Llenando el mundo, el sol
abre
la mañana más y más,
la luz que transcurre ahora
aún más pura volverá.
Descansa el peso del mundo
en alada suavidad,
teje la santa armonía
del tiempo en la eternidad.
Vivir, vivir como siempre;
vivir en siempre, y amar,
traspasado por el tiempo,
las cosas en su verdad.
Una luz única fluye,
siempre esta luz fluirá,
desde el aroma y el árbol
de la encendida bondad.
Todo en rotación diaria
descansa en su más allá,
espera, susurra, tiembla,
duerme y parece velar,
Mientras el paso del mundo
tira del cuerpo y lo va
enterrando dulcemente
entre un después y un jamás.
Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo que él nos dá,
gloria AL Espíritu Santo
en tiempo y eternidad. Amén.
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