JUEVES SANTO: Día del
Amor Fraterno.
Un amor sin límites,
universal.
Cada uno de nosotros
puede repetir:
Me amo, me lavo los
pies, me senté a su mesa,
junto a él.
Celebración de la Cena del Señor:
Es una gran fiesta, un
grato recuerdo, un día estupendo para recordar siempre con un profundo
agradecimiento el gesto que Jesús realizó con sus discípulos, los amigos que
permanecían a su lado, los que cenaron con él la Pascua. Pues durante la cena última que compartió con ellos
se ciñó una toalla a la cintura, cogió una palangana con agua y les lavó los
pies uno a uno. Al terminar les comentó que lo que había hecho con ellos,
debían hacerlo unos con otros, siendo siempre serviciales y cercanos a los necesitados.
Es el gesto que quiere
hacer visible en nuestra Iglesia el Papa Francisco, dando un giro a la
servicialidad, a la entrega generosa, a la hermandad, a la igualdad entre personas. Que disparate,
algunos critican que el papa se siente en una silla normal como un hombre, ¿es
que no se dan cuenta que cualquier hombre es imagen de Dios?, no hace falta
ser Papa para endiosarse pues Dios ya está en cada uno de los corazones que son
capaces de amar, de perdonar, de luchar por los demás, de lavar los píes a los
enfermos, a los afligidos a los que sufren… El título de un Papa no es otro que Siervo de los Siervos de Dios, eso basta, y la vida ha de manifestar con obras ese título.
Con la Misa Vespertina de este Jueves Santo culmina la Cuaresma
y da prácticamente inicio los días Santos del Triduo Pascual, que son el
Viernes, Sábado y Domingo, por tal motivo la Misa del Jueves Santo ha de ser -aunque
conmemoremos la institución de la
Eucaristía y el Orden Sagrado- sóbria, y ver en ella el
reflejo de la que será la suma solemnidad, la Misa de la Vigilia, que es un poco así como la “madre” de
todas las Misas.
VIERNES SANTO:
Fue crucificado, y Él
quedo con los brazos abiertos.
Fue rematado por una
lanza, y su corazón se convirtió en
hoguera y hogar ... Y la Palabra fue crucificada,
pero no callada.
En esta tarde escuchamos el
relato de la pasión y muerte de Jesús según San Juan. Y en ese relato hay un
detalle muy significativo.
La muerte de Jesús
fue una consecuencia de su compromiso histórico para que todos tengan vida. Un
compromiso de Él para con el Padre y para con la Humanidad. POR PURO AMOR, PURA ENTREGA, PURA GENEROSIDAD.
Jesús es la
realización de la nueva humanidad, y la referencia para nuestra propia
realización. sIN éL NO TIENE NINGÚN SENTIDO NUESTRA VIDA. Él es el hombre verdadero y el guía de nuestros pasos por el mundo, de nuestra existencia.
En esta liturgia
también oramos -la Oración Universal- como comunidad Cristiana y creyente por todo el mundo, por los dirigentes
religiosos y políticos, por todas las necesidades.
Y adoramos la
cruz, el madero santo que nos ha traído la salvación. Que ha arrancado el
pecado del mundo y nos ha dado la salvación a todos los hombres y mujeres que
sean capaces de acercarse a él con un corazón humilde y sincero implorando su
perdón y su misericordia. El murió por nosotros, por nuestros pecados. Él nos
ha redimido. Si del tronco verde del Paraíso brotó la fruta que nos trajo la ruina, del tronco seco del Calvario ha brotado la salvación del género humano.
Por último recibimos el Cuerpo de Cristo, sostén de nuestra vida, fuerza de nuestro espíritu, nos alimenta, nos fortalece, nos une, nos hace familia, comunidad, asamblea santa y pueblo sacerdotal.
Por último recibimos el Cuerpo de Cristo, sostén de nuestra vida, fuerza de nuestro espíritu, nos alimenta, nos fortalece, nos une, nos hace familia, comunidad, asamblea santa y pueblo sacerdotal.
SABADO SANTO:
Cristo nos resucita de
la tristeza, del vacío,
del sinsentido ...pero
sobre todo del desamor.
Vivir consiste en amar.
Y el amor no muere,
engendra inmortalidad.
" ¡Aleluya!, ¡Aleluya!, ¡Aleluya!. Cristo, ha resucitado ¡Aleluya!, ¡Aleluya!, ¡Aleluya!.
Esta es la fiesta
más grande del año cristiano: la liturgia madre de todas las liturgias. En ella
hallamos una enorme riqueza, tanto en los símbolos como en las lecturas de la Palabra de Dios -toda la historia del pueblo judío desde la creación del mundo-, que leemos
desde la Luz de
Cristo, -por tal motivo apagamos las luces del templo y dejamos encendido solamente el Cirio Pascual, que represente a Cristo Resucitado- para así comprender todo el Antiguo Testamento, lo relacionado a Jesús, releerlo según Cristo.
Hoy los ritos y las palabras que los acompañan son sumamente importantes, de gran valor litúrgico, se han de convertir en una especie de representación visual, en una dramatización del misterio de la Resurrección del Señor.
Hoy los ritos y las palabras que los acompañan son sumamente importantes, de gran valor litúrgico, se han de convertir en una especie de representación visual, en una dramatización del misterio de la Resurrección del Señor.
Son de gran
importancia para nosotros en la liturgia de esta noche los símbolos de la luz y
el agua, que hallamos también en buena parte de la variedad de lecturas de la Escritura que hoy pueden
ser proclamadas (la luz versus oscuridad en: Gn 1, Ex 14, Ba 3 y Lc 24; el agua
de la vida y la liberación: Gn, 1, Ex 14, Is 55, Ez 36 y Rm 6).
Esta Vigilia Pascual está compuesta de cuatro grandes partes: a) la
liturgia de la luz; b) la liturgia de la Palabra; c) la liturgia bautismal y d) la
liturgia eucarística. Es la fiesta de las fiestas y la tenemos que vivir con
amor y devoción, pues ha de marcar nuestra vida de cristianos, para ello nos
hemos preparado con ayuno, penitencia y conversión durante el tiempo de la Cuaresma y en la Semana Santa. El cierre de
todos estos días es la celebración de la Pascua, nuestro paso de la muerte a la Vida en Cristo el Señor. Con Él
también nosotros resucitamos, con Él estamos salvados.
DOMINGO DE RESURRECCION:
También las lecturas de
este Domingo de Pascua nos acercan al misterio de la noche anterior, la Pascua del Señor, están en
ese mismo contesto.
La Pascua de Jesús ha llegado hasta nosotros, nos ha cambiado,
nos ha lavado, estamos limpios, rejuvenecidos, purificados. Celebrarla y
vivirla en este domingo es descubrir su actualidad en el hoy, en el hombre de
hoy, sumergido en este siglo XXI, con nuestros problemas, nuestras situaciones
conflictivas, nuestras crisis económicas, pero también con muchas virtudes, nuestra generosidad, esa capacidad humana de llegar al otro.
Nos quedamos casi siempre con lo malo, lo negativo, pero hay mucha gente realmente “resucitada” que da vida y da su vida por los demás, con amor y generosidad. La gente que celebra la Pascua del Señor, pero que a la ves se siente que somos protagonistas de nuestra historia, de nuestro tiempo.
Nuestra historia tiene un vínculo de unión con aquella Pascua. Nuestra Pascua es la misma en la distancia del tiempo. Estamos en Cristo y con él.
Nos quedamos casi siempre con lo malo, lo negativo, pero hay mucha gente realmente “resucitada” que da vida y da su vida por los demás, con amor y generosidad. La gente que celebra la Pascua del Señor, pero que a la ves se siente que somos protagonistas de nuestra historia, de nuestro tiempo.
Nuestra historia tiene un vínculo de unión con aquella Pascua. Nuestra Pascua es la misma en la distancia del tiempo. Estamos en Cristo y con él.
"¡¡FELIZ PASCUA
DE RESURRECCION:
LA DE
CRISTO, Y
LA TUYA,
HERMANO!!".
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