viernes, 21 de junio de 2019

EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO. CICLO C.




“Tomad, esto es mi cuerpo, esta es mi sangre”.

En la primera lectura del Génesis 14,18-20 Melquisedec, con pan y vino da un banquete a Abrahán -que ha salido victorioso en una guerra- y bendice al Dios Altísimo y a Abrahán. La liturgia toma hoy esta lectura como anuncio de la Eucaristía, el gran banquete de nuestra salvación. Nuestra victoria contra el mal y el pecado.

En la segunda lectura tomada de San Pablo a los Corintios, 11, 23-26, San Pablo nos trasmite lo que sabe procede del Señor, las Palabras de la Consagración, la celebración de la Eucaristía, el milagro más grande que diariamente se realiza en multitud de templos y que sin embargo, los hombres y mujeres de esta generación pasan de él, pasan de este milagro de amor, y muchos creyentes si les dijeras que se está apareciendo el Señor o la Virgen en un lugar concreto dejarían la Misa para ir a “ver” la aparición, cuando el milagro lo tenemos a cada instante a nuestro alcance, o acaso ¿puede el hombre contemplar milagro mayor que este?. 

Esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre, que se entrega por vosotros, este es el milagro de amor, el mayor de los regalos. Y luego el mandato: “Haced esto en memoria mía”. San Pablo nos deja este testimonio que es incluso anterior a los Evangelios que tardarían algo más en completarse su redacción.

San Lucas, 9, 11b-17 en su Evangelio nos narra la multiplicación de los panes y los peces, anticipo y anuncio de la Eucaristía. Esta lectura nos tiene que llenar profundamente. No vivimos ese momento, ese milagro de la multiplicación de los panes, pero podemos vivir cada Misa como el mayor de los momentos y de los milagros que nutre nuestra alma, la vivifica, la ilumina, la llena de vida, del amor grande de Dios, actúa en cada Misa la Santísima Trinidad, es el Memorial del Señor Jesús, va dirigido a Dios Padre y actúa la fuerza santificadora del Espíritu Santo. Nos llena de su paz y de su gracia. Dejémonos llenar por Cristo que se nos entrega como banquete para que tengamos VIDA pero no una vida caduca, con una fecha de caducidad, la vida que Dios nos da en este admirable Sacramento es una VIDA PLENA, es parte de ese resorte de agua viva que salta hasta la vida plena que otros escucharon de su boca pero que nosotros experimentamos en cada celebración de la Santa Misa o de nuestra adoración al Santísimo Sacramento del Altar.

Tristemente vamos muy a menos, ya hemos perdido la tradición que recibimos y vivimos desde niños y que nos hablaba de tres JUEVES QUE RELIUCEN MÁS QUE EL SOL: Corpus Christi, Jueves Santo y la Ascensión. No dejemos entonces, ahora que lo celebramos en la mayor parte de España en Domingo que decaiga el fervor y la devoción, que por desgracia vemos como sí está decayendo. Concretamente en Granada, en la procesión del Corpus (fiesta mayor de Granada) antiguamente -hasta hace unos años- se hacían muchos altares que adornaban el recorrido del Santísimo Sacramento, se adornaba ese recorrido con preciosos “mosaicos” de colores y hoy en día creo que solamente ha contado el recorrido con apenas 4 altares, dejando de ser lo que era para ser parte del folclore. Falta el corazón, la viveza, la Gracia. Si no nos llenamos de esta Gracia de Dios ni siquiera esta precioso Sacramento a quien Santo Tomás dedicó tan preciosas palabras, pasará sin pena ni gloria ante los que acuden a ver la procesión como quien ve a la tarasca; que no decaiga la fe, que no decaiga.

Que este gran amor escondido en el pan y en el vino no nos deje fríos y desanimados, que sepamos llegar al Misterio que Cristo nos ha transmitido para que de verdad cambiemos en nuestra vida y seamos auténticos CRISTOS que se entregan por amor, por este amor que él nos da a amar a los pobres, los necesitados, afligidos, migrantes y tantos que esperan algo más de nosotros que vivimos en esta parte del mundo. Que sería de nosotros de haber nacido mucho más al Sur, pasando en mar, seguro que veríamos la vida de otra manera y comprenderíamos mejor que el Pan de la Eucaristía lo recibimos en la Sagrada Comunión, pero que esta Comunión se queda vacía, seca, sin vida si no se hace en verdad una común unión con los que necesitan del Señor, con los que claman a Dios por sus miserias, con los que esperan de Dios paz y justicia, pues Dios no está sordo a sus gritos de desesperación, Dios nos ha puesto a nosotros para solucionar en la medida de nuestras posibilidades sus problemas. No para que comulguemos, nos demos unos cuantos golpecitos en el pecho y marchemos a casa más que justificados pensando que ya hemos cumplido con Dios. El que no cumple con el prójimo difícilmente puede tener certeza de haber cumplido don Dios.

Hermanos, que paséis un feliz Domingo día del Señor y que el Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús nos vivifique para ser auténticos cristos en este siglo XXI.



viernes, 14 de junio de 2019

Padre, Hijo y Espíritu Santo.

DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL CICLO C.



Nos encontramos en la primera lectura con un precioso relato del Libro de los Proverbios donde la Sabiduría de Dios nos habla en primera persona. Esta Sabiduría que ha estado presente en toda la obra creadora de Dios es la misma Sabiduría que Dios nos da, que está en nosotros, en nuestra Iglesia, en donde dos o tres se reúnen para orar en nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Es la acción constante del Espíritu Divino, el Espíritu Santo.

Hoy más que fijarnos es esta Sabiduría de Dios presente en todo lo creado notamos, por desgracia, la ausencia de Ella, por ser este mundo nuestro tan incrédulo, por no amar a Dios, por cerrar la puerta del corazón al Espíritu Santo suceden las cosas que están sucediendo en nuestro mundo, por ese alejamiento de Dios el hombre en ves de tener “poesía”, pasión, gozo en el alma, en vez de construir y colaborar con Dios en su obra de creación, destruye, aniquila la obra creada, aniquilamos el planeta. Vista la realidad de nuestra historia habría que agradecer a Dios nuestra torpeza y nuestro atraso en conquistar otros mundos, por fortuna no podemos poner el píe ni siquiera en la Luna, de lo contraría también estaría destruyéndose, correría peligro.

San Pablo en su carta a los Romanos, 5,1-5 con unas líneas totalmente trinitarias nos anima en nuestra vida de creyentes, que sepamos avivar nuestra fe, esperanza y caridad para que el amor de Dios padre nos colme de su paz por la acción del Espíritu que no defrauda con la fortaleza que nos da el saber que podemos vencer las tribulaciones de nuestra vida, pues Jesucristo ha vencido en la cruz y esa victoria es nuestra fuerza.

San Juan 16,12-15, en el Evangelio ciertamente nos conforta con el mensaje de Jesús, donde nos muestra y da lo recibido del Padre por la acción del Espíritu Santo.

“Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena”.

Con estas palabras Jesús nos habla de la importancia de la REVELACIÓN, pero también nos advierte de que no está todo dicho, el Espíritu sigue comunicándose con nosotros, por eso la urgencia de hacer hueco en nuestra vida llena de ruido para estar a la escucha.

Hoy celebramos el día de la VIDA CONTEMPLATIVA. De tantos hombres y mujeres que viven en contemplación, a la Escucha. Escucha de la Palabra revelada, pero también escucha al Espíritu, que en ocasiones habla, otras veces ruge, en otras es un suave susurro como de viento, pero nunca permanece callado.

En algunas ocasiones algunos han llegado a decir que Dios está en silencio, no hay nada más falso, Dios habla, habla constantemente, el problema está en que no hacemos espacios para escucharle; de que no le queremos ver en las manifestaciones de la naturaleza; de los hombres que nos rodean; pobre humanidad nuestra, ciegos, sordos, mudos, necios y encima creemos que lo sabemos todo, que lo dominamos todo que estamos tan alto que sobrepasan incluso al Creador. Esa torre de Babel se construye en nuestros días desde el “ego” tan acentuado de tantas personas que prescinden de Dios. Este Dios que es “familia” y se nos da a conocer, se llega a nosotros por un solo motivo, por un inmenso amor a la humanidad.

Oremos por las vocaciones, por nuestros monjes y nuestras monjas, que la gracia del Espíritu llegue a los corazones generosos, que tiene que haber muchos en un mundo tan grande, para que descubran la llamada y la misión. Como decía nuestro Padre Santo Domingo: “Contemplar para dar el fruto de lo contemplado”.

Que paséis un feliz Domingo lleno de bendiciones. En el nombre del Padre, por Jesucristo, el Hijo, bajo la acción constante del Espíritu Santo. 


50 años de mi entrada en la Orden de Predicadores

Foto tomada en Las Caldas con 17 años.


15 de junio de 1969 – 15 de junio de 2019.



En el Convento de Nuestra Señora de las Caldas (Cantabria), siendo prior el P. José Larínaga, quien me admitió como postulante con la autorización del Provincial P. Tacón. En aquel tiempo las Caldas era el Estudio de Filosofía de la Provincia de España, siendo maestro de estudiantes el P. Cándido Aniz.

La Divina Providencia ha querido que esta celebración de los cincuenta años la viva de nuevo en Las Caldas, desde que entré en la Orden a la fecha de este año nunca había regresado aquí de fraile.

Mi trayectoria:
Junio del 69 – Agosto del 70: Postulantado en las Caldas.
Agosto del 70 - Septiembre del 71: El año de noviciado en Caleruega.
71-74: en el Convento de San Valentín de Berrio Ochoa de Villava.
74-76: en San Pablo de Palencia.
76 – 78 en San Esteban de Salamanca.
Noviembre del 1978 a Junio del 1999 en Puerto Rico.
Lugares de Puerto Rico donde he estado:
Yauco – Pastoral con los Jóvenes  de la JAC , ayudante del Sacristán y profesor en el Colegio del Santísimo Rosario.
Bayamón Estudiante en la Universidad central y en el Centro de Teología de los Dominicos del Caribe.
Toa Alta El último año de teología, mi ordenación de diacono y más adelante un año de Capellán de la Universidad Central de Bayamón.
Cataño: Mi Ordenación como presbítero y Vicario parroquial.
La mayor parte he vivido en Bayamón, donde fui Vicario parroquial de La Santa Cruz, párroco de Santo Domingo de Villa Rica y Santa Catalina de Hermanas Dávila.

Septiembre de 1999 asignación a la Provincia Bética y al Convento de Jerez de la Frontera.
2001 – 2007 Vicario Parroquial de Santa Escolástica de Granada.
2007 – 2012 Párroco de Santo Domingo de Málaga.
2013 – 1019 Granada, los tres últimos años, a la muerte del P. Álvaro fui nombrado Párroco.
El 5 de febrero de 2019 fui asignado al Convento de Nuestra Señora de las Caldas de Besaya, en mi tierra, Cantabria.

Estos son mis últimos 50 años, entré en las Caldas aquel 15 de junio, cumpleaños de mi hermana Mª Luisa que me rogaba que entrara otro día, y antes estudié en Santander en el Colegio de San Martín con los Hermanos de la Salle y trabajé en las oficinas de la Obra benéfica San Martín. Pertenecía a la Legión de María en los Franciscanos de Santander donde yo andaba como Pedro por su casa, el domingo cuando entré en la Orden, en todas las misas de los Franciscanos pidieron por mi vocación y perseverancia. Guardo con profundo afecto mi recuerdo de aquella Comunidad FRANCISCANA, casi todos ellos vascos, que siempre fueron tan buenos frailes y tan afectuosos. El Mismo Recuerdo tengo de D. Daniel, sacerdote diocesano que fundó la Obra Benéfica de San Martín, que tanto trabajó por los más pobres y necesitados, a causa de su muerte yo tuve que aplazar mi entrada en las Caldas, pues necesitaba de mi experiencia el también diocesano D. Miguel Manso que sustituyó a D. Daniel a su muerte.


sábado, 8 de junio de 2019

Domingo de PENTECOSTÉS.


MI PRIMERA MISA UN DOMINGO DE PENTECOSTÉS

¡El Espíritu Santo irrumpe en nuestra vida! Todo lo hace nuevo.
Según el Evangelio de este domingo de Pentecostés es precisamente el amor la clave de esa unión con Jesús y entre nosotros para guardar memoria de las enseñanzas de Jesús, esa memoria para recordar todo lo referente a Jesús y su Evangelio nos viene dada por la acción constante en nosotros del Espíritu Santo.

La sabiduría que viene de Dios y que el Espíritu santo nos transmite no es otra cosa que el fruto de los DONES, que tradicionalmente el catecismo los resumía en 7 pero que en realidad pueden llegar a ser muchos más, aunque estos “dones” el Espíritu se los da a quien él quiere y da los que él quiera dar a cada uno.

1.     Sabiduría: Por este don sabemos lo que tenemos que hacer para seguir en nuestra vida y en la Iglesia el proyecto de Dios.
2.     Entendimiento: En este don recibimos la iluminación de Dios para aceptar las verdades reveladas por Él.
3.     Consejo: por este Don sabemos discernir caminos y opciones. Saber orientar y escuchar, sabemos lo que es correcto o incorrecto, lo verdadero y lo que es falso.
4.     Ciencia:Por este Don Dios nos revela su pensamiento, no se trata de la ciencia del mundo, es la ciencia de Dios.
5.     Piedad: es el Don que recibimos de dios y nos capacita el estar siempre abiertos a cumplir la voluntad de Dios.
6.     Fortaleza: Nos da el valor para soportar las dificultades cotidianas de la vida cristiana, nos da valor.
7.     Temor de Dios: Nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y sumisos a su voluntad dándonos el conocimiento de todo lo que a él le desagrada para que nos apartemos de ello.

Los DONES son regalos, dádivas de Dios, no somos merecedores de ellos, los da cuando quiere y a quien quiere, si nuestra vida busca la unión de Dios y camina por los caminos que nos ha enseñado Jesús en el Evangelio, como el camino del Evangelio de hoy “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos, y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros. El que me ama guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió”.

Así como a diario le pedimos a Dios que nos de el pan nuestro de cada día tenemos también que pedirle la gracia de poseer sus dones para ser útiles al plan de Dios en la Tierra, e decir, saber, por la acción constante del Espíritu Santo que tengo que hacer yo para salvarme como individuo y que tengo que hacer yo por la Comunidad como Iglesia, para así poder ser cada día y en cada acontecimiento de la historia instrumento de amor y manifestación de este amor que procede de Dios a los hermanos.

Esto de los siete Dones del Espíritu Santo es un poco como las Bienaventuranzas, con una sola bienaventuranza nos hacemos santos, con un Don de Dios tenemos para trabajar por el bien de la Iglesia y santificarnos con nuestro trabajo. A más santidad más fuerza de Dios recibimos, y a más fuerza más dones, incluso podemos superar con creces el número de los 7, ya que en la Sagrada Biblia podemos sacar un número mucha más superior al de 7.

Sería bueno que leamos o escuchemos hoy con atención la SECUENCIA, es una petición a la acción en nosotros del Espíritu Santo para que el los modele según su voluntad que siempre será mejor que la nuestra, arranque de nosotros aquellos que nos impide estar totalmente junto a Dios y nos de un corazón capaz de amar y entregarse con la generosidad de Jesús, así construiremos la Iglesia de la Civilización del amor que ya varios pontífices vienen animando y que aunque hay zonas y continentes más abiertos a esta construcción de esta Civilización del amor, parece que aquí, en el viejo continente, en Europa o bien creemos que ya lo sabemos todo o que lo que hacemos es lo máximo, o no nos queda ya ni fuerza ni ilusión para seguir luchando por una nueva iglesia que sea capaz de salir de las cuatro pareces e ir a las periferias donde está el dolor, la desolación, el abandono, y la gran necesidad de recibir la chispa de amor que aún queda en nuestros pobres corazones.

El himno al Espíritu Santo:
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo,
ben, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
Feliz Domingo de Pentecostés. Que la Fuerza de Dios esté en vuestros corazones, un gran abrazo.






viernes, 31 de mayo de 2019

DOMINGO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR. Ciclo C.


¿Que hacéis ahí, mirando al cielo?


“Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo”.

Si pensamos un poco en lo que ha sido la vida de Jesús en el tiempo que estuvo en este mundo podemos llegar a la conclusión de que su presencia ha sido, es y seguirá siendo una gran bendición para todos. Para buenos y malos, para creyentes y ateos, para ricos y pobres, para todos. En los días de su vida mortal nos dejó en su Palabra escrita cantidad de hechos que nos certifican el valor de su presencia, la impronta que marcaba en aquellos que con corazón generoso escuchaban sus palabras, los milagros que realizó, un tipo de milagros que muestran que su preocupación era la dignidad del hombre, el amor al hombre, por eso sus curaciones, su cercanía, su estar siempre con los más necesitados y dejarse llenar de su amor. Amor que se plasma en las parábolas como el hijo pródigo, la oveja perdida y tantas otras donde quiere hacernos ver que tenemos que valorar a la persona por encima de prejuicios, razas, lenguas, religiones… valorar a la persona, valorar al ser humano para que nos humanicemos, de lo contrario el hombre se bestializa, pierde su verdadera identidad, el sentido de su vida, la misión para la que fue creado.

Esto lo vemos en esta sociedad que nos ha tocado vivir; para muchos lo que vale es el dinero y conseguirlo sin una ética, sin respeto a los demás, pisoteando los derechos de los más desfavorecidos. ¿no os recuerda a lo que vivimos en nuestros días cuando los políticos cobran por casi nada grandes cantidades de dinero mientras se niegan a poner un salario justo para todo obrero, para los médicos e investigadores, para los policías y guardia civil que se juegan la vida a diario por el bienestar, la paz y la estabilidad para todos?, ¿y que decir de las pensiones de las viudas y de aquellos que por diversas razones no hemos podido cotizar para luego tener una jubilación que de seguridades en este mundo en el que todo sube de precio, que todo es cada vez más caro y que encima lleva a la destrucción de nuestro Planeta sin miramientos, pensando solamente en el ahora sin miras de futuro?.

Siguiendo analizando la vida aquí en la tierra de Jesús nos damos cuenta que nos falta algo importante. Parece que para muchos todo terminó en una CRUZ, esa Cruz que desalentó de sobremanera a sus seguidores y tantos le abandonaron, recordad la historia de los jóvenes de Emaús, y que a los que no abandonaron se escondieron por el miedo. En esta etapa contaron con una gran Maestra que en la escuela de la oración les enseñó a aguardar desde la fe y con el arma poderosa de la Oración, la presencia de María fue y sigue siendo escuela de valores para todo creyente que no tenemos que abandonar ni olvidar, ella no desesperó, creyó y aguardó a que se cumpliera la promesa de su Hijo como veremos el próximo domingo, Solemnidad de Pentecostés.

El momento antes de la pasión fue fundamental para los Apóstoles, para los seguidores y para cada uno de nosotros. No solamente el iba preparando a los suyos y a quienes le escuchamos ahora a través de su Palabra, la institución de la Eucaristía es la garantía de su permanencia constante con nosotros, libre, sin estar sujeto por las leyes naturales a un cuerpo físico, a una raza concreta, a un lugar específico está en todas las Comunidades cristianas, en los templos, sean grandes catedrales o pobres chozas en medio de la selva, pero está como él mismo nos anunció allí donde hay un grupo que ore en su nombre y en su nombre se reúna, además de todo esto se hace presente en nosotros. Cuando nos dice la Palabra: “Mira que estoy a la puerta y llamo, si quieres abres y entraré y haré morada contigo y comeremos juntos”, este “si quieres” es la expresión más tierna que nos puede venir de Dios, de este Dios de amor que no obliga, no fuerza, no se impone, solo nos dice si quieres, si de verdad lo deseas, si te hace feliz… oh corazones duros, que más tendrá que decirnos Dios para ablandarnos, para transformarlos de esta piedra en corazones de carne capaces de palpitar simplemente de agradecimiento a nuestro Redentor que se entregó a la muerte más horrenda para salvarnos de la esclavitud del pecado  arrancando las cadenas que nos impedían levantar nuestra cabezas hacia un Dios de amor que nos ama con amor inmenso.

Por eso, ante esta celebración de la Ascensión del Señor, recordareis el dicho de cuando se celebraba el jueves: “Hay tres jueves en el año que relucen más que el sol: Curpus Christi, Jueves Santo y el día de la Ascensión”, pues en este día solemne y reluciente el Señor nos llama a situarnos, tomar posición, aclararnos para que seamos conscientes de quien somos y donde estamos. 

Si de verdad estamos con Jesús no podemos quedarnos solamente mirando al cielo, a ver que pasa, a ver si va o retorna de nuevo, tenemos que tomar partido y el estar con él es dejar de mirar arriba y mirar a nuestro alrededor, hacia los hermanos, hacia donde están los excluidos de nuestra sociedad, los marginados, los mal vistos, los abandonados, los despreciados por muchos (incluso por creyentes, por católicos, por cristianos). Con que facilidad tomamos el mando de la Tv y cambiamos de canal cuando vemos la miseria de los que emigran, los niños que atienden las ONGs en países del tercer mundo, cuando aparecen muertos en nuestras playas de aquellos que aguardaban un mundo sin guerra, sin desigualdad, con justicia, donde pensaban podrían vivir en paz.

¿Crees en Cristo?, ¿Crees que ha resucitado?, ¿Crees que ha subido al cielo?, entonces tienes que CREER TAMBIEN QUE TE HA LLAMADO COMO TESTIGO para que con tu amor y tu presencia anuncies a las gentes de este mundo, (no hace falta que te marches a misiones, puedes dar el anuncio a los vecinos de tu piso, tu calle, tu barrio) que Cristo está vivo en medio de nosotros y en nuestro corazón, que nos ama y cuenta con nosotros para ser otros CRISTOS en el s. XXI.

Que paséis un feliz día de la Ascensión de Cristo a los cielos. Feliz Domingo día del Señor y que todos tendamos nuestras manos y corazón hacia él para llenarnos de bendiciones.

viernes, 24 de mayo de 2019

Sexto domingo de PASCUA del ciclo c.



“EL QUE ME AMA GUARDARÁ MI PALABRA, Y MI PADRE LO AMARÁ”

“Unos que bajaron a Judea” siembran la discordia pidiendo y exigiendo leyes que aprisionaran a la nueva iglesia de los cristianos, precedentes de la gentilidad. Suele pasar también en nuestros días cuando decimos que los hay más papistas que el Papa, cuan hay en las Comunidades gente que generalmente hacen lo que quieren y son muy liberales en sus vidas, pero para exigir a los demás son los primeros cargando cargas que ellos no han de llevar. 
Pero todo mal, cuando hay gente de buena voluntad, y aquí estaban Pablo y Bernabé, suele hacer pensar a muchos y motiva un bien, en este caso el bien es mayúsculo, podríamos decir que gracias a esta exigencia de los judaizantes de circuncidar a los gentiles y cargarles con todas les leyes judías ocasiona lo que podría ser el primer Concilio de la Iglesia. Y la conclusión de este Concilio, la segunda parte de esta primera lectura no podía ser de otra manera es decisión claramente del Espíritu Santo que quiere una Iglesia de Jesucristo, obediente a Dios, pero viviendo en paz y libertad, sin ataduras del pasado y menos del judaísmo, crea algo nuevo, distinto y tenía que ser así, pues Jesús hizo todas las cosas nuevas con su muerte y resurrección.

La Segunda lectura del libro del Apocalipsis nos muestra la nueva Jerusalén, la ciudad de Dios, el cielo, donde no hace falta sol, Dios lo ilumina todo, su lámpara es el Cordero.
Este cielo es el que aspiramos conquistar algún día con esfuerzo, sacrificio y dedicación por nuestra parte, pero siendo conscientes de que esto que sí es importante para nosotros no lo es tanto para Dios, pues el cielo es un DON, un regalo, no ganado por nosotros, no conquistado con nuestras luchas, es conquistado para nosotros por voluntad Divina por la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, desde la Cruz nos lleva a todos hacia él.

En el Evangelio de Juan Jesús nos llama al amor, amor como única consecuencia de su morada en nosotros, ya que el amor es el centro de todo, donde hay amor ahí está el Señor, si hay amor en una familia, Jesús es el centro de esa familia, si hay amor en un pueblo, Jesús es el centro de ese pueblo, si hay amor en la Iglesia Jesús es el centro de la Iglesia, pero si en la familia, en el pueblo o en la Iglesia no hay verdadero amor Jesús está entonces muy lejos. Solamente donde hay amor hace él morada. 

Este Evangelio nos anuncia ya la partida del Señor, se va pero no nos deja solos, el Espíritu Santo vendrá a nosotros y él nos irá diciendo lo que tenemos que hacer en cada momento o en los momentos más importantes y decisivos de nuestra vida. Lo triste es que tantas y tantas veces el Espíritu habla, pero los hombres están sordos, embotados por tantas cosas materiales, con los cascos puestos escuchando estridentes músicas que no dejan especio para la escucha y entonces esa comunicación Espíritu y hombre se va rompiendo, perdiendo, haciendo cada vez más escasa.

Por lo tanto, ya casi terminado esta Pascua el Señor nos llama a la escucha aplicada y serena para que la fuerza del Espíritu esté en nosotros sabiendo que la base de esa nueva vida con Dios y en Dios está basada en el amor como ceñidor y centro de todo.

Que abramos nuestros corazones para que dejemos que esta Palabra que hoy nos dirige el Señor nos conforte de verdad, sea vida para cada uno de nosotros, nos mueva a salir de nosotros mismos, de nuestros templos, de nuestras ideas y nuestros encasillamientos y nos demos con amor grande y generosa alegría a los corazones de los demás, principalmente de aquellos que viven en la periferia, apartados, despreciados, no queridos ni buscados por los grandes de la sociedad, marginados por los políticos incapaces de hacer leyes que de verdad arranquen la miseria de nuestra sociedad.

Pero uno se pregunta con cierto desánimo ¿podrá darse una sociedad más justa, más equilibrada, con un mejor reparto de las riquezas?, pues es difícil, ya que quienes nos dirigen son incapaces es ver como se destroza nuestro mundo, como se desmorona todo, como la fuerza del capitalismo está llevando nuestro pobre planeta a una ruina sin remedio. Ya se han causado males tan grandes que nunca se podrán solucionar, pero aún queda esperanza si se pusieran todos de acuerdo en cuidar nuestra CASA que es la Tierra, pero cuando no se ama a los que la habitan, ¿cómo se va amar a la casa? No dejemos por desidia de luchar por lo que es la esperanza para el futuro. Pero un futuro sin Dios es ya un futuro de las tinieblas, del pecado, de la oscuridad, del vacío.

Que la Palabra proclamada nos haga meditar queridos hermanos. Que paséis un feliz Domingo, día del Señor, nosotros, en nuestro Santuario de la Virgen de las Caldas en Cantabria lo haremos celebrando el día de la Rosa, despidiéndonos ya prácticamente de este mes de las Flores, Mes de María la Flor más bella.

viernes, 17 de mayo de 2019

QUINTO DOMINGO DE PASCUA DEL CICLO C.



“OS DOY UN MANDAMIENTO NUEVO, QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO”

Queridos amigos lectores, vamos caminando en la Pascua hacia Pentecostés, la gran fiesta de la Iglesia, y lo seguimos haciendo acompañados de la luz del cirio pascual, señal de que Cristo resucitado está con nosotros, está en nosotros, en nuestro corazón. Él VIVE, y vive para que nosotros tengamos vida, una vida en Cristo el Señor y escondida en Dios que lo es todo, lo puede todo y lo abarca todo.

En la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles seguimos avanzando en el conocimiento de la primera Comunidad cristiana, en como va progresando ahora con la ayuda de Pablo, quien antes con tanta saña la perseguía. Nos dice cosas que sabemos muy bien, como que para llegar al cielo hay que pasar por muchas tribulaciones, no estamos en tiempos tan diferentes, hoy en día para muchos todo es cuesta arriba, son muchos los que flaquean y muchos los que pierden la fe. 

Es de gran importancia en esta lectura el hecho de que Pablo y sus compañeros comunican a la iglesia de Antioquía que con la acción de Dios habían abierto a los gentiles la puerta de la fe. Ya no es el anuncio de esa fe en el Señor solamente para el pueblo y las comunidades judías, ahora es para los gentiles, para los no judíos y Dios hace prodigios en ellos para confirmarles en su decisión.

En la segunda lectura tomada del Apocalipsis nos hablan del cielo nuevo y la tierra nueva, no es solamente el cielo, es más que el cielo, para el que tiene fe, para el que está en Cristo el cielo ya está aquí con él. Dios mora entre nosotros, en nosotros, es Dios con nosotros, Dios en nosotros, en nuestro corazón y aunque aún tenemos muchos momentos de oscuridad tenemos que avivar nuestra fe para que pase la luz.

Recuerdo una historia muy bonita de la segunda guerra mundial. Al final casi de la guerra una mujer alemana había perdido todo con los bombardeos, padres, marido, solamente había sobrevivido ella con dos hijos, chico y chica. En esos momentos de desesperación y de locura corrieron y corrieron para alejarse de las bombas. Llegados a pueblo totalmente destrozado se refugiaron en una iglesia que había sido muy grande y bonita. Por la mañana, al despertar el hijo, asombrado por la luz que entraba por una gran vidriera de grandes figuras y mucho colorido tira de la falda de su madre para captar su atención, preguntándole que era eso. La madre mirando un segundo hacia arriba le contestó a su hijo, “eso es Dios”. Pasando los años siendo universitario el joven, hablando con otros jóvenes discutían sobre la existencia de Dios y como era Dios, este joven dijo: Dios es una intensa luz que al pasar por una ventana se transforma en inmensos colores. No deja de ser una bonita definición de lo luminoso que es Dios.

Que el mandato que el Señor nos da en el Evangelio sea esa luz que nosotros necesitamos para ver con claridad y comprender que sin el amor ya estamos muertos, solamente el amor nos hace libres, amémonos pues los unos a los otros para que la felicidad que Dios nos da se haga vida en nuestros corazones. ¿Realmente somos reconocidos por la gente como discípulos del Señor por nuestro amor?, si no hay amor en nuestras vidas estamos quitando la luz de Dios, estamos construyendo un mundo de tinieblas, no dejemos que esto ocurra, que como ese niño que contempla la vidriera nosotros seamos capaces de contemplar la grandiosidad de Dios manifestada en nuestros hermanos y dada a conocer por el amor.

Feliz Domingo.

viernes, 10 de mayo de 2019

CUERTO DOMINGO DE PASCUA. CICLO C.


CRISTO, EL SEÑOR, NOS DA SEGURIDADES. CON ÉL TODO LO PODEMOS.

La necedad de los judíos extendidos por todas partes hace que el mensaje de Jesús llegue a los gentiles, somos afortunados, de haber prestado atención los judíos al mensaje del Señor, quizás nosotros nos habríamos quedado fuera, pero el plan del Señor era que TODOS llegaran al conocimiento de la verdad, y Pablo y Benabé fueron los primeros en mostrar esta salvación que nos trae Jesús con su Evangelio y sobre todo con su pasión, muerte y resurrección.
En esta lectura vemos las intrigas contra la fe de algunos enemigos de ella, pero estas persecuciones lo que más hacían es que al tener que huir llevaban el mensaje del Evangelio a otra parte. Jesús, desde su amor y con la fuerza del Espíritu hace que lo que en un momento puede presentarse como un mal a la larga sea un gran bien, así rápidamente creció el cristianismo por todas partes.

“Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño” es la afirmación del salmo 99 que proclamamos en la Misa, por eso con alegría, aunque pasen los siglos, los años, seguimos aclamando al Señor y con corazón humilde tratamos de servirle con amor, conscientes de tanta GRACIA que Él pone en nuestros corazones. Somos obra de Dios y su misericordia para con nosotros es eterna, Él no cambia, permanece siempre fiel, ojalá nosotros no nos dejáramos abandonar por la desidia, el desamor y FIEL.

La segunda lectura del Apocalipsis nos pone en nuestro sitio, a través de los siglos la Iglesia ha sido cruelmente perseguida con saña y maldad. Pero eso no es nada nuevo. Si lo hicieron con el Señor también lo harán con la Iglesia. Pero estas persecuciones han llenado el cielo de mártires que procediendo de la gran tribulación has sabido testificar con su sangre la fe en nuestro Redentor. Todo el que cree de una manera o de otra testifica y alcanza la santidad. No nos engañemos, la salvación no es para unos pocos y los demás son todos hijos de la condenación. Esa muchedumbre inmensa que nadie podía contar que vio Juan que procedía de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas son los que proceden de este valle de lágrimas, pero que como nosotros también estamos llamados a estar eternamente junto al Cordero que dio la vida para sacarnos de la esclavitud del pecado y ser merecedores de la redención.

El Evangelio, aunque breve es sumamente profundo: solos las ovejas del Señor que es nuestro Pastor, él nos conoce, nos llama por nuestro nombre, nos cuida y acompaña, no deja que ninguno de nosotros quede desamparado o abandonado, el ha dado la vida por todos y a todos quiere en su redil, gozando la seguridad que él nos da y sintiendo en el corazón su gran amor por todos nosotros.

Que de verdad busquemos con ilusión la VIDA ETERNA QUE SOLAMENTE EL NOS PUEDE DAR, y la seguridad de que nadie podrá arrebatarnos a cada uno de nosotros de su mano poderosa y misericordiosa.

Que tengáis un feliz Domingo día del Señor.

sábado, 4 de mayo de 2019

TERCER DOMINGO DE PASCUA, DEL CICLO C.


EL AMOR NO SOLO NOS HACE FUERTES, NOS HACE INVENCIBLES.

Vamos avanzando en el camino de la Pascua, acompañamos al Resucitado, que a través de la Palabra que proclamamos nos va instruyendo en este crucial misterio de su resurrección. Ciertamente el más grande, el que más nos beneficia, ya que si Cristo un hubiese resucitado nuestra fe sería inútil, vacía, totalmente estéril. Pero ha resucitado y ese es nuestro triunfo, nuestra alegría y nuestra victoria, con Cristo hemos dado un paso de gigantes, lo que antes para nosotros era muerte, vencimiento, derrota, pecado, esclavitud, ahora, con Cristo victorioso de la muerte en cruz y resucitado, nosotros hemos pasado a una vida PLENA, totalmente nueva, a la liberación, a la victoria, el triunfo, a poder estar al lado del que venció.

Este cambio fundamental lo comprendieron enseguida los seguidores de Jesús, nos lo narra los Hechos de los Apóstoles, pasaron de estar encerrados a salir a la calle sin miedo y proclamar a los cuatro vientos la victoria del Crucificado, y esa victoria no es otra cosa que su resurrección. No les importó que este anuncio fuera causa de persecuciones, o que incluso tuvieran que dar la vida por ello, con Cristo Vivo ya no hay muerte, la muerte es solamente el paso de esta vida, que en muchas ocasiones es valle de lágrimas a la otra VIDA que, en Dios, por lo tanto, PLENA, para siempre, de felicidad total, de unión al Resucitado.

La lectura del Apocalipsis nos muestra al Cordero inocente que muere degollado por los pecados del mundo, pero que ahora contemplamos sentado a la derecha del Padre en el trono del cielo y a Él damos todo poder, gloria, riqueza, sabiduría fuerza y honor. Él es el vencedor, el que se sacrificó, se dejó inmolar por nosotros para que este nuevo pacto que Dios hace con el hombre sea para todos los tiempos, nos alcance a todos y todos podamos ser redimidos de nuestros pecados.

En el Evangelio de Juan contemplamos otra aparición del Resucitado a los Apóstoles, en esta ocasión junto al Lago, pero resaltamos en este Evangelio el dialogo de Jesús con Pedro, a quien el Señor escoge como “piedra” de la Iglesia, este fundamento que el Señor pide a Pedro, lo mismo que el que nos pide a cada uno de nosotros está basado en el amor, somos más piedra, más parecidos a pedro, mejores seguidores del Maestro en la medica que sirvamos a los demás con amor y por amor, si nos falta el amor ya somos unos fracasados, solamente triunfaremos en la vida si somos capaces de amar, además el deseo de amar nos ha de llevar a la acción a la que el Señor nos llama, apacentar el Rebaño de Cristo, la Iglesia, AMANDO Y SIRVIENDO.

Que sepamos amar con un corazón grande para que así, de manera sencilla seamos capaces de transformar este mundo que busca precisamente lo contrario de lo que Cristo vino a traer a la humanidad.

Que paséis un feliz Domingo, día del Señor Resucitado.

sábado, 27 de abril de 2019

DOMINGO SEGUNDO DE PASCUA. CICLO C


DOMINGO DE LA MISERICORDIA.

Este segundo Domingo de Pascua termina la Octava, cada día de esta Octava de Pascua ha tenido la solemnidad del Domingo de Pascua, cada Domingo del año es como un eco de la Fiesta de la Vigilia Pascual. Cristo ha resucitado, es nuestra alegría, nuestra gloria y en Cristo y por Él nuestro triunfo, pues aspiramos a la Vida plena, esa vida que solamente será posible si estamos unidos intensamente al Resucitado.

Durante esta semana hemos escuchado a San Juan en su Evangelio y en el Libro de los Hechos de los Apóstoles hablarnos de ese conocimiento progresivo que van teniendo en la Primera Comunidad de la Resurrección del Señor, principalmente a través de las apariciones del Resucitado. En la Primera lectura de este Domingo se nos habla de los signos que realizaban los Apóstoles en la medida que “avanzaban” en esta FE en la RESURRECCIÓN DEL MAESTRO. Y con esta valentía la Comunidad crecía grandemente en número y en fuerza. Esto hacía que se fuesen agregando a la Comunidad gente de distintos lugares. 

El Salmo 117,2-4,22-27 “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”, nos habla de la acción de Jesús, la piedra que desecharon los arquitectos y es ahora la piedra angular, es quien da sentido a todo lo anunciado en el A.T. y quien da plenitud al plan de Redención de la Humanidad. Cron su triunfo el Señor todo lo ha hecho nuevo. A nosotros también. Nos hace nuevos con el Bautismo, con la Reconciliación y la Eucaristía.

La segunda lectura está tomada del libro del Apocalipsis, escrito a finales del s. I, donde el “enemigo” más que los judíos eran los Romanos. Esta Comunidad es ejemplo para nosotros, por la fe, la resistencia, el coraje, el valor… todo lo que ciertamente necesitaríamos tener en nuestros días, que tenemos persecuciones, pero sobre todo un sistema consumista que crea sus propios dioses y arropa y destruye todo lo que está a su alcance. El Evangelio en nuestros días no es atrayente para muchos creyentes, quizás por la ceguera del deslumbre del entorno consumista, por la cantidad de ídolos fabricados por el hombre para justificarse ante Dios o por la flojera espiritual de la sociedad, pero tendríamos que tomar esta primera Comunidad como modelo e incluso este estilo de expresar la fe para que el mensaje de Dios llegue limpio, sin contaminar a los creyentes.

Estemos también atentos a los mensajes que Jesús y Dios nos dejan personalmente y Comunitariamente, pues la Revelación de Dios sigue viva para todos los tiempos, también para nosotros, la Palabra de Dios actualiza y pone en nuestro corazón lo que se dijo en otro tiempo, aunque algunas cosas han cambiado y mucho, lo que Dios nos comunica es nuevo cada día.

El Evangelio de San Juan, 20, 19-31 nos relata dos apariciones, de domingo a domingo del Señor, donde comienza dándonos su paz y enseñando sus llagas para aplacar las dudas, y con la aparición entrega la fuerza del Espíritu para que incluso nosotros, pasando ya tantos siglos, no decaigamos. 

La actitud pobre de Tomás es reflejo de tantas actitudes de gente que si no ven no creen, cuando el Señor elogia profundamente como “Dichosos” aquellos que sin haber visto somos capaces de seguir creyendo.

Esa expresión de Tomás: “Señor mío y Dios mío” ante el convencimiento y las pruebas presentadas por Jesús ha de ser como una consigna para nosotros en cada Misa, ante el milagro de la Consagración, donde Cristo se hace presente aún en nuestros días en cada celebración de la Santa Misa, teníamos que repetirlas en voz alta o en nuestro interior con mucha frecuencia, pues Dios se nos manifiesta como a Tomás en estos Misterios Sagrados.

Por último, nos advierte San Juan que muchas cosas se han contado acerca de esto que aconteció con la Pasión, muerte y resurrección de Jesús, pero que hay muchas cosas más que no se han escrito pero que se contaron y se han ido conociendo de boca a boca y están en el recuerdo, en la memoria de la Iglesia.

Que demos más importancia a lo que se nos ha trasmitido en estos santos escritos y reafirmemos nuestra fe en Cristo Jesús y para que creyendo tengamos VIDA en Él.

Un saludo para todos los lectores y el mejor deseo de que el Señor de la Misericordia os colme de su paz y amor y os llene de bendiciones.

Fr. Francisco E. García Ortega, O.P.
Santuario de Nuestra Señora de las Caldas.
Cantabria.

sábado, 13 de abril de 2019

EJERCICIO DE LAS SIETE PALABRAS:


NOS ENCOMENDAMOS A NUESTRA MADRE LA VIRGEN DE LOS DOLORES PARA QUE MEDITEMOS ESTE EJERCICIO DE LAS SIETE PALABRAS:

No hay Calvario sin María, ella, Juan y unas pocas mujeres permanecieron fieles al Señor y aún con riesgo de sufrir algún castigo no le abandonaron en el recorrido, que nosotros los cristianos hemos recogidos en la práctica piadosa del Vía Crucis.

Te pedimos Señora y Madre nuestra, que, así como estuviste todo el tiempo junto a la Cruz de tu Hijo estés también junto a nosotros y nos ayudes con las cruces, especialmente con aquellos a quienes estas cruces les hace insoportable la vida. Que encuentren siempre en ti su consuelo, también te pedimos que muevas los corazones de todos para que estemos más atentos a las necesidades de los demás y seamos más firmes a la hora de actuar y ayudar a los que más sufren.

PRIMERA PALABRA DESDE LA CRUZ:

"PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN"

Tenían que ser tus primeras palabras dirigidas al Padre desde la Cruz, palabras de perdón. Alguien que ama tanto y tan intensamente no podía dejar de un lado a los pobres infelices, aquí nos incluimos todos, que ciegos por el pecado no vieron ni reconocieron en el hombre a quien era Dios con nosotros. Que sepamos amarte con corazón puro para que seamos agradecidos por el perdón que nos das. Que nunca pasemos de largo ante tantos rostros que te representan y están crucificados por la crueldad de nuestro mundo, arranca nuestra ceguera, que podamos ver y en ellos verte a ti.

Ayúdanos a perdonar de corazón a todos los que nos han hecho mal para que seamos merecedores de tu perdón.

SEGUNDA PALABRA:

"HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO"

Cuantas veces prejuzgamos, rechazamos, marginamos y apartamos de nosotros, de nuestro círculo, de nuestra Comunidad a otros porque los consideremos malos, ladrones, embusteros, en definitiva: pecadores.

Sin embargo, tú te apiadas de la fe de este pobre ladrón que va a morir en suplicio semejante al tuyo, él por sus maldades, tú por las nuestras. Era un ladrón, y que buen ladrón, que en el último instante de su vida pudo "robarte", arrancar de tus labios y corazón agonizante esas promesas de salvación eterna.

Quiera el Señor que cuando nos toque partir de esta vida tengamos la certeza de que estas palabras tuyas también han sido dichas para cada uno de nosotros.

TERCERA PALABRA:

"HE AQUÍ A TU HIJO: HE AQUÍ A TU MADRE"

Conocías las leyes y eran tan injustas para las mujeres viudas que perdían a sus hijos... Ella se quedaba sola, desamparada, perdía casa, propiedades, lo perdía todo, aunque con gozo todo lo habría dado con tal de tenerte y no perderte, por eso, apiadándote de ella le entregas a Juan como hijo y desde ese momento la recibe en su casa pues María ya no tiene casa. Es el más joven de todos los discípulos y el más valiente pues te acompaña a ti y a tu madre. Con Juan estamos todos unidos y te recibimos María como nuestra Madre bendita del cielo.

Te pedimos Madre que mires con misericordia a tantas mujeres injustamente tratadas, burladas, vejadas, sin justicia, sin derechos, sin amor en medio de un mundo aún machista, egoístas y que ven a la mujer como simple objeto de placer.

Que cambie muestra sociedad, la mentalidad de nuestro mundo, que quedan muchos países donde la mujer tiene que recobrar el lugar que le corresponde.

CUARTA PALABRA:

"DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?

Te ha recibido en Jerusalén una multitud que alfombraban el suelo a tu paso con mantos y te aclamaban como REY con palmas, ¿donde están ahora?, ¿donde están tus discípulos?, ¿donde está el Padre? Te asusta el silencio de Dios. Te espanta. es la soledad de la entrega, del servicio, la soledad que impone la fuerza del amor. A mi también me asustaría ese silencio de Dios si no comprendiera que el Padre en ese momento está también crucificado, también está sufriendo una pasión dolorosísima, una agonía por la muerte del Hijo.

En muchas ocasiones somos muchos los que sentimos esa sensación de abandono, de soledad, del silencio De Dios, pero nosotros tenemos tu promesa: "yo estaré con vosotros hasta la consumación de los tiempos". Y estas con nosotros, y nos diste a tu Madre, y nos mandaste al Espíritu Santo para que nos confortara y nos dejaste la Iglesia como nave segura en medio de los vendavales del mundo.

Danos, Señor, un corazón agradecido y que en el ahora de tu vida estemos siempre contigo para que no sientas esa terrible soledad y contigo curar nuestras soledades.

QUINTA PALABRA:

 "TENGO SED"

Que fuerza de amor, Señor, que entrega, que gran espíritu de perdón y de misericordia, que muriendo tienes sed de todos, de los más pecadores, de quienes te están torturando con ese suplicio, sed que abarca al mundo, que nos abarca a todos.

Que también nosotros tengamos sed de ti, sed de la justicia, de La Paz, de la armonía, de la comprensión, la tolerancia, el respeto por los demás. Sed de una sociedad sin corrupción, con una justicia más social, más para todos, más para los que viven en lugares donde carecen de lo elemental para vivir con dignidad. Que no se apague nuestra sed hasta que no logremos que tu Reino llegue a todos los rincones del mundo.


SEXTA PALABRA:

"TODO SE HA CUMPLIDO"

Desde el comienzo de la humanidad de un leño verde cargado de fruto vino la perdición para el hombre, quiso vivir sin Dios, se bastaba a si mismo, como sucede en nuestro tiempo, tan poco hemos avanzado. Para redimir a la humanidad Dios dispuso un solo sacrificio, el inocente por los culpables, el justo por los pecadores, Dios por los hombres, Por eso ahora, en este tiempo, del leño seco, sin vida, sin fruto prende la Salvación de toda la humanidad. Con esta entrega generosa de Dios todo su plan SE HA CUMPLIDO.

Ahora nos toca a nosotros decirle al Señor, Señor, he realizado todo lo que esperabas de mí, por mi parte también todo se ha cumplido. Que sepamos y queramos hacerlo desde lo más profundo de nuestros corazones.

SEPTIMA PALABRA:

"PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU"

Cuando pronuncias estas palabras ya Señor todo está en calma en tu corazón, ya tus brazos abiertos abrazan al Padre y con el Padre abrazas a la humanidad entera, has cumplido cabalmente, te has dado hasta derramar la última gota de tu sangre por nosotros, pecadores, nos has liberado, has arrancado de nosotros las cadenas de la esclavitud, nos has comprado con un precio tan alto que asusta, con tu sangre nos has redimido.

Aquí entendemos perfectamente esas palabras de la liturgia de la Pascua cuando en el Pregón Pascual cantamos" Oh feliz culpa que mereció tal redentor", sí, Señor, feliz pecado y desdicha nuestra que por nosotros viniste tu mismo a rescatarnos y a precio tan alto. Ya podemos levantar la cabeza, no somos vasallos de nadie, somos libres, tu nos has hecho libres. Gracias por tu amor.