viernes, 29 de marzo de 2019

DOMINGO IV DE CUARESMA. CICLO C.



EL PERDÓN QUE NOS OFRECE EL SEÑOR NOS HACE NUEVOS.



Este cuarto domingo de Cuaresma es conocido tradicionalmente como “Domingo Laetare”, Domingo de la ALEGRÍA, porque estamos ya mucho más cerca de la gran fiesta de los cristianos. La PASCUA del Señor. 
Es una invitación por parte de la Iglesia, que es Madre y Maestra, a vivir con profunda alegría la experiencia de desierto y encontrar es esta experiencia fortaleza, espíritu de lucha, un querer retornar a la Casa del Padre. Si miramos la historia del pueblo de Israel o la misma historia de Jesús el desierto puede llegar a ser en verdad tiempo glorioso para cada uno de nosotros individualmente, pero sobre todo para todos nosotros como Comunidad viva de nuestra fe.

En la primera lectura vemos el gozo del pueblo de Israel, tras cuarenta años de purificación en el desierto, cesado ya el Maná que dio el Señor al pueblo para que no muriera de hambre en el desierto, celebran la Pascua, el paso, y come ya los productos de la tierra de Canaá que Dios ha dado a este pueblo en heredad.

En verdad esta experiencia hace clamar al pueblo liberado de la esclavitud y de las penurias del desierto, desde lo más profundo de sus corazones: “Gustad y vez que bueno es el Señor”, pues ha obrado grandemente con ellos y tienen motivos para la alegría.

San Pablo en la segunda lectura, dirigida a los Corintios y a nosotros nos dice que lo viejo ha pasado, ahora estamos en lo nuevo, ese hombre viejo ha sido derrotado por Cristo y ahora somos hombres nuevos, reconciliados por Dios gracias a Jesús, por eso la urgencia de vivir esta reconciliación en este tiempo de la Cuaresma no sea que nos sorprenda otro año más la fiesta de la Pascua con los antiguos pecados, apegados al mal, sin haber sido capaces de ver la luz que nos ilumina y sentir la fuerza que nos libera para salir de las oscuridades y vivir la experiencia de la Gracia.

Dios nos pide a gritos esa reconciliación con él. Por eso al que no conoció el pecado lo hizo pecado para que nosotros podamos mostrarnos justificados ante Dios.

El Evangelio nos catequiza con la hermosa parábola del Hijo pródigo o más bien del Padre misericordioso. Pero corremos un gran riesgo al escuchar esta parábola, ya que la hemos escuchado tantas veces que no demos el aprecio que debe tener o no prestemos la atención para vislumbrar su riqueza, sobre todo hemos de escuchar con mucha atención la actitud de sus personajes, y colocándola en el contexto en que fue pronunciada por Jesús ver que es lo que quiere decirnos a nosotros y que respuesta hemos de dar con nuestra vida.

Lo que sí nos tiene que quedar claro es la actitud del Padre, lleno de amor y de ternura hacia sus hijos, no reprocha, no hecha en cara, no condena ni castiga, solo tiene amor, generosidad, compasión para dar a un hijo y al otro. 

El hijo menor, es el estilo de hombre con el que se junta Jesús, por eso es tan duramente criticado por los fariseos: “Come con publicanos y pecadores” y donde al final Jesús viene a descubrirnos que el “malo” en el fondo no es tan malo, llega a los brazos del Padre de Misericordia.

El hijo mayor: se identifica más con los fariseos, cumplidor en todo, no tiene nada que reprochársele, trabajador, honrado… pero vacío por dentro. Su falta de compasión, de misericordia, su estar juzgando a todo y a todos le mata, juzga y condena al hermano menor por haberse marchado de casa y no le perdona. Además, juzga y tampoco perdona al Padre por haber sido “blando” con su hermano y haberle dado una fiesta como regalo por su regreso después de haber derrochado su riqueza. Esta actitud perdió a los fariseos y hace perder a muchos cristianos que todo lo critican, lo juzgan y lo condenan, desde el Papa a el último de los cristianos. Y Dios no es así, es más, nos advierte y nos quiere compasivos y misericordiosos como él es con nosotros.

Podrimos decir que después de escuchar esta parábola y enmarcada en este tiempo de cuaresma, la pelota está en nuestro tejado, a ver que jugada pensamos realizar ahora, con que nos quedamos, que vamos a hacer, como vamos a actuar, que decisiones fundamentales para nuestra vida vamos a tomar, con que personaje de la parábola nos identificamos. Pero no podemos pasarnos toda la vida para tomar una decisión, la cuaresma es el tiempo de las oportunidades y nosotros no podemos dejar pasar esta que nos ofrece Jesús.

Que paséis un feliz domingo de la alegría y de verdad el Señor esté con cada uno de vosotros, en vuestro corazón.

Un saludo desde el Santuario de Nuestra Señora de las Caldas de Cantabria (España).
Fr. Francisco García Ortega, O.P.


viernes, 22 de marzo de 2019

DOMINGO TERCERO DE CUARESMA. ÉL NOS LLAMA: ESTEMOS A LA ESCUCHA



Tercer domingo de CUARESMA.
Ciclo C.

La Palabra proclamada nos habla de un Dios cercano, un Dios que se quiere hacer el encontradizo con nosotros, pero nosotros que somos pobres y muy limitados tenemos que vivir todo un proceso, que puede durar muchos años, para descubrirle a él. Y eso que se nos está manifestando constantemente en tantas cosas, en el corazón de cada persona, en el hermano, en el pobre, en la Iglesia, que, aunque al estar formada por hombres y mujeres carga con el lastre de la miseria humana, también es cierto que es morada, recipiente de tanta bendición y tanta Gracia de Dios que Él pone a nuestro servicio. Creo que es sumamente difícil que podamos llegar a descubrir a Dios si estamos apartados de la Iglesia y más complicado aún lo tendremos si estamos fuera de ella.

Para conocer al Padre no hay otro camino que leer el Evangelio. Mejor que el Antiguo Testamento donde ciertamente se nos habla con tanta frecuencia de Dios, pero con las limitaciones que pueden encontrarse a través de los hombres, la cultura, la religión. Con Jesús es totalmente distinto, no nos habla de lo que le han contado, o de aquello que ha podido estudiar, Él nos habla de lo que sabe, de su conocimiento divino, el nos muestra al Padre en lo que nos dice, en lo que hace y en lo que vive y como lo vive, nos demuestra al Padre incluso en como nace y en como muera en la Cruz salvadora y redentora.

Quizás una muy simple enseñanza de la primera lectura es que teníamos que estar más atentos a lo que vemos a nuestro alrededor y ser, como Moisés, un poco más curiosos. Sin esa curiosidad Moisés no se habría encontrado con el Señor cuando el episodio de la zarza ardiendo le llamó poderosamente la atención. Cuantas cosas son “señales de Dios” para cada uno de nosotros y pasamos de largo simplemente porque vamos por la vida con una prisa tan inmensa que parece que vamos a perder el tren, y lo triste del caso es que después de tanto correr puede ser que al final perdamos la última oportunidad. Pero el Señor tiene paciencia, cosa que a nosotros ya nos falta.

San Pablo en la segunda lectura nos da una seria advertencia. Lo que le sucedió en el desierto durante 40 años al pueblo de Israel es una llamada de alerta para que no nos suceda a nosotros lo mismo, tanto dar vueltas para luego quedarnos tirados a dos pasos de la meta. Ahí tenemos la Palabra, no es la Biblia un libro de adorno, bonito. Es un libro de VIDA, la vida que tenemos que vivir y experimentar, sabiendo que, aunque frágiles y pecadores, -como nos dice el Salmo Dios es compasivo y misericordioso con nosotros-. La codicia, la murmuración, la falta de confianza en Dios, el desapego de lo espiritual, nos puede llevar a la ruina total.

El Evangelio de San Lucas nos sitúa en la realidad de nuestras vidas. No se es de Dios a medias, se es o no se es. Si eres, como dice el Señor, se te tiene que conocer por tus frutos, si no hay frutos tu vida está vacía y no puede esperar otra cosa que el hacha. Esta alegoría de la cepa plantada en la viña que llevaba tres años sin dar fruto es una severa advertencia para lo que hacemos con nuestra vida, no estamos aquí, en el mundo para ver pasar las nubes, estamos para dar frutos de buenas obras y el que no lo quiera hacer no solamente se aparta del plan de Dios, se pone frente a Dios y por desgracia hoy en día muchos intentan ponerse frente a Dios de igual a igual, pobres infelices, con Dios lo somos todo, sin él somos vacío y nada. 
Estas lecturas nos dan una clave importantísima para tener en cuenta en esta tercera semana de desierto. Que el Dios de Abrahán es un Dios de Esperanza, el Dios de Moisés es un Dios de libertad y el Dios de Jesús es un Dios de amor. Que no nos falte la esperanza para que desde la libertad amemos a nuestro prójimo con la misma fuerza que tenemos que amar a nuestro Dios, no podemos mentir, no podemos asegurar que amamos a Dios si nos olvidamos del prójimo, tampoco podremos ser auténticos con el prójimo si nos alejamos de Dios.

Hermanos, que paséis un feliz domingo de cuaresma, que volváis vuestro corazón al Señor con un corazón arrepentido por los fallos, las debilidades, el hablar tantas veces de más y que nos preparemos, en el tiempo que queda de cuaresma para vivir la Semana Santa con intensidad, con certeza y sintámonos en verdad resucitados con Cristo y animados a ser útiles y dar frutos abundantes.

Si al pensar en esto llegas a desanimarte pues te encuentras algo vacío NO TE DESANIMES, sabemos que nosotros no podemos llegar con nuestras fuerzas muy lejos, pero con Él lo podemos todo. No está la salvación pendiente de nosotros, lo más importante ya está hecho, ya ha sido dado, Jesús ha muerto por nosotros, Él ya lo ha hecho TODO, nosotros sólo nos queda seguir sus pasos.

Las Caldas de Besaya, Cantabria, 22 de marzo de 2019.

jueves, 21 de marzo de 2019

EL CONVENTO Y SANTUARIO DE LAS CALDAS EN CANTABRIA



CONVENTO Y SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS CALDAS
CANTABRIA

Está localizado en la ladera rocosa de la hoz que el macizo del Dobra ha creado el río Besaya. Se ubica el convento barroco del s. XVII; aunque en siglos anteriores ya había una pequeña ermita medieval que guardaba y daba culto a la imagen de Nuestra Señora de las Caldas, a orillas del río junto a las aguas termales, por eso el nombre, caldas, aguas caldeadas, caliente. 



Esta ermita fue entregada a los Dominicos del convento “Regina Coeli” de Santillana del Mar por los vecinos del pueblo de Barros en el año 1605 para que cuidaran de la Virgen y fortalecieran la fe del entorno que comprende desde Torrelavega a los Corrales de Buelna.

Este convento de dominicos ha tenido distintas modificaciones, según ha sido su uso. Su época más esplendorosa ha sido en el siglo XX, cuando sobrevino la guerra era escuela apostólica, estudiaban y vivían niños que se preparaban para luego proseguir sus estudios en la Orden, venidos de todas partes de España, por eso, cuando sobrevino la guerra los de lugares más cercanos pudieron ir con sus familias, pero los de lugares lejanos ya no pudieron pasar. La Co0munidad que se encontraba en el Convento al cuidado del Santuario y de los niños fue martirizada y los niños dispersados entre la población más cercana, algunos tuvieron suerte, pero otros que cayeron en familias de izquierdas, por su odia a la fe católica hicieron barbaridades con los pobres niños y los trataron peor que esclavos. De esto tengo fresco el comentario de sus vivencias de un buen fraile navarro que siendo niño en las Caldas le obligaban a hacer todo tipo de trabajo y si quería comer lo tenía que hacer en la misma pila de los cerdos y al mismo tiempo porque comida para él no había. Claro, esto no es memoria histórica.

Pero el tiempo más dorado fue cuando el Convento albergó el Estudiantado de Filosofía, dependiente de la Universidad Pontificia de El Angélicum de Roma. En esta época albergó sobre 200 frailes dominicos el convento de las Caldas.

Yo ingresé en este convento el 15 de junio de 1969, ya en el año 1970 cuando yo había sido trasladado a Caleruega para hacer el noviciado los frailes estudiantes de filosofía, tres cursos, fueros trasladados al convento de Valladolid.




El convento tiene junto a la iglesia un porte elegante, hermoso, visto desde la vía del tren luce espléndido y majestuoso. Cuando entras en la iglesia no se pierde para nada esa majestuosidad, aunque no es la más grande que he conocido tampoco desdice, y menos desdecía cuando entrabas y veías las liturgias tan solemnemente cantadas por los frailes estudiantes.


Dentro de la iglesia destaca el Altar Mayor con su elegante retablo, donde está albergada la reina de la Casa Nuestra Señora de las Caldas. El retablo del Altar mayor y los otros seis de las capillas son barrocos, algunos barrocos tardíos, con influencias platerescas, fueron restaurados hace poco tiempo.




El retablo fue terminado de dorar en el 1712. Las columnas no son salomónicas sino de líneas clásicas con capitel corintio, lo mismo que los primeros retablos de las capillas laterales. Son de la escuela Vallisoletana.

Casi todas las imágenes son de Tomás de la Sierra. Las imágenes de abajo arriba y de izquierda a derecha representan a los siguientes santos:
Santo Tomás de Aquino.
San Jacinto de Polonia.
Santa Catalina de Siena.
En el centro el Manifestador, encima la Virgen de las Caldas y encima una gran talla del Arcángel San Miguel derrotando al diablo. Siguen de arriba abajo:
Santa Inés de Montepulciano, debajo:
San Luis Beltrán, y debajo de este:
San Vicente Ferrer.



En el centro arriba muestra el anagrama de la Virgen María con la leyenda inmaculísta: “Tota pulchra es anima mea”. Arriba del todo donde muestra la Cruz en rojo está la inscripción de la divisa constantiniana: “In boc signo vinces”.

Encima de las puertas que dan entrada y salida al camarín de la Virgen se encuentran que aluden, uno, a la entrega del Rosario por parte de la Virgen a Santo Domingo, y el otro, la entrega de la Virgen del escapulario del hábito al Beato Reginaldo de Orleans.

Las capillas (miradas desde el altar mayor):


La primera capilla de la derecha:está dedicada a Santo Domingo de Guzmán, fundador de nuestra Orden. Tiene imágenes de Tomás de la Sierra. Las imágenes representan a:
En el centro: Santo Domingo de Guzmán.
A su derecha: San Antonino de Florencia.
A su izquierda San Raimundo de Peñafort.
Arriba: San Felipe Neri (muy afecto a los dominicos).




La primera capilla de la izquierda: está dedicada al Patriarca San José (como en casi todos los templos de los dominicos). También con imágenes de Tomás de la Sierra.
En el centro San José bendito.
A la derecha: San Juan Bautista.
A la izquierda: María Magdalena.
Arriba: Santa Teresa de Jesús.




La segunda capilla de la derecha:  Capilla del Calvario. Con imágenes del escultor cántabro (de Guemes) Andrés de Monasterio. 
En el centro el Cristo crucificado.
Debajo: la Virgen María, a la derecha San Juan Evangelista y a la izquierda María Magdalena.
Dos pequeñas imágenes a los lados: Santo Tomás y Santa Catalina.
Arriba en el centro: San Francisco de Asís.
A la izquierda Santo Domingo y a la derecha San Ramón Nonato. El retablo está fechado en el 1728.




La segunda capilla de la Izquierda:La Virgen Niña con sus padres San Joaquín y Santa Ana. (Por desgracia hace unos años robaron la imagen de la preciosa imagen caminando de la Virgen Niña). Las demás imágenes son:
A la derecha: San Antonio de Padua.
A la izquierda: Santa Catalina de Alejandría.
Arriba: Santa Bárbara.


La Tercera capilla de la Derecha:Capilla de Santa Rosa de Lima. Imagen y retablo de Tomás de la Sierra. (1713). Estos dos últimos retablos rompen con el estilo de los demás retablos. Destacan por sus coloridas imitaciones de mármol.
A un lado: San Juan Bautista, niño, y al otro: Santiago peregrino. Arriba San Pedro Apóstol.



La tercera capilla a la izquierda: Capilla de San Martín o primeramente capilla de San Pío V. Este retablo es del mismo estilo del de la capilla de enfrente. La fecha de la terminación del retablo es del año 1738. El altar está dedicado a San Pío V. el Papa dominico de la Batalla de Lepanto y el mayor promotor de la devoción a la Virgen del Rosario y al rezo del Santo Rosario. Las imágenes:
En el centro San Pío V. a su lado imágenes de San Pedro y de San Pablo.
En la hornacina superior el Papa dominico Beato Benedicto XI.
En la hornacina inferior San Martín de Porres, obra del escultor madrileño Manuel Moreno, del año 1965.

Destaca también en la iglesia la rejaque antes dividía el templo reservando el presbiterio y coro bajo solamente para los frailes. Ahora esta reja se encuentra en el coro alto.


El coro alto, de doble sillería es de 1734. Tiene 39 asientos, adornados con columnas salomónicas y capiteles corintios y algunas figuras de ángeles y flores. Es barroco. En el centro se encuentra la imagen de nuestro Padre Santo Domingo.


El coro bajo: es moderno, del s. XX, obra del Arquitecto dominico Francisco Coello de Portugal, necesario para el rezo de más de doscientos frailes, cuando albergaba el convento al Pontificio Instituto de filosofía.

LOS DATOS Y FECHAS HAN SIDO TOMADOS DE: 
Fr. Alberto G. Fuente, O.P.
Santuario de Nuestra Señora de las Caldas
Monumento de arte religioso.

sábado, 16 de marzo de 2019

UNA LARGA CAMINATA HASTA LLEGAR A NUESTRO TABOR




SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA. Ciclo C.

Recuerdo en mis tiempos de joven, estando viviendo en Villava, Navarra, que hacíamos la “JAVIERADA”, consistía en ir andando hasta Javier haciendo noche en Alsasua, si tenías suerte en un pajar, si no en un frío banco de la iglesia.
Lo impresionante de esto era ver esa multitud que no sabías dónde estaba el principio y donde el final de gente joven, principalmente, que caminábamos alegres hacia el castillo-santuario del santo navarro. Para ver la multitud habría que subir a un helicóptero.
Esto me recuerda el camino de la CUARESMA, es como una JAVIERADA, lleno de sacrificios, esfuerzo, tristezas, pero una esperanza grande y una alegría inmensa por llegar a la meta. La meta de la cuaresma no es otra cosa que saber morir al hombre viejo y resurgir en la Pascua como hombre nuevo, resucitado como el Maestro.
Las limitaciones humanas nos opacan muchas cosas, en la Javierada no ves el comienzo y el final. Dios lo abarca todo, desde él se ve todo. La vida es eso, una caminata que emprendes cuando naces y que termina con la aventura de la muerte, el paso de este mundo, donde estamos de paso, en lo que caminamos, y concluye en cuanto llegamos a lo que anhelamos, la presencia de Dios. El Cielo.
El Evangelio de este domingo nos habla de la transfiguración, sí, una buena caminata, y en toda caminata siempre hay alguien que tira de los otros, de ti, de los rezagados. En este caso es Jesús quien tira de Pedro, Juan y Santiago para mostrarles un trocito de la Gloria, o de él glorificado, no bajo esta basta apariencia humana que ha tenido que asumir para poder darnos vida plena, se muestra resplandeciente, glorificado, tal como es el Hijo de Dios, sin limitaciones, sin las vendas de nuestros ojos, con todo su esplendor.
El mensaje con el que tenemos que quedarnos no es otro que una vez que tenemos identificado a Jesús, que sabemos quien es, como es y para que vino TENEMOS QUE ESCUCHARLE, prestarle atención, hacerle caso. Eso es lo que nos dice la VOZ poderosa del Padre y el Padre quiere lo mejor para cada uno de nosotros, por eso nos pide cosas que sabe nos serán de sumo provecho, nos servirán para llegar hasta Él.
Por tal motivo démonos cuenta que este proceso de salvación que nos ofrece Jesús y que vivimos desde el miércoles de ceniza más intensamente tiene que pasar por el Tabor. Pero ¿cómo identificaremos nosotros nuestro Tabor?, pues siguiendo las enseñanzas de Jesús podremos encontrarnos con él cuando nos encontremos con el hermano, quizás no tengamos que hacer mucho recorrido, ni subir y atravesar montañas, quizás esté en el mismo portal de nuestro edificio, en la casa de la esquina o entre los que acuden al templo que acudimos. Son muchos rostros los que vemos cada día, en aquellos que se refleje la bondad, el dolor, el sufrimiento, el amor y la esperanza estará el rostro del Señor glorificado que se acerca a nosotros con la misma humildad que un día en el Cielo tramaron la gran aventura de la salvación humana: la encarnación del hijo de Dios.
Que este Domingo segundo de cuaresma sea para nosotros un saber reponer energía para no flaquear en nuestra caminata y poder llegar sanos y enteros a la meta que tanto deseamos, el encuentro con Dios. Pero mientras tanto no perdamos el norte, no dejemos de mirar a derecha e izquierda para fijarnos y acercarnos al hermano que se nos muestra como “otro Cristo” y tiene un mensaje para nosotros.
Muchas bendiciones y feliz Domingo, día del Señor.

sábado, 9 de marzo de 2019

TIEMPO DE DESIERTO, TIEMPO DE CAMBIAR.



ENTRAMOS EN LA CUARESMA.
 Ciertamente para entrar en este tiempo tan significativo tienes que hacerlo a través de la puerta que el Señor pone en tu corazón. Pues no se trata de ir a ninguna parte a descubrir el desierto de tu vida, no te va a pedir el Señor, que como él, camines 40 días en ayunas por tu desierto para encontrarte ¿con que? o ¿con quien?. la invitación del Señor es para encontrarte contigo mismo.

La gran sorpresa que vamos a encontrar al adentrarnos en nuestro desierto es que este desierto es como la vida misma, aquí encontraremos de todo, bueno y malo, positivo y negativo, depende realmente que estás dispuesto a buscar y con cuantas ganas lo vas a conseguir.

La lectura del Evangelio sobre las tentaciones que el diablo presenta a Jesús podría ser muy bien las tentaciones que sufre la gente de nuestro mundo. "Que estas piedras se conviertan en panes" poder saciarnos, estar satisfechos sin el menor esfuerzo, no carecer de nada. ¿No es lo que ambicionamos?.

"Póstrate ante mí y te daré todos estos reinos del mundo", un poco continuar con la tentación anterior pero mucho más ambiciosa, ya no ambicionamos algo, lo queremos todo, a como dé lugar, sin pararnos a ver las consecuencias ni a quien dejamos abasallado y atropellado por el camino. Ese quererlo "TODO" se contra pone con el Evangelio de Jesús que nos quiere sencillos, pobres, y con un corazón grande y generoso, donde veamos más las necesidades de los demás que nuestras propias ambiciones.

"Tírate de aquí arriba y los ángeles te recogerán", la fama, el espectáculo, lo grandioso, todo lo contrario que los milagros que hizo el Señor, que no buscó nada de esto, su deseo era llegar al corazón del enfermo, del pobre, del despreciado por la sociedad, del excluido, del marginado. 

Cada cuaresma tenemos 40 días para pensar y quizás dos o tres para cambiar, cambiar de verdad, cambiar de corazón, que vivamos la Pasión, muerte y resurrección del Señor y podamos en verdad sentirnos resucitados, transformados, cambiados. Somos hechura De Dios, de barro, y si se lo pedimos de corazón puede hacer de cada uno de nosotros vasos nuevos que acojan toda la misericordia que Dios nos da sin que se derrame por las rendijas de nuestra apatía, nuestro cansancio y nuestros pecados. Dios todo lo hace nuevo, solamente atrevete a pedirle que te transforme.

Feliz Domingo, día del Señor desde el Santuario de la Virgen de las Caldas en Cantabria. 

sábado, 2 de marzo de 2019

MUCHO TIEMPO HA PASADO:

En Granada los asuntos de la parroquia de Santa Escolástica, de la que era el párroco en los últimos años ya me impidan entrar en este blog. atender otros asuntos que no fueran relaccionados con los de la parroquia.
Desde mi llegada a España en el año 1999 he vivido 2 años en Jerez de la Frontera encargado de la Capellanía de las Religiosas Dominicas, de la Hermandad del Huerto de los Olivos y atendiendo también la iglesia conventual, 6 años en Granada, como Vicario de la Parroquia, atendiendo las Hermandades de la Cena y la Humildad, 5 años en Málaga de párroco de la Iglesia de Santo Domingo con los asuntos propios de la parroquia, las muchas obras que tuve que realizar y la atención de las tres hermandades de Semana Santa: Mena, con el Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad, La Estrella, con Nuestra Señora de la Estrella y el Señor de la Humillación y Dolores del Puente y el Señor del Perdón. Además la refundación y puesta en marcha de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario que hacía años que ya no funcionaba como tal y más de 50 que no salía en procesión por las calles del Perchel. Ahí nació también este Blog, por eso y en recuerdo al gran sacerdote campurriano D. José Calderón, conocido como "el Duende de Campoo" puse ese nombre.

Petición de cambio:

Este año de 2019 cumplo yo 50 años desde que un 15 de junio ingresara en el Convento de Nuestra Señora de las Caldas, en Cantabria, para formar parte de la Orden de los frailes Predicadores, y este año en concreto mi madre, el día 22 de Enero cumplía 93 años. Por lo que decidí estar más cerca de ella y el mejor sitio para ello era este Convento de Nuestra Señora de las Caldas que aparece en la fotografía.

Convento de las Caldas y abajo el Balneario, el río Besaya y la estación Santander-Valladolid.

El único problema para poder gestionar este Blog es el internet que llega y pasa estas montañas y estos muros que por curiosidad he medido y pasa del metro de ancho. En Torrelavega y los Corrales de Buena, uno a un lado y el otro al otro y bien cerquita de aquí ya funcionan con la fibra óptica, pero a las Caldas no llega, no se si será que el Balneario tiene poco tirón, que ya solamente tienen de la tercera edad y no son muy aficionados a internet, pero los ocupantes de nuestras dependencias del antiguo estudiantado de filosofía son casi todos gente joven y están dependientes de la Diputación, por ellos y por medio de la Diputación ya podrían hacer algo para solucionarnos este problema. Esto ya es apartado y aislado y si encima nos aíslan con el internet pues estamos "desaparecidos del mapa".
Con todo y pese a que el internet está muy mal procuraré entrar con frecuencia a "EL DUENDE DEL PERCHEL" a ver si podemos volver a la actividad que tenía antes, cuando dejé de publicar y que era leído en muchas partes de nuestra globalizado MUNDO.

Un cordial saludo y que sea un feliz retorno para todos y consigamos nuevos lectores que también se impliquen con el Blog, ya que mi más asidua comentadora de mis publicaciones ha fallecido. Que descanse en paz nuestra querida Teóloga de Málaga.