-LA
DUALIDAD EN EL HOMBRE
-LAS EDADES DEL HOMBRE
-LOS MISTERIOS DEL ROSARIO
-LA CORONACIÓN DE
MARÍA
-LA VIRGEN DEL
ROSARIO CON EL NIÑO JESÚS
-EL MANIFESTADOR
-EL SAGRARIO
Esa doble cara, la dualidad en cada persona, nuestra tendencia a las cosas de Dios pero también al pecado, a lo feo, a la maldad. |
al otro lado del retablo, al comienzo, pegado a la parte baja la misma dualidad. |
Las edades del hombre, la niñez. |
Las edades del hombre: la juventud. |
Las edades del hombre: la madurez. |
Las edades del hombre: la ancianidad. |
Medallones lateral izquierdo de los Misterios del Rosario. |
Medallones del lateral derecho de los Misterios del Rosario. |
Infinidad de Ángeles de la Corte Celestial representada en el Retablo. |
El CENTRO del Retablo, la Virgen del Rosario, nuestra Madre. El Manifestador y debajo (no se ve en la foto) el Sagrario. |
detalle del retablo. |
La Corona de la Virgen que el Padre Eterno pondrá en la cabeza de la Madre de Dios y Madre nuestra. |
Otro detalle de la CORONA. |
Arcnagel en el lateral izquierdo vigilando la "Puerta del Cielo" |
Arcangel del lateral derecho en la puerta del Cielo. |
Vista general del Retablo de la Virgen del Rosario de Santo Domingo de Granada. |
Una antigua creencia herética nos
hablaba de que había dos dioses iguales, uno bueno y otro malo, del uno procedía
la bondad del mundo y del otro la maldad. Nuestra fe nos habla de un solo Dios,
que es suma bondad, un Dios que es creador del hombre junto a todo lo existente,
y se complació Dios de todo lo que creó “PORQUE TODO ERA BUENO”
En la
Edad Media, el analfabetismo era
generalizado, sólo unos pocos podían leer y escribir, la Iglesia se valía de muchos
medios para solucionar este problema, en cada Monasterio, en cada Convento
monjes y frailes creaban escuelas que terminara con esta lacra social y
formaran a la gente.
Además cuando se edificaba una
iglesia, en ella, en sus retablos quedaba plasmada una “historia de salvación”
que era una catequesis que facilitara a los visitantes y asiduos al templo una
clara enseñanza.
Por otra parte también la Iglesia vio la necesidad
de sacar estas catequesis a la calle, para así enseñar a aquellos que quizás no
frecuentaban los templos la vivencias de nuestra fe, de ahí las procesiones de
Semana Santa, donde diversidad de figuras de Cristo nos muestran todo el
recorrido desde la entrada de Jesús en Jerusalén hasta que pasa por su proceso
de juicio y condena a llegar a la muerte y resurrección.
Toda esta “CATEQUESIS” que nos
muestra la “GLORIA DE DIOS” está en el retablo de la Virgen del Rosario de
Granada.
En la base encontramos dos caras
que nos chocan copiosamente, cada cara es doble, una colocada en la parte baja
que es horrible, grotesca, fea, animal que representa lo malo del ser humano, y
otra superior que es hermosa, que representa la parte buena del ser humano, En
esta misma base encontramos cuatro medallones que representan las edades del
hombre: la niñez, la juventud, la madurez y la vejez. De aquí hacia arriba ya
todo es “gloria infinita". En los laterales del retablo tenemos 14 medallones
que representan cada uno de los Misterios del Santo Rosario, (recordemos que
hasta el Papa que pronto canonizará la Iglesia
Juan Pablo II los Misterios eran quince, al instituir el
Santo Pontífice los Luminosos ya son 20, pero en nuestro Retablo sólo como es lógico
aparecen 14 medallones, pero falta uno, falta el último de los Gloriosos que es
en sí el retablo entero: La coronación de la Santísima Virgen
María como Madre y Señora de toda la Creación.
Si unimos todo el esplendor del
retablo, con la multitudinaria carga de ángeles y arcángeles de talla completa,
otros ángeles músicos, otros en actitud orante, otros guardianes del Templo
Santo de Dios que es el cielo, otros como nubes de acompañamiento celestial manifestados
en sólo caras celestiales a la facilidad que siempre ha supuesto la oración tan
completa y sencilla del rezo del Santo Rosario para poder alcanzar la Gloria, entonces
comprenderemos esta catequesis como una enseñanza clara, sintetizada, teológica,
profunda, veraz, capaz de ser comprendida, entendida por toda clase de personas
que contemplen tal grandiosidad.
Las fotografías del conjunto del
retablo, o partes parciales como los rosetones de los Misterios, o los de las
edades del Hombre, o las caras de “la dualidad” de la persona humana nos ayudarán mejor para entender el conjunto catequético de la obra completa.
Curiosamente hace siglos con tan
pocos medios se hizo tanto y ahora con tantos medios se hace tan poco. Hay
templos modernos que sinceramente da pena entrar en ellos y lo que contemplas
no te lleva a nada, o recordemos también los días dolorosos después del
concilio cuando algunos “ignorantes” entendieron que deshacerse de todo lo
hecho hasta entonces era ponerse al día en las prácticas de la fe Católica, y
llenaron los locales de anticuarios de piezas de arte de tantos templos, esto
se dio mucho en la Iglesia,
en la nuestra, a nivel oficial también el obispado facilitó este “sacrílego”
acto, por llamarlo de alguna manera, cuando antes de llegar los dominicos a
Granada, retablos enteros desaparecieron de Santo Domingo y fueron repartidas
sus imágenes por diversas iglesias, oficinas, sacristías y otros lugares de la Diócesis.
Menos mal que ahora se cuida más
del patrimonio de la Iglesia
desde la misma Iglesia, y que también cada gobierno regional vela por lo que en
sus territorios tienen de valor para cuidar y proteger el patrimonio que en
definitiva es de todos, aunque muchos de los que visiten nuestros templos no
sean capaces de adivinar la catequesis que encierra cada imagen y cada retablo
de una iglesia. Muchos entran en ellos sin devoción alguna como si de un simple museo se tratara pero esto no es un simple museo, es un TEMPLO donde la presencia de Dios además de estar en el Sagrario está en cada rincón de nuestra bonita iglesia.
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