El domingo pasado terminábamos el tiempo pascual con la fiesta del Espíritu Santo, Pentecostés. Hoy celebramos La Santísima Trinidad. y el domingo que viene El Corpus.
Existe un sólo Dios en tres Personas distintas. Y se ponen varias comparaciones para explicar un poco: como un árbol frondoso de tres ramas, y que cada una de ellas fuera el árbol entero; como un triángulo equilátero y cada uno de los lados fuera el triángulo entero. Esto que es imposible en tales cosas, es real en Dios: un sólo Dios y tres personas distintas. Dios Eterno... Omnipotente... Justo... Amor... Padre...
Y este Dios único que es Padre, Hijo y Espíritu Santo habita en mi alma cuando estoy en gracia santificante. Esto me llena de gozo, nunca estoy solo. Dios, conmigo; Dios, con nosotros.
De niño mi padre me enseñó esta jaculatoria, que en muchos momentos de mi vida repito:
“Creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo en Dios Espíritu Santo, creo en la Santísima Trinidad , creo en Nuestro Señor Jesucristo Dios y hombre verdadero,
Espero en Dios Padre, espero en Dios Hijo, espero en Dios Espíritu Santo, espero en la Santísima Trinidad , espero en Nuestro Señor Jesucristo Dios y hombre verdadero.
Amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo, amo a la Santísima Trinidad , amo a Nuestro Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero, amo a mi prójimo como a mi mismo. Amén”
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