viernes, 24 de marzo de 2017

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA DEL CICLO A




CAMINAMOS EN LA LUZ, AL ENCUENTRO DEL PADRE:

La primera lectura tomada del libro de Samuel, nos narra la preciosa historia de la elección de David como Rey delante de sus hermanos, estos, descartados por Dios pues Dios solamente se fija en el corazón de la persona, no como nosotros que tantas veces actuamos y nos regimos por las apariencias.

En la Carta de San Pablo a los Efesios el Apóstol nos habla de cómo tenemos que actuar en la vida, ya que nuestro tiempo de esclavitud ha quedado atrás con el Señor, Él ha vencido al pecado y a nosotros se nos da su Gracia Divina para que seamos capaces de renunciar al mal y obrar siempre el bien, Lo deja a elección nuestra, pues Él nos crea en libertad para hacer y obrar según nos parezca, pero nos advierte de las consecuencias de nuestras acciones.

Cuando nos habla de las obras de la luz nos está indicando que nuestra vida ha de ser transparente, lo que creemos ha de motivarnos para actuar en consecuencia, no pedimos decir que estamos con Dios y luego que nuestras obras nos delaten y nos acusen de estar contra Dios, con Dios no vale la mediocridad, la hipocresía, la maldad ni la mentira, nosotros podemos, si queremos ser todo esto, pero a Él no podemos engañarlo, conoce nuestro corazón, nos conoce a cada uno de nosotros y quiere fidelidad y veracidad en lo que decimos y hacemos.

Esta segunda lectura que trata el mismo tema que luego escucharemos en el Evangelio de Juan nos dice con toda claridad como Pablo espera de cada uno de nosotros que dejemos la vida oscura, la vida de las tinieblas la cual abandonamos en el momento de nuestro bautismo y nos hicimos seguidores de la LUZ que es CRISTO, pero que cada vez que retornamos al pecado abandonamos la luz para vivir otra vez en la oscuridad. Triste realidad del cristiano y más cuando tenemos la suerte de salir de estas tinieblas por los Sacramentos que nos ha dejado Jesús y nos perdona y reconcilia con Dios nuestro Padre.

El Evangelio de San Juan, 9,1-41 nos narra la historia de la curación de la ceguera de un hombre. De la idea de los judíos –entre ellos los mismos apóstoles de que una enfermedad, la ceguera, el ser o estar cojo, la lepra, cualquier enfermedad es el pago por algún pecado cometido por el enfermo o sus padres o algún pariente-  que desbarata Jesús y se lo explica a los suyos, y haciendo barro con la saliva se lo untó en los ojos y le mandó ir a la piscina de Siloé (que significa “Enviado” a lavarse y hecho lo mandado por Jesús recuperó el ciego la vista.

Juan nos muestra con este milagro de la recuperación de la vista de este ciego de nacimiento lo que estaba sucediendo en la Comunidad cristiana, procedente del judaísmo incrédulo por tanto ciego, y como la luz de la fe va iluminando a los nuevos creyentes, haciendo que recuperaran la VISTA, que vieran la voluntad de Dios, ya que según esta historia ven los que creen, pero aquellos que se niegan a creer, aunque vean, para Jesús están ciegos del todo, son incapaces de VER LA VOLUNTAD DE DIOS, lo que Dios tiene preparado para la salvación del hombre.

Este tiempo de cuaresma que va avanzando con rapidez desembocará en la GRAN FIESTA DE TODAS LAS FIESTAS: LA VIGILIA DE LA PASCUA, es la fiesta de la LUZ, Cristo es nuestra LUZ, solo unidos a él estamos en la LUZ, estamos en Cristo, solos, no somos nada, a nuestro lado todo será oscuridad, tinieblas, soledad, abandono, muerte.


Hermanos, que ya desde ahora abandonemos las tinieblas del pecado para vivir en gracia de Dios, que tengáis un feliz Domingo, día del Señor lleno de paz y bendiciones.

sábado, 18 de marzo de 2017

SIEMPRE EN EL RECUERDO, SIEMPRE EN EL CORAZÓN:



En el año 2007, el día de San José murió nuestro hermano Fr. Vicente Bueno, practicante tres días después nos dejó también, por la pena de la muerte de Fr. Vicente el P. Gonzalo Pérez Lobato. (Justel (Zamora) 15 de Febrero de 1920 – Granada 22 de Marzo de 2007)
En la Navidad del año 2005, cuando ya el cáncer atacaba con plena crueldad a Fr. Vicente, junto con su hermano y cuñada, los frailes de la Comunidad (falta el P. Paco que sacó la foto) pasamos el momento del recreo en su cuarto. A estas alturas en el 2017  de los de la foto quitando el entonces Prior P. Antonio Praena y yo de los frailes y el hermano y cuñada de Fr. Vicente, los demás: Fr. Vicente, el P. Gonzalo, el P. Álvaro y el P. Delfín han muerto.

Que descansen en la paz del Señor. Y no dejemos nunca de orar por las BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO. La foto está tomada según pone en ella el 24 de Diciembre del 20005.


jueves, 16 de marzo de 2017

TERCER DOMINGO DE CUARESMA DEL CICLO A



“MI ALIMENTO ES HACER LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIÓ Y LLEVAR A TÉRMINO SU OBRA”

El libro del Éxodo nos habla de una historia triste, la historia del pueblo que sale alegre de la esclavitud, pero ante los problemas cotidianos del desierto van perdiendo la FE, no se trata de la historia en sí del pueblo escogido y liberado por Dios, es muchas veces nuestra propia historia; tenemos etapas en la vida que nos comemos el mundo si hiciera falta, estamos alegres, llenos de felicidad, pero cuando surgen las dificultades nos venimos abajo y la fe como que se evapora y en vez de pedir con humildad a Dios, que todo lo puede, levantamos el puño amenazante ante Dios recriminándole por nuestra circunstancia. ¿Qué podemos esperar con nuestras malas actitudes ante Dios?, ¿hasta cuando tendrá paciencia para soportarnos?. Menos mal que Jesús nos enseña y el Papa Francisco nos recuerda con frecuencia: "Dios no se cansa nunca de perdonarnos" Esto es una gran noticia, la mejor noticia.

San Pablo en la carta a los Romanos nos habla de la importancia de la FE, pero aquí la fe se contempla como “el TODO”, ha de ser una fe cierta, probada, amplia, generosa, testimonial. Una fe por la que uno lo de todo, una fe generosa, una fe sin límite alguno. Esa fe si que nos salva, pues mueve toda nuestra vida en torno a Dios, pero una fe floja, vacilante, sin contenido no nos lleva a ninguna parte.

Ciertamente Jesús ya lo ha hecho TODO por cada uno de nosotros, pero nosotros aún no lo hemos hecho TODO por Jesús, nos queda mucho desierto para ir purificándonos poco a poco, como se purifica el hierro en la forja con el fuego, y hacer de nosotros otra cosa muy distinta a lo que en realidad somos. El camino de la Salvación pasa por la CRUZ, y nuestra generación es muy de la aspirina, de la pastilla que nos quite el más mínimo dolor, no se si en realidad estamos preparados para el peso, el dolor, el sufrimiento de nuestra propia cruz, cuanto más para asumir el dolor de los demás, de los más pobres que no pueden con su cruz de cada día, de la solidaridad que Dios espera de nuestra parte, del saber amar sin condiciones, de dar sin condiciones, de darnos nosotros mismos sin condiciones.

En la tercera lectura el Señor nos da una muy bonita catequesis con la historia de la Samaritana y nos habla de cómo el que se esfuerza, da, comparte puede alcanzar el perdón de Dios. Que ciertamente cada uno de nosotros nos esforcemos por acudir al “pozo”  o manantial de donde brota el AGUA VIVA QUE DA LA SALVACIÓN, lo tenemos a nuestro alcance, es el SAGRARIO, está en todas las iglesias, bien disponible para que acudamos a Él. También en la BIBLIA, Palabra de Dios, Él se comunica con nosotros, nos instruye, nos guía, pero no podemos dejar que sea sólamente un libro más en una estantería que adorne nuestra sala.

No nos conformemos con cualquier cosa, con las migajas que caen de la mesa de los señores, que seamos capaces de acudir a donde está la fuente de vida y sumergirnos allí para quedar curados de nuestras apatías, cegueras, cojeras y tantas necesidades que tenemos y no nos esforzamos demasiado por salir de ellas. Sólo Él tiene PALABRAS DE VIDA ETERNA, solamente por Él llegaremos a la salvación que Dios nos ofrece por puro amor a esta pobre humanidad.

Que nos adentremos cada día más y más en este peregrinaje de la CUARESMA con esperanza para que podamos vivir con profunda alegría la Pascua, pero que nunca olvidemos que no hay Pascua sin CRUZ.


Que peséis un feliz Domingo, día del Señor. Que su paz esté con vosotros, en vosotros, en vuestro corazón, en vuestro hogar.

sábado, 11 de marzo de 2017

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA DEL CICLO A:



“-Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo-“
En Cristo se cumple todo lo dicho por la ley y los Profetas.

En el libro del Génesis hoy escuchamos como Dios dice a Abrahán: “Sal de tu tierra, de la casa de tus padres, hacia la tierra que yo te mostraré”. Y en esta lectura Dios nos dice a cada uno de nosotros prácticamente lo mismo: que salgamos de nuestro terruño, de lo nuestro, de nuestras comodidades, de esta vida que ya tenemos hecha, que le escuchemos a Él y le sigamos a la aventura, pues la vida de la FE es siempre una aventura que requiere disponibilidad, dejar las comodidades, dejarlo TODO y seguirle a Él, así, sin más, con un corazón noble, confiado, grande un corazón que no se deja amilanar ni por las tormentas de las posibles persecuciones ni por el miedo a lo que podamos encontrarnos en el camino, Dios exige que nos levantemos, que salgamos, que nos pongamos en marcha y que caminemos confiados en Él.

Así su misericordia vendrá sobre nosotros, pero es urgente confiar más y mejor, poner en él nuestra confianza, esperarlo todo de quien todo lo puede.

Es lo mismo que nos dice, con otras palabras, San Pablo en la carta a Timoteo cuando nos habla de tomar parte en los duros trabajos del Evangelio, esa dureza no es otra que el sacrificio que supone dejarlo todo por Jesús y por el Evangelio, aunque en muchos ese “dejarlo todo” no sea desprenderse de lo que tienes, y sí más bien ver eso que tienes con ojos nuevos, ojos transformados por el amor y por la fe que te llevan a la caridad constante, ojos de esperanza y de ilusión, ojos que saben hacer nuevas todas las cosas incluso aquellas que siempre resultaban rutinarias.

En el Evangelio de San Mateo, 17, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan y van a la montaña, también “salen” de la rutina, de lo cotidiano y se lanzan a la aventura, la subida, la escalada es siempre aventura pues si miras ves siempre montaña, solamente cuando llegas a la cima tendrás una perspectiva totalmente nueva e inesperada, tendrás el pago del sacrificio de la escalada, esa recompensa que te llenará de satisfacción.

En este caso Jesús quiere sembrar la esperanza en el corazón de estos tres Apóstoles para que cuando llegue la tormenta de la PASIÓN tengan esperanza en la resurrección. O quizás más que por ellos por ti y por mí, para que cuando llega el desánimo, la monotonía saquemos fuerza de las flaquezas y nos llenemos de la nueva luz envolvente que nos da Jesús, esa luz que lo puede todo, lo penetra todo, lo envuelve todo, todo lo ilumina, todo lo llena de su calor y todo lo transforma.

Que esta “Epifanía de Dios” “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo” realmente resuene en nuestro corazón y pongamos en Él nuestra confianza.


Que paséis un feliz Domingo, día del Señor y que la aventura del camino de la Cuaresma os llene de ilusión y de santa esperanza, feliz y santo Domingo.

sábado, 4 de marzo de 2017

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA DEL CICLO A



LAS TENTACIONES DE JESÚS Y NUESTRAS TENTACIONES

Estamos iniciando prácticamente este precioso tiempo de Cuaresma, no es un tiempo triste, es sobrio, austero, como ha de ser nuestro vivir en cuaresma, pero es alegre, pues es tiempo de gracia, tiempo de misericordia, así lo recordábamos el miércoles de ceniza: “Ahora es tiempo favorable, es tiempo de salvación”.

Este tiempo de gracia y salvación no es otra cosa que nuestro caminar confiadamente hacia la Pascua, como Cristo murió en la CRUZ y resucitó, nosotros, muriendo cada día al pecado, confiamos resucitar en la Gracia de Dios, seamos pues fieles al Señor y confiemos plenamente en Él. Él actuará.

En la primera lectura se nos habla que somos hechura de Dios, modelados por él, amados de él, llamados a la VIDA para hacer el camino que nos conduzca hasta la eternidad, salimos de Él y retornaremos a Él.

En la segunda lectura San Pablo  contrapone las figuras de Adán y Cristo, y nos dice que “no hay proporción entre la culpa y el don” ya que efectivamente en Adán se hace carne la culpa mientras que en Jesucristo se hace carne la Gracia.  De Adán recibimos la condición de pecadores, de él no podemos esperar nada, sólo nuestra esperanza radica en Jesucristo de quien lo podemos esperar TODO, Cristo es la Palabra que nos instruye, nos perdona, nos salva, nos regenera y da nueva vida, de Él todo, del pecado nada.

En el Evangelio vemos las tentaciones de Jesús y n estas tentaciones vemos las tentaciones del hombre corriente, el hombre de cualquier sitio, condición o edad.

Cuando el demonio le dice a Jesús que convierta las piedras en panes también nos está diciendo a nosotros que busquemos la vida fácil, sin sacrificios, sin trabajar, sin esfuerzo. Una vida que no aporta nada  favorable, nada positivo.

Cuando le dice que se tire del alero del templo en esa tentación a nosotros nos tienta también con una vida de espectáculo, de aplauso, una vida vacía de contenido, sin principios, pero Jesús nunca hizo milagros por hacer, todos estaban encaminados a dar amor, dar esperanza, dar dignidad al hombre, lo que busca el tentador quiere anular esto e implantar otra cosa muy distinta, quiere que reine su sin sentido.

Por último, cuando el tentador ofrece al Señor todos los reinos del mundo si se arrodilla ante él y lo adora nos está ofreciendo a nosotros el poder, la fama, la grandeza, la admiración y vemos lo vacío de todo esto, vemos el mal que esta tentación causa en aquellos que viven la vida para trepar, sin condiciones, trepar para estar por encima de todos, trepar para avasallar a los demás, para dominarlos, para robar no solamente su dinero, también su dignidad de personas. Desgraciadamente vemos que son muchos en nuestros días los que caen en esta terrible tentación, aquí están los banqueros que se enriquecen a costa de los pequeños ahorros de los pobres, los políticos corruptos,  los hombres y mujeres sin principios y sin moral. Los que no tienen conciencia, los egoístas que solamente piensan en ellos mismos, los que están llenos de avaricia. En definitiva tendrían que darnos mucha pena de ellos, pues puede que vivan forrados en riquezas, pero carentes totalmente de humanidad, hombres así solamente dan lástima y como cristianos tenemos que orar por ellos y estar vigilantes para no caer en sus redes, en las del tentador y en esos mismos pecados, pues no hay gran diferencia en aquel que miente y engaña a muchos o en el que miente y engaña a hacienda o a la familia o se engaña a sí mismo.

Al Señor, tu Dios adorarás y a él solo darás culto.


Que peséis un feliz Domingo, día del Señor, lleno de santas bendiciones, que la Cuaresma nos de a todos ánimo y fuerza para cambiar, convertirnos y ser mucho mejores, merece no la pena, merece la alegría.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Ama y criada



MIÉRCOLES DE CENIZA:

En casa de Doña Carmelita: -llama a su criada y le pregunta,
¿Has ido ya a la Plaza? Hoy me he levantado muy tarde, habría querido ir a Misa para “tomar” la ceniza, pero no va a poder ser, anoche me quedé viendo la película de la tele hasta muy tarde y me levanté hoy cansada y muy tarde, y por la tarde tengo “bingo” con mis amigas.

Lolita, la criada, le responde: -iré a la plaza ahora, al ser ayuno y abstinencia quería preguntarle que quería para comer-.

-Carmelita responde: Compra un buen marisco, no importa el precio, ya sabes mis gustos, carne no compres, tenemos que cumplir lo que nos manda la Iglesia-.

PERO EL SEÑOR TE DICE:

Te he dado un cerebro para que lo uses, no quiero sacrificios tontos, si es ayuno, si es día de abstinencia, compra lo más económico, pero con un propósito: lo que ahorras con el ayuno al comer menos cantidad y lo que dejas de comer más caro  por la abstinencia dáselo a los pobres para que coman hoy bien, ellos guardan el ayuno todos los días del año, se generoso a la hora de privarte, no con capricho dejando de comer pollo que es más económico y comiendo pescados caros o mariscos a elevados precios, eso no tiene sentido, eso no sirve para nada, no puede agradarle a Dios.

Estos son el ayuno, la abstinencia y los sacrificios que yo quiero –dice el Señor-: No tener a nadie oprimido, ser justo con todos, bondadosos y caritativos con los necesitados, viste al que está desnudo, procura hospedaje al sin techo, no tontees con la religión, no es una lavadora de conciencias, todo tiene su sentido, no cambies el sentido de las cosas por tu capricho, tu gustos o tus preferencias, sé coherente con lo que crees y con lo que practicas, no te centres en ti mismo, nadie es el centro, nadie es el ombligo del mundo, cada uno tiene su lugar en este mundo puesto no por los poderosos, lo ha puesto el mismo Dios, respeta a todos y ama a todos. Entonces vivirás un día de ayuno y abstinencia como Dios manda, con sentido social, comunitario, de lo contrario se queda en un simple CUMPLIMIENTO (cumplo y miento)  Nada peor a los ojos de Dios pues es pura hipocresía, lo que Dios más detesta en el corazón del hombre.


Vive con sentido los pocos días de ayuno y abstinencia, hoy y el Viernes Santo, y ayuno sólo, todos los viernes de la Cuaresma.