miércoles, 16 de mayo de 2012

SANTANDER OFRECE TRANQUILIDAD

Catedral de Santander



Esta ciudad súmamente tranquila ofrece esa tranquilidad a quienes en ella vivimos, esa tranquilidad tan necesaria para recuperarse poco a poco, sin prisas, pero sabiendo que la paz, el orden, el silencio, la armonía son valores de la vida necesarios para una sanación.
Pero esa sanación es urgente en distintos sentidos, sanación física, pero también sanaciín emocional, sanación del corazón.
En la paz queda el saber que se ha hecho lo que se tenía que hacer, el haber dejado la piel en la guerra contra el MAL y el sentirte amparado, querido, amparado por tanta gente. Eso ayuda a que el desprecio de unos, el abandono, la miseria humana de aquellos que más cerca tenían que haber estado de mí sobre todo cuando la espada de la injusticia toca lo profundo del corazón, entonces queda el consuelo de la cercanía de los que no miran condiciones, símplemente aman, y el amor es generodo siempre.
Sanar, es la cuestión, que esa sanación llegue a mí, que la necesito, pero que algún día llegue también a Santo Domingo de Málaga que también la necesita, hemos sido heridos con la misma espada, hemos sido sacrificados por la misma causa, por tanto, esperamos ambos la misma liberación, y esa llegará cuando la injusticia sea erradicada y cuando el maligno sea derrotado, pues ese mal sigue actuando y sigue con su afán de destruir, aniquilar, vencer. Pero no lo conseguirá.
Me animan por supuestolas llamadas de los que se interesan por mi salud, pero me hace daño aquellos que me cuentan cosas que ya es mejor no escuchar, no decir, pues de lo contrario es tener encendido el fuego que te está quemando, que está consumiendote la vida, mejor ya a estas alturas aplicar el dicho: "ojos que no ven..."



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