El Maestro de la Orden, Fr. Bruno |
Fr. Bruno destacó que ante el
miedo a asumir nuevos desafíos se debe “fortalecer la confianza que tenemos en
la misión de la Orden”.
“Jesús era El solo y 12 más que pensaron que era posible dar una Palabra nueva
a todo el mundo”, recordó. Enfatizó que ofrecerle a la gente la Palabra de Dios es dar
alegría y hacerlo en Timor o en Bolivia es lo mismo.
“La Orden no es una empresa de
producción de trabajadores pastorales, de sacerdotes, no es una empresa de
provisión de docentes, es una casa para vivir”, puntualizó el Maestro, al
tiempo que admitió que hay que corregir algunos defectos. “Muchas veces
pensamos que el trabajo que hacemos es tan importante que podemos olvidar el
destino de nuestra vida”, manifestó.
Interrogado sobre las nuevas
generaciones de frailes, Fr. Bruno expresó que son muy diferentes pero, sin
embargo, señaló que existen algunas constantes “como que no son nuevos de Dios,
todos quieren recibir la tradición y el equilibrio de la vida de la Orden, vivir como hermanos
en la comunidad, rezar juntos, estudiar y predicar”.
Finalmente, Fr. Bruno destacó la
importancia de los laicos y de los frailes cooperadores para la evangelización
del mundo y planteó que en la promoción vocacional se debe contemplar la
vocación de los cooperadores.
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