Desde que llegué a España después de los 22 años de Puerto Rico, y así lo había acordado con el P. Provincial, todos los años, pasada la Semana Santa visitaba a mis padres cinco días, no es mucho, pero es un descanso y a la vez una oportunidad de compartir con ellos.
Desde la muerte de mi Padre, esa visita es más esperada por mi madre, pero la pobre este año se ha quedado sin mi visita y yo me he quedado sin mis 5 días de descanso, que falta me harían.
Esto de estar viviendo solo no lo llevo nada bien, está marcándome negativamente, este hecho no solamente me afecta a la salud, sino que me está quitando la ilusión de la vida, mi vida, mi vocación y mi trabajo está terriblemente minado por la incertidumbre por la que paso y por el silencio de los superiores, por no saber después de Málaga, ¿que?.
Hay cosas que ya no se podrán solucionar, la salud entre ellas, ya que el vivir así, el miedo por las noches en este caserón con tanto ruido que no me deja descansar, la mala alimentación, el desorden de lo que a uno le enseñaron e inculcaron en lo que ha de ser la vida consagrada, el aumento del azúcar superando muchos días los 400, sólo por el estrés, todo eso me ha quebrantado la salud de tal manera que no veo la manera de poder solucionar. En resumen, que esto se pone por días tan complicado y tan oscuro que creo que al final tomaré una decisión, no precisamente la que más quisiera, pero cuando todas las puertas se cierran no se ve otra oportunidad de salida.
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