“EL QUE SE ENALTECE SERÁ
HUMILLADO”
Una
gran lección nos da hoy la
Palabra proclamada en las misas de este domingo, sí, el
hombre tiende a enaltecerse, hoy en día de tal manera que incluso quiere suplir
a Dios, o más que suplirlo, quitarle, apartarle a un lado, sin darse cuenta que
el hombre sin Dios no es nada, un pelele que no tiene vitalidad, fortaleza, sabiduría,
sin Dios no somos nada, con él TODO.
Pero
esto no es nueve, en el AT se nos habla de esos hombres engreídos que querían
llegar hasta el cielo construyendo una inmensa torre, para mirar a Dios cara a
cara, de igual a igual, y ya no acatar los normas de Dios y sí poder darle a
Dios las normas de los hombres…, pobre humanidad, este orgullo solamente nos
arrastra a la confusión, la ignorancia, a no poder entender ni entendernos.
La
actitud correcta la vemos en la parábola del Evangelio, postrarnos ante Dios
con un corazón humilde, sencillo, sin muchas explicaciones, ni siquiera con excusas,
no hace falta, Dios nos conoce, sabe de nuestros fallos, nuestros pecados,
conoce cada uno de nuestros pasos. “Ten piedad de mí, Señor, que soy un pobre
pecador” eso es suficiente para que aquél hombre bajara justificado, perdonado
del templo a su casa, mientras que el fariseo no, y no por ser engreído,
orgulloso, por tenerse como mejor que los demás, por ser “cumplidor” pero sin
alma, sin conciencia, sin bondad en el corazón. Pero ojo, esto no es del
pasado, actitudes como esta hay muchas, en la confesión hay muchas personas que
en vez de hacer un buen examen de conciencia y así poder tener una buena
confesión te cuentan los pecados de toda la familia, pero eso sí, también
cuentan todas sus bondades, sus virtudes y hasta sus deseos no cumplidos de sus
bondadosas pretensiones. Np, no, este no es el camino, el camino es el camino
de Cristo, el camino del Calvario, el camino con piedras y costoso, el camino
de la humildad, de la bondad, de la compasión, de acercarse al pobre y
abandonado, al abuelo o abuela “dejados” en el asilo como quien deja un mueble
en la casa vieja del pueblo porque te da pena desprenderte definitivamente de él,
acordarse de la viuda o del hijo que ha perdido a sus padres, no son cosas de
historias viejas, de cuentos del tiempo de la guerra del 36, son historias de
hoy, acercadas a ti por la prensa, la
Tv , Internet, por tanto medio moderno que hoy hace que el
mundo esté mejor comunicado y sepamos en un instante de lo acontecido en Haití,
o en Siria, o en la calle que está doblando la esquena cuando sales de tu casa.
En
todo momento y con todos seamos una muestra de amor, todo lo que hacemos por
los demás lo estamos haciendo por nosotros mismos, todo el amor que das, que
derrochas en beneficio de otros lo acumulas, pero aumentado infinitamente para
tu provecho personal y espiritual.
Pasa
un feliz Domingo día del Señor, y recuerda que hoy celebra la Iglesia en el mundo entero
el Domingo del DOMUND, donde los católicos con más medios económicos hacemos
donación generosa siempre para aquellos pueblos del tercer mundo, para que se
puedan construir centros de formación, seminarios, iglesias, escuelas donde
enseñando a los nativos ellos puedan ser los Pastores que mañana guíen a sus
propios pueblos por el camino del Señor.
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