sábado, 18 de octubre de 2014

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A





Dadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

 



Lectura del libro de Isaías 45, 1. 4-6

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: 
«Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, 
abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. 
Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, 
te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías.
Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios.
Te pongo la insignia, aunque no me conoces,
para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. 
Yo soy el Señor, y no hay otro.»

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones.
Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 15-21

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron:
- «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no? »
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
- «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto. »
Le presentaron un denario. Él les preguntó: 
- «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» 
Le respondieron: 
- «Del César.»
Entonces les replicó:
- «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»





Siempre nos ha resultado llamativo el tema central del Evangelio de este domingo: “Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Pero ¿Qué es de Dios?. Todo lo relacionado al PODER, a los que mandan, a los que tienen autoridad está, tiene que estar relacionado a Dios, el poder del hombre le viene de Dios, así lo afirma Jesús ante Pilato: “No tendrías ningún poder si no te viniere de mi Padre del cielo”, el poder del hombre tiene como principio y como fin el servicio al hombre, la entrega, la generosidad, el preocuparse por los más desvalidos, por aquellos que menos tienen, por todos sin excluir a nadie. Por tanto todo es de Dios, Dios no nos pide nada para Él a no ser que re reconozcamos, que le amemos, que le tengamos en nuestra mente y en nuestro corazón, pero sí nos pide concretamente que seamos conscientes de que todo lo que hagamos en relación al otro se lo hacemos a Él y al revés, todo lo que dejemos de hacer, todo lo que sea desprecio, marginar, separar, marcar a los demás como inferiores, como deshechos de la humanidad lo estamos haciendo con Dios y Dios no nos puede aceptar si obramos de esta manera.

En esta semana que celebramos en DOMUND NOS PRESENTA UN LEMA PARA QUE MEDITEMOS:

RENACE LA ALEGRÍA.

RENACE > “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”, dice el papa Francisco al comienzo de Evangelii gaudium. El fin de la actividad misionera es, precisamente, ayudar a extender esta alegría, anunciando a todos la posibilidad de nacer y renacer al encuentro con Dios. Un renacer a la vida de fe que, como tantas veces comprueban los misioneros, ha sido revelado a los pequeños.

LA ALEGRÍA > Los misioneros, llenos de alegríacomparten con los más pobres su experiencia de encuentro con Cristo. Los que reciben este anuncio y abren su corazón a él, también acogen con alegría la Buena Noticia de la salvación. Francisco nos dice cuál es el origen de esta gran alegría: “El amor con el que el Padre ama al Hijo llega hasta nosotros y, por obra del Espíritu Santo, nos envuelve”; y además, nos invita a participar en ella: “¿Por qué no entramos también nosotros en este río de alegría?”. 





Que sepamos dar una respuesta de amor y de alegría a aquellos que tienden su mano hacia nosotros que hoy por hoy, aún en medio de la crisis, podemos superar nuestros problemas y encontrar con más facilidad la solución a nuestros males. que seamos conscientes de que en muchos países de América, África y de  Asia hay gente que lo están pasando muy mal, mucho peor que nosotros y eso si que es de Dios, eso CLAMA A DIOS, que una pequeña parte del mundo gestione mal la alimentación que bastaría para quitar el hambre de todo el mudo. Tenemos que dar gracias a Dios por el esfuerzo de los misioneros que llevan paz, justicia, esperanza. Misioneros que no solamente dan, se DAN ellos con generosidad, lo estamos viendo en estos días en África con la enfermedad del EVOLA. Pidamos por ellos y colaboremos con ellos, eso se nos pide, una respuesta generosa pues generosa es la acción de Dios para con nosotros.



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