CAMINAMOS EN LA LUZ , AL ENCUENTRO DEL PADRE:
La
primera lectura tomada del libro de Samuel, nos narra la preciosa historia de
la elección de David como Rey delante de sus hermanos, estos, descartados por Dios
pues Dios solamente se fija en el corazón de la persona, no como nosotros que
tantas veces actuamos y nos regimos por las apariencias.
En
la Carta de San
Pablo a los Efesios el Apóstol nos habla de cómo tenemos que actuar en la vida,
ya que nuestro tiempo de esclavitud ha quedado atrás con el Señor, Él ha
vencido al pecado y a nosotros se nos da su Gracia Divina para que seamos
capaces de renunciar al mal y obrar siempre el bien, Lo deja a elección
nuestra, pues Él nos crea en libertad para hacer y obrar según nos parezca,
pero nos advierte de las consecuencias de nuestras acciones.
Cuando
nos habla de las obras de la luz nos está indicando que nuestra vida ha de ser
transparente, lo que creemos ha de motivarnos para actuar en consecuencia, no pedimos
decir que estamos con Dios y luego que nuestras obras nos delaten y nos acusen
de estar contra Dios, con Dios no vale la mediocridad, la hipocresía, la maldad
ni la mentira, nosotros podemos, si queremos ser todo esto, pero a Él no
podemos engañarlo, conoce nuestro corazón, nos conoce a cada uno de nosotros y
quiere fidelidad y veracidad en lo que decimos y hacemos.
Esta
segunda lectura que trata el mismo tema que luego escucharemos en el Evangelio
de Juan nos dice con toda claridad como Pablo espera de cada uno de nosotros
que dejemos la vida oscura, la vida de las tinieblas la cual abandonamos en el
momento de nuestro bautismo y nos hicimos seguidores de la LUZ que es CRISTO, pero que
cada vez que retornamos al pecado abandonamos la luz para vivir otra vez en la
oscuridad. Triste realidad del cristiano y más cuando tenemos la suerte de
salir de estas tinieblas por los Sacramentos que nos ha dejado Jesús y nos
perdona y reconcilia con Dios nuestro Padre.
El
Evangelio de San Juan, 9,1-41 nos narra la historia de la curación de la
ceguera de un hombre. De la idea de los judíos –entre ellos los mismos apóstoles
de que una enfermedad, la ceguera, el ser o estar cojo, la lepra, cualquier
enfermedad es el pago por algún pecado cometido por el enfermo o sus padres o
algún pariente- que desbarata Jesús y se
lo explica a los suyos, y haciendo barro con la saliva se lo untó en los ojos y
le mandó ir a la piscina de Siloé (que significa “Enviado” a lavarse y hecho lo
mandado por Jesús recuperó el ciego la vista.
Juan
nos muestra con este milagro de la recuperación de la vista de este ciego de
nacimiento lo que estaba sucediendo en la Comunidad cristiana, procedente del judaísmo incrédulo
por tanto ciego, y como la luz de la fe va iluminando a los nuevos creyentes,
haciendo que recuperaran la
VISTA , que vieran la voluntad de Dios, ya que según esta
historia ven los que creen, pero aquellos que se niegan a creer, aunque vean,
para Jesús están ciegos del todo, son incapaces de VER LA VOLUNTAD DE DIOS, lo que Dios
tiene preparado para la salvación del hombre.
Este
tiempo de cuaresma que va avanzando con rapidez desembocará en la
GRAN FIESTA DE TODAS LAS FIESTAS: LA VIGILIA DE LA PASCUA , es la fiesta de la LUZ , Cristo es nuestra LUZ,
solo unidos a él estamos en la LUZ ,
estamos en Cristo, solos, no somos nada, a nuestro lado todo será oscuridad, tinieblas,
soledad, abandono, muerte.
Hermanos,
que ya desde ahora abandonemos las tinieblas del pecado para vivir en gracia de
Dios, que tengáis un feliz Domingo, día del Señor lleno de paz y bendiciones.
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