sábado, 28 de noviembre de 2015

EL PAPA FRNCISCO EN ÁFRICA:








¿Qué lleva el Papa en el bolsillo?

2015-11-27

Dijo el Papa Francisco a los presentes (Está publicado en un vídeo y se ve con detalle lo que muestra de su bolsillo). "Les voy a contar una confidencia. Yo en el bolsillo llevo siempre dos cosas: un Rosario para rezar y una cosa que parece extraña, que es esto, y esto es la historia del fracaso de Dios, es un Vía Crucis, un pequeño Vía Crucis. Es cómo Jesús fue sufriendo desde que lo condenaron a muerte hasta que fue sepultado. Con estas dos cosas, me arreglo como puedo, pero gracias a estas dos cosas, no pierdo la esperanza”.



jueves, 26 de noviembre de 2015

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO C.





¡Levantad la cabeza porque ha llegado vuestra liberación!

Comenzamos un nuevo ciclo litúrgico, el hecho de comenzar algo siempre es motivo de alegría, de afianzarnos en la esperanza, y tenemos motivo para ello, ya que el Adviento nos inicia en todo un año lleno de etapas y momentos que marcarán nuestro caminar como cristianos en este recorrido litúrgico que va a la par del recorrido de nuestra vida, del peregrinaje de nuestra vida, y en este peregrinaje hemos de necesitar “marcar” con profundo acento algunos momentos que nos impactan, nos alegran, nos emocionan.

Este caminar del Adviento nos prepara concretamente para vivir y celebrar –con profundo acento cristiano- la Navidad, por tanto es tiempo de vivir con profundidad ese caminar nuestro por el adviento hacia el Misterio de la Encarnación y el caminar del Señor que también viene hacia nosotros, viene a nuestro encuentro, es el tema de los cantos de esta época: “Ven, ven, Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos…” o ese otro que dice: “llegará con la luz la esperada libertad”.

Es el anuncio de Jeremías que nos confirma la buena Palabra dada a la casa de Israel y a la casa de Judá, brotará un vástago que traerá la justicia y la paz a la tierra, no para un pueblo, vendrá para todos, para toda la tierra, pues a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe llegará su lenguaje. Él se llamará “Yahveh: Justicia nuestra”.

En las tres líneas que escucharemos en la segunda lectura de San Pablo a los Tesalonicenses escucharemos lo esencial, el mensaje resumido pero a la vez lo suficientemente claro, que hemos de crecer y progresar en el amor, es la voluntad de aquel que nos amó hasta el extremo, que se dio totalmente por todos nosotros y que nos anima en la Eucaristía a renunciar a nuestros pecados y egoísmos para avivar el amor de nuestro corazón, un amor siempre creciendo hacia Dios y un amor creciendo también hacia el prójimo.

En cuanto al Evangelio, lo mismo que lo escuchado hace dos domingos, nos habla de esas señales del cielo y en la tierra que nos hablarán de la venida eminente del Hijo de Dios para juzgar al mundo. Quizás tengamos que estar más atentos a estas señales, no para ver si viene ya o aún tarda en llegar, estar más atentos para ver si estas señales nos indican que nosotros estamos aún muy lejos de ver a Jesús en el hermano, en el que nos necesita, en el que sufre…, si no somos capaces de ver aquí y ahora el rostro de Dios en el hermano dudo mucho que seamos capaces de ver esas señales de las que nos habla el Evangelio para saber cuando viene el Señor. Dichosos nosotros si cuando venga nos encuentra “distraídos” porque estamos demasiado atareados en atender los dolores y los sufrimientos de los que padecen, si nos sorprende ese día en la tarea de socorrer, amar y amparar a aquellos que nos rodean. Me imagino que Él aguardará a que terminemos la jornada, sin distraernos, pues se complacerá en esa bondadosa “distracción”.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

De las homilías atribuidas a San Macario, Obispo:



 
¡Ay del alma en la que no habita Cristo!

Así como en otro tiempo Dios, irritado contra los judíos, entregó a Jerusalén a la afrenta de sus enemigos, y sus adversarios los sometieron, de modo que ya no quedaron en ella ni fiestas ni sacrificios, así también ahora, airado contra el alma que quebranta sus mandatos, la entrega en poder de los mismos enemigos que la han seducido hasta afearla.
Y, del mismo modo que una casa , si no habita en ella su dueño, se cubre de tinieblas, de ignorancia y de afrenta, y se llena de suciedad y de inmundicia, así también el alma, privada de su Señor y de la presencia gozosa de sus ángeles, se llena de las tinieblas del pecado, de la fealdad de las pasiones y de toda clase de ignominia.
¡Ay del camino por el que nadie transita y en el que no se oye ninguna voz humana!, porque se convierte en asilo de animales, ¡Ay del alma por la que no transita el Señor ni ahuyenta de ella con su voz a las bestias espirituales de la maldad! ¡Ay de la casa en la que no habita su dueño! ¡Ay de la tierra privada de colono que la cultive! ¡Ay de la nave privada de piloto!, porque, embestida por las olas y tempestades del mar, acaba por naufragar!. ¡Ay del alma que no lleva en sí al verdadero piloto, Cristo!, porque, puesta en un despiadado mar de tinieblas, sacudida por las olas de sus pasiones y embestida por los espíritus malignos como por una tempestad invernal, terminará en el naufragio.
¡Ay del alma privada del cultivo diligente de Cristo, que es quien le hace producir los buenos frutos del Espíritu!, porque, hallándose abandonada, llena de espinos y de abrojos, en vez de producir fruto, acaba en la hoguera. ¡Ay del alma en la que no habita Cristo, su Señor!, porque, al hallarse abandonada y llena de la  fetidez de sus pasiones, se convierte en hospedaje de todos los vicios.
Del mismo modo que el colono, cuando se dispone a cultivar la tierra, necesita los instrumentos y vestiduras apropiadas, así también Cristo, el Rey celestial y verdadero agricultor, al venir a la humanidad desolada por el pecado, habiéndose revestido de un cuerpo humano y llevando como instrumento la cruz, cultivó el alma abandonada, arrancó de ella los espinos y los abrojos de los malos espíritus, quitó la cizaña del pecado y arrojó al fuego toda la hierba mala; y, habiéndola así trabajado incansablemente con el madero de la cruz, plantó en ella el huerto hermosísimo del Espíritu, huerto que produce para Dios, su Señor, un fruto suavísimo y gratísimo.



martes, 24 de noviembre de 2015

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Dominicos martirizados en Viêt-Nam:


Santo Domingo Henares, del Convento de la Santa Cruz de Granada.


Santos de Biêt-Nam

San Francisco Gil
San Mateo Alonso
San Jacinto Castañeda
San Ignacio Delgado
Sto. Domingo Henares
San José Fernández
San Melchor García-Sampedro
San José María Díaz
San Jerónimo Hermosilla
San Valentín de Berrio-Ochoa
San Pedro Almató y Rivera
Y otros 23 santos de esa tierra, pertenecientes de una manera u otra a la Orden de Predicadores,

Santo Domingo Henares, Dominico y Obispo es hijo de nuestro Convento de la Santa Cruz de Granada, Nació en Baena (Córdoba) el 19 de Diciembre de 1765.  Con gran insistencia suya fue mandado a Manila, en l790 llegó a Viêt-Nam. Fue Vicario Provincial y en 1800 Obispo.  Muere decapitado  el 25 de Junio de 1838.

sábado, 21 de noviembre de 2015

DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO. JESUCRISTO: REY DEL UNIVERSO. 22/11/2015 CICLO B.






“TODO EL QUE ES DE LA VERDAD ESCUCHA MI VOZ”

El Profeta Daniel ya nos habla de este Rey del Universo, Rey que dominará todo y todo será sometido tarde o temprano a Él, el reinará con poder y majestad por siempre jamás, su reino no tendrá fin. Entonces los que se enaltecían contra él acatarán sus órdenes y su dominio y todos inclinarán su cabeza ante el Rey Soberano.

Este señorío de Jesús radica en que dio su vida por todos, siendo el Hijo de Dios no despreció a la muerte, la acató y se sacrificó “uno por todos” para que todos tengamos vida eterna.
Por eso Él será ensalzado sobre todo viviente y todos le verán venir en gloria y majestad pues él es el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el que es, el que era y el que viene. Y viene para hacer justicia en el mundo, para traer la PAZ, para dar Misericordia, para mostrarnos a todos la compasión de un Dios que es AMOR y que está por encima de todo principado, de toda nación, Él someterá a todos y todos se tendrán que inclinar y doblar la rodilla ante Dios Padre Todopoderoso.

El Evangelio nos narra el encuentro de Jesús ante Pilato, aquí el mismo Jesús reconoce que es REY, pero no de este mundo, no “al estilo de los reyes de este mundo, ni de los de antes ni de los de ahora”, Él reina ya en su reino, que se encuentra en los corazones de quienes le aman, y reina desde el servicio, desde la entrega, desde el amor. Su manera de reinar es ceñirse la toalla y comenzar a lavar los píes a los discípulos, para que estos y nosotros aprendamos de una vez y para siempre que el que quiera sobresalir ante los ojos de Dios lo ha de hacer desde el servicio, en servir, en darse, en vivir una entrega total y generosa radica el reinar con Cristo, y solamente de esta manera formaremos parte de Él.

No nos hagamos en nuestra mente imágenes “gloriosas” del Rey del Universo, pues Él nos ha mostrado que su corona es de espinas, su cetro una caña, su trono una CRUZ.

Los que aspiremos a ser del Señor, a estar en su reino tenemos que abrazar este estilo de vida que él vivió y nos mostró, que está plasmado en el Evangelio del Señor y que nos lo resume perfectamente el las bienaventuranzas, es un estilo de vida que cuesta, no es fácil, en ocasiones se hace complicado alcanzarlo, pero que merece la pena pues es la única manera de ser de Jesús, de amar como él nos amó y de entregarnos a su manera, sin condiciones, totalmente y hacerlo con corazón desbordante de alegría. No nos desanimemos ante los retos de la vida, sabemos muy bien que llegaremos hasta donde podamos llegar, tenemos que intentarlo, Él hará lo demás, Él nos llevará desde donde nos quedemos hasta los brazos del Padre. Pero la vida es lucha, es sacrificio, es entrega y sobre todo es AMOR.


sábado, 14 de noviembre de 2015

CON MOTIVO DE LOS 75 AÑOS DE NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA DE GRANADA:


Según lo estipulado por el Arzobispado, además de la Salida Extraordinaria, había que hacer algo formativo, dos charlas.
Quedamos que como Hermandad de la Cena Sacramental, una de ellas sería sobre la Eucaristía, la Misa. La segunda sobre la Virgen de la Victoria.
Aunque poquita gente, para todos los que son de la Hermandad, pero eso sí, muy interesados y atentos en la charla que duró más de una hora, hora y cuarto con algunas preguntas al final.

Anoche, después de ver las noticias de la tele, sobre las 2:30 de la madrugada, escribía yo:


LO QUE MÁS SE TEMÍA HA SUCEDIDO:
Además de la nefasta organización terrorista al planificar siete atentados a la vez en el centro de París, -uno de ellos en el campo de fútbol donde jugaban las selecciones de Francia y Alemania y arbitraba un trío español- cosa que demuestra la mala intención y el deseo de hacer el mayor daño posible y matar el mayor número de personas...
El infierno si existe, y se ha manifestado esta noche en París, y concretamente en la Discoteca Batacán, cuando se han hecho realidad los peores auspicios al inmolarse los terroristas y acabar con la vida de las aproximadamente cien personas que allí se encontraban, que me imagino eran gente joven, y que el fanatismo religioso ha segado sus vidas como campesino que pasa el dalle y corta la hierba.
Cuando ha entrado la policía ha encontrado un campo de sangre y desolación.
Son casi las 2:30 de la mañana e imposible poder dormir con este dolor, esta impotencia, este malestar ya que lo que ahí ha sucedido puede suceder aquí y en todas partes, estamos en un mundo de locos, de descerebrados, de fanáticos sin principios, sin valores, sin vida. Muertos que matan, muertos que no viven sumergidos en sus odios y que no quieren dejar vivir a los demás.
Desde estas pobres líneas suplico una oración por el eterno descanso de los fallecidos y por los heridos, los traumatizados, los asustados, los afligidos, los desesperados que seguramente son muchos, pues hay heridas que no se dejan ver pero que duelen y duelen mucho. Y otra oración por la PAZ en el MUNDO. Tenemos derecho a vivir en paz.

jueves, 12 de noviembre de 2015

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B.





“VERÁN VENIR AL HIJO DEL HOMBRE”

Termina ya el tiempo ordinario y con la fiesta de Cristo Rey del Universo daremos inicio al Adviento, es natural, pues así estamos acostumbrados que en estas lecturas se nos hable en este tono apocalíptico, unas lecturas que nos hablan “del final de los tiempos”, y entre líneas también nos están hablando del final de cada uno, no estamos aquí para quedarnos ni tampoco el sepulcro es nuestro eterno destino, el cuerpo, que es la casita que guarda nuestra alma, un día desaparecerá, pero el alma está destinada para la inmortalidad, para una eternidad, y toda alma, sea de quien sea, está destinada para tener un feliz dichoso, depende de nosotros conseguir esa dicha, esa salvación que Nuestro Señor Jesucristo nos ha regalado con su muerte –uno por todos- para que todos tengamos vida en dios.

Leyendo, pues, entre líneas hemos de quedarnos con que para lograr esa salvación tenemos que ser hombres y mujeres que usemos de esa sabiduría que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. La Sabiduría de Dios que nos visita con su amor y su gracia nos lleva a ser luchadores de la paz y de la justicia, pues no podremos lograr vivir en paz si no creemos en un mundo de JUSTICIA y esta justicia no es la que algunos con criterios puramente humanos predican, hablamos de la justicia Divina, la justicia según Dios, esa que nos revela la Sagrada Palabra y nos obliga a hacer las cosas y vivir la vida de otra manera, a la manera de la santidad, la manera de Dios. Así las palabras de la primera lectura “Los sabios brillaran como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad” nos está diciendo que si somos afines al mensaje del Señor, somos eternos, la eternidad dichosa es nuestra meta.

En la segunda lectura hemos leído que “Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Estamos a las puertas del Año de la Misericordia, y desde nuestra Orden de Predicadores aún resuenan los ecos de la apertura del Año Jubilar que comenzamos el día 7 de Noviembre, fiesta de Todos los Santos de la Orden, Año de Júbilo que nos invita a mirar al pasado para no olvidar, a vivir el presente anclados en esa VERDAD plena que es Dios y a encaminarnos al futuro con amor y con esperanza, sabedores que si en 800 años la Orden de Predicadores fue fiel defensora de la VERDAD esta verdad es la que nos hará libres y nos garantizará la VIDA PLENA.

En el Evangelio escuchamos: En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán”. Nos habla de un fin, sí, todo lo nuestro ha de tener fin. Aquí nadie se queda, y lo que es material se va deteriorando y al final se destruye, pero también el señor nos da hoy unas palabras que nos tienen que animar, hacer valorar nuestra manera de vivir la vida según Dios, pues nos dice: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán” y es reconfortante el sabernos conocedores de esa Palabra eterna y sobre todo el aprender cada día a confiar en ella, a aplicarla a nuestra vida, es más, a vivir la vida conforme a ella, pues la Palabra nos cambia, nos purifica, nos renueva, arranca el mal para rejuvenecernos y hacernos eternos.

En un tiempo convulso como el nuestro donde el odio, la venganza, el rencor, la envidia es el pan de cada día, donde las persecuciones a la Iglesia y a los cristianos, solapados en algunas partes y crueles y directos en otras, no estaría de más recordar aquellas palabras del Apóstol:

Romanos, 8, 35-36:

35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
Tal como está escrito: POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO. …

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿QUIEN PUEDE CUESTIONAR LA FUERZA Y LA SABIDURÍA DEL ESPÍRITU SANTO?


Lo cierto que a cada uno nos da el Señor esa sabiduría para discernir, pensar, analizar, decir lo que uno cree según su propia conciencia. Yo se que nací en el 1952, bajo el pontificado de Pío XII, apenas tengo recuerdo de él, se o pupe ya de mayor saber que ha sido muy criticado y acusado muy injustamente de no "hacer nada" en la segunda guerra mundial, cuando hasta salía del Vaticano disfrazado de fraile para esconder soldados y judíos y librarles del cautiverio y de la muerte. ¿Pero que puede hacer un Papa en una Guerra Mundial cuando tiene que proteger a tantos hijos de la Iglesia que están sufriendo bajo la bota del dictador?.
Luego llegó la dulzura a la Iglesia con San Juan XXIII y aportó a ella lo que más necesitaba, el Papa puesto por Dios para su momento, el Papa de la PAZ, que evitó una casi segura III Guerra Mundial al inmiscuirse contra toda opinión en el asunto de los misiles de rusos y norteamericanos.
A él le sucedió el Papa Montini, el Venerable Pablo VI que puso su vida al servicio de la Iglesia aplicando el Concilio y saliendo de Roma para visitar el Mundo, la Cristiandad, el primer papa viajero.
Y a este le sucedió Juan Pablo II, el breve, pero que en apenas un mes nos dejó dos cosas, su sonrisa y su corazón.
Y vino San Juan Pablo II, el Papa polaco, el Papa de la ESPERANZA que con un largo pontificado llenó de esta gran Virtud a la Iglesia.
Luego nadie perece que lo esperaba, pero llegó el Papa Benedicto XVI, el Papa de la FE, el hombre de la sabiduría, hombre cercano que supo ganarse la simpatía del pueblo de Dios.
A su renuncia vino el el Papa Francisco, el Papa de la CARIDAD, la gran tercera Virtud tan necesaria para nosotros.
Pues eso, que cada uno específicamente en lo suyo, cada uno distinto totalmente de los otros, cada uno indispensable para la marcha de la Iglesia, cada uno actuando y obrando según designios DIVINOS.
No es el papa de mis caprichos, de mis gustos, de mis preferencias, es el PAPA que necesita la Iglesia y que el Espíritu Santo pone al frente para que todos nosotros dóciles a la voluntad Divina le amemos, le sigamos y LE OBEDEZCAMOS, SÍ, PARA MI, PARA TÍ, PARA EL OBISPO Y PARA EL CARDENAL, TAMBIÉN PARA EL ÚLTIMO DE LA FILA, le amemos y le obedezcamos, que no está ahí porque lo ha pedido él, o lo ha querido él, se le ha impuesto para ser PEDRO y confirmar a la Iglesia.

domingo, 8 de noviembre de 2015

UN ÉXITO:


Nuestro inicio del Año del Jubileo ha sido un auténtico éxito. Nuestro gran templo de Santo Domingo de Granada repleto de gente, entre esta gente destacaban las Hermanas dominicas de al menos cuatro congregaciones distintas, el Laicado Dominico, representación, aunque pobre, de algunas de las Hermandades, la Archicofradía del Rosario, los Hermanos de las Comunidades Neocatecumenales, los feligreses más allegados a la orden, a Santo Domingo y a la Parroquia.
Y sobre todo, aquellos quienes han llevado el trabajo de la preparación, el Grupo joven de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario, que además de tocar el órgano, ayudar en la Exposición del Santísimo Sacramento y la celebración de la procesión de entrada y la Misa, rezo del Santo Rosario, cantar la misa, -en esta parte causó una gran emoción que los jóvenes y algunos mayores aprendieran tan bien y tan rápido el Himno del Jubileo que cantamos a los píes del altar de Santo Domingo al terminar la celebración, cabe destacar también el papel relevante de nuestro joven organista que marca mucho la diferencia en los cultos pues el órgano llena todo nuestro gran templo,- leer moniciones y las cartas del Papa dando el año Jubilar a la Orden de Predicadores y del Maestro de la Orden animando a celebrar con fervor este año de júbilo.
En resumen, para mi y visto el parecer de much@s a los que saludé terminada la misa ha sido un gran éxito, y esto nos tiene que animar, pues el año da para mucho más y hay que hacer muchas actividades.
Por este medio, como Comisario del Año Jubilar, nombrado por la Comunidad agradecer todos los esfuerzos para que lo que celebramos realmente lo pudiéramos vivir, y vivir con alegría, agradecer la presencia de todos y el ánimo que nos habéis transmitido. Muchas gracias.














jueves, 5 de noviembre de 2015

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.






“ESTA POBRE VIUDA HA HECHADO EN EL ARCA DE LAS OFRENDAS TODO LO QUE TENÍA PARA VIVIR”


Dios, según vemos en la Palabra proclamada este Domingo, día del Señor,  no es un Dios de CANTIDADES, y sí más bien lo es de CALIDADES. NO CALIBRA EL EXTERIOR, aquellos que van ante él con puras apariencias fracasan, no sólo fracasan, se van a encontrar con el rechazo total de un Dios que ve el corazón, el interior, la voluntad de la persona, un Dios que quiere el corazón del hombre, es decir, su buena voluntad. Esta buena voluntad es la que lleva al hombre, nos lleva a cada uno de nosotros a acciones grandes, acciones heroicas, a estas acciones nos lleva la Palabra tanto en la primera lectura como en el evangelio con la historia de la vida de estas pobres mujeres, que a pesar de sus muchas limitaciones, pobreza, ya rayando casi la miseria, ante Dios y para Dios son espléndidas, radiantes, generosas, dan TODO.

La cuestión que nos plantea es no poner en evidencia lo rácanos que muchas veces podemos ser con lo “nuestro”, y pongo entre paréntesis lo nuestro porque en verdad lo que es mío, lo que yo pueda tener, aquellos que por años he podido amasar en realidad no nos pertenece, es prestado, solamente somos administradores de los bienes que a Dios le pertenecen y que un día habremos de rendir cuentas al Señor por el uso y el abuso en esas administraciones, siendo así esto, no se entiende como con tanta frecuencia tiramos a ser cruelmente egoístas, ruines, usureros, avariciosos, cómo pasamos ante la Iglesia, el templo para soltar unas cuantas monedas que más que darlas para hacer un avío lo hacemos para librar nuestro bolsillo del peso y el incordio de las monedas que damos.

¿Qué busca Dios en todo esto?, en primer lugar que seamos conscientes que el es el CREADOR, no nos crea ni para vivir en la miseria ni para ser miserables, nos crea por amor para ser felices, pero ojo, esa felicidad aunque ha de tener su origen aquí en la tierra tiene que encaminarnos a la felicidad plena del cielo. Por el mundo, por la vida pasamos de prestado, peregrinos sin tierra propia pues nuestra patria definitiva es el Cielo.
En segundo lugar Dios nos motiva, quiere llegar a nuestro interior para disponernos hacia Él, esa disposición será tal que nosotros podamos ser en la vida totalmente generosos, como Él es generoso, y con una confianza nuestra puesta en Él tan grande, que tengamos la certeza absoluta de que Él actuará, Él pondrá en nuestra vida lo que nos falte, multiplicará para nosotros el aceite de la alcuza, que no se agotará, lo mismo pasará con la orza de harina que no se vaciará, pero esto sólo podrá suceder si encuentra el Señor un corazón grande y confiado, un corazón que ama, cree, espera, un corazón que confía. Este corazón solo puede ser uno que no esté contaminado con las riquezas que ofrece el mundo, si es un corazón realmente pobre de dinero, pobre de placeres, pobre de ego, y rico en esperanza.
Que el Señor nos de la fortuna de ser pobres de espíritu para llegar confiados a Él.

domingo, 1 de noviembre de 2015

COMO DIOS MANDA.







Según nos enseñaron de niños en la CATEQUESIS hay catorce obras de MISERICORDIA: 7 corporales y 7 espirituales.

Cuando en las obras de Misericordia corporales, en la 7ª decimos: “Enterrar a los difuntos”. Y en la 7ª obra de Misericordia de las espirituales decimos: “Rezad a Dios por los vivos y por los difuntos”, no estamos sacando la conclusión de que cuando se nos muere un familiar, un amigo, vamos al entierro y nos desentendemos de él, ya no existe. No, estamos ligados de por vida a aquellos que nos han precedido, que se han sacrificado por nosotros, que nos han dejado su vida, su amor, su amistad.

Por eso hoy vamos al cementerio, y llevamos flores, y limpiamos el panteón, pues no es una devoción, es un deber, una obligación, nuestra conciencia nos obliga a eso y a más, a una oración, un responso, un recuerdo puestos en la presencia de Dios por ellos, con la esperanza que algún día otros hagan lo mismo por nosotros.

Unas fotos del panteón de los Frailes Dominicos de Granada donde Alejandro y yo hemos estado esta mañana para limpiar y poner flores frescas.