Preciosa vista de Sierra Nevada, que ofrece su nieve casi siempre con
un esplendoroso sol para que los esquiadores y visitantes gocen de una jornada
maravillosa.
Cuando
Sierra Nevada se viste de blanco la cidad de Granada tiembla de frío, pero nos
regala una estampa que nos traslada a la Navidad, al recuerdo de días en casa, en el
hogar, junto a la lumbre, en charlas familiares, amenas, de épocas pasadas
donde no había Tv. y donde el diálogo, las historias de los abuelos, el rezo
del Santo Rosario en familia hacían que las familias nos sintiéramos más
unidas, más familia.
No,
yo no soy de esos que dicen que todo tiempo pasado fue mejor. No tiene por qué
ser ni mejor ni peor, cada tiempo es el que és, pero creo que nos tendríamos
que preocupar un poco más a nivel familiar en rescatar valores de los de antes,
como estos señalados de el diálogo, el rezo en familia, en la convivencia, el
comer juntos al menos una comida al día, para poder escucharnos, conocernos,
comprendernos y apoyarnos. Pues en definitiva, en muchos hogares la familia son
unos auténticos desconocidos.
Luego
pasa que cuando el o la Directora
del Colegio llama a los padres para decirles que su hijo ha hecho tal cosa
estos ponen el grito en el cielo diciendo, ¿mi hijo? mi hijo no haría una cosa
así ni loco. Pues sí, lo hizo y lo hace porque no se conocen, porque no hay
dialogo, porque no hay escucha, es muy importante el saber escuchar, y el leer
lo que los niños dicen, y saber "escuchar" lo que dicen con sus
silencios.
Si
no nos esforzamos todos un poco en construir un mundo mejor nos vamos a quedar
gélidos, seremos una sociedad totalmente congelada.
Desde
esta fría mañana en esta preciosa ciudad de Granada, un saludo cordial para
todos los amigos lectores de “El Duende del Perchel” y de Facebook, y que el frío
no nos quite ni nos congele el ánimo y las ilusiones, para que como niños que
van a la nieve y hacen muñecos y guerras de bolas de nieve sin que les importe
demasiado tener las manos congeladas, nosotros mantengamos siempre caliente en
nuestros corazones los recuerdos y el ánimo.
Fr.
Patxi García OP.
Después de los cinco años que ha permanecido colgado en el armario de
Santander el abrigo, que bien y que oportuno ha llegado a Granada, ahora que el
tiempo arrecia y el frío congela hasta la respiración. Gracias a mi hermana Mª
Luisa por mandarme por Seur el abrigo, que como hizo San Pablo, yo también pedí
en estos días.
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