Los
Apóstoles fueron dejando sucesores por todas las regiones donde habían
Cristianos, y estos sucesores escogían a líderes cristianos que eran amados y
estimados por su conocimiento de la TRANSMISIÓN ESCRITA
Y ORAL del Maestro y les imponían las manos, y así ordenaban presbíteros o diáconos
según la necesidad del pueblo, escogiendo hombres célibes o casados indiferentemente, de buena reputación ellos y
sus esposas e hijos que mantuvieran encendida siempre la llama de la Fe recibida.
Con
el crecimiento del número de los Cristianos, y al hacerse común en las
distintas Comunidades Cristianas, una vez que en el Concilio de Nicea fijaran se celebrara la fecha de la Pascua –que antes no se
celebraba- para el domingo siguiente al plenilunio de Primavera (por esta razón
la cuaresma y Semana Santa no cae todos los años en la misma fecha), acostumbró
la Iglesia a
bautizar a los nuevos convertidos en esta fiesta de la Pascua , y vio la necesidad
de imponer un tiempo de preparación para los nuevos aspirantes a Cristianos
(Catecumenado de adultos) de 40 días, Esta preparación, que acompañaba toda la Comunidad Cristiana ,
y las costumbres penitenciales, es decir, la confesión, que tampoco era como
ahora la celebramos nosotros dio origen a la práctica de la Cuaresma.
¿Qué
es para nosotros la Cuaresma ?:
Es
un camino, caminamos hacia la
Pascua , La
Pascua es la
FIESTA , la Vigilia Pascual
es como la fiesta de las fiestas, la madre de todos los domingos del año, por
decirlo de alguna manera, en este camino de preparación cada Cristiano celebra
todos los Misterios de la
Redención de Cristo: su entrega, traicionado por los suyos,
vendido por un puñado de monedas por uno de sus Apóstoles, abandonado por casi
todos, entregado al populacho, condenado a muerte por el Imperio Romano,
crucificado, muerto en la cruz y resucitando para nuestra salvación.
Nosotros
en este tiempo de camino que es la
Cuaresma y su meta que en la cincuentena Pascual, intentamos
por medio de la práctica cuaresmal en poner más atención de la que ponemos
durante el tiempo ordinario de cada año en asimilar el Misterio de Cristo, Misterio
de Salvación para nosotros. Pero hemos de ser conscientes de que este CAMINO,
siempre con la cruz, siempre subida hacia el Calvario, no es un camino en
soledad. La Comunidad
está unida, tenemos que estar todos unidos y la Comunidad unida a
Cristo. Cristo camina con nosotros el camino de la Cuaresma. Por eso tenemos que
tener unas ciertas actitudes que nos hagan mejores cristianos, y más que
mejores cristianos que seamos en nuestro obrar otros Cristos presentes en
nosotros en nuestro tiempo, para traer luz a este mundo de oscuridad.
Para
lograr esto “arrancamos” con la imposición de la ceniza. Esta imposición es una
llamada a la toma de conciencia de lo caduca que es nuestra existencia: “Recuerda
que eres polvo y en polvo te has de convertir”.
También es un rechazo explícito al pecado: “Conviértete y cree en el Evangelio”
esta conversión no es otra cosa que una renuncia del mal del corazón del hombre
y una opción voluntaria al bien que nos ofrece el Señor en su Evangelio.
Pero
si somos buenos cristianos no podemos quedarnos en vivir una vez al año un
simple “signo” o señal externa, o recuerdo histórico o una simple etapa
religiosa. Precisamos una auténtica SEÑAL de que queremos cambiar, de nuestro
arrepentimiento, de abrazar la
Gracia que Dios nos otrorga por medio de los Sacramentos de la Iglesia. Confiamos
en el Señor, confiamos en la
Iglesia que es MADRE y es maestra y nos enseña, pero por
encima de todo confiamos en la MISERICORDIA
DE DIOS NUESTRO SEÑOR.
¿Cómo
hacemos este recorrido cuaresmal?
Como
queda dicho es un camino de conversión, pero tenemos que valorizar la expresión
“conversión, que para desgracia nuestra la tenemos desvalorizada. Jesús dice:
si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda infecundo. Por eso
convertirse es dejarse uno plenamente confiado morir en Cristo para resucitar
en Él. Es pues la conversión un proceso de vida-muerte-VIDA.
Una
vida caduca, llena de defectos y penalidades, una entrega que conlleva
sufrimiento, es una experiencia de muerte, pero muerte confiada, y una promesa
de Vida Eterna, una vida para siempre con Dios y en Dios.
Cuando
yo era joven y vivía en Villava (Navarra), durante los tres años hacíamos la “Javierada”,
era un recorrido a píe desde Villava al Castillo de Javier, hacíamos noche en
Sangüesa, allí nos quedábamos, en marzo creo que era, en la fría iglesia del
pueblo, otros más afortunados en pajares con el calorcito que daban los
animales y otros en portales, cada uno donde podía. Pero eran miles de personas
de todos los lugares de Navarra que hacíamos este recorrido. No podía hacerse
sin más, antes, durante cierto tiempo tenías que realizar unas buenas caminatas
para estar en forma, y otra parte importante para poder llegar bien al Castillo
de Javier era el equipo que portabas.
El
equipo que el Señor nos pide portar para el viaje de la Cuaresma es: El Ayuno, la Abstinencia , la
limosna. La oración y la Formación
Cristiana.
El
Ayuno: no es el comer menos ni por agrado a Dios ni por satisfacción nuestra,
no es el ayuno del enfermo que ha de comer menos cantidad por motivos de salud,
tiene que tener un dimensión social y caritativa, como menos para dar de lo mío
a los demás. Me quito para no dar migajas, dar lo que me he privado.
Las
Hermandades tienen como norma general la vivencia activa de la Formación , es una más de
sus leyes, pero bien poco se practica, en definitiva, a la hora de la verdad
nos damos cuenta que nadie puede amar lo que no conoce, y si no conocemos de
Jesús nada más que cuatro cosas que creemos esenciales, nuestro amor a Él es
raquítico. A más conocimiento más fuerza de amor por nuestra parte. Santo Tomás
de Aquino, a su muerte, consideraba “paja mojada” todo su saber, siendo
consciente que a más estudio sobre Dios más necesidad de estudio tenía para
acercarse a Él.
Granada,
7 de Marzo de 2014.
Fr.
Francisco E. García Ortega, O.P.
Nota: Corresponde
este escrito a la charla de formación que di a los Hermanos de la Cena Sacramental de Granada,
pero pensando que si después del trabajito de prepararla fue escuchada por una
parte no muy numerosa, quizás por este medio pueda servir su lectura a otros
hermanos de la Hermandad
que no asistieron o no pudieron asistir, que de todo hay en la viña del Señor,
o no quisieron asistir, y sí pueden leer en sus casas tranquilamente en un
ratito de descanso de sus afanes cotidianos. Que sea de utilidad y más en este
tiempo que estamos tan de “camino”.
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