domingo, 23 de octubre de 2016

Domingo XXX del Tiempo Ordinario:





“EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO”

Una gran lección nos da hoy la Palabra proclamada en las misas de este domingo, sí, el hombre tiende a enaltecerse, hoy en día de tal manera que incluso quiere suplir a Dios, o más que suplirlo, quitarle, apartarle a un lado, sin darse cuenta que el hombre sin Dios no es nada, un pelele que no tiene vitalidad, fortaleza, sabiduría, sin Dios no somos nada, con él TODO.

Pero esto no es nueve, en el AT se nos habla de esos hombres engreídos que querían llegar hasta el cielo construyendo una inmensa torre, para mirar a Dios cara a cara, de igual a igual, y ya no acatar los normas de Dios y sí poder darle a Dios las normas de los hombres…, pobre humanidad, este orgullo solamente nos arrastra a la confusión, la ignorancia, a no poder entender ni entendernos.

La actitud correcta la vemos en la parábola del Evangelio, postrarnos ante Dios con un corazón humilde, sencillo, sin muchas explicaciones, ni siquiera con excusas, no hace falta, Dios nos conoce, sabe de nuestros fallos, nuestros pecados, conoce cada uno de nuestros pasos. “Ten piedad de mí, Señor, que soy un pobre pecador” eso es suficiente para que aquél hombre bajara justificado, perdonado del templo a su casa, mientras que el fariseo no, y no por ser engreído, orgulloso, por tenerse como mejor que los demás, por ser “cumplidor” pero sin alma, sin conciencia, sin bondad en el corazón. Pero ojo, esto no es del pasado, actitudes como esta hay muchas, en la confesión hay muchas personas que en vez de hacer un buen examen de conciencia y así poder tener una buena confesión te cuentan los pecados de toda la familia, pero eso sí, también cuentan todas sus bondades, sus virtudes y hasta sus deseos no cumplidos de sus bondadosas pretensiones. Np, no, este no es el camino, el camino es el camino de Cristo, el camino del Calvario, el camino con piedras y costoso, el camino de la humildad, de la bondad, de la compasión, de acercarse al pobre y abandonado, al abuelo o abuela “dejados” en el asilo como quien deja un mueble en la casa vieja del pueblo porque te da pena desprenderte definitivamente de él, acordarse de la viuda o del hijo que ha perdido a sus padres, no son cosas de historias viejas, de cuentos del tiempo de la guerra del 36, son historias de hoy, acercadas a ti por la prensa, la Tv, Internet, por tanto medio moderno que hoy hace que el mundo esté mejor comunicado y sepamos en un instante de lo acontecido en Haití, o en Siria, o en la calle que está doblando la esquena cuando sales de tu casa.

En todo momento y con todos seamos una muestra de amor, todo lo que hacemos por los demás lo estamos haciendo por nosotros mismos, todo el amor que das, que derrochas en beneficio de otros lo acumulas, pero aumentado infinitamente para tu provecho personal y espiritual.


Pasa un feliz Domingo día del Señor, y recuerda que hoy celebra la Iglesia en el mundo entero el Domingo del DOMUND, donde los católicos con más medios económicos hacemos donación generosa siempre para aquellos pueblos del tercer mundo, para que se puedan construir centros de formación, seminarios, iglesias, escuelas donde enseñando a los nativos ellos puedan ser los Pastores que mañana guíen a sus propios pueblos por el camino del Señor. 

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