Había
un predicador graciosillo, que al inicio de su sermón dijo: “Hoy es la fiesta
de San José, y como era carpintero y hacía confesonarios hablaremos de la
confesión”.
Lo
cierto es que San José es tan inmenso que sus virtudes y su vida da para hablar
de muchas cosas. Pero las que si quiero tratar son las enumeradas en el título:
Patrono
de la Iglesia ;
más que nunca nuestra sociedad está sedienta de ejemplos de vida, por desgracia
en los tiempos que corren son muchos los hombres y mujeres que están y salen en la tele, en el cine y en la prensa, pero
que no nos dan grandes ejemplos, aquellos que por el contrario viven conformes
al Evangelio y llevan una vida honrada, pacífica y trabajadora, como no son
noticia, como no tienen extravagancias que contar, no son noticia.
La misma Iglesia, -lo vemos con el “revuelo”
que en ciertos sectores causa el modo de ser y obrar el Papa Francisco-, necesita
de Pastores buenos y santos que con sus virtudes imiten a San José, siempre
actual como modelo de vida consagrada a la causa de Jesús.
En
él añoramos el hombre de familia, el hombre de unidad, el ejemplo para tantos
matrimonios que en estos días sufren la violencia, el desamor, el drama de los
abortos, el divorcio o separación, el alejamiento de la fe.
Es
también San José el Patriarca de la
Fe que tanto necesitamos en nuestro mundo, lleno de bondad,
al igual que Abraham salió de su casa para lanzarse a una aventura desconocida
sin miedo a los peligros, guiado solamente por el amor a María y a Jesús que le
confortó en su destino incierto y en su huida a Egipto.
Pero
para mi cobra gran importancia su “misión” de abogado de la buena muerte,
cuanto bien hace pensar en su poderosa intercesión para un momento, en
ocasiones para algunos “terrible” por su soledad, -morir siempre morimos solos
por más compañía que tengamos junto a nuestro lecho-, por eso es bueno sabernos
acompañados el ese difícil trance, y además acompañados por él, que cuando
experimentó el suyo junto a él estaban Jesús y María.
Que
intercedas siempre por nosotros bienaventurado San José para que siguiendo tu
ejemplo seamos mejores en todos los estados de nuestra vida y más confiados en la Providencia divina a
la hora de nuestra muerte, pues en Cristo confiamos y a Él llegamos tranquilos
si vamos de la mano de María y de tu mano.
Al
llegar esta fecha, y desde este Convento de la
Santa Cruz
SAN JOSE BENDITO:
ResponderEliminar"José, como era justo y no quería denunciar a su mujer, resolvió repudiarla en secreto. Pero el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no tengas miedo en tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer y la llevó a su casa”
San José es el Santo Justo, es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Nos ha hablado con los hechos.
Con su humilde trabajo de carpintero dio a su familia estabilidad, pese a los problemas, que por custodiar a su hijo Jesús hubo de sufrir al dejar la seguridad del hogar para ir a Egipto, y cuando ya estaba establecido allí y había rehecho su vida, dejarlo todo nuevamente para regresar según el plan de dios para Jesús. Es el hombre Obediente al plan de Dios, y el que supo amar a Jesús como un auténtico padre.
José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.
Es el abogado de la buena muerte, pues se cree que en el lecho de su muerte estaba acompañado de la Santísima Virgen María de de Jesús.
Que su poderosa intercesión nos otorgue a cada uno de nosotros trabajar para que nuestras familias vivan en paz y armonía, para que los padres sean responsables con la educación y el esmero hacia los hijos y vivan la fidelidad en sus matrimonios, y para que cuando el Señor nos llame al final de nuestros días, tengamos una buena muerte y estemos con serenidad y paz en ese momento.
San José bendito, ruega por nosotros.