UNA LUZ BRILLÓ:
En la primera lectura Isaías también a nosotros
hombres y mujeres del siglo XXI nos quiere anunciar que caminar en la luz es
posible, por más que el hombre moderno se empeñe en vivir en la oscuridad de la
noche, la claridad siguie siendo anuncio de amor y de esperanza para el pueblo
que no se instala, que quiere caminar, que avanza hacia el encuentro del Señor.
Es esta segunda lectura de San Pablo clama por la
unidad, las divisiones favorecen el plan del enemigo, le siguen en su
corriente, nos apartan de esa plena unidad que quiere para todos nuestro único
Pastor, el Señor Jesús. Muy apropiado al dar inicio hoy día 19 de Enero el
Octavario por la unidad de los cristianos. ¿Quién es de Apolo?, ¿Quién de
Pablo?, todos somos de Jesús, el nos llama a permanecer en la unidad, solo
unidos seremos fuertes, los graves problemas de la Iglesia de nuestro tiempo
no son otros que el estar divididos, desunidos, separados, rotos… solamente cuando
logremos esa plena unidad seremos fuertes, seremos auténticamente de Cristo.
Pero ya no se trata solamente de lograr la unidad entre Cristianos separados,
se trata de luchar por la unidad en nuestra Iglesia, lo vemos en las reces,
unos son del Papa Pío XII, de ahí no avanzan, ahí se quedaron anclados, otros
de Benedicto, los que no quieren a Francisco, otros del Papa Francisco, el único Papa puesto por el Espíritu Santo, aunque Cardenales salgan ahora queriendo quitar valor y fuerza a su palabra liberadora y justa; son muchas personas y no se dan cuenta
que Cristo solamente hay uno.
LLAMADA Y CONVERSIÓN:
El Evangelio de este III Domingo del tiempo
ordinario nos hace una profunda llamada a la conversión, solo si nos
convertimos cada día podremos estar con vista audaz para ver que es lo que
quiere el Señor de cada uno de nosotros, no dudéis que Él siempre quiere algo
de ti y de mí, de nosotros, algo
distinto, diferente, algo que guardamos en nuestro corazón, pero que si no nos
espabilamos pasarán los días, los años y ahí dentro se perderá por no estar a
la escucha.
Que a través de esta Palabra proclamada nos sepamos
situar donde Dios verdaderamente quiere que estemos cada uno, para que así en
todo y sobre todo cumplamos el plan que tiene para nosotros y para nuestro
entorno.
Pasad un feliz Domingo, día del Señor, y en esta
semana orad mucho por esa tan anhelada unidad que tanta falta nos hace para que
nuestro testimonio sea más creíble. Un cordial abrazo para todos.
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