LA MUERTE DE LOS DIOSES:

En este mundo donde hay tantas personas que pasan de Dios, que quieren un mundo sin Él, que luchan abiertamente contra Él, parece que hasta los dioses de la mitología griega estorban y tienen que morir, como es el caso del gran dios Zeus, en la película " Ira de Titanes" donde se desarrolla una dura lucha por la supremacía entre dioses y titanes. Curiosamente estos dioses de la mitología han quedado  debilitados por la falta de devoción de la humanidad y pierden el control de los titanes encarcelados y de su feroz líder, Kronos, padre de los hermanos, Zeus, Hades, y Poseidón, que llevan mucho tiempo en el poder.

Lo cierto es que nuestra humanidad queda debilitada y no Dios por la falta de fe, por nuestra poca fe, por vivir una vida adorando “diocesillos” hechos por manos humanas, creaciones oportunistas para el vil capitalismo, del cine, de la tv, del deporte... que con tal de triunfar vale lo de “caiga quien caiga” y puestos a valer, todo vale. Vale el más fuerte, el que más poder tiene, el que manda.

Esta teoría es la que hace posible y facilita para que nuestra clase política sea tan mediocre, la que facilita que pueblos que antes eran admirados por su cultura ahora sen gobernados por gente inculta y sin principios, gente mediocre que solamente piensan en su propio beneficio. O que lleguemos a situaciones donde la banca sea la que manda, esa expresión que tanto suena: “la banca manda”.

Pero esta Europa nuestra, mal futuro tiene si el hombre olvida su procedencia, si el hombre no se acuerda que ha sido con la fuerza de Dios que surgieron los pueblos, las naciones, con la fuerza de Dios que pese a la inutilidad nuestra ha prevalecido el bien sobre el mal, si los hombres no olvidan que un Dios es lo único que puede llamar a la conciencia humana de que "hombres dioses" se ven con derecho de aniquilar razas, culturas, pueblos o religiones, como sucedió en la mitad del siglo XX.

Que no muera Zeus, que nadie se cargue a la mitología griega, pero sobre todo que no muera Dios en los corazones de nuestra humanidad. Sólo Dios es grande.