GRATITUD:
¿Tenemos
motivos para estar agradecidos a Dios?, quizás alguien se cuestione esta
gratitud, pero lo cierto es que desde que nos levantamos hasta que nos
acostamos cada día es un motivo claro de gratitud a Dios por el don de la vida,
por su presencia en medio del mundo, en nuestros corazones, por su obrar en
beneficio de todos, por no hacer acepción de personas, por mandar a su Hijo a
nuestro mundo para salvar a TODOS los hombres.
Se
comenta mucho por estos medios el nuevo Misal que ha publicado la Conferencia Episcopal
Española, y más se comenta el cambio en las palabras de la Consagración , como se
decía antes en latín.
"Tomad y bebed todos de él, porque este es
el cáliz de mi sangre... que será derramada por vosotros y por todos los
hombres". Pues bien, los nuevos misales incorporan una variación en la
traducción que dice -y obliga a que el sacerdote diga- "por vosotros y por
muchos". en latín "pro multis")
Doctores tiene la Madre
Iglesia , pero nuestro idioma no es claro en ese “Muchos”, no
abarca el todos, y nadie duda que Jesús no vino al mundo a salvar solamente a
unos cuantos, aunque sean muchos, vino a salvar a TODOS. No importa los pecados
que tengan, no importa el desconocimiento que puedan tener, quiere que TODOS se
salven, que nadie se condene. Creo sinceramente que solamente se condenan
aquellos que por maldad o por orgullo no se quieran acoger a la MISERICORDIA QUE
ES INFINITA DE NUESTRO DIOS Y PADRE Y AL SACRIFICIO DE LA
MUERTE EN CRUZ DEL HIJO, POR TODOS LOS QUE
QUIERAN LA SALVACIÓN.
Lo
cierto es que no somos como teníamos que ser, Cristo cura a diez de la lepra, y
los acostumbrados a las cosas de Dios, casi los de estar por casa quedan
curados y siguen felices su camino, solamente el extranjero, el despreciado por
los judíos por ser samaritano vuelve a postrarse ante Jesús para darle GRACIAS.
¿Somos
así?. El hecho de ver tanta iglesia vacía si que nos cuestiona, nos hace que
nos preguntemos. ¿dónde están los otros?, ¿a caso no reciben ellos cada día el
sol matutino, el agua para la vida, el pan de cada día, todo ello dádiva de Dios
y no merecimiento nuestro?. Sí, somos así, en las penas y dificultades acudimos
a Dios y en la abundancia nos olvidamos de él; que triste humanidad, que poco
hemos aprendido de lo que es amor y misericordia, que poco valoramos la Pasión , la muerte en Cruz y
la resurrección del Señor. Somos capaces de ir en masas tras una imagen de un Cristo crucificado pero eso no conmueve nuestras entrañas para acudir a la
celebración de Acción de Gracias que es la
Santa Misa cada Domingo, día del Señor, para
mostrarle nuestro corazón agradecido al mismo tiempo que pedirle por aquello
que carecemos o que carece nuestra sociedad, para pedir un mundo sin guerras,
sin violencia, sin injusticias, sin terrorismo, un mundo mejor, ¡no hay poco
que pedir!, cambiemos mucho, cambiemos cada día, volvamos nuestros ojos a Aquel
que atravesó la lanza del romano, para que nuestra vida no sea un tiempo
perdido. La conversión para el cristiano tiene que ser una tarea de cada día.
Oh
Señor, que no sean muchos, que sean TODOS los que por tu amor y tu entrega
voluntaria al tronco de la cruz se salven y que siempre mostremos un corazón
arrepentido y agradecido a tu infinita compasión y misericordia igual que
nuestro amor al Padre que no escatimó en mandar a su Hijo al mundo para morir
como ofrenda única por TODOS, buenos y malos, para que en algún instante de
nuestra vida reconociéndolo a Él, todos seamos buenos y lleguemos a la salvación.
Que
paséis un feliz DOMINGO, día del Señor, y que en todo momento recibáis sus
bendiciones.
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