sábado, 31 de mayo de 2014

LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A SU PRIMA SANTA ISABEL:






Evangelio de Lucas 1:39-45


En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

Esta visita de María, fruto de la confianza en el anuncio del Ángel del Señor, tiene como significado la asistencia, el servicio, una asistencia con “prontitud” o prisa o impaciencia, asistencia solícita.
Un ejemplo de lo que es toda la vida de María, siempre en actitud pronta al servicio de la Comunidad Cristiana, siempre solícita a los problemas y carencias de esta Primera Comunidad, un servicio de amor, generosidad y entrega a cada uno de nosotros, pues lo que hizo en vida con sus parientes y amigos, posteriormente con la Comunidad Apostólica –su presencia en Pentecostés- lo sigue haciendo desde el Cielo con todos nosotros, intercediendo por todos ante Dios. Sigue con la misma actitud, para que nosotros copiemos esas virtudes y valores y seamos prontos a socorrer a los que necesitan de nosotros.

viernes, 30 de mayo de 2014

VII Domingo de Pascua - La Ascensión del Señor Ciclo A





 “No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas”


Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

Mientras miraban fijos al cielo, viéndole irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
–Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 17-23


Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todo.

Conclusión del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
-«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»


¿Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? Esa pregunta hecha a aquel pequeño grupo de discípulos del Señor, seguramente él nos la haría a nosotros en muchas ocasiones. ¿Hacia dónde está dirigida nuestra mirada de creyente?, no ha de estar mirando fijamente al cielo, en mirada vertical, aunque de vez en cuando sí tendríamos que dirigir nuestra mirada allí, a lo alto, suplicando fuerza y ayuda para poder mirar con más energía en dirección horizontal, hacia los hermanos, hacia el prójimo, y descubrir en él ese rostro de Dios encarnado principalmente en el más afligido, el que más sufre, el más desechado, despreciado, abandonado. ¡Tantos Cristos vivos a nuestro lado y aún mirando al cielo!.

En la Segunda lectura el Señor nos anima con las Palabras de Pablo, Él es la Cabeza, nosotros su cuerpo, la Iglesia, todo está puesto bajo nuestros píes, como plenitud del que lo acaba todo en todo. El es el Alfa y la Omega, el principio y el fin y ahí está abarcada la humanidad entera, si nos mantenemos unidos a la Cabeza que es Cristo, ya lo dijo el Señor con otras palabras cuando nos contaba que el era la VID y nosotros los SARMIENTOS, el sarmiento sólo da fruto si permanece unido a la vid, también lo dijo más claro: “sin mí no podéis hacer nada”. Por tanto participaremos de la Ascensión del Señor en la medida que estemos unidos, unidos entre nosotros como Cuerpo y unidos a Él que es la Cabeza del Cuerpo, la Iglesia. Esta llamada a la unidad es apremiante, no podemos permanecer impasibles ante tanto desquebrajo en la Iglesia, ante tantas iglesias de Cristo, e incluso ante tanto desunión entre hombres y mujeres que creemos en el Dios de Abrahán, Isaac, Jacob… Cristianos, Judíos Musulmanes que creemos en el mismo Dios Padre y Señor de nuestras vidas.
Ante esta situación personal, comunitaria, eclesial y mundial uno llegaría a la plena desesperación por la impotencia de este mundo nuestro tan roto, dividido, fragmentado, pero el Evangelio de San Mateo nos remite al Artífice de la Unidad, que no somos nosotros, ni nuestros líderes políticos e incluso tampoco nuestros líderes religiosos, es Él, el Paráclito, el Espíritu Santo, el que es capaz de hacer cada día todas las cosas nuevas, distintas, diferentes en nuestro corazón y en el corazón de nuestro mundo, pero para lograr los frutos de Unión tenemos que permanecer fieles y creer, creer en la promesa de Cristo y creer en la acción constante del Espíritu Santo, solamente así seremos ascendidos a la Gloria del Padre.
Por último no olvidemos que el SER cristiano es estar comprometido en la acción del Espíritu y todos, no unos pocos, o los consagrados, todos estamos llamados por el Señor a esta MISIÖS de salvación para el mundo, y nuestra vida ha de ser de auténticos misioneros, en la familia, en el vecindario, en la parroquia, en el lugar de trabajo, donde sea, es más, no donde sea, en todas partes. Y esta labor misionera más que con bonitas palabras tenemos que realizarla con buenas obras, que den testimonio de lo que somos, lo que creemos, en quien creemos y así seamos convincentes.


Una meditación muy interesante y oportuna de la lectura del Oficio Divino de esta mañana, para toda la Iglesia.





De la 1ª carta de San Juan. 3,11-17:
Queridos hermanos: este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas.
No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque  amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna.
En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?.





El Señor no hace más que insistir en que la vida del cristiano, si este es auténtico, tiene que vivirse dentro de un marco de amor fraterno, de caridad, de armonía y paz constante.
El hombre por su inclinación al pecado puede con frecuencia enemistarse e incluso llegar a un estado de coraje o incluso odio contra un hermano, pero si este hombre es cristiano no puede permitir que este estado se haga permanente en él, ha de amar con todas las consecuencias del Evangelio, y para poder amar ha de perdonar.
¿No os dais cuenta que sois templos de Dios?, si somos templos tenemos que tener este edificio espiritual limpio completamente para que Dios pueda habitar en él. En un edificio sucio por el rencor permanente, el odio, la violencia verbal o física, la envidia, la maledicencia y la difamación no habita Dios, no puede entrar pues está lleno de frutos del maligno, mi puede resplandecer la Gracia Divina.
Esto es aplicable a todos los cristianos en general y en particular, pero lo que no es de recibo es que estas situaciones se den dentro de asociaciones religiosas, grupos de fe, hermandades y otras que escogiendo la vida en fraternidad buscan caminar juntas, unidas por el mismo ideal, para llegar así desde el amor de Dios al amor fraterno dentro de nuestra Iglesia.

Es urgente la PAZ. Para tener concordia y armonía y para que lo que decimos, lo que anunciamos a toda voz, lo que proclamamos con nuestras costumbres, con las acciones continuas de nuestra tradición sea creíble, de lo contrario nos desprestigiamos nosotros y desprestigiamos a la entidad religiosa o agrupación a la que pertenecemos.

martes, 27 de mayo de 2014

VISITA DEL PAPA FRANCISCO A TIERRA SANTA:



Ha sido un maratón de acontecimientos lo que ha realizado el Papa Francisco en Tierra Santa, pero si algo ha destacado, de lo mucho bueno que se ha vivido allí en estos tres días es esta foto. Aquí si que el mundo puede entonar un PODEMOS, pero este podemos es auténtico, loable, grandioso, necesario y urgente. La figura de tres líderes del Catolicismo, Judaísmo y el Islam no nos deja duda de que es fruto de un tiempo vivido en Buenos Aires donde ya se ha compartido muchos ratos de oración conjunta, dialogo fraterno y esperanza o añoranza de una paz estable para nuestro mundo.
Espero que no se quede en fotos bonitas y que todos hagamos el esfuerzo de lograr una paz a nivel mundial tan fuerte que sea capaz de derribar muros de separación de pueblos, destruir egoísmos de empresas armamentistas que dominan voluntades de gobiernos por los beneficios económicos que para unos pocos acarrean, de lograr un cambio auténtico ya que en todo conflicto, y este de la Tierra del Señor las víctimas más grandes son los más indefensos, los niños y los ancianos.

lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy celebramos la fiesta del gran santo San Felipe Neri:









 Hoy celebramos la fiesta del gran santo San Felipe Neri:

S. Felipe Neri, El Apóstol de Roma, nació en Florencia, Italia, el 22 de julio de 1515 y murió el 26 de mayo de 1595 en Roma, Italia. Fundador de la Congregación del Oratorio. Fue toda su vida un hombre sencillo, consejero de San Pío V en distintos asuntos. La personalidad de S. Felipe atrajo al cardenal Felice Peretti, quien al convertirse en el Papa Sixto V, en 1590, deseó nombrar cardenal a Felipe Neri, pero él no aceptó.Se vistió las ropas de cardenal pero no se veía así entre los niños, se colocó su vieja sotana negra, llena de remiendos con la que llegó a los niños y jóvenes abandonados, dio socorro, alimento y amor a la clase pobre de la Ciudad Eterna. Todos le querían como a un PADRE.
Santos como él necesita la Iglesia en estos tiempos, hombres sencillos, que como dice el Papa Francisco huelan a oveja. Él si que supo toda su santa vida oler a oveja pues fue un bendito PASTOR.


 Joan Llimona - San Felipe Neri en la consagración de la Santa Misa

IMPACTANTE VIAJE DEL PAPA. DOS DETALLES DE LOS MUCHOS QUE HAY

http://www.youtube.com/watch?v=q1L6x5r5lSo#t=537


TREMENDAS Y CONMOVEDORAS PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

y

http://www.youtube.com/watch?v=l4NbQODO7c0

EL PAPA FRANCISCO con su amigo Rabino argentino en el muro de las lamentaciones:

sábado, 24 de mayo de 2014

FIESTA DEL TRASLADO:



Esta mañana en la misa de 9 en Santo Domingo y posteriormente a las 9:45 en el Monasterio de Santa Catalina del Realejo celebré la Eucaristía de la fiesta del Traslado de nuestro Padre. Por la tarde, a las 20 hs. ya celebré la misa del VI Domingo de Pascua.

El 24 de mayo de 1233 los restos de Santo Domingo fueron trasladados de su enterramiento original a un sarcófago de mármol. Desde entonces los dominicos celebramos la memoria de aquel traslado. No significó sólo mover un cadáver, porque Santo Domingo seguía vivo. Su gran obra, la Orden de Predicadores, sigue también viva.

Mañana, Dios mediante también celebraré 3 Misas, a las 9 en el Monasterio de Zafra, a las 10 en el Monasterio de Santa Catalina y a las 12 en la Iglesia de Santo Domingo. Somos pocos y faltan dos hermanos, así que toca a más.

DIOS BENDIGA AL PAPA!!!


En un momento donde en el mundo islámico se están crucificando a cristianos, se matará a una madre dentro de dos años cuando este de a luz al hijito que espera POR EL HECHO DE HABERSE CONVERTIDO AL CRISTIANISMO, donde se ven tantos gestos de odio hacia el cristianismo, el Papa Francisco llega con palabras de amor, palabras de Evangelio, palabras de esperanza.
Bueno sería que las tres grandes religiones Judaísmo, Cristianismo y el Islam sean capaces de acercarse a dialogar para facilitar la convivencia pacífica en todas las naciones.
Que Dios Nuestro Señor proteja a nuestro amado Papa Francisco, le inspire y le de la fortaleza para poner ese espíritu seráfico tan necesario para la convivencia en nuestro mundo.

DOMINGO VI DE PASCUA. Ciclo A.



VI Domingo de Pascua

“Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”


Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 8,5-8.14-17:

Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban sólo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3,1.15-18:

Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.

 Evangelio según san Juan 14,15-21:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.»

En este fin de semana elevemos nuestras oraciones por el éxito espiritual del viaje del Papa a la tierra de Jesús, siempre tan necesitada de paz, de amor, de armonía, de comprensión, de justicia. Es un viaje arriesgado y al mismo tiempo querido y esperado por él, que Nuestra Madre del Ciele le proteja y le anime en su misión de amor, y de paz, sobre todo PAZ, que sea capaz de transmitir en las tres grandes religiones que allí se unen la necesidad de nuestro mundo de experimentar esa Paz, sólamente verdadera si dejamos actuar al Espíritu Santo.


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Va pasando el tiempo y vamos avanzando en la Pascua hacia la gran fiesta de la Iglesia: Pentecostés. Las lecturas de la misa de este VI Domingo ya nos hablan de el Espíritu Santo que va haciendo prodigios en la Primera Comunidad Cristiana, de este Espíritu que Dios nos da como regalo de Jesús para aquellos que le siguen, un DON decimos, una dádiva que no es mérito nuestro, es mérito de Cristo que ha padecido por nosotros para que nosotros tengamos vida y esta vida escondida en Cristo sea una vida abundante. Solamente si estamos en Comunión con Dios el Espíritu obrará en nosotros, así vemos que sucedió en Samaria y así sucedió en todas las nuevas Comunidades que se fueron propagando por el fuego del Espíritu Santo allí donde llegaban los discípulos del Señor.

En la Segunda lectura el Apóstol San Pedro nos pide que glorifiquemos con nuestra conducta el nombre de Cristo Jesús, ser de Cristo conlleva un esfuerzo, un sacrificio, una manera nueva de vivir la vida, si somos de Cristo Él vive en nosotros y nuestro corazón ha de manifestarlo con mansedumbre aunque el dar este testimonio en ocasiones nos lleve a vivir padecimientos por Cristo. Lo que viene a decirnos el Apóstol es que si en la vida todos por una razón o por otra tenemos que sufrir y padecer pues mejor es hacerlo haciendo el bien que haciendo el mal. Que se note que somos del Señor, no solo en palabras buenas o edificantes, y sí más que en palabras en buenas acciones. Lo que tantas veces decimos: “Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran”.

El Evangelio es una llamada llena de amor por parte de Jesús a todos los Cristianos, pero una llamada a la UNIDAD, unidos nosotros en la Comunidad Eclesial, unidos a Jesús, y en Jesús unidos al Padre. Esta plena unión solamente podemos lograrla mediante la acción constante de gracia y santidad que el Espíritu Santo obra en el corazón de la persona y en el corazón de la Iglesia, la Comunidad.  Por esto nos dice el Señor: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad”.

 Sin esta plena unión no sentiremos esa presencia siempre viva de Cristo en medio de nosotros, estaremos como ovejas sin pastor, como niños huérfanos, solos, dejados, abandonados…
El Espíritu Santo nos llena de Dios, nos da sentido de pertenencia, nos muestra al Padre de todos que ama a todos y vela por todos, solamente con el Espíritu podemos llegar a ese conocimiento de Dios que nos ha de trasladar de este mundo que no deja de ser un valle de lágrimas al nuevo Reino, reino de amor, de paz, de justicia, a la salvación.

Acerquémonos con ilusión y esperanza a la Fiesta del Espíritu que se aproxima, para que viviendo en Él y por Él gocemos de las dichas que nos otorga cada día y un día, cuando disponga llevarnos a su Casa gocemos de la felicidad eterna,

jueves, 22 de mayo de 2014

Hacer o no hacer: ESA ES LA CUESTIÓN.




A finales del año pasado en Sagunto, Onda Cero premió al Grupo Espiga por su hacer en pro de los más necesitados. De hecho se premian actitudes más que trabajos, pues quien tiene una buena actitud no mide ni le cuesta el trabajo que realiza.
¿Qué hacen estos jóvenes?. Se preocupan de los necesitados, de los emigrantes que llegan a su entorno y principalmente de los niños, niños escolarizados pero que por las dificultades con el entorno, con la situación familiar y con el idioma necesitan que cuando salen de sus escuelas o colegios les acompañen y tutoren para que puedan progresar en lo que en las clases les enseñan. Como veis son trabajos que no solamente son viables en Sagunto, a la “sombra” de las Dominicas de la Anunciata,
Su lema es: “Con otra mirada”, si miráramos de otra manera la vida, el amor fraterno, el compañerismo, la cooperación serían algo más común en nuestro mundo. No hace falta irse a África, que no estaría nada de más que aquellos que no tienen proyectos que realizar aquí, buscaran en ese Continente abrir nuevos caminos de cooperativismo y misión, pero que la realidad es que en nuestro territorio hay muchos campos que atender y mucha misión que desarrollar si se quiere y se tiene buena voluntad.

Que jóvenes como este Grupo Espiga de Sagunto se animen a dar de lo mucho que tienen, sobre todo tiempo, alegría, compañerismo, amor, para que así puedan enriquecer a otros al mismo tiempo que ellos mismos se enriquecen, ya que dando es como uno recibe, amando como uno es amado, compartiendo lo que tenemos en esta vida es como nos encaminamos a la VIDA plena que está en Dios.

De la Revista ANUNCIATA EN MISIÓN 2014, Nª 36

CIUDAD DE SAGUNTO

lunes, 19 de mayo de 2014

MALA COSTUMBRE:




 
En otras imágenes pone que si compartes tendras trabajo, buena suerte o te tocará la lotería. Incluso que si no lo haces sufrirás algún tipo de desgracia.


Bueno es poner motivos religiosos de nuestra fe en el muro, pero no mezclemos lo que es fe con lo que es superstición.

 Acordaos de la propaganda que dejan casi a diario en nuestros templos de la devoción a San Judas Tadeo, esos escritos distan mucho de ser doctrina católica, es puro cuento, ¿Cómo puede ser que solamente si haces cien copias de esa hoja te toca la lotería, te sonríe la vida, te ganas el cielo?, y si no lo haces: te dice: uno al salir de casa lo mató un coche, a otro le traspasó un rayo, a otro le aplastó el cráneo una maceta caída de una balconada. No hombre, por Dios, eso no es así, tiene más valor ayudar a un pobre que hacer mil hojas, tiene más merito trabajar en Caritas que hacer un millón de esas mentirosas hojas, da más suerte en la vida el tener la conciencia tranquila que el aspirar a beneficios materiales por puro egoísmo acudiendo a un práctica “religiosa” más que sospechosa.

Haz el bien y no mires a quien, no te salvas colocando estampas o coaccionando a la gente a que le pongan un me gusta o compartiendo esa estampa una o mil veces, la salvación es fruto de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo y de nuestro sacrificio, la salvación es consecuencia de encaminar por el buen camino nuestro amor a Dios y nuestro amor al POBRE, los amores interesados para nada nunca fueron buenos.

De la devoción a la superstición no hay un paso casi inapreciable, hay una distancia enorme, cae el que quiere caer, el que no tiene miras evangélicas, el que quiere correr más de lo que puede o quiere hacerle trampa al Señor para colarse o llegar primero sin pasar por su Camino, por la Cruz, a Dios no se le puede hacer trampas, solo llegamos a Él con la conciencia limpia, con sacrificio y con mucha oración.

sábado, 17 de mayo de 2014

En Acción de gracias por la ordenación sacerdotal.


El Espíritu Santo es el que tiene que mover el corazón del Presbítero para que su trabajo y su misión no sea otra cosa que SERVICIO sincero a la Comunidad, sin esperar aplausos, sin esperar paga alguna, trabajamos para el Señor, cuando nos llame a su Casa nos dará el digno salario merecido, somos obreros de su viña, pastores de su rebaño, por lo demás, peregrinos en tierra extraña, allí donde su fuerza nos envíe, donde la Iglesia nos sitúe, sin límites, sin fronteras, el mundo es nuestro hogar, allí estaremos felices dando todo lo que tenemos y somos para la Gloria de Dios y el bien de las almas. No es retórica, es respuesta a una llamada, es la vocación a la que hemos respondido con un sí, es el servicio, es la entrega, es la generosidad; de estas materias se “funde” el servidor de la Palabra y de la Eucaristía, el ministro de la Reconciliación y de la unción de los enfermos, el que prepara a los niños y vela por la Catequesis, el que trabaja con los jóvenes y les acompaña en su despertar vocacional, el que anima a las parejas a vivir los principios del matrimonio cristiano, el que no abandona a los ancianitos y los visita cuando ya no pueden salir de su casa y los “amigos” e incluso la familia les han ido dejado solos. Sí, sólo el Espíritu Santo con su gracia y su fuego puede forjar un buen sacerdote, y sólo el sacerdote será bueno en la medida que se deje forjar por la Gracia del Espíritu Santo. Cuando hay intereses por medio se rompe este místico encanto, o este milagro de amor y de entrega.
Os agradezco vuestras palabras animándome en este 27 aniversario de mi Ordenación que han sido muchas, me gustan todas, me siguen emocionando las que llegan de América, de Puerto rico, de esa islita del encanto. 22 años, los años de la juventud son muchos años y los recuerdos se mantienen. Una cosa curiosa. Aún es el día, después que han pasado 15 años desde que regresé a España, vine a finales del 1999, que en mis sueños sigo, en muchas ocasiones, en Puerto Rico, en los lugares que viví, con la gente que compartí, principalmente con los jóvenes. Aquellas eran comunidades de mucha juventud.
No se olviden de mí, oren por mí y por que el pobre ministerio que realizo sea de provecho espiritual, que el Espíritu me inspire para que el Evangelio llegue a cada corazón, como en Puerto Rico, nunca celebro una Santa Misa sin predicar aunque sea 5 o 10 minutos. Es creo que lo propio en un Dominico, ¿no?.
Recen por mí. Yo lo hago por ustedes.

Ven, Espíritu Santo, 
llena los corazones de tus fieles 
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V./ Envía tu Espíritu y todo será creado. 
R./ Y repuebla la faz de la tierra.
Oremos:
Oh Dios, que has iluminado 
los corazones de tus hijos 
con la luz del Espíritu Santo; 
haznos dóciles a sus inspiraciones, 
para gustar siempre el bien 
y gozar de su consuelo. 
Por Jesucristo nuestro Señor. 
Amén.
Secuencia:

Ven, Espíritu divino, 
manda tu luz desde el cielo. 
Padre amoroso del pobre; 
don, en tus dones espléndido; 
luz que penetra las almas; 
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, 
descanso de nuestro esfuerzo, 
tregua en el duro trabajo, 
brisa en las horas de fuego, 
gozo que enjuga las lágrimas 
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, 
divina luz, y enriquecernos. 
Mira el vacío del hombre 
si tú le faltas por dentro; 
mira el poder del pecado 
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo, 
lava las manchas, 
infunde calor de vida en el hielo, 
doma el espíritu indómito, 
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones 
según la fe de tus siervos; 
por tu bondad y tu gracia 
dale al esfuerzo su mérito; 
salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno. 
Amén.


La celebración Eucarística de las 20 horas resultó muy bonita, media hora antes se rezó -como siempre- el Santo Rosario y la Sabatina a nuestra Madre del Cielo la Virgen del Rosario, y a continuación la Misa, que cantaron José Antonio, Alejandro y Nico. Aunque no dije nada de mis 27 años, no se trata de buscar ni la felicitación ni el aplauso, interiormente viví profundamente el acontecimiento con espíritu de acción de Gracias al Señor por su llamado y por poder un año más ser agradecido por el don del servicio que es el presbiterado.
Unos fotos de antes de la Misa frete al retablo de la Virgen del Rosario y concluida esta en la sacristía como muestra de presencia y recuerdo.

Ante el retablo de nuestra Madre la Virgen del Rosario.

En la sacristía, ante la puerta que da a la iglesia y los escudos de Isabel la Católica y Fernando.

Claustro del Colegio Mayor y Convento, adornado por la fiesta anual de los colegiales.


viernes, 16 de mayo de 2014

MAÑANA: XXVII ANIVERSARIO DE MI ORDENACIÓN SACERDOTAL EN LA PARROQUIA DE CATAÑO, PUERTO RICO:





El día de mi ordenación, bendiciendo a Monseñor Negrón.


El tiempo pasa rápido, por algún motivo de esos raros que como un enredo se manifiesta en el cerebro parece que fue ayer, bueno, tanto como ayer no, pero tampoco tanto tiempo transcurrido.
Aquel 17 de Mayo de 1987 era todo un acontecimiento y una fiesta en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, del pueblo de Cataño, pintoresco y situado frente a la Bahía de San Juan, con el famoso e impresionante Castillo del Morro saludándote siempre que dirigías la mirada al horizonte.
La Parroquia del Carmen era una Comunidad pobre, teníamos algunos “Caserios” recintos marginales donde había mucha pobreza, delincuencia, droga y mucha gente también buena, y jóvenes como joyas despuntando entre tanto vicio por su apego al estudio y su deseo de superación para salir de ahí y buscar una vida más digna, una vida mejor.
Pobres pero honrados, sí. Contaba la Parroquia con una feligresía honrada y piadosa que desde distintas asociaciones como la Legión de María, El Nombre de Jesús o Santo Nombre –tradición de la Orden-, las Diaconías con sus respectivos Diáconos permanentes y sus grupos de Ministros Extraordinarios de la Comunión avivaban la fe, la fraternidad y la convivencia ordenada y pacífica para no ser atrapada por el caos de los que militaban en cantidades de sectas y luego perdían el sentido de permanencia quedando en una pobreza espiritual sin parangón.
Pero entre todo aquello bello que tenía esa Parroquia donde yo por seis meses había trabajado pastoralmente en mi diaconado y brillaba con luz propia eran dos grupos particularmente: El grupo de Acólitos y el Grupo de Jóvenes.
La Pascua juvenil de cada año era una experiencia religiosa, la vivencia de la Fe, el ánimo de los jóvenes, los cantos, la alegría, el llenar la Iglesia sin dejar espacio para nadie más en los bancos centrales del templo, todo era presagio de un futuro prometedor y comprometido para desarrollar el presbiterado con alegría y con esperanza.
Desde la distancia física y del tiempo mi recuerdo agradecido al P. Provincial de Holanda, al P. Vicente van Rooiig, entonces Vicario de los Dominicos de Holanda, Al P. Carlos también holandés que me enseñó la verdadera liturgia, no de los libros y sí de muchos años de práctica, al querido Prior del Convento, puertorriqueño, el P. Valeco lleno de bondad y de sabiduría escondida pero que afloraba como la primavera si te acercabas a él, al P. León, que murió al poco de llegar yo y que de él heredé todo lo necesario para administrar los sacramentos a los enfermos y celebrar fuera de la Parroquia.
A esa fecha habían llegado a Puerto Rico ya mis padres y mi hermano Andrés, y desde Guatemala mi tío Mario, sacerdote misionero que me acompañaron esos días prebios y posteriores, en el amplio recorrido de “Primeras Misas” que fueron muchas, en Cataño la primera, luego otras dos “Primera Misa” en el Monasterio de las Madres Dominicas de Utuado, que anteriormente durante 7 días me habían dado, maravillosamente ellas, los Ejercicios Espirituales previos a la Ordenación. Y por último resultando ser la más numerosa la Primera Misa en Yauco, con el P. Basilio y los frailes de esa bella Comunidad de Dominicos españoles que nunca olvidaré. Terminadas estas “primeras Misas” ya con mis padres vine a España, para celebrar una Primera Misa en mi pueblo de Ormas, el Domingo de Pentecostés de ese año lleno de gracia y de ilusiones.
Y aunque fuera el Cardenal Luís Aponte Martínez quien me diera las licencias, de la Ordenación se encargó Monseñor Hermín Negrón Santana, Obispo Auxiliar de San Juan, -tanto el Cardenal Aponte como Monseñor Negrón han fallecido ya- quien fuera el que anteriormente me diera los Ministerios y posteriormente me ordenara de Diácono. Mi agradecimiento a este hombre sencillo, humilde, de campo procedía, y así, como la gente de campo vivió su vocación con cariño para todos y con dedicación constante. En la celebración, al final, antes de la Bendición mandó salir a decir unas palabras a unos cuantos, representando a la Orden, al Consejo de la Parroquia, al Grupo de jóvenes y a la familia, sacó a mi madre que agarrada al micro habló claro y bien y fue ampliamente aplaudida. 
En Ormas, en la primera Misa en España, acompañado de los Párrocos de los pueblos del Valle.

BEATO GIL DE SANTAREM




Hoy, en nuestra Orden, celebramos la fiesta del Beato Gil de Santarem, portugués, nacido hacia el 1190. hijo de padres nobles, entra en la Orden de los Predicadores siendo ya profesor de medicina en Parías, junto al venerable Maestro de la Orden Fr. Humberto de Romans. Se sabe que tuvo una gran familiaridad con el Beato Jordán de Sajonia siendo ya Maestro de la Orden.

Llevó una vida ejemplar, con lo que atrajo a muchos, especialmente a los más descarriados al camino de la salvación. Fue Prior Provincial de la Provincia de España dos veces, entre los años 1233-1248. Murió en el Convento de Santarem el 14 de mayo, día de la Ascensión, de 1265. Su culto muy popular y extendido desde el primer momento fue confirmado por el Papa Benedicto XIV el 9 de mayo de 1748.

La fiesta de este gran dominico me trae a la memoria un hecho acaecido en mi juventud. cuando yo contaba con unos 22 o 23 años, en unas vacaciones de verano salí de Santander con destino a Salamanca a dedo, como decíamos antes, pero pasando por Fátima. El viaje fue algo maravilloso, y una experiencia propia de narrar, pero me quedo con la experiencia de Santarem que fue espantosa, me había cogido un joven que tenía un coche que se caía a trozos, antes de llegar a Santarem había que bajar una gran cuesta, y para ahorrar gasolina apagaba el motor, para colmo el coche era inglés y en los adelantamientos yo rezaba, pues el alocado de conductor, como no veía bien por tener el volante al otro lado yo sufría las consecuencias. Tenía que gritarle ¡que viene un camión! no adelantes.


Recuerdo la cantidad de padre nuestros que le recé al Beato Gil para que llegara vivo a su ciudad, esperando encontrar allí otro conductor con más fortuna que el desdichado que tanto me hizo padecer, al final el viaje fue un gran éxito, esa fue mi primera vez que visité Fátima y mi enamoramiento con dicho lugar que posteriormente, estando ya en Puerto Rico, conduciendo yo visité unas 8 veces más sobre todo cuando venía acompañado de algún fraile o amigo puertorriqueño, así les enseñaba la zona Norte de España, particularmente Galicia y entrando de Portugal a Ciudad Rodrigo visitaban la preciosa ciudad de Salamanca.

Ciudad de SANTAREM

jueves, 15 de mayo de 2014

V Domingo de Pascua. Ciclo A.

Dios nos da, después de la tormenta una nueva esperanza.

"Nadie va al Padre, sino por mí"


Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 6,1-7:

“La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe”.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2,4-9:

“ Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa”.

Lectura del santo evangelio según san Juan 14,1-12:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»

El camino para llegar a Dios pasa por la Cruz.

El camino, la verdad y la vida:

La Comunidad va creciendo, el Espíritu Santo obra y va avivando y las persecuciones iniciales han provocado esa expansión casi mágica, milagrosa, el Evangelio de Jesús corre de pueblo en pueblo, los Doce no son suficientes para atender a todos los convertidos en todas partes.
Se trata ya de “Un pueblo nuevo, una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada”, Cristo hace nuevas todas las cosas, comenzando por el corazón de las personas.
Estos días nos aflige la noticia de lo acontecido en León. Y lo más triste es que no fue un arrebato de momento, ha sido algo pensado, rumiado por días, por meses, por años… y uno se pregunta como el odio, el rencor pueden anidar en el corazón del ser humano de esta manera. La respuesta la tenemos en el Evangelio. Si no dejamos sitio al Señor, si no estamos con Él, si no prestamos mucha atención a su Palabra entramos en una dinámica no ya de CAMINO, que es el mensaje de su Evangelio de hoy, entramos en una dinámica de laberinto, de caminos sin destino, de puertas cerradas, de una brutal y total soledad donde nadie cuenta, a nadie se le escucha, nadie tiende su mano, ni para suplicar ayuda ni para darla.

 Escribe José Antonio Pagola:  “ -Yo soy el camino-. El problema de no pocos no es que viven extraviados o descaminados. Sencillamente, viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento.
Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? Si se acerca a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino. A veces, avanzará con fe; otras veces, encontrará dificultades; incluso podrá retroceder, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.
“Yo soy la verdad”. Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. No todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de la realidad
Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede abrir a su Bondad.
“Yo soy la vida”. Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el mismo fondo de nuestro ser, nos infunde un germen de vida nueva”.
Estas palabras de Jesús nos tienen que hacer pensar sobre nuestra misión como CRISTIANOS: Ser cristiano no es ser cualquier cosa. El cristiano tiene que llevar en su vida cantidad de SEÑALES, como esas que nos encontramos en nuestro recorrido en la vía pública y tanto bien nos hacen para llegar a nuestro destino, sobre todo cuando caminamos por lugares desconocidos. Si nuestra vida no es señal, presencia, cercanía de Cristo para el otro algo serio está fallando en nosotros. Ya no se trata si soy cura, fraile, monja, religiosa o laico, se trata si soy verdaderamente cristiano o no lo soy, si tengo señales o me guardo esas señales en lo escondido de mí y me cierro a la salvación del otro, del prójimo. Un cristiano cerrado a la salvación del otro nunca podrá salvarse. El egoísmo es el camino más alejado del Evangelio de Jesús, nos salvamos en racimo, en familia en Comunidad. No puedo estar pendiente de mi salvación hasta el punto de que no me importe la salvación del que hace el recorrido de la vida junto a mí.

Si damos con este saber mostrar ese Camino que es capaz de llevar al hombre a la vida de AMOR por tanto a la vida de la felicidad entonces estaremos encaminando a nuestros semejantes a que descubran junto a nosotros esa VERDAD PLENA que sólo la podemos encontrar en Él, aquí no cabe la media verdad, mucho menos las mentiras y los embustes, aquí estamos encaminados, somos peregrinos hacia la plenitud que es Él. Y Él nos da la VIDA. CAMINO, VERDAD Y VIDA. Fuera de Él solo hay oscuridad y muerte, con Él Vida Plena, eterna. Una experiencia de vida que te llena, te abarca con su luz, no es esa oscuridad que te deja el pecado, ese desasosiego que te hace bacilar, ese estado que hace que tus pasos no se encaminen a ninguna parte. Lo acontecido en León y en tantos sitios, no nos engañemos, no es algo propio de esa persona que apretó el gatillo, es un mal, una enfermedad de nuestra sociedad, una sociedad que tiene que curarse, que está enferma, que precia urgentemente sanación, ¿o a caso no empiezan las noticias de cada día como si nos estuvieran leyendo aquel famoso y antiguo periódico que se llamaba “El Caso?. Sí. Para encontrar esa sanación solo en Él; es decir: CAMINO, VERDAD Y VIDA.

Calzada Romana, camino de muchos siglos (Cantabria).