En otras imágenes pone que si compartes tendras trabajo, buena suerte o te tocará la lotería. Incluso que si no lo haces sufrirás algún tipo de desgracia. |
Bueno
es poner motivos religiosos de nuestra fe en el muro, pero no mezclemos lo que
es fe con lo que es superstición.
Acordaos de la propaganda que dejan casi a
diario en nuestros templos de la devoción a San Judas Tadeo, esos escritos
distan mucho de ser doctrina católica, es puro cuento, ¿Cómo puede ser que solamente
si haces cien copias de esa hoja te toca la lotería, te sonríe la vida, te
ganas el cielo?, y si no lo haces: te dice: uno al salir de casa lo mató un
coche, a otro le traspasó un rayo, a otro le aplastó el cráneo una maceta caída
de una balconada. No hombre, por Dios, eso no es así, tiene más valor ayudar a
un pobre que hacer mil hojas, tiene más merito trabajar en Caritas que hacer un
millón de esas mentirosas hojas, da más suerte en la vida el tener la
conciencia tranquila que el aspirar a beneficios materiales por puro egoísmo acudiendo
a un práctica “religiosa” más que sospechosa.
Haz
el bien y no mires a quien, no te salvas colocando estampas o coaccionando a la
gente a que le pongan un me gusta o compartiendo esa estampa una o mil veces,
la salvación es fruto de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo y de nuestro
sacrificio, la salvación es consecuencia de encaminar por el buen camino
nuestro amor a Dios y nuestro amor al POBRE, los amores interesados para nada
nunca fueron buenos.
De
la devoción a la superstición no hay un paso casi inapreciable, hay una
distancia enorme, cae el que quiere caer, el que no tiene miras evangélicas, el
que quiere correr más de lo que puede o quiere hacerle trampa al Señor para
colarse o llegar primero sin pasar por su Camino, por la Cruz, a Dios no se le puede
hacer trampas, solo llegamos a Él con la conciencia limpia, con sacrificio y
con mucha oración.
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