martes, 27 de marzo de 2012

LA PRENSA HOY EN NUESTRA CIUDAD DE MÁLAGA

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTO DOMINGO DE MÁLAGA

DIARIO SUR

SEMANA SANTA
Los dominicos abandonarán la iglesia de Santo Domingo antes del verano
El templo, en el que tienen su sede tres cofradías de pasión, pasará a ser gestionado directamente por el Obispado
JESÚS HINOJOSA | MÁLAGA.
El padre Eugenio Ruiz Prieto permanecerá en Málaga como rector de la Esperanza
Tras cinco siglos de presencia casi continuada en Málaga, la orden de los frailes dominicos dejará la ciudad tras la próxima Semana Santa, según confirmó a este periódico el actual rector de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, Francisco García Ortega, quien lo ha anunciado ya en algunas celebraciones. «Mis superiores me han comunicado que para antes del verano nos tenemos que marchar», reconoció el párroco del templo en el que tienen su sede tres cofradías: Mena, Dolores del Puente y la Estrella.
Actualmente solo quedan dos frailes dominicos en Málaga, el citado Francisco García y Eugenio Ruiz Prieto, que lleva ya más de veinte años en la capital y ejerce como rector de la basílica de la Archicofradía del Nazareno del Paso y la Virgen de la Esperanza. A diferencia de su compañero, que se marchará a otro destino de la orden, Ruiz Prieto permanecerá aquí como responsable de la basílica y para atender a algunas religiosas dominicas de la provincia. «Me quedó aquí, en la Esperanza», confirmó a este periódico.
Ambos dominicos residen en una vivienda habilitada en lo que fue hasta hace seis años convento de las monjas dominicas, en la calle Andrés Pérez. «Nos hemos quedado solo dos frailes y sin convento propio, por lo que no formamos una comunidad», reconoció Francisco García, quien apuntó que las monjas les han invitado a marcharse de la casa.
Fundado por los Reyes Católicos a continuación de Santa Cruz la Real de Granada, el convento de Santo Domingo de Málaga -del que hoy solo se conserva la iglesia- alcanzó su cénit en el siglo XVII, al entrar en él fray Alonso de Santo Tomás, hijo de Felipe IV. Reedificó, engrandeció y embelleció el convento hasta convertido momentáneamente en el principal de Andalucía. En 1750 a la comunidad malagueña se le llegó a fijar el techo numérico de 65 frailes.
El vandalismo que siguió a la exclaustración de 1835 lo hizo desparecer todo, a excepción de la iglesia, que no se libró del fuego en las quemas de 1931. Tras un paréntesis de casi un siglo, los dominicos regresaron a la ciudad a mediados del pasado siglo, ejerciendo su labor pastoral en lugares como el barrio de la Palmilla y la parroquia de Santa Rosa de Lima. En 1988, el Obispado les encomendó la gestión de la parroquia establecida en la iglesia de lo que fue su convento. Esa gestión regresará a manos de los responsables diocesanos.

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