“DIOS TODO LO
CREÓ PARA QUE SUBSISTIERA”
Las
Lecturas:
La
primera lectura del libro de la
Sabiduría nos habla de que Dios todo lo creó para el bien,
para que subsistiera, para la vida, la muerte no es proyecto de Dios, es un logro
de la envidia del diablo.
Dios
creó al hombre a su imagen y semejanza, a imagen de Dios les creó y toda la
creación que es VIDA Dios la dispuso al servicio del Hombre.
Por
eso encaja tan bien la nueva Encíclica del Papa Francisco, El Planeta Tierra
está vivo, pero la mala acción del hombre puede matarle, si el planeta muere
todos estamos condenados a morir.
El
hecho de que en nuestro planeta estén desapareciendo tantas especies de
animales por la mala gestión del hombre indica que ya estamos sumergidos en un
proceso de muerte y no de vida, indica que nos hemos salido de los planes de
Dios para con el Planeta y estamos siguiendo el juego al diablo.
La
segunda lectura está tomada de la 2ª Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios
en su capítulo 8, nos habla está escrita en este mismo tono que la primera. El
Apóstol que elogia el saber del Hombre nos llama a utilizar esta misma sabiduría
para ponerla al servicio de todos, ese todos comienza en la Comunidad.
La
Comunidad que
es el conjunto de los hermanos en cuanto a los cristianos o el “todo” en cuanto
al pueblo tiene que estar nivelado. Alcanzar este nivel requiere que unos
renuncien a aquello que les sobra para que otros adquieran aquello
imprescindible que les falta.
Ojo,
no se trata de una mera “caridad”, es un derecho de JUSTICIA DIVINA. Por tanto,
en nuestra sociedad están en pecado aquellos países o aquellas personas que
acumulan grandes posesiones y riquezas mientras otros muchos pasan graves
necesidades.
Eso
va contra el plan de la
Creación de Dios por lo que es un grave pecado contra la Creación y no solamente desprestigia
al hombre sino que lo envilece, lo hace deshumano, un hombre así está en su
actuación por debajo de los mismos animales, que comparten y velan que no falte
nada a la “manada” incluso se preocupan más por los ancianos y las crías. Y luego
algunos dicen de los animales, cuantos ejemplos nos dan.
Recientemente
con ocasión de la víspera de San Juan hemos visto imágenes de muchas playas en
el mundo, esa visión daba asco, y luego para más INRI no permiten que los
perros no entren en las playas, pero si son los humanos los que no tendrían que
entrar en las playas, los perros no manchan tanto, no dejan tanta basura. Sí,
tendremos que empezar a valorizar a los animales y a auto juzgarnos nosotros en
nuestras malas acciones.
El
Evangelio está tomado de San Marcos 5, 21-43. Para mi la narración de este
Evangelio es de una importancia total, pues me muestra lo cercano que está Jesús
ante las personas que realmente quiere algo de Él. Nos habla de algunos
milagros, pero el que más me llama la atención es ese que realiza a esa pobre
mujer que pierde sangre, algo muy mal visto en la mentalidad judía, que hacía a
esa mujer considerarse sucia, impura, repugnante ante los ojos de los demás.
Pero
lo bonito de este milagro es el contexto, Jesús camina entre un gentío,
apretado por todas parten, con empujones de unos y de otros, mientras esta pobre
mujer, entre el alboroto que causaba la presencia de Jesús piensa: “si solo le
toco el manto quedaré curada”, ella tenía la seguridad de que no sería
necesario explicar su penosa situación, darla a conocer, hacer pasar a Jesús por
un mal rato de tener que “ser tocada por Él” y cuando todo se cumple según la
fe de la mujer pregunta Jesús porque ha sentido salir de él fuerza ¿Quién me ha
tocado el manto?. ¿No es maravilloso?
Si
eso le sucedió a esta pobre mujer llena de fe y de confianza en el Señor ¿Qué nos
podría suceder a nosotros que no tocamos su manto pero recibimos todos los
domingos su cuerpo y su sangre?. Creo que hemos de ser sinceros con el Señor y
reconocer nuestra incredulidad. Sí, en nuestro mundo hemos avanzado mucho en
algunas cosas, hemos progresado mucho, pero en lo de más importancia, el
cuidado del Planeta, el cuidado de la persona, en la fe, hemos ido para atrás
como el cangrejo. No dejemos pasar más tiempo, no perdamos la vida en banalidades,
no sembremos viento, pidamos al Señor que seamos capaces de tener una fe
sencilla como la mujer del Evangelio y así caminar gozosos hacia la Salvación que Dios nos
ofrece. Escuchemos su palabra y pongámosla en práctica. Que paséis un feliz
Domingo, día del Señor.