miércoles, 28 de septiembre de 2016

¿En manos de quien esta hoy en día los EE.UU. de Norteamérica?


 

Hillary Clinton extrema postura pro aborto: “El niño en el vientre no tiene derechos”. (Una vía libre al asesinato). Y el otro candidato: Donald Trump en su conferencia en Lowa dijo: Voy a salvar a este país como Jesús salvó a los cristianos, excepto que yo voy a ser capaz de salvar a esta nación sin utilizar “UNA TONTA CRUZ”

 


Que pena y que poca vergüenza tienen estos dos que se creen Dios para ser uno salvador del mundo y la otra juez de quien vive o quien muere. Pobre mundo nuestro. ¿Dónde están los cristianos en los EE.UU? Han perdido la cordura.

sábado, 24 de septiembre de 2016

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO DEL CICLO C.



“HIJO, RECUERDA QUE RECIBISTE TUS BIENES EN VIDA”

La Palabra de Dios en este domingo viene a poner cada cosa en su sitio,  las tres lecturas son una “sacudida” amorosa de Dios para indicarnos que tenemos que abrir los ojos a la realidad de nuestra vida y de nuestro mundo, sí, es una sacudida tierna de Dios para tomar conciencia, para pensar, ver y actuar en oro de aquellos que sufren, que padecen injusticias, que cargan con cruces demasiado pesadas, a nuestro alrededor tenemos muchos de estos, no hace falta ir a Siria o a otro país masacrado por la guerra, por los intereses de los poderosos, por la ambición de las naciones ricas que destrozan un país entero y luego, después que se han lucrado con la venta de armas llaman a la conciencia mundial para que donen grandes cantidades de dinero para reedificar lo que han destrozado, claro está, dejando en sus arcas la mayor parte de lo recaudado.

La pregunta que nos hacemos, nosotros los “pobres” de a píe es: ¿Qué podemos hacer nosotros?, ¿cómo nosotros, con tantas limitaciones y sin fuerzas sociales y económicas vamos a cambiar este mundo?. La respuesta nos la da Dios en la primera lectura y en el Evangelio. Los que ahora se engordan y abusan o son ciegos ante tanta situación injusta irás al destierro, o a un destino aún mucho peor, al fuego del infierno donde toda la eternidad pagarán con creces la dureza de su corazón, el abuso de sus políticas, la injusticia de sus leyes, su ceguera, su tozudez, su injusticia.

Mucho de esto que nos dice la Palabra ya lo intuimos, tenemos tanto en la primera lectura como en el Evangelio dos maneras de “pagar” o bien se para en vida (es el destino que anuncia el profeta en la primera lectura para los israelitas que no ven la necesidad del pobre, o bien se paga en la otra vida, el destino del rico EPULÖN que pasa por la vida ignorando al pobre LÄZARO. Ricos epulones y pobres lazaros hay miles en nuestra sociedad, premio o castigo será lo que nos espere dependiendo de nuestro hacer cotidiano.

La clave para acertar en nuestra vida y no malograr nuestra pobre existencia, seamos pobres o seamos ricos, nos la da San Pablo en su carta a Timoteo, a ti y a mí: Primero comienza diciendo hermano, somos hermanos, estamos hermanados en la vida, no sólo somos hermanos los de la familia, la Comunidad parroquial, la Iglesia a la que pertenecemos, somos hermanos la humanidad entera sin importar razas, religiones, culturas, continentes… Luego dice: siervo de Dios: nos indica que por Dios tenemos que cambiar, mejorar, ser más buenos, más humanos, ser mejores los unos para con los otros. Y por fin las “señales que te garantizan la felicidad aquí y en la otra vida, la felicidad verdadera: Practicar la justicia, la religión, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza, luchar el combate por la fe, que el enemigo siempre va a intentar quitarte, en definitiva, que estemos unidos a Cristo ya que es él y no nosotros quien nos da la Salvación eterna.


Hermanos y hermanas, que esta Palabra os ayude en vuestra vida a ser cada día mejores seguidores de Jesús y os colme, ya en esta vida, de su paz y de su amor. Que paséis un feliz domingo, día del Señor.

viernes, 16 de septiembre de 2016

“NO PODÉIS SERVIR A DIOS Y AL DINERO”

Domingo XXV del Tiempo ordinario del ciclo C



El dinero, la riqueza, son temas que de vez en cuando salen en la Palabra de Dios proclamada y siempre tiene una buena lección para cada uno de nosotros. De hecho, no es que se condene a priori la riqueza o al rico, lo que sí se condena es el uso que hacemos con los bienes materiales. Lo cierto es que a esta vida todos llegamos de la misma manera y cuando nos vamos a la otra lo hacemos igual que cuando vinimos al mundo, todo se queda aquí, nada de lo que hemos amasado será para nosotros y los que heredan… los herederos o despilfarran lo que por años te costó acumular o se dan la buena vida sin trabajar derrochando lo que para ti fue sacrificio, penalidades y ahorro. No, no es cuestión solamente de tener, tampoco lo que haces con tu dinero siempre que seas generoso con el que no tiene nada, pero lo que Dios no soporta del hombre, y eso se desprende de la Palabra proclamada en la primera lectura y en el Evangelio es que sea usurero.

Tampoco no nos engañemos con los pobres, puede darse muchas razones para que el hombre caiga en una total pobreza, y muchas pueden ser por causas ajenas, pero el que es pobre por desidia, por abandono de las responsabilidades, por dejadez, por vagancia entonces no entra en el grupo de estos “Pobres” que el Señor quiere “levantar de la miseria. Todos, pobres y ricos tienen que hacer un esfuerzo para hacer de este mundo un mundo más justo, más equitativo. Pero hay que esforzarse, hay que trabajar.

San Pablo nos hace una llamada a la plegaria, una plegaria unánime entre todos nosotros, una plegaria confiada, pues Dios es Padre de amor y de misericordia y Cristo el Señor, ha muerto por TODOS PARA RESCATAR A TODOS DE LA MISERIA. Él es el misericordioso, nosotros, si somos de Él tenemos que orar y ser misericordiosos unos con otros.

Que nos esforcemos en apartar de nosotros toda codicio, envidia, egoísmo, avaricia y compartamos en caridad con todos lo que tenemos, que seamos conscientes que no es dar por dar o dar a aquellos que van a hacer un mal uso de tu limosna, bien para vicios, bien para mantenerse en esa situación de miseria sin esfuerzo alguno para progresar. Hay muchos organismos bien fiables como es CARITAS, para que nuestra aportación en caridad sea justa y equitativa, a la vez que confiada.


Que paséis un feliz domingo lleno de amor y de misericordia.

PREDICANDO EN LA PATRONA DE GRANADA


Como es costumbre en Granada, el día de la Patrona Nuestra Señora de las Angustias, el Párroco de Santo Domingo preside la Misa de doce y predica en la Basílica de la Patrona. Es y ha sido mi primera vez, por tanto una experiencia religiosa y a la vez maravillosa cargada de emoción y por qué no, cierto nerviosismo, pues impone ver el Templo abarrotado de gente hasta en el presbiterio.



sábado, 10 de septiembre de 2016

“LAS PARÁBOLAS DE LA MISERICORDIA”

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C



Un largo Evangelio que no cansa, Lucas, 15, 1-32.

Escuchamos en las Misas de este domingo las tres parábolas de la Misericordia, además con la fuerza que da hacerlo precisamente en este año de la Misericordia. Estas tres parábolas son la de la oveja perdida, la moneda perdida y el Hijo Pródigo o el Padre Misericordioso.

Que ternura la del Señor al hablarnos de la bondad para aquel que se pierde, que equivoca el camino, que va por malos pasos… él no ve en la persona la maldad, la persona es la persona y el pecador es esclavo del pecado, quiere solamente ver al pecador libre de las ataduras que le amarran, se esclavizan, le quitan la libertad. Nosotros, por desgracia no solemos ser así, vemos al pecador y ya vemos en él a un diablo, alguien despreciable, falto de principios, de valor, de interés. Nuestro Padre Santo Domingo suspiraba en ocasiones con grandes voces en la iglesia, cuando creía que nadie escuchaba: “Que será de los pobres pecadores”. Esa es la cuestión, rechazar, por supuesto todo pecado, pero acoger con bondad al pecador. En eso consiste el dejar a las 99 ovejas que ya están convertidas e ir en busca de la perdida, va a por la persona, va a rescatar a esta persona, a darle a esta persona pecadora la dignidad que el pecado le ha arrebatado, a quitar esa suciedad del pecado y lavar su rostro, a hacer del pecador un hombre nuevo.

Es el mismo caso de aquel que pierde la moneda y al recuperarla hace fiesta y llama a las vecinas diciendo: “He encontrado mi moneda”, he encontrado la gracia que por el pecado había perdido, he recuperado lo que antes era y por la maldad dejé de ser.

También el mismo tema, aunque magníficamente narrado en la parábola mal llamada del Hijo Pródigo, que tendríamos que llamar del Padre Misericordioso.


En esta, además de comprobar todo lo anterior, vemos con claridad la postura del Padre del Cielo ante nuestra miseria humana, cómo nos da la mano, nos levanta del barrancal del pecado, nos limpia y pone un traje de fiesta, nos prepara un banquete y nos acompaña a su lado en la mesa. A nuestra ingratitud, ceguera, desobediencia Él responde solamente con AMOR, pero no con un amor  nuestro estilo, con un amor a su estilo, sí, al estilo de Dios.

domingo, 4 de septiembre de 2016

SANTA TERESA "MAGNA" DE CALCUTA.




Que alegría hoy para el Cielo y la Tierra con esta nueva SANTA, que grande, que magnífica, que apoteosis de hazañas de amor y de misericordia realizadas a través de toda una vida entregada a los pobres más pobres, a esos pobres de solemnidad, que aunque algunos no apreciaran tu calor, tu dulzura, tu ternura, quizás por el hastío a este mundo nuestro tan injusto que les arrojó a la cuneta, otros, muchísimos, en cambio, seguro sintieron la ternura de Dios en tus manos, en tus palabras, en tu acogida y tus atenciones.


Hay que ver como es Dios. Que cercanía la suya que se nos manifiesta en la pequeñez humana y esta figura no desconocida para nadie en este s. XX tan cargado de horrores, guerras, crueldades, ese rostro, esas manos cargadas de arrugas son, han sido y serán para todos los tiempos manifestación visible y palpable de la Misericordia de Dios y su rostro más que nunca “a imagen y semejanza”.

Por eso démonos cuenta ya de una vez que la grandiosidad de Dios se manifiesta en la bondad del hombre, del hombre que ama, el hombre y la mujer que se da, se entrega, del hombre y la mujer que es generoso, hombres y mujeres en su totalidad, en su plenitud. Que diferencia entre tanto político usurero y mediocre que nos rodea, entre tanto egoísta que solamente amasa para él y pasa del desvalido, y en ocasiones tantos y tantos en nuestra amada Iglesia que equivocan el verdadero camino y quieren enseñar desde una vida pomposa el rostro de un Dios que por más que se empeñen en señalar no se atisba señal de Él alguna.

Muy bien Madre Teresa, tú no has tenido que pasarte media vida entre libros pesados de leyes eclesiásticas y códigos fríos que no llenan el corazón de tantos, no has tenido que subirte a lujosos púlpitos con lujosos ropajes para hablarnos de la Cercanía de un Dios que no le gusta el “Trono” del cielo y sí estar como decía tu amiga la otra Teresa “estar entre los pucheros”. Tú nos has dado la mejor cátedra de Teología en este tiempo que viviste en este mundo, tú nos has mostrado con toda claridad el camino a la santidad.


Santa Teresa de Calcuta, ruego por nosotros.

viernes, 2 de septiembre de 2016

LA PALABRA DE DIOS DE ESTE DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO, DEL CICLO B NOS PONE A PENSAR.



Ya comienza el libro de la Sabiduría a describirnos cabalmente, lo que tenemos de terrenales y lo que tenemos de lo sublime, lo divino, lo del cielo. Y es que nuestra condición humana nos tiende a arrastrar solamente a lo puramente humano, a apartarnos de lo divino, como el mismo tentador nos quiere apartar de Dios.

Pero en este pensar humano entramos en la dinámica del salmista para darnos cuenta que solamente en brazos de Dios encontramos paz y sosiego para estos pobres huesos nuestros, ya que Él es nuestro socorro, nuestro refugio de generación en generación.

En la segunda lectura de Pablo a Filemón, al mandar de vuelta a Enésimo, nos está indicando que el SER CRISTIANO es pasar por un proceso de rompe y rasga, de fuego y braza, para resurgir como algo más que renovado tendríamos que decir NUEVO. Enésimo era un esclavo del cristiano Filemón, que tras huir va a parar a “servir” a Pablo. Pero este quiere, aunque necesita de sus servicios, que regrese a su antiguo dueño para que sepa apreciar la libertad de los HIJOS de DIOS, donde nos ama a todos y a todos quiere libres.

Estas dos lecturas tienen, por tanto, que enseñarnos el verdadero sentido del fragmento del Evangelio de Lucas que escucharemos en la Misa dominical y que nos obligará de alguna manera a saber interpretar esas palabras de Jesús, sabiendo que son palabras claras, sin interpretaciones turbias pero a la vez difíciles de entender.

El “posponer” que utiliza Jesús es así, dejar lo nuestro y optar por Él, y este “optar” por Jesús siempre lleva consigo la CRUZ, pues toda renuncia es Cruz, todo abandono de lo que tanto nos gusta y es puramente mundano es Cruz, nuestro mismo corazón lleno de vanidades y vanaglorias que sea capaz de renunciar a todas ellas por amor a Jesús es Cruz, bueno, más que Cruz, es una MUY PESADA CRUZ.

Lo que ciertamente no te está diciendo Jesús en este Evangelio es que dejes de “AMAR” a ti mismo, a padres, a hermanos y solamente amarle a Él, te dice que si de verdad optas en tu vida por Él, descubrirás que el AMOR cobra una nueva dimensión, más pura, más sincera, más real. Nos invita a amar de otra manera, a amar más y mejor.

Que sepamos descubrir la riqueza de esta Palabra que nos inspira y anima para descubrir que toda felicidad parte de Jesús y termina en los brazos de Dios nuestro Padre.


Que pasen un feliz Domingo, día del Señor.