viernes, 10 de junio de 2016

Experiencia de vida.



Ayer, jueves 9 de Junio, en nuestro templo de Santo Domingo vivimos una enriquecedora experiencia de fe comunitaria.

Si todo trabajo en una Parroquia es muy importante, la atención a los mayores y a los enfermos ha de primar por encima de todo, más en una parroquia como la nuestra que al contrario que ocurre en las barriadas que cuentan con muchos niños y gente joven, aquí, en las parroquias del centro de la Ciudad contamos con mucha gente mayor, hombres y mujeres que viven en soledad, alejados muchos de la familia que se fueron marchando a la periferia para fundar su propia familia y han envejecido además de ir acarreando con paciencia sus dolores, sus enfermedades, su SOLEDAD.

Ayer era Jueves Eucarístico en Santo Domingo, expusimos el Santísimo Sacramento a las 19 horas, rezamos el Rosario, cantamos con las voces y el talento de los jóvenes de la Archicofradía canciones eucarísticas, y a las 20 horas dimos comienzo la Santa Misa. Era un día de FIESTA, por eso mandé tocar las campanas de Santo Domingo que suenan solamente en las grandes ocasiones, ayer era uno de esos días, era la FIESTA de los VIEJITOS Y VIEJITAS, la FIESTA DE LOS ENFERMOS, y acudió un buen número.

Ya la Palabra de Dios nos hablaba del Sacramento de la Unción de los enfermos, lo mismo las palabras dirigidas a la feligresía, orientando sobre lo necesario de acudir a este Sacramento, de estar preparados para cuando el Señor llame, de tener incluso la confianza de que el Señor, por medio del Sacramento de la Unción o nos puede quitar enfermedades, cargas, agobios, o nos dará fuerza extraordinaria para sobrellevarlos con resignación y con alegría.

En total dimos este maravilloso Sacramento a 47 personas, mientras nosotros estábamos en la iglesia el P. Pepe fue a casa de Juanita y allí también impuso el Sacramento a tres viejitas y enfermas maravillosas que unas no podían venir a la Iglesia y otras tenían que quedarse a cuidar  las más enfermas, común, el drama de cada familia, pero donde reina el amor como que todo es más normal, más llevadero. Jamás falta Cristo, se escucha Radio María, se reza el Rosario, se participa, en la manera de lo posible de la Misa a través de la Tv. Que nunca falte la fe, entonces nunca fallará la esperanza.

Hoy iré yo terminada la Misa de las 20 hs. a dar la Unción a otro enfermo que no pudo venir ayer, a confortar, consolar, animar, es Cristo quien visita la casa y los corazones de quienes piden la ayuda de los Sacramentos para aquellos que no pueden pasar ya por el Templo, a aquellos que no pueden venir a la que sigue siendo su casa, como su segunda casa, Santo Domingo.

Nos faltó algo, pero para el año que viene lo organizaremos mejor, la fiesta tiene que continuar después del Banquete Eucarístico, y el año próximo tendremos que preparar un chocolate y unas pastas o algo que anime a compartir alegrías entre comentarios de lo que nos aqueja a cada uno de nosotros, yo también me incluyo.


Gracias a todos los que participaron, a los jóvenes de la Archicofradía por solemnizar la Santa Misa, a los hermanos Muñoz por sus talentos de música y por ese órgano que suena como algo que viene de “arriba”, gracias a todos.

Respecto a este domingo XI del TO

Jesús ama y perdona siempre. ¿Tú amas y perdonas?


<<UNA MIRADA DIFERENTE>>     
Dice en un comentario al respecto José Antonio Pagola :
“La mujer pecadora se dirige directamente a Jesús. No dice nada. Está conmovida. Sus lágrimas riegan los pies de Jesús. Olvidándose de los presentes, se suelta la cabellera y se los seca. Besa una y otra vez aquellos pies queridos, y, abriendo un pequeño frasco que lleva colgando de su cuello, se los unge con perfume.
El fariseo contempla la escena horrorizado. Su mirada de hombre experto en la ley sólo ve en aquella mujer una «pecadora» indigna que está contaminando la pureza de los comensales. No repara en sus lágrimas. Sólo ve en ella los gestos de una mujer de su oficio que sólo sabe soltarse el cabello, besar, acariciar y seducir con sus perfumes.
Su mirada de desprecio le impide, al mismo tiempo, reconocer en Jesús al profeta de la compasión de Dios. Su acogida y su ternura hacia esta mujer lo desconciertan. No puede ser un profeta.
La mirada de Jesús es diferente. En aquel comportamiento que tanto escandaliza al «moralista» Simón, él sólo ve el amor y el agradecimiento grande de una mujer que se sabe muy querida y perdonada por Dios. Por eso se deja tocar y querer por ella. Le ofrece el perdón de Dios. Le ayuda a descubrir dentro de sí misma una fe que la está salvando y le anima a vivir en paz.

Jesús no fue visto nunca como representante de la norma sino como profeta de la compasión de Dios. Por eso, en el movimiento de los que hoy tratamos de seguirle, no necesitamos «maestros» que desprecien a los pecadores y descalifiquen a los «profetas» de la compasión de Dios. Necesitamos cristianos que miren a los marginados morales, los desviados y los indeseables con los ojos con que los miraba Jesús. Dichosos los que están junto a ellos y ellas sosteniendo su dignidad humana y despertando su fe en ese Dios que los ama, entiende y perdona como nosotros no sabemos hacerlo.”

jueves, 2 de junio de 2016

Historia reciente de nuestra Parroquia de Santa Escolástica - Iglesia de Santo Domingo de Granada.




El día 2 de Enero de 1951 asumimos la dirección de la Parroquia los Padres Dominicos, que retornamos a Granada tras la exclaustración de Mendizábal del 25 de Julio de 1835, y que el Arzobispado, para mantener el templo de Santo Domingo lo hizo Parroquia con clero diocesano, su último párroco fue D. José María Martín, posteriormente Canónigo de la Santa Iglesia Catedral, y su Vicario Parroquial fue D. José Alonso, muy querido y recordado por toda la feligresía, que a su muerte quiso ser enterrado como Donado Dominico vistiendo el hábito de la Orden y en la Capilla de la Virgen de la Esperanza de nuestro templo de Santo Domingo.


Los párrocos dominicos desde esa fecha han sido:


Fr. Manuel Crespo 1951 - 1969
Fr. Herminio de Paz 1969 - 1978
Fr. Norberto Samblas 1978 - 1979
Fr. José Ramón Fidalgo 1979 - 1989
Fr. Pedro Riesco 1989 - 1997
Fr. Álvaro Rodado 1997 - 2016
Fr. Francisco García 2016....


En este periodo, en cuanto al trabajo pastoral hay dos personas que tienen una gran importancia en la vida parroquial, el P. Anastasio Carmona que fue vicario parroquial durante 40 años, de 1951 al 1991. Y el P. Gonzalo Pérez Lobato, que aunque no ocupó cargos en la Parroquia, trabajó como un párroco, visitó y asistió a cantidad de enfermos llevando asiduamente la Santa Comunión, el Sacramento de la Confesión y el de la Unción de los enfermos. Asistiendo a los necesitados desde CARITAS y llevando la comida sobrante del Colegio Mayor a familias necesitadas, repartiendo cada domingo por la mañana pesadas bolsas de bocadillos a pisos hacinados de emigrantes en nuestro barrio del Realejo, atendiendo espiritualmente y con sus sabios y bondadosos consejos a la Archicofradía del Rosario, a la Hermandad de la Humildad, haciendo pacientemente todo el Camino Neocatecumenal y asistiendo a este movimiento de la Iglesia en sus Misas, confesiones, convivencias y celebraciones de la Palabra.

Para aquellos que hemos tenido la suerte de conocerle el P. Gonzalo ha sido un chispazo, una luz que ha prendido en nuestros corazones y nos ha irradiado de su paz, de su gran amor, de esa bondad que contagiaba. No ha sido, es y será por siempre un ejemplo a seguir y una manera de vivir el Evangelio encarnado en la realidad de nuestro tiempo, de nuestro barrio, de nuestra gente.

Con el P. Álvaro, tomó posesión el mismo día en el Obispado Fr. José Domingo como Vicario Parroquial, luego yo vine a Granada para trabajar como Vicario Parroquial por seis años, de aquí marché a Málaga como Párroco de Santo Domingo de esa ciudad, a mi marcha ocupó el puesto Fr. Antonio Praena Segura que ha desempeñado su labor como Vicario Parroquial hasta la fecha.



Otros más han trabajado anteriormente en la Parroquia, y desde la llegada de los Dominicos nunca faltó un Hermano Cooperador como Sacristán, atendiendo las necesidades de los feligreses y siendo ayuda y parte de tantos equipos pastorales, el último en ejercer ese cargo fue Fr. Villarreal, que de aquí marchó a Almería como Sacristán de la Patrona, la Virgen del Mar y a su fallecimiento fue enterrado en nuestro panteón del Cementerio de San José de Granada.

Son y han sido años de presencia, de trabajo muchas veces silencioso, de Evangelio, que ahora, en este año, con motivo de los 800 años de la fundación de nuestra Orden por Santo Domingo de Guzmán se revisten de traje de fiesta para agradecer a Dios nuestro Padre la vida y el ejemplo de tanta gente buena que han vivido en Granada, como la Madre Teresa Titos, que tanto luchó para que los Dominicos regresáramos al Realejo, que fundó una Congregación para llevar este espíritu por el mundo, que se acercó a los más pequeños para enseñarles a hablar con Dios y a superarse en la vida.


Tiempo de agradecer, pero tiempo también de lucha contra la injusticia, la miseria y cualquier tipo de opresión que se vive en estos días, está en nuestros genes, lo hemos visto en Vitoria, en Las Casas, en Montesinos y en tantos otros. 

miércoles, 1 de junio de 2016

POCO TIEMPO



Va pasando el tiempo, desde que asumí la tarea de párroco, no me dan las horas, como que me faltan, por eso he dejado un poco abandonado este blog, pero no quiero cerrarlo, son ya muchos años con el "Duende del Perchel", con vosotros como seguidores o lectores, de aquello que he publicado o de algunos temas en concreto, y si me seguís es por algo, y ese "algo" me hace seguir adelante, aunque no sea con la publicación semanal de la homilía del domingo, que es lo más latoso pues te quita más tiempo, así como te compromete con una cita semanal.

Que el Señor nos reparta suerte para seguir con acierto en las responsabilidades que nos son encomendadas y lo que hacemos, porque es nuestra obligación, hacerlo bien, como Dios manda.

Un abrazo para todos.