DÍA DE REYES EN GRANADA |
La Epifanía, manifestación misteriosa a tres Magos de Oriente
de distintos sitios que guiados por una estrella llegan a los pies de Jesús
niño para postrarse de rodillas y adorarlo.
No nos planteamos hechos verídicos, solamente lo que dice el
Evangelio del Señor y el significado de esta Palabra de vida para cada uno de
nosotros. Lo cierto es que el anuncio de la llegada del Mesías, el esperado no
ya del pueblo judío y sí de las naciones, no podía quedar en el anuncio de los
Ángeles a los pastores de la comarca, tenía que abarcar al mundo entero, por
eso esta EPIFANÍA es esa manifestación de la gran noticia del Dios encarnado
que llega hasta los confines de la tierra, en ellos, los Magos de Oriente
estamos todos representados, a ellos intentamos imitar. Ofrecieron regalos a
Jesús que abarcaban toda la personalidad del niño nacido en el pesebre de
Belén, como Rey que es, Oro, como Dios que es, incienso, como Hombre que ha de
morir unos treinta y tres años más tarde para redimir a toda la humanidad,
mirra, ungüento que se utilizaba en la época para enterrar a los muertos. Pero
el Evangelio dice: “Le ofrecieron sus dones”, y esto es lo importante para
nosotros. ¿Qué dones le ofrezco yo a mi Señor?, esta es la verdadera cuestión
que ha de interrogarnos en este día y siempre, lo que guardo yo en mi corazón
para darle al Señor, puesto que parece que lo que le ofrecen los Magos es un
regalo caro, yo no puedo “despachar” este ofrecimiento con migajas, Él lo que
quiere de mí es los VALORES que se encierran en mí, esos TALENTOS guardados no
para que perezcan conmigo, pues no están destinados para eso, Dios nos da esas
capacidades para que pensemos en el otro, para que salgamos de nosotros mismos,
de nuestros egoísmos, para que cada uno de nosotros, guidados por la ESTRELLA
de nuestra FE acudamos a él no por atajos, que lo sepamos hacer a través del
hermano, del despreciado, del mal visto, del abandonado. Oh Señor, cuanto hemos
progresado en estos 2018 años desde tu llegada al mundo y que poco hemos
avanzado en el conocimiento de tu mensaje, que lejos queda de nosotros tu
Palabra cuando nos dices que: “Aquello que hagáis por uno de estos mis pobres
lo hacéis por mí”, o, “Tuve hambre y me diste de comer, sed y me diste de
beber, desnudo y me vestiste, enfermo o en la cárcel y fuiste a verme”.
Que este día sea verdaderamente dichoso para todos ustedes,
desde esta Granada blanca por la nevada que ha caído mucha paz y bendiciones en
la fiesta de los Reyes Magos.
Francisco García, O.P.
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