Así es la historia:
Desde niño yo conocía a la Orden de Predicadores, un hermano cooperador, Fr. Juan, limosnero del Convento de nuestra Señora de Montesclaros pasaba por los pueblos buscando limosnas para el sustento de los frailes predicadores de su Convento, antes de nacer nosotros -mi hermano José Ramón y yo, año y tres meses más tarde- este hermano se quedaba en casa de mis padres, al nacer nosotros por falta de espacio se quedó, cada año que pasaba por el pueblo en casa de mis tíos Julián y Jovita. Además de esto, años más tarde cuando vivíamos ya en Santander ¿quien no veía dominicos en las estaciones de RENFE de Los Corrales de Buelna, Las Caldas o Torelavega, o al pasar por las Caldas no le resultaba pintoresco ver tantos jóvenes vestidos de blanco?.
Con 17 años, después de unas cuantas visitas -siempre secretas, en mi casa nadie me creyó que era cierto que ingresaría en el Convento de Nuestra Señora de Las Caldas de Besaya hasta que un día mi madre me entrega una carta con el membrete del Prior del Convento de las Caldas, el muy querido y siempre recordado con devoción y cariño, Fr. José Larrínaga, según comunicaba en esa carta había decidido él y su Consejo que el día 15 de Junio de 1969 entrara yo en el Convento de las Caldas como Postulante.
Una fecha inoportuna:
Esta era la opinión de mi hermana María Luisa, que siendo bastante más joven que yo -tendría sobre los 12 años- me suplicara que aplazara ese día, era su cumpleaños y quería que lo pasara con ella, en familia, como siempre, todos juntos, pero no pudo ser.
Esta foto, cargada de recuerdos corresponde a una visita, dos autocares llenos de frailes dominicos de las Caldas que hicimos a Caleruega, lugar de nacimiento de Nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán.
Ya han pasado 46 años de esa historia, sí, los años pasan y los recuerdos permanecen, queda lo mucho que uno ha visto, aprendido y vivido, como el tiempo es más sabio que uno, al final lo que queda son los buenos recuerdos, los no tan buenos se van perdiendo por el camino.
Hola. ¡Los caminos sirven de encuentro! Yo nací ese día 15 de junio de 1969 en New Jersey. Me trasladaron a Puerto Rico 8 meses después y a los muchos años llegué, a la Parroquia Nuestra Sra. Del Carmen en Cataño, ávido de tanto y, gloria a Dios, nos encontramos. Fuiste soporte y enseñanza, realmente un amigo. Por ello, muchas gracias. No te olvidaré nunca. Te agradeceré por siempre. Un abrazo en la distancia.
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