jueves, 31 de octubre de 2013

TODOS LOS SANTOS

 

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS:

 

El Papa recuerda, por la fiesta de Todos los Santos, que el amor de Dios "quema todos los pecados"

El Papa Francisco ha animado, por la fiesta de Todos los Santos -que se celebrará el próximo 1 de noviembre-, a confiar siempre a los difuntos "a la misericordia de Dios" porque el amor de Dios "quema todos los pecados", durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
En esta ocasión, el Pontífice ha dedicado su catequesis a la comunión de los santos, que "recuerda que existe una comunión de vida entre los que creen en Cristo y se han incorporado a la Iglesia por el Bautismo" y que representa "una gran familia, donde todos los miembros se ayudan y se sostienen entre sí".
Además, ha explicado que la comunión de los santos establece también "un vínculo profundo e indisoluble entre los que peregrinan en la tierra, las ánimas del Purgatorio y los que gozan de la bienaventuranza celeste". Asimismo, el Papa ha animado a elevar "la oración de intercesión" que es "la más alta forma de solidaridad".
En su saludo a los peregrinos de lengua española, se ha detenido en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, El Salvador, México y los demás países latinoamericanos y los ha invitado "redescubrir la belleza de la fe en la comunión de los santos" que se vive en el tierra y que "con la gracia de Dios" se vivirá por siempre.
Que vivamos la riqueza de tantos intercesores que tenemos en el cielo, tantos amigos, familiares, conocidos que gozan de esa PAZ eterna que Cristo vino a traernos. Que esperanza tan inmensa, sabernos un día gozando de una eternidad junto a nuestro Padre Dios en el Cielo, en compañía de todos nuestros seres queridos.
Desde este convento de la Santa Cruz de Granada una oración llena de confianza para que nuestro mundo cristiano redescubra el valor de vigilancia para alcanzar la meta que Jesús nos promete en su Evangelio, Felicidades en este día tan solemne y tan santo, hermanos.
Fr. Francisco García, O.P.


DÍA DE LOS DIFUNTOS



 

CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS. 2 DE NOVIEMBRE

La Iglesia ha querido instituir un día que se dedique especialmente a orar por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo. 

Los vivos podemos ofrecer obras de penitencia, oraciones, limosnas e indulgencias para que los difuntos alcancen la salvación. 

La Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo entre el 1 y el 8 de noviembre, podemos abreviar el estado de purificación en el purgatorio. 

ORACIÓN AL PADRE
Padre y Señor de mis contadas horas,
dueño total de mi destino cierto,
camino que me lleva hasta lo incierto
de un final que, fijado, no demoras.
En mi soledad estás, en ella moras.
Con mi sed de Ti tengo el pecho abierto
y nada de este mundo me ha cubierto
estas hambres de Ti tan a deshoras.
Tanto el alma de Ti tengo ya llena,
tanto el cuerpo sin Ti se me gangrena
que en Ti encuentro el bálsamo y la herida.
La espera de tu abrazo me sostiene
y sólo en este mundo me mantiene
saber que tras la Muerte tendré Vida.

Que las almas de los difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea. 


Domingo XXXI del tiempo ordinario. Ciclo C



 

 Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
–Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
El bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
–Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:
–Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó:
–Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
______________


Zaqueo era un publicano -cobrador de impuestos- que vivía en Jericó. No disfrutaba de la simpatía de sus vecinos, porque robaba mucho aprovechándose de su puesto. Tenía mucho dinero, pero pocos amigos. Jesús pasó por esa ciudad y Zaqueo enterado, fue a verle. Como era bajito tuvo que subirse a una higuera. Jesús, pidió a Zaqueo que le recibiera en su casa. La conversación entre los dos, cambió el corazón de Zaqueo, que puesto en pie dijo: “La mitad de mis bienes la doy a los pobres, y si de alguien me he aprovechado le devolveré cuatro veces más”. Jesús se alegró mucho. Seguro que Zaqueo, desde entonces, tuvo menos dinero, pero muchos más amigos.

El buen seguidor de Cristo, el buen cristiano, debe intentar ser siempre un espejo limpio en el que se refleje nítidamente la gloria de Dios. Ya decía San Ignacio y los antiguos maestros de la espiritualidad cristiana que todo debíamos hacerlo “para mayor gloria de Dios”. El modelo de todos nosotros es Jesús de Nazaret porque en él se encarnó Dios; cada uno de los cristianos debe intentar ser un pequeño Cristo en el que se encarne, en el que refleje, la gloria de Dios. Esa es nuestra vocación y, con San Pablo, eso es lo que debemos pedir todos los días a Dios: “que nos considere dignos de nuestra vocación, para que con su fuerza nos permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe”.
Dijo en una homilía el Beato, ya pronto canonizado Juan Pablo II: “Queridos hermanos y hermanas, ese “hoy” es muy importante. Constituye una especie de estímulo. En la vida hay asuntos tan importantes y urgentes que no pueden dejarse para el día de mañana. Deben afrontarse ya “hoy”. El salmista exclama: “Ojalá escuchéis hoy su voz: “no endurezcáis vuestro corazón” (Sal 95, 8). “El clamor de los pobres” (cf. Jb 34, 28) de todo el mundo se eleva sin cesar de esta tierra y llega hasta Dios. Es el grito de los niños, de las mujeres, de los ancianos, de los prófugos, de los que han sufrido injusticias, de las víctimas de la guerra, de los desempleados.
Los pobres están también entre nosotros: los que no tienen hogar, los mendigos, los que sufren hambre, los despreciados, los olvidados por sus seres más queridos y por la sociedad, los degradados y los humillados, las víctimas de diversos vicios. Muchos de ellos intentan incluso ocultar su miseria humana, pero es preciso saberlos reconocer.
También son pobres las personas que sufren en los hospitales, los niños huérfanos o los jóvenes que tienen dificultades y atraviesan los problemas propios de su edad. “Existen situaciones de miseria permanente que deben sacudir la conciencia del cristiano y llamar su atención sobre el deber de afrontarlas con urgencia, tanto de manera personal como comunitaria. (…) También hoy tenemos ante nosotros grandes espacios en los que ha de hacerse presente la caridad de Dios a través de la actuación de los cristianos”.
Así pues, el “hoy” de Cristo debería resonar con toda su fuerza en cada corazón y hacerlo sensible para realizar obras de misericordia. “El clamor y el grito de los pobres» nos exige una respuesta concreta y generosa. Exige estar disponibles para servir al prójimo. Es una exhortación de Cristo. Es una llamada que Cristo nos hace constantemente, aunque a cada uno de forma diversa. En efecto, en varios lugares el hombre sufre y llama a sus hermanos. Necesita su presencia y su ayuda. ¡Cuán importante es esta presencia del corazón humano y de la solidaridad humana!»

sábado, 26 de octubre de 2013

Domingo XXX del tiempo ordinario. Ciclo C





El Publicano y el Fariseo.



Lectura del santo evangelio según San Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos, y despreciaban a los demás:
–Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.
Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

¿Quién soy yo?

Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido


·         Dos figuras de orantes en el evangelio.

“Las figuras del fariseo y del publicano que presenta Jesús pueden ser consideradas como una síntesis del sentimiento religioso y de lo que constituye la auténtica actitud religiosa: Aparece la contraposición de dos actitudes que vienen a recoger la radicalidad del mensaje de Jesús; también pueden aparecer dos criterios antagónicos, de los hombres y de Dios, reflejados habitualmente por los evangelistas cuando hablan de la justicia, del ayuno, del amor o del culto.
En ambos personajes podremos descubrir sus rasgos de fidelidad, coherencia y esfuerzo para el cumplimiento de las normas que exigen sus compromisos con la sociedad y la religión. En el fondo de sus conciencias rigen unos principios o criterios que les llevan a consecuencias radicalmente diferenciadas.
El fariseo: Seguridad en sí mismo, cargado de obras buenas, limosnas ayunos y oraciones que le llevan sinceramente a dar gracias a Dios. Convencido de lo que dice, con “orgullo” santo, diferente a los demás hombres; santidad distinguida, rígida y legalista, al que no se puede hablar de conversión, porque eso es para los pecadores. Hipocresía fina, que no es capaz de descubrir la vanidad y ceguera de su mentalidad y comportamientos. Es la figura del fariseo de todos los tiempos, que late también en nuestra propia personalidad.
El publicano: Aprovecha su puesto oficial, al servicio de Roma, para enriquecerse con la extorsión de los pobres. No rezador; cuando entra al templo descubre que su vida exige un cambio radical, y quisiera iniciar un estilo nuevo; se presenta como es, sin traje de fiesta y ante Dios, manifestando su situación interior. Salió justificado, no por el comportamiento anterior, sino por el cambio que está dispuesto a inyectar en su trayectoria personal”.
Fray Manuel González de la Fuente. O.P.


El Ángel Justiciero, a la larga llegará y el injusto pagará por sus males.

Lectura del libro del Eclesiástico 35, 15b-17. 20-22a

El Señor es un Dios justo
que no puede ser parcial;
no es parcial contra el pobre,
escucha las súplicas del oprimido;
no desoye los gritos del huérfano
o de la viuda cuando repite su queja;
sus penas consiguen su favor
y su grito alcanza las nubes;
los gritos del pobre atraviesan las nubes
y hasta alcanzar a Dios no descansa;
no ceja hasta que Dios le atiende,
y el juez justo le hace justicia.

En la primera lectura de este domingo 30 del T.O. se nos hace aterrizar en la cruda realidad de nuestro tiempo. El desastre político de nuestra sociedad, la crisis económica, los millones de empobrecidos en nuestro mundo, la injusticia de los enriquecidos hasta la saciedad a causa del empobrecimiento de otros, el abuso de la banca y tantas otras circunstancias está logrando que al cielo se dirijan gritos de desesperación de familias que se ven en la peor de las miserias, mientras a nuestro alrededor no ves otra cosa que despilfarro, derroche y buena vida para una clase que ya ofende con su actitud.

Cuando no somos sensibles y audaces ante situaciones como estas entonces distorsionamos el Evangelio de Jesús. Se ve bien claro como la mano de Dios actúa constantemente en la Iglesia, en cada tiempo concreto el Dios de amor, clemencia y misericordia manda a nuestro mundo el Papa que esta sociedad no solamente cristiana, sino mundial necesita, el Papa Francisco es el hombre de iglesia que necesitamos en tiempos de crisis económica para hacernos ver que hay que tener un espíritu seráfico, como el bueno de san Francisco de Asís, si queremos que las sólidas columnas de nuestra Iglesia no se derrumben.

Pero, ¿hasta cuando tendrá Dios paciencia con esta generación que se burla del pobre y del indigente y solo piensa en el dinero, el placer, en los vicios de la opulencia mientras olvida y es indiferente ante la familia desahuciada, el padre que no puede alimentar a sus hijos, el anciano que ve disminuidos sus ingresos fruto de su trabajo y dedicación desde la aportación de años a la Seguridad Social?.

Por qué tienen que recortar por aquí y no por los congresistas y senadores que con 2 o 3 años de su escaso trabajo tienen ya asegurado el puchero para toda una vida. Estas desigualdades sociales claman al Cielo, y tarde o temprano Dios tendrá que tomar partido para que el malvado no crezca en la opulencia mientras el justo se ve despojado de sus bienes.

Fr. Francisco E. García, O.P.

El aguarda, tiene paciencia. La Justicia Divina llegará para todos.

miércoles, 23 de octubre de 2013

VISITAS:


EL DUENDE DEL PERCHEL:

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EL SEÑOR QUE NOS AMA NOS ENSEÑA:





Tb 4, 16-17. 19-20:
No hagas a otro lo que a ti no te agrada. Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnudo. Pide consejo al sensato y no desprecies un consejo útil. Bendice al Señor Dios en todo momento, y pídele que allane tus caminos y que te de éxito en tus empresas y proyectos.

Comencemos un buen día, con humildad, para que el Señor, que es amor y misericordia nos facilite aquellos proyectos que tenemos presentes y sane a los enfermos, a nosotros mismos, a los de la familia, a los amigos, a Carlos (del “Bar Juan”) que necesita mucho de la fuerza de la fe y de la oración... Tenemos tanto que pedir¡¡¡¡

Que no pase este día sin que hagamos algo útil y bueno, el mundo necesita de millones de gestos de bondad.

Dice Platón:
Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres de bien no hagan nada.

sábado, 19 de octubre de 2013

XXIX Domingo del tiempo ordinario: Ciclo C

 


 
Para que la fe permanezca en nosotros tenemos que dejarnos ser moldeados por Jesús.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
–Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario»; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara».
Y el Señor respondió:
–Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche? ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?.



La Palabra de Dios:

También a nosotros el Señor nos anima a apoyarnos los unos en los otros para orar, como se apoyaba Moisés en sus compañeros para sostener sus brazos en alto, la oración individual tiene mucho valor, pero la oración cuando es colectiva, cuando es la Comunidad Cristiana la que ora vale mucho más, tenemos, pues, a la luz de la primera lectura que orar con mayor insistencia a Dios apoyados y arropados unos a otros.

¿Pero, como ha de ser nuestra oración?, amparados en el conocimiento de las Sagradas Escrituras nos dice el Apóstol en la segunda lectura de este domingo. Este conocimiento nos lleva a ese amor de Dios manifestado en Cristo Jesús que nos motiva a amar, reprender, corregir desde el criterio de Cristo el Señor, no desde nuestra superficialidad o nuestro egoísmo, desde el Señor, revelado en la Palabra proclamada.

En cuanto a el Evangelio, la parábola de Jesús nos da confianza en saber que Dios escucha y no solamente escucha, está atento al clamor del que sufre, del que padece injusticia, del que es perseguido.
Hoy, que celebramos el domingo del DOMUND pidamos con insistencia por el clamor desesperado de tantos cristianos que en estos días sufren crueles persecuciones por tener fe, para que Él de la ayuda que estos fieles necesitan para sufrir con paciencia los tormentos de la persecución, y llegue a sus corazones la oración y la ayuda solidaria de toda la Comunidad Creyente, para que se sientan amparados y arropados por todos nosotros.

Fr. Francisco E. García, O.P.


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Comentario de la página de la Orden de Predicadores de Fr. Gerardo Sánchez Mielgo :

"¡La oración pone en acción todos los valores íntimos!
Cuando venga el Hijo del hombre ¿encontrará esta fe en la tierra? Dios, Padre lleno de ternura, escuchará a sus hijos cuando se dirigen a Él y le gritan día y noche. La oración sólo es posible en la experiencia profunda de Dios como Padre y en el ejercicio de los grandes dones que hemos recibido. La fe entendida como un encuentro personal entre el hombre y Dios, todavía en el claroscuro del camino, prepara el campo para ese ejercicio y experiencia. Cuando el hombre experimenta la realidad de la Bondad de Dios y su Poder bienhechor mediante la virtud de la esperanza, se abre a ese Dios y saborea la seguridad y la certeza de encontrarse con Él más tarde, cara a cara, aunque ahora todavía impulsado por el deseo no por la visión. Pero, sobre todo, es en la experiencia de la caridad donde el discípulo puede abrir plenamente su intimidad y realizar constantemente el trato de amistad sincera con su Padre. Comienza experimentando que es verdad que Dios ama a los hombres y que, en consecuencia, podemos amarle a Él. En ese clima vital imprescindible es donde se puede desarrollar una auténtica oración cristiana (porque Jesús es siempre el Mediador y el Camino) (puede leerse 1Jn 4,7-19). Bien es verdad que el hombre no se siente seguro ante este panorama que se le abre de poder dialogar amistosamente con el Padre, con su Hijo y con el Espíritu. Por eso nos recuerda Pablo: Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Pues bien, vosotros no habéis recibido un Espíritu que os haga esclavos, de nuevo bajo el temor, sino que habéis recibido un Espíritu que os hace hijos adoptivos y os permite clamar: «Abba», es decir, «Padre». Ese mismo Espíritu se une al nuestro para dar testimonio de que somos hijos de Dios... Asimismo el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, pues nosotros no sabemos orar como es debido, y es el mismo Espíritu el que intercede por nosotros con gemidos inefables (Rm 8,14ss). Por tanto, para realizar la oración es necesario poner en acción todo los dones que poseemos."
 
En la tormenta: que no perdamos la FE, Señor.

jueves, 17 de octubre de 2013

FIESTA DE SAN LUCAS EVANGELISTA:

SAN LUCAS:


Nacido de familia pagana, se convirtió a la fe y acompañó al Apóstol Pablo, de cuya predicación es reflejo el Evangelio que escribió. Es autor del libro Hechos de los Apóstoles, en el que se narra los orígenes de la vida de la Iglesia hasta la primera prisión de Pablo en Roma.
Al revelarnos los íntimos secretos de la Anunciación, de la Visitación, de la Navidad, él nos hace entender que conoció personalmente a María, la madre de Jesús. Se cree , por esto, que Lucas cite tantos sucesos de la infancia de Jesús, y que hable de los sentimientos de María. "María, por su parte, guardaba con cuidado todas estas cosas, meditándolas en su corazón", dice Lucas cuando llegan los pastores al pesebre a adorar a Jesús recién nacido.
Algún exegeta avanza la hipótesis de que fue la Virgen María misma quien le transcribió el himno del “Magnificat”,3 que ella elevó a Dios en un momento de exultación en el encuentro con su prima Isabel.

Incluso una pintura muy antigua de María en las catacumbas de Priscila en Roma es atribuida, según la tradición, al apóstol.

jueves, 10 de octubre de 2013

Siguen los Cultos en honor a nuestra Madre la Virgen del Rosario:





El P. Manuel Santos, el Predicador de los Cultos de este año sigue dando pautas claras y concisas para que nos adentremos en la maravilla del espíritu de Jesús, cuyos misterios contemplamos cada día antes de la celebración de la Eucaristía, el día segundo nos instaba a pensar sobre el papel de la desesperación y la esperanza en cada uno de nosotros, ayer a ver como andamos en nuestras vidas, si sumergidos en la tristeza o desbordantes de alegría. Nos decía que hay dos aspectos en nosotros donde pueden darse situaciones opuestas, un aspecto profundo donde puede reinar la alegría, pero también un aspecto superficial donde el ambiente y las circunstancias pueden mostrar en nosotros la parte menos alegre. Tenemos los cristianos motivos suficientes para vivir alegres, María nos ha traído el motivo de nuestra alegría, Cristo es nuestra alegría. ¿Qué interrogante nos planteará hoy nuestro predicador?, estemos atentos a su enseñanza.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Domingo XXVIII del tiempo ordinario Ciclo C





Lectura del santo Evangelio según San Lucas 17, 11-19

Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
–Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.
Al verlos, les dijo:
–Id a presentaros a los sacerdotes.
Y mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos, y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo:
–¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?
Y le dijo:
–Levántate, vete: tu fe te ha salvado.

_______________

En este Evangelio de San Lucas escuchamos un episodio en el camino de Jesús hacia Jerusalén:
Diez leprosos son curados, pero sólo uno de ellos, un samaritano, vuelve a agradecer el don de la curación y a dar gracias a Dios. Solamente el samaritano alcanza el fin último del milagro: entrar en una nueva relación con Dios. No se trata de alcanzar solamente la curación, hay algo más, llegar a una plenitud de relación con el Señor, esa plenitud se da cuando tenemos un corazón agradecido, una conciencia de confianza y gratitud.  
Toda nuestra vida se encierra entre los dos gritos del leproso samaritano: el de la compasión y el de la acción de gracias (“ ten compasión de nosotros” y “darle gracias”)
En su comentario sobre las lecturas de este domingo escribe Fr. Alexis González, O.P., del convento de la Candelaria (Tenerife): “La ingratitud nace de una visión negativa del ser humano. Hay personas que siempre desconfiarán de las verdaderas intenciones de quien ha hecho aparentemente el bien. Es una visión que limita nuestra capacidad para agradecer, confunden la gratitud con una muestra de debilidad o sumisión: quien agradece reconoce sus propias carencias y cierta superioridad en el otro, que puede darle algo que necesita. Este tipo de visión fomenta el individualismo y la autosuficiencia, y llegamos a decir que no hemos elegido libremente el don que se ha recibido, porque en el fondo no queremos deber nada a nadie. Llegamos a decir: “yo no te lo he pedido”.
Otros, no se consideran dignos de recibir los dones y, por eso, les resulta imposible reconocer los dones gratuitos recibidos. No se reconocen dignos de ser amados. La culpa imposibilita la conciencia y no deja espacio al perdón y al amor. No se abren al sentido del amor incondicional: permitir que el misterio del amor entre en nuestra vida, generando así la confianza en nosotros, y la oportunidad de agradecer”.
Pidamos especialmente en este día a Dios el don de la generosidad y el desprendimiento para seguir con entusiasmo y autenticidad a Jesucristo. Que no mostremos nunca ante Dios, nuestro Padre, que actúa siempre con nosotros con un corazón generoso, la frialdad de la ingratitud y sí el calor de la generosidad hacia Él que no escatima en dar al  HOMBRE lo más preciado de su Divino corazón: a su propio HIJO, encarnado para que asumiendo nuestra misma naturaleza podamos ser rescatados y liberados de nuestras mezquindades y mostrarnos siempre agradecidos y generosos para con Dios y para con los hermanos.
En este camino nos acompaña en este mes de manera muy especial nuestra Madre la Santísima Virgen del Rosario, que ayudándonos a contemplar los Misterios de la Salvación de su Hijo, nos indica con su humilde actitud que sólo con un corazón humilde y agradecido llegaremos a contemplar también en el cielo el Rostro de Dios Padre.
Nuestra Señora del Rosario de Granada (España)

SAN LUIS BELTRÁN







Hoy celebramos la fiesta del dominico San Luís Beltrán:
San Luís Bertrán nació en la Ciudad de Valencia (España) el 1 de enero de 1526,. Ingresó, contra la voluntad de sus padres,  en el convento de los dominicos de Valencia el año 1544.
Fue, como otros muchos dominicos, como misionero a América. Desembarcó en Cartagena de Indias y ejercitó su labor misionera en la región del Bajo Magdalena. En 1568 fue elegido Prior del convento de Santo Domingo, en Santa Fe de Bogotá. La crueldad, la avaricia y los abusos de los encomenderos de los oficiales reales ocupados en la conquista de esas tierras y la opresión de los indígenas, fueron los principales obstáculos que hubo que vencer en su trabajo misionero y cansado de no poder remediar esos males solicitó el traslado a Europa. Existen varias leyendas e historias sobre los conflictos que este fraile tuvo con los conquistadores, quienes intentaron asesinarlo en repetidas ocasiones.
El Papa Alejandro VIII lo nombró patrono de Colombia en 1690.
Nos dice el Santo: “Y para entender bien esto (habla de la amistad con Dios y entre nosotros), es menester entender y notar que hay amistad de superior a inferior y de igual a igual y de inferior a superior. Y como la amistad es comunicación de bienes, en estas tres amistades es de diferente manera. La que hay de superior a  inferior es hacerles mercedes. Y esto es lo que dice Cristo: “lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Yo os di mi vida, mi sangre y un oficio tan alto como es convertir almas.
Y entre los iguales es que se comuniquen entre sí, se amen y se socorran. Y esto es lo que dice: “Que os améis unos a otros como yo os he amado”.
La que hay del inferior al superior es obediencia y servicio. Y esto es lo que dice: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”.


martes, 8 de octubre de 2013

VIRGEN DEL ROSARIO - GRANADA



COMIENZAN LOS CULTOS EN SANTO DOMINGO:

El día 7 de Octubre, Fiesta de la Virgen del Rosario ha dado comienzo en nuestra iglesia de Santo Domingo, llena de feligreses amantes de nuestra Madre, los cultos a nuestra Patrona y Protectora, que culminarán el día 12 con la procesión por las calles de nuestro Barrio del Realejo de Granada.

El P. Manuel Santos, predicador este año, nos ha instado con una bonita y amena predicación a no perder la capacidad de “asombro” de las maravillas que el Señor sigue realizando en cada uno de nosotros, a ejemplo de nuestra Madre del Cielo que supo asombrarse ante el anuncio de Dios por medio del Ángel, y supo responder con su “hágase”.
 
Concelebrantes y acólitos.

Ofrenda floral

ofrenda

ofrenda

Canto de la Salve

ya en la sacristía el P. Manuel Santos, el predicador de este año asistido por el P. Antonio Praena Director Espiritual de la Archicofradía y el P. Delfín.
 

viernes, 4 de octubre de 2013

Domingo XXVII del tiempo ordinario. Ciclo C








Lectura del santo Evangelio según San Lucas 17, 5-10

En aquel tiempo, los Apóstoles dijeron al Señor:
–Auméntanos la fe.
El Señor contestó:
–Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.
Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor, cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa?»
¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú?» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»


Comentario:

Dios nos pide a cada uno de nosotros, cristianos, creyentes “la obediencia de la fe”, no entendida como sumisión sino como adhesión libre y agradecida a su propuesta de salvación. Para lograr en nuestros días este aumento de nuestra fe vienen en nuestra ayuda el Papa Francisco y su predecesor, el Papa Benedicto XVI. El Papa Benedicto XVI, había comenzado a escribir una “Carta encíclica”, sobre la FE. Pero, no pudo terminarla. La terminó el Papa FRANCISCO.
En el número 37, dicen: “La fe se transmite, por así decirlo, por contacto, de persona a persona, como una llama enciende otra llama. Los cristianos, en su pobreza, plantan una semilla tan fe- cunda, que se convierte en un gran árbol que es capaz de llenar el mundo de frutos”.
En el número 39, nos dicen: “Es imposible creer cada uno por su cuenta. La fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad del creyente, no es una relación exclusiva entre el «yo» del fiel y el « » divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su misma naturaleza, se abre al « nosotros », se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia”.
Contínua el Papa en la Encíclica, en el número 40: Para transmitir esta riqueza hay un medio particular, que pone en juego a toda la persona, cuerpo, espíritu, interioridad y relaciones. Este medio son los sacramentos, celebrados en la liturgia de la Iglesia”.
Queridos hermanos y hermanas, si nosotros abrimos nuestro corazón, aumentará nuestra fe. Pero, Él, siempre pide nuestra colaboración. El Señor actúa en cada uno de nosotros, pero espera que nosotros pongamos de nuestra parte. No dejemos nunca de pedir con devoción al Señor y pedir también la intercesión -para que lo logremos- a la Santísima Virgen María, en este mes del Rosario: “Señor, CREO, pero AUMENTA MI FE”. Tenemos que creer, pero tenemos que ser consecuentes con la fe que hemos recibido y que tenemos que transmitir a los que nos preceden, ser de corazón “libre”, pero no manchemos la fe con nuestras imperfecciones, con nuestras mentiras y con nuestros cansancios: Dice CICERÓN: “La verdad se corrompe tanto por la mentira como por el silencio”. El Católico es culpable de muchas situaciones vergonzosas de nuestro mundo que afean la VERDAD de Dios por su silencio, no seamos cobardes, la verdad nos hace libres y esta libertad que Dios da al que vive la FE no se la arrebatará nadie.


De las "Florecillas de San Francisco":



Cómo San Francisco domesticó unas tórtolas silvestres

Cierto muchacho había apresado un día muchas tórtolas y las llevaba a vender. Encontróse con él San Francisco, que sentía especial ternura por los animales mansos, y, mirando las tórtolas con ojos compasivos, dijo al muchacho: ¡Oye, buen muchacho; dame, por favor, esas aves tan inocentes, que en la Sagrada Escritura representan a las almas castas, humildes y fieles, para que no vengan a parar en manos crueles que les den muerte!

El muchacho, impulsado por Dios, le dio al punto todas a San Francisco, y él las recibió en el seno y comenzó a hablar con ellas dulcemente: ¡Oh hermanas mías tórtolas, sencillas, inocentes y castas! ¿Por qué os habéis dejado coger? Yo quiero ahora libraros de la muerte, y os haré nidos para que os multipliquéis y deis fruto, conforme al mandato de vuestro Creador.

Y San Francisco les hizo nido a todas. Ellas se domesticaron, y comenzaron a poner huevos y a empollar a la vista de los hermanos. Y vivían y alternaban familiarmente con San Francisco y los demás hermanos como si fueran gallinas alimentadas siempre por ellos. Y no se marcharon hasta que San Francisco les dio licencia para irse con su bendición. Al muchacho que se las había dado dijo San Francisco: Hijo mío, tú llegarás a ser hermano menor en esta Orden y servirás en gracia a Jesucristo. Y así sucedió: aquel joven se hizo religioso y vivió en la Orden con grande santidad. En alabanza de Cristo. Amén.

jueves, 3 de octubre de 2013

4 DE OCTUBRE: SAN FRANCISCO DE ASÍS



SAN FRANCISCO DE ASÍS: 
Un santo siempre actual y modelo a seguir:


Celebramos el día 4 de Octubre la fiestas del Seráfico San Francisco de Asís, llamado por Dios para reparar su Iglesia desde la humildad y la pobreza.
Nuestro amado Pontífice ha querido redescubrir los valores espirituales, sociales y religiosos de este gran santo de la humildad para aplicarlos a la Iglesia del Siglo XXI y así lograr el cambio que los Cardenales, en sus reuniones antes del Cónclave, decidieron necesario para el gran cambio, motivado por la santidad de vida y la humildad del Papa Benedicto XVI, que viéndose mermado de fuerza física, quiso renunciar para que fuera otro Papa quien impulsara a la Iglesia por este nuevo camino, -mientras él oraba-, guiada siempre por la fuerza Divina, el Espíritu Santo.
Pero esta Fuerza misteriosa de Dios siempre se ha manifestado en la humildad de ser humano donde radica su auténtica grandeza, por eso la Iglesia precisa, para ser testigo del amor de Dios de esa seráfica humildad que adornó la vida del gran Santo de Asís.
Que él desde el cielo interceda por el Papa Francisco y por todos los que en este día celebramos con alegría la fiesta de nuestro Santo.



Pidamos con Él al Señor, con un corazón siempre agradecido:

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.


Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.


Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!


Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!


Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!


Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!


Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!


¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.