viernes, 10 de mayo de 2019

CUERTO DOMINGO DE PASCUA. CICLO C.


CRISTO, EL SEÑOR, NOS DA SEGURIDADES. CON ÉL TODO LO PODEMOS.

La necedad de los judíos extendidos por todas partes hace que el mensaje de Jesús llegue a los gentiles, somos afortunados, de haber prestado atención los judíos al mensaje del Señor, quizás nosotros nos habríamos quedado fuera, pero el plan del Señor era que TODOS llegaran al conocimiento de la verdad, y Pablo y Benabé fueron los primeros en mostrar esta salvación que nos trae Jesús con su Evangelio y sobre todo con su pasión, muerte y resurrección.
En esta lectura vemos las intrigas contra la fe de algunos enemigos de ella, pero estas persecuciones lo que más hacían es que al tener que huir llevaban el mensaje del Evangelio a otra parte. Jesús, desde su amor y con la fuerza del Espíritu hace que lo que en un momento puede presentarse como un mal a la larga sea un gran bien, así rápidamente creció el cristianismo por todas partes.

“Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño” es la afirmación del salmo 99 que proclamamos en la Misa, por eso con alegría, aunque pasen los siglos, los años, seguimos aclamando al Señor y con corazón humilde tratamos de servirle con amor, conscientes de tanta GRACIA que Él pone en nuestros corazones. Somos obra de Dios y su misericordia para con nosotros es eterna, Él no cambia, permanece siempre fiel, ojalá nosotros no nos dejáramos abandonar por la desidia, el desamor y FIEL.

La segunda lectura del Apocalipsis nos pone en nuestro sitio, a través de los siglos la Iglesia ha sido cruelmente perseguida con saña y maldad. Pero eso no es nada nuevo. Si lo hicieron con el Señor también lo harán con la Iglesia. Pero estas persecuciones han llenado el cielo de mártires que procediendo de la gran tribulación has sabido testificar con su sangre la fe en nuestro Redentor. Todo el que cree de una manera o de otra testifica y alcanza la santidad. No nos engañemos, la salvación no es para unos pocos y los demás son todos hijos de la condenación. Esa muchedumbre inmensa que nadie podía contar que vio Juan que procedía de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas son los que proceden de este valle de lágrimas, pero que como nosotros también estamos llamados a estar eternamente junto al Cordero que dio la vida para sacarnos de la esclavitud del pecado y ser merecedores de la redención.

El Evangelio, aunque breve es sumamente profundo: solos las ovejas del Señor que es nuestro Pastor, él nos conoce, nos llama por nuestro nombre, nos cuida y acompaña, no deja que ninguno de nosotros quede desamparado o abandonado, el ha dado la vida por todos y a todos quiere en su redil, gozando la seguridad que él nos da y sintiendo en el corazón su gran amor por todos nosotros.

Que de verdad busquemos con ilusión la VIDA ETERNA QUE SOLAMENTE EL NOS PUEDE DAR, y la seguridad de que nadie podrá arrebatarnos a cada uno de nosotros de su mano poderosa y misericordiosa.

Que tengáis un feliz Domingo día del Señor.

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