es un amplio abanico de pueblos hermanos donde es mucho más lo que nos une que aquello que pueda separarnos. Unos y otros tendremos que esforzarnos por lograr un mundo más justo y mejor para que los niños de hoy vean la vida con más alegría que aquellos que les han precedido entre guerras, injusticias y dictaduras. El ideal noble de una gran y mejor hispanidad es posible y merece la pena luchar para que se consiga.

domingo, 9 de octubre de 2016

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

GRATITUD:



¿Tenemos motivos para estar agradecidos a Dios?, quizás alguien se cuestione esta gratitud, pero lo cierto es que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos cada día es un motivo claro de gratitud a Dios por el don de la vida, por su presencia en medio del mundo, en nuestros corazones, por su obrar en beneficio de todos, por no hacer acepción de personas, por mandar a su Hijo a nuestro mundo para salvar a TODOS los hombres.

Se comenta mucho por estos medios el nuevo Misal que ha publicado la Conferencia Episcopal Española, y más se comenta el cambio en las palabras de la Consagración, como se decía antes en latín.

"Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre... que será derramada por vosotros y por todos los hombres". Pues bien, los nuevos misales incorporan una variación en la traducción que dice -y obliga a que el sacerdote diga- "por vosotros y por muchos". en latín "pro multis") 

Doctores tiene la Madre Iglesia, pero nuestro idioma no es claro en ese “Muchos”, no abarca el todos, y nadie duda que Jesús no vino al mundo a salvar solamente a unos cuantos, aunque sean muchos, vino a salvar a TODOS. No importa los pecados que tengan, no importa el desconocimiento que puedan tener, quiere que TODOS se salven, que nadie se condene. Creo sinceramente que solamente se condenan aquellos que por maldad o por orgullo no se quieran acoger a la MISERICORDIA QUE ES INFINITA DE NUESTRO DIOS Y PADRE Y AL SACRIFICIO DE LA MUERTE EN CRUZ DEL HIJO, POR TODOS LOS QUE QUIERAN LA SALVACIÓN.

Lo cierto es que no somos como teníamos que ser, Cristo cura a diez de la lepra, y los acostumbrados a las cosas de Dios, casi los de estar por casa quedan curados y siguen felices su camino, solamente el extranjero, el despreciado por los judíos por ser samaritano vuelve a postrarse ante Jesús para darle GRACIAS.

¿Somos así?. El hecho de ver tanta iglesia vacía si que nos cuestiona, nos hace que nos preguntemos. ¿dónde están los otros?, ¿a caso no reciben ellos cada día el sol matutino, el agua para la vida, el pan de cada día, todo ello dádiva de Dios y no merecimiento nuestro?. Sí, somos así, en las penas y dificultades acudimos a Dios y en la abundancia nos olvidamos de él; que triste humanidad, que poco hemos aprendido de lo que es amor y misericordia, que poco valoramos la Pasión, la muerte en Cruz y la resurrección del Señor. Somos capaces de ir en masas tras una imagen de un Cristo crucificado pero eso no conmueve nuestras entrañas para acudir a la celebración de Acción de Gracias que es la Santa Misa cada Domingo, día del Señor, para mostrarle nuestro corazón agradecido al mismo tiempo que pedirle por aquello que carecemos o que carece nuestra sociedad, para pedir un mundo sin guerras, sin violencia, sin injusticias, sin terrorismo, un mundo mejor, ¡no hay poco que pedir!, cambiemos mucho, cambiemos cada día, volvamos nuestros ojos a Aquel que atravesó la lanza del romano, para que nuestra vida no sea un tiempo perdido. La conversión para el cristiano tiene que ser una tarea de cada día.

Oh Señor, que no sean muchos, que sean TODOS los que por tu amor y tu entrega voluntaria al tronco de la cruz se salven y que siempre mostremos un corazón arrepentido y agradecido a tu infinita compasión y misericordia igual que nuestro amor al Padre que no escatimó en mandar a su Hijo al mundo para morir como ofrenda única por TODOS, buenos y malos, para que en algún instante de nuestra vida reconociéndolo a Él, todos seamos buenos y lleguemos a la salvación.


Que paséis un feliz DOMINGO, día del Señor, y que en todo momento recibáis sus bendiciones.

domingo, 2 de octubre de 2016

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

EL GRANO DE MOSTAZA:



Los Apóstoles estaban todo el día con Jesús, hablaban con él, veían sus milagros, se asombraban de las cosas que decía y hacía el Señor y aún y así le dijeron: “AUMENTANOS LA FE”.

            Que no tendemos que decir cada uno de nosotros que vivimos nuestra fe a una distancia en el tiempo de más de dos mil años de aquellos acontecimientos, cuantas carencias no tendremos a consecuencia de nuestras dudas, de nuestras vacilaciones, de nuestra pequeñez mental, cuadriculada por la actitud de las masas incrédulas y alejadas de un Dios de amor y misericordia que quiere que volvamos a él, pero que el hombre de la ciencia, el filósofo de turno, el pensador viven la vida descreídos y desapegados del Dios cercano al hombre.

            Aún nosotros, hombres y mujeres de este s. XXI, que creemos, tenemos que tener más fe, tener más confianza y cercanía en este Dios que Jesús nos ha mostrado como el Dios cercano al hombre, no el Dios que está allá siempre encima de la nube, él está tan cerca que se esconde en la profundidad de nuestro ser, en el centro de nuestro amor, en nuestro corazón.
           
            Manifestémonos humildes ante Dios y no solamente pidámosles aumento de fe. Necesitamos aumentar nuestras virtudes, las Teologales y las Cardinales, más FE, más ESPERANZA y mucha más CARIDAD. Igualmente nuestra sociedad y nuestras Comunidades cristianas y pastorales necesitamos mucha más de PRUDENCIA, nuestro mundo político y sociedad más y mejor JUSTICIA, FORTALEZA Y TEMPLANZA para afrontar el día a día y mejorar nosotros y así mejorar la sociedad.


            Que paséis un feliz Domingo, día del Señor.