Es
menester en los tiempos que corren que acudamos a nuestra Madre y Protectora la Santísima Virgen
del Rosario implorando su intercesión por las vocaciones en nuestra Orden.
Por la Iglesia, por nosotros, por
el pueblo de Dios para que cuente siempre con predicadores cien por cien
entregados a su misión evangelizadora, al estilo de nuestro Padre Santo Domingo
de Guzmán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario