jueves, 25 de mayo de 2017

DOMINGO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. CICLO A



“JESÚS HA RESUCITADO Y HA SUBIDO AL CIELO, AL LADO DE SU PADRE DIOS, ÉL ESTÁ CON TODOS NOSOTROS”.

No es una invención, ni una paradoja, es una realidad, al subir al cielo Jesús está más cerca de todos nosotros, de cada uno de nosotros, está en nosotros, en nuestro corazón, está en la Asamblea, cuando oramos: “Allí donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos”. Él, por el Espíritu Santo se abaja a nosotros, nos acompaña, nos orienta, nos corrige, nos guía. Él acompañó por medio del Espíritu la misión de aquellos que escogió como discípulos. Los frutos del Espíritu Santo en sus vidas fueron patentes, se dejaron notar, eran evidentes, no actuaban solos, sin saber que hacer, como ovejas que no tienen pastor, al contrario, en todo momento y lugar la fuerza del Espíritu estaba con ellos y los instruía, ellos sabían que hacer y que decir en cada momento, Dios actuaba por ellos, sus manos eran las manos de Jesús, sus píes sus pies, sus palabras su voz, estaba en el cielo, sí,  con el Padre, pero seguía presente en su Comunidad, como sigue presente en medio de nosotros a pesar de los años trascurridos, a pesar de las infidelidades y pecados en la Iglesia, a pesar de nosotros mismos, Él está y hace escuchar su voz para la gente del siglo XXI, su Palabra es actual, su mensaje necesario para hombres y mujeres, jóvenes y niños de nuestros días.

Esta es la realidad, la Palabra que es eterna, que no cambia ni se muda: “YO ESTARÉ CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS HASTA EL FIN DEL MUNDO”. Vivimos tiempos difíciles, algunos por medio de las redes sociales quieren resaltar que estos tiempos son ya más que últimos, son apocalípticos, lo cierto es que en Europa el cristianismo está amenazado, pero no nos engañemos, cierto es que el ISLAM es ahora tan amenazante como cuando hace siglos los turcos amenazaban el núcleo más cristiano de Europa y el Papa San Pío V buscó esa famosa “LIGA” cristiana que derrotó a los infieles. Ahí, con ellos, desde el cielo la Santísima Virgen del Rosario oraba con la Iglesia y esta triunfó. Quizás sea lo que más falta nos hace en este tiempo presente, acudir más a la Madre del Cielo y orar, orar mucho, orar con Ella, orar en la familia, orar más en las iglesias.

 Ahora los infieles están aquí, viven entre nosotros y no son precisamente los musulmanes que han llegado como emigrante, son más peligrosos los políticos mediocres y de la extrema izquierda que luchan con uñas y dientes contra todo lo que tenga algo que ver con Cristo. Es un odio feroz, un deseo de destruir, de hacer desaparecer hasta la última CRUZ de nuestra Europa, un afán desmedido por erradicar el Cristianismo aunque para ello tengan que venderse a una religión que se declara y es enemiga del judaísmo tanto como del cristianismo. Pero estos tales olvidan la promesa de Jesús: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo”

Mientras siga avanzando el tiempo centrémonos más en la realidad que ha de envolver nuestra mente y nuestro corazón, el MANDATO del Señor: “Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y enseñadles a guardar todo lo que os he mandado”. La Misión de la Iglesia, pero una advertencia, los MALES de nuestra sociedad tienen como base el abandono de la familia, sobre todo la familia como pequeña Iglesia, como escuela del Evangelio, de valores, de principios sanos que favorecen a la sociedad tanto como a la Comunidad cristiana, sin estos valores, sin esta Iglesia Domestica nuestra sociedad se pierde, por eso hay tantos que luchan contra los valores tradicionales de la Familia.

Esta buena noticia no es otra la señal de permanencia de Jesús, Él permanece en la Iglesia, permanece con nosotros, en nuestro corazón, y es aquí, si somos auténticos, nada ni nadie podrá cambiar nuestras convicciones, somos de Él y Él está en nosotros y nos hace nuevos cada día. Tenemos que seguir animados siempre por la fuerza del Espíritu Santo para ser auténticos comunicadores de la buena nueva, la promesa, desde la certeza de que Jesús, el resucitado, el que ha subido al CIELO PERMANECE Y SIGUE PRESENTE EN MEDIO DE NUESTRA IGLESIA.


Que paséis un feliz Domingo día del Señor lleno de paz y de bendiciones y que dispongáis vuestros corazones para el Pentecostés de este año.

jueves, 18 de mayo de 2017

AGRADECIMIENTO

Que nunca se apague la llama de la vocación, Señor. Santo Padre Domingo
ruega por nosotros.



MUCHAS GRACIAS POR VUESTRAS ORACIONES

EN MI 30 ANIVERSARIO

DE LA ORDENACIÓN COMO PRESBÍTERO.

GRACIAS POR VUESTRAS FELICITACIONES.

miércoles, 17 de mayo de 2017

SEXTO DOMINGO DE PASCUA, CICLO A


“NO OS DEJARÉ DESAMPARADOS, VOLVERÉ”



En la primera lectura de los Hechos, 8,5-8.14-17, vemos como la primera Comunidad, después de la predicación de Felipe, los creyentes recibían el Espíritu Santo. Los Apóstoles Pedro y Juan confirmaban a la Comunidad que había abrazado la FE en Cristo nuestro Señor.

La Comunidad creyente de nuestros días es un tanto cuestionable, son muchos los cristianos que no aprecian o estiman los Sacramentos de la iniciación cristiana, se quedan tan conformes con recibir el bautismo y hacer la primera Comunión, sobre todo en esta fría espiritualmente Europa y aquí en España. Por eso, ya hace muchos, pero muchos años que el gran dominico el P. Antonio Royo Marín escribió un libro sobre el Espíritu Santo al que dio el título de “El gran desconocido” y que verdad es.

Teníamos que vibrar de alegría ante la posibilidad de recibir la Confirmación, ya que es la plenitud de nuestra iniciación cristiana y es Él quien lo mueve todo, lo abarca todo, lo llena todo, lo hace nuevo todo; Él cambia nuestras vidas, Él llena nuestro ser, Él nos infunde la GRACIA que recibimos de lo ALTO para saber más, profundizar más, conocer más de Dios y aplicar a nuestras vidas este “soplo” de sabiduría que nos infunde y nos llena.

San Pedro, en la segunda lectura, 3,15-18 nos aconseja, siguiendo el modelo de vida de Jesús, a vivir nuestra vida conformes a la fe que profesamos: “Mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal”. Seguro es que el que se empeña en vivir según la carne para nada tiene en cuenta la voluntad de Dios, pero para aquellos que se esfuerzan en hacer en todo la voluntad de Dios, siguiendo a Jesús, padecerán injusticias, pues los mundanos detestan a los que ponen su mirada en lo que es y viene de Dios, y la maldad del hombre lleva a perseguir a aquellos que quieren vivir según el Evangelio de Jesús. Pero es misión nuestra no solamente padecer si es que fuese necesario, tenemos que orar por aquellos que persiguen a la iglesia, por los pecadores, por los apartados de Dios, más aún, por los que se ponen en contra de Dios y lo desprecian. La vida del creyente es dura, sí, pero no estamos solos, tenemos al Señor con nosotros y su Santo Espíritu nos inspira en cada momento lo que debemos hacer y nos da la gracia necesaria para llevarlo a buen término.

En el Evangelio según S. Juan, 14, 15-21, nos anima el Señor a guardar sus mandamientos por amor a Él, es motivo suficiente, la fuerza del amor es el lazo más potente que jamás el hombre vio, otros lazos se rompen, otras cadenas quiebran, pero el lazo del amor, si se ama como Jesús nos enseñó, como Él nos amó, ese lazo jamás cederá.

Nuestra esperanza es saber que Jesús está con el Padre, nosotros con Jesús y Él con nosotros. Por lo tanto estamos con Dios y Dios con nosotros y además asistidos con la gracia del Espíritu Santo que es el ceñidor de toda nuestra vida, todo lo podemos, todo es posible si se hace en comunión con el Señor bajo la acción del Espíritu Santo.

También el Evangelio de Juan quiere dejarnos bien claro, que aunque Cristo murió en la CRUZ, resucitó y subió al CIELO no nos ha dejado abandonados. El Espíritu Santo llena nuestras vidas y nos fortalece. Oremos con insistencia al Espíritu Santo para que llene nuestros corazones de su divina GRACIA.


Que este mismo Espíritu colme vuestras vidas, que tengáis un feliz Domingo, día del Señor, lleno de paz y de bendiciones.

MEMORIAS DE UN DÍA TAN SEÑALADO: 30 AÑOS DE MI ORDENACIÓN:





Al ser ordenado de diacono en el Convento de Río Lajas el Vicario estimó oportuno que trabajara pastoralmente y a la vez terminara la teología desde el Convento de los Dominicos de Nuestra Señora del Carmen de Cataño. En ese tiempo era superior de la casa el P. Valeco, que era un gran pastoralista, también estaba en esa casa el P. Carlos, muy buen liturgista, de ellos aprendí mucho para mi trabajo pastoral.
En el medio año de trabajo como diácono tuve mis inicios en la Capilla de Juana Matos, un residencial marginal de infinitos problemas principalmente la droga, pero que también contaba con bellísimas personas alejadas de todo vicio. En su capilla casé a muchas parejas y bauticé a muchos niños, otro tanto en la parroquia de Cataño. A los pocos días de mi ordenación vinieron a Puerto Rico mis padres y mi hermano Andrés y unos pocos días antes desde Guatemala mi tío el Padre Mario, esa fue toda mi familia que asistió a tan importante evento, los demás se quedaron en España esperando que fuera yo pronto a celebrar la primera Misa.

La ordenación estuvo muy bien organizada por el grupo pastoral de la Parroquia, el coro se esmeró, la participación muy alta, la iglesia abarrotada, el Obispo muy ameno y cercano, como era él siempre, al finalizar la celebración llamó a mis padres para que dijeran unas palabras, mi padre no subió al presbiterio pero mi madre sí que se animó y recuerdo que habló muy bien. Terminada la fiesta religiosa pasamos a la otra fiesta en el nuevo salón parroquial donde había un verdadero banquete, pero después de un rato el P. Vicente, el Vicario de Puerto Rico nos llevó a la familia y a mí a comer en un restaurante muy elegante de la zona metropolitana para sacar a mis padres del gran alboroto de música y voces del salón de Cataño.
En Cataño celebre una primera Misa, pero en esa misma semana fuimos al Monasterio Madre de Dios de las Dominicas de Clausura para celebrar otra Misa muy solemne con las hermanas Dominicas y de ahí a Yauco, un jueves Eucarístico donde celebré otra Misa muy solemne con toda la Comunidad de Dominicos Españoles, y donde mis padres y hermano pasaron unos días muy agradables, los yaucanos se desvivieron en atenciones hacia ellos. Regresando a Cataño partimos para España y el Domingo de Pentecostés celebre la Misa Solemne en mi pueblo, Ormas, en Cantabria, junto con los párrocos de la zona: el de Ormas, el de Espinilla y el de la Hoz.
Posteriormente todos los participantes celebraron en el campo de la iglesia un ágape, vino mucha gente de otros pueblos, principalmente familiares y hasta de villava (Navarra) vino mi buen amigo Luís Miguel del Río con su madre que regresaron ese mismo día, todo una paliza de viaje. La familia y más allegados (que éramos muchos) nos reunimos en un gran salón de la casa paterna para celebrar una comida.

Ha sido un gran recorrido de mi vida religiosa, que comenzó a los 17 años:

15/06/1969 entro como Postulante en el Convento de Nuestra Señora de las Caldas en Cantabria.
23/09/1970 Comienzo el Noviciado en el Convento de Santo Domingo de Caleruega (Burgos)
23/09/1971 Hago la primera Profesión de manos del P. Provincial P. Jacinto Hoyos en Caleruega y voy destinado al Convento de San Valentín de Berrio Ochoa de Villava (Navarra) donde permanecí 3 años como enfermero de los colegiales y de los frailes mayores.

De Villava voy destinado como sacristán a San Pablo de Palencia en el 1974, luego me destinan de enfermero alternando con estudios en la Escuela de Teología a San Esteban de Salamanca en el 1976 y en Noviembre del 1978 soy destinado por el P. Provincial Fr. Cándido Aniz a Bayamón Puerto Rico. Por razones que mejor es no contar lo de Bayamón no se da y me mandan a Yauco, aquí doy clase en el Colegio de Nuestra Señora del Rosario, ayudo a Fr. Francisco como sacristán y trabajo con el P. Basilio en la Pastoral Juvenil, principalmente con la JAC (Juventud de Acción Cartólica) y en la Casa de Ejercicios. A los tres años decido ir a estudiar Pastoral Juvenil a Colombia pero no me dejan y me aconsejan que empiece en Bayamón la filosofía y teología en la UCB(Universidad Central de Bayamón) y CEDOC (Centro de Estudios de los Dominicos del Caribe) . Los Conventos en los que he estado en Puerto Rico fueron los siguientes: Santa Catalina de Bayamón, Virgen del Rosario de Yauco, Santo Domingo de Toa Alta como estudiante, El Carmen de Cataño como diácono y Vicario Parroquial, posteriormente como Vicario parroquial de la Santa Cruz de Bayamón, Párroco de Santo Domingo de Bayamón, Capellán de la Universidad Central de Bayamón y Párroco de Santa Catalina de Siena de Bayamón, alternando las parroquias con la dirección espiritual de distintos colegios de la Orden. Hasta el año 1999 que decido regresar a España, y lo hago a la Provincia Bética y soy destinado a Jerez de la Frontera donde permanezco dos años y me destinan en el 2001 a Granada como Vicario Parroquial hasta el 2007 que me mandan de Párroco a Santo Domingo de Málaga donde permanezco 5 años, en el 2012 regreso de nuevo a Granada después de sufrir el infarto y hace un año me nombran párroco de Santa Escolástica en Granada hasta el día de hoy.

lunes, 15 de mayo de 2017

30 años

Esta foto corresponde a la celebración de mi primera Misa en Ormas, Cantabria, España.

Este Documento lo impartió Monseñor Hermín Negrón Santana, Obispo Auxiliar de San Juan de Puerto Rico.

  Él me dio primeramente, en la Casa de Predicación de Bayamón, los Ministerios; me ordenó de Diácono en el Convento de Santo Domingo de Río Lajas (Toa Alta) Puerto Rico; y de Presbítero en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Cataño, Puerto Rico, el día 17 de Mayo de 1987, hace ahora 30 años.

 Que el Señor tenga  a este buen pastor en su Gloria. Fue un buen Obispo, como dice el Papa Francisco con olor a oveja, cercano, sencillo, campechano, alegre, pobre, muy pobre, vivía con poco y con poco se conformaba.

 Iguales recuerdos guardo del muy querido Padre Fr. Vicente Am. van Rooij, O.P. que por tantos años fue Vicario de Puerto Rico y Presidente de la Universidad Central de Bayamón, de los Padres Dominicos.

MES DE MAYO: MES DE MARÍA Y DE MUCHO TRABAJO.





Ya estamos a la mitad del mes. Ciertamente es un mes fuerte, fuerte en trabajo, tenemos las confesiones de los niños de Primera Comunión tanto del Colegio como de la Parroquia y las Primeras Comuniones, ayer fue tremendo y eso que solamente eran dos tandas que no llegaban cada una a los 30 niños, pero la iglesia de Santo Domingo estaba abarrotada. Además de esto recientemente hemos tenido la celebración del Triduo en honor a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que este año ha sido entrañable y especial al celebrar el centenario de las apariciones a los tres pastorcitos además de la Canonización por el Papa Francisco de San Francisco y Santa Jacinta.

Hoy, aunque no tenemos nada extraordinario celebramos la fiesta de San Isidro Labrador, el santo madrileño que nos deja una profunda enseñanza de abandono en los brazos de Dios Padre, de confianza infinita en Jesús y de la acción constante en nuestras vidas de la fuerza del Espíritu santo. Él y su esposa que alcanzaron la santidad son ejemplo a seguir, representan a esa sociedad nuestra que quizás ahora en estos tiempos modernos no veamos, pero que en tiempos anteriores si que hemos visto, de tanta gente sencilla, pobre hasta la saciedad, personas religiosas y humildes, que no escatimaron nunca en dar a la Iglesia para sus necesidades sin pararse a pensar que las que ellos sufrían eran mucho mayores, pero el que confía en Dios es así y actúa así.


viernes, 12 de mayo de 2017

QUINTO DOMINGO DE PASCUA. Ciclo A





“…Yo soy el camino, la verdad y la vida…”


En la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, 6,1-7 vemos como la primera Iglesia, con el fin de abarcar todo tipo de necesidades, instituye el diaconado. Esta lectura nos ha de hacer pensar el por qué de la dejadez de nuestros pastores, ante tanta necesidad que tenemos en España por la falta de vocaciones, no ponen más insistencia en formar un DIACONADO PERMANENTE que cubra muchas de las carencias de la misma y asistan, animen y caminen con las pequeñas Comunidades de FE para enriquecer el pastoreo de nuestra cansada Iglesia.

San Pedro en su carta 2,4-9 nos anima en nuestra vida cotidiana, nos llama piedras escogidas que tenemos por misión la construcción del gran TEMPLO DE DIOS, pero al mismo tiempo, también cada uno de nosotros somos templo de Dios, no tenemos que desfallecer ni asustarnos ante los acontecimientos de nuestra vida, al contrario, tenemos que ser conscientes que nuestra realidad, aunque pobre, una simple piedrita en la construcción del gran Templo, somos importantes pues nos ilumina, anima, acompaña y guía nada más y nada menos que el Espíritu Santo, así que si solos somos poca cosa, con el Espíritu cada uno somos inmensidad, plenitud, gracia.

San Juan 14, 1-12 nos anima a vivir sin miedo, sabedores de que si le seguimos a Él estamos en el buen camino, pues Él se nos presenta como el Camino, la Verdad y la Vida.

Sin Él no encontraremos camino alguno que nos lleve hacia Dios, sin su Evangelio o fuera del Evangelio no hallaremos verdad alguna, sin Él nuestra vida no se podrá prolongar, como dijo a orillas del pozo a la Samaritana, en un resorte de agua pura que salta hasta la VIDA ETERNA.

Esta Palabra ha de llamar nuestra atención, ha de situarnos en la Iglesia, saber que tengo yo que hacer, que puedo hacer, que espera el Pastor Santo de mí, y animados trabajar por el Reino de Dios y su justicia, sabiendo vivir en concordia con los demás hermanos de la Comunidad, de la Iglesia, y si en algún momento surgen disputas, malentendidos, incomprensiones, saber solucionarlo pacíficamente, para eso nuestra fe nos llama a descubrir la acción constante del Espíritu que nunca nos abandona, que anima, empuja, sana y todo esto lo hace a través de ti y de mí, el Señor cuenta con todos.


Tengo entendido, según recuerdo de mis años en Puerto Rico,  que este segundo domingo del mes de Mayo es el Día de la Madre en América, para los lectores de ese Continente muchas felicidades a todas las Madres y nuestras oraciones para aquellas madres que ya no están físicamente con nosotros pero que están en nuestros corazones. Oraciones por todas las Madres.