viernes, 28 de diciembre de 2012

UN SALUDO Y MI DESEO DE PAZ EN ESTE FIN DE AÑO, DESDE SANTANDER



Desde la ciudad de Santander para todos los seguidores de El Duende del Perchel felices fiestas de fin de año y un feliz 2013. Año de la fe y que sea también año de la recuperación económica por tanto año de la Esperanza y del compartir con el que menos tiene, así pues año del Amor o Caridad, para todos, para nuestro pobre mundo.


jueves, 27 de diciembre de 2012

LA SAGRADA FAMILIA: JOSÉ, MARÍA Y JESÚS.

La Sagrada Familia de Barcelona

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2, 41-52
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían, quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
–Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
El les contestó:
–¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

 Siguiendo la tradición y las pautas marcadas por la fe, Jesús y sus padres iban a Jerusalén cada año como nos dice el Evangelio de Lucas,  iban en peregrinación. Así era la costumbre.
 Y en aquel  año que Jesús cumplió los doce, ocurrió algo singular. Algo que quedaría marcado en el corazón de María para siempre. Después de pasar  los días necesarios  en Jerusalén, y habiendo  comenzado el regreso a Nazaret, José y María echaron en falta  a Jesús en la caravana con la que volvían a casa sus familiares y amigos.
 María y José seguros de que el niño no iba con ellos, dieron la vuelta a Jerusalén, y después de bastante tiempo le encontraron en el Templo, en medio de los Doctores, hablando con ellos, sobre asuntos de La ley y la religión de los judíos.
 Estaban admirados de sus palabras. María le dijo : Hijo, ¿por qué nos tratas así? Y Jesús le contestó : ¿No sabéis que debo estar pendiente de las cosas de mi Padre? No le entendieron muy bien lo que quiso decirles. Pero Jesús bajó con ellos a Nazaret y siguió a su lado, creciendo en edad, saber y bondad.
 
“Las palabras de Jesús en el evangelio de hoy expresan su vocación y conciencia de filiación con el Eterno. Su “deber” consiste en “estar en la Casa de su Padre”. Habitado Él mismo por el Espíritu, con esas palabras resume todo su futuro trabajo, sufrimiento y gloria.
La fiesta de la Sagrada Familia es buena ocasión para reconocer la importancia de la familia en la sociedad. La familia, sostenida por el pilar de los esposos, refleja a su manera la vida comunitaria que existe en Dios (Uno y Trino), al crear al varón y la mujer. Desde su origen, la comunidad cristiana se ha caracterizado por defender y proteger el valor de la familia según el proyecto de Dios, entendida como una comunidad de vida y amor. Ya en tiempos de las comunidades primitivas, los cristianos afirmaban que la transmisión de la vida no sólo era un acto de reproducción de la especie, sino un modo de colaborar con Dios en su historia de salvación. Crear, transmitir y cuidar con dignidad la vida humana nos asemeja al Creador, fuente de toda vida.
Las lecturas de hoy, si bien reflejan la mentalidad de la época en las que fueron escritas, contienen valores imperecederos. Hablan del valor de la paternidad y maternidad. Invitan a honrar al padre y la madre; a dialogar y escucharse en la familia; a reconocer el papel de cada miembro del hogar; a ejercer la solidaridad intergeneracional. Pero por encima de todo, la Palabra de hoy insiste en que sean el amor y el perdón los ceñidores de la unidad consumada. Sin amor o sin perdón, sin escucha o diálogo, ¿qué familia puede superar las dificultades”.  Comentario al Evangelio de  Fray Xabier Gómez García, O.P.

 
Ciertamente que son muchas las dificultades que atraviesan los matrimonios, pero también es cierto que dificultades han existido siempre, luego podemos preguntarnos ¿donde están esas dificultades? o ¿en qué consisten?. Lo que si es cierto que esta sociedad ya no es la que era hace cincuenta años atrás, ahora se comparten trabajos, las profesiones están al alcance de todos, la igualdad del hombre y la mujer aunque por desgracia aún no es algo ya conseguido, ya se ha logrado mucho, y todos estos logros han facilitado que de de un cambio en la manera de vivir en familia o de ver las necesidades de cada familia y las respuestas de los esposos ante los problemas y retos de sus propias familias.
Ya no es el hombre en que genera el bienestar y la mujer la que trabaja en la casa. Ahora ambos comparten responsabilidades económicas y por tal razón ambos han de compartir los trabajos del hogar. No se puede pensar hoy en día en que el hombre que llega cansado de su trabajo encuentre en su hogar a una esposa solícita, que aunque ella también llegue a casa cansada de su trabajo tenga que poner las zapatillas al pobre marido y hacerse ella sola cargo de todo lo demás, eso es imposible.
Urge el compartir los trabajos.
Pero éste no es solo el problema ni el más urgente. Sigue siendo un grave problema la falta de diálogo en la pareja y en la familia, también los padres y los hijos han de dialogar, y han de buscar campos de diálogo, y espacios para el diálogo.
El ser conscientes de que algo ha cambiado a partir de la boda, el que los amigos han de quedar en un segundo lugar, lo mismo que los mismos padres, que en tantas ocasiones siguen intentando dominar a la nueva pareja, e imponer sus criterios y su manera de hacer las cosas, cuando tienen que respetar a la pareja y saber desligarse de ellos y dejar que sean ellos los que marquen las pautas a seguir en su nuevo estado.
En resumen, cambiarán las épocas, las costumbres, pero no cambia la  responsabilidad de los esposos y el respeto mutuo entre ellos y de ellos a los hijos y de estos a sus padres. Tampoco cambia el espíritu de sacrificio, que hace que la pareja tome opciones en la vida y tenga que dejar por el camino cosas que son apetecibles, pero que a la larga experimentarán recompensa. 
Una cosa es cierta, los jóvenes tienen que valorar el tiempo del noviazgo como tiempo esencial para la preparación para el matrimonio, y valorar y sí se está valorando, el curso pre matrimonial que la Iglesia ofrece a las parejas como toma de conciencia de la responsabilidad que contraen con el Sacramento del matrimonio.

 

martes, 25 de diciembre de 2012

CRISTO HA NACIDO - CRISTO SIGUE NACIENDO EN NOSOTROS:

Cristo nace en cada corazón que está dispuesto a recibir su paz y su amor y compartirlo.


Nace para tí y para mí, para darnos su amor, para darnos vida plena. Para cambiar y tener coraje y fortaleza para transformar este mundo nuestro, profundamente materialista en un mundo más humano, para así llegar a ser más a lo Divino.




Está en nuestras manos la posibilidad de lograr el cambio, de construir un mundo mejor, esa nueva humanidad por la que tanto luchó Pablo VI y Juan Pablo II, la Nueva evangelización del Amor y desde el amor.


Que no nos deslumbre la luz de los coloridos callejeros de estos días en pueblos y ciudades, acudamos a Él, Luz del Mundo para que su resplandor se deje notar, en los pobres, abandonados, marginados... En aquellos que nada tienen pero que esperan todo de este Niño nacido pobre y que pobre murió en el leño de la Cruz por nuestros pecados.

lunes, 24 de diciembre de 2012

“In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum…”

Cristo: Eterna Palabra del Padre



Lectura del santo evangelio según san Juan 1. 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra habla vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.”» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

La Palabra, Luz de Dios, se hizo carne y acampó entre nosotros:


Fray Manuel Ángel Martines Juan ,Doctor en Teología en Salamanca, en su comentario bíblico que publica en el portal de La Orden de Predicadores, comenta: “En la misa del día de Navidad se nos invita a meditar el prólogo del Evangelio de san Juan. Se dice que fue tan grande la devoción de los fieles a este pasaje, que llegaron a honrarlo como una reliquia y a valerse de él como si se tratara de un sagrado talismán. Hacia el siglo XII comenzaron a recitarlo algunos sacerdotes, por pura devoción, mientras volvían a la sacristía y se quitaban los ornamentos. Luego, a causa del ruego de la gente, sobre todo de las mujeres devotas, consintieron en recitarlo en el altar, primero en voz baja, y luego en alta voz, hasta que por fin, san Pío V lo incorporó definitivamente a la misa; de modo de que antes de la última reforma litúrgica la Eucaristía concluía siempre con la lectura de este profundo pasaje evangélico .Es de los pocos pasajes del Nuevo Testamento que afirman claramente la divinidad de Jesús.”

Recuerdo en mis años de juventud, en el pueblo de Yauco, que con mucha frecuencia venía gente al templo parroquial o a la casa parroquial para pedir la bendición y se les leía este Prologo de San Juan.

Esa eternidad divina viene a los suyos, al pueblo por siglos preparado por Dios, al pueblo elegido, al pueblo que con tanto orgullo ha cantado las alabanzas y los salmos al Dios Uno, Único y Verdadero. Pero que en la HORA final, después de tanto esperar, no le reconocen, se les escapa, pierden la oportunidad. Se alejan de la Promesa del Padre.

Pero ojo, no pensemos que este “despiste” del pueblo judío es algo que se dio únicamente entre los judíos del tiempo de Jesús, esta situación se repite en todos los tiempos, pero con una mayor insistencia en nuestros días, y no como antes, por falta de conocimientos, sino más bien por apatía, por falsedad, por malicia, por desenfreno, o por una especie de maldad o rabia contra Dios y contra todo lo que pueda recordar esta Bondad Divina que está en los hombres de buena voluntad, en los corazones nobles, en las almas sencillas que buscan de Dios y su Justicia.
Pero por más que griten que Dios está muerto, o dormido o ausente, no lograrán convencernos, Dios está entre nosotros, vino en la humildad de nuestra pobre carne a nuestro mundo gracias al Sí de una joven doncella que lo acogió en su seno virginal y nos lo entregó a la humanidad en el pesebre de Belén, en pobreza radical, como abandonado por todo y por todos, como indicando esa otra situación treinta y tres años más tarde, cuando muriera en una cruz de la misma manera, con el mismo abandono aparente y en la misma soledad.

Los hombres necios piensan que con taparse los ojos tapan al sol, pero eso no puede ser, es imposible, simplemente no ven el sol porque tienen la mano encima de su nariz, pero el sol está ahí, donde siempre. Por más que alguna minoría, aunque creciendo, intenten opacar la Luz del Mundo, Cristo Nuestro Señor, no lo podrán conseguir, porque Él es el Sol de Justicia que alumbra a todo hombre. La Palabra de Dios hecha carne que permanece por siempre, y que vino a nosotros para confortar, animar, vivificar nuestra naturaleza humana, pobre y enferma por el pecado y a dar vida, una vida que sobrepasa todas las expectativas de la misma humanidad, la Vida Eterna. Porque nos dice San Juan en este Prólogo: “Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad”.
Cuantas gracias hemos de dar a Dios nuestro Padre diariamente por esta manera tan sencilla de darnos su VIDA, de cambiar y tanto nuestra pobre existencia, de transformar y de tal manera nuestra vida mortal al darnos con la fuerza de su amor el poder de optar por una vida que nunca termina, que permanece para siempre unida a Él en el cielo, en ese Reino Nuevo que este Verbo del Padre nos ha regalado con su nacimiento, con su vida, con su Cruz y con su Resurrección.

En este año de la Fe que la Palabra eterna de Dios ilumine nuestras mentes y nuestros corazones para que la Palabra que es la Luz del Mundo permanezca encendida en todos los corazones de buena voluntad, y así no se apague ni se opaque ni se distorsione la Fe verdadera de Cristo el Señor en nosotros y en todo el mundo. AMEN.
Cristo Luz de Dios que alumbra a nuestro Mundo.

domingo, 23 de diciembre de 2012

¡¡¡FELIZ NAVIDAD, HERMANOS!!!





Vivíamos como esclavos bajo los elementos
del mundo, pero al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
mujer...”

(Gal. 4, 3-5)


Os deseo a todos vosotros unos felices días de Navidad en el recuerdo del nacimiento del Niño Dios. Asimismo, también os deseo un venturoso 2013, en el que se cumplan todos vuestros mejores deseo. En estos días recordamos a los ausentes, a los enfermos y a aquellos que nos han dejado y descansan ya en la Paz del Señor.

Granada, Navidad del 2012

Fr. Francisco Emeterio García Ortega, O.P.

El Duende del Perchel

Misterio, colocado por los jóvenes de la Archicofradía del Rosario de Granada en el templo de Santo Domingo. El día 24, en la Misa de Gallo se colocará la imagen del Niño.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO. (Ciclo C.)






Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito:
–¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú, que has creído! porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

¡Dichosa tú que has creído: María!, ¡Dichosos también nosotros si creemos! 

¡Año de la Fe! Es un año para más, creer mejor, es también un año para crecer, para pensar, para cuestionarnos también, para razonar, para orar individualmente y en Comunidad, en asamblea, en iglesia. 

María nos acompaña, es nuestra modelo, nos guía con su ejemplo, con su manera de vivir siempre a la Escucha de la Palabra primero y de esa Palabra en ella encarnada después.

¡Qué maravilla de mujer! ¡María! ¡Qué corazón noble! ¡Qué espíritu de servicio, de entrega, de caridad, de confianza en el anuncio del Ángel del Señor!,
 Tres meses antes de que su prima Isabel diera a luz, se fue con ella para ayudarla y acompañarla, porque era mayor y vivía sola. Dejó su casa y se dedicó a quien la necesitaba tanto en esos momentos. Esto me recuerda mi infancia, cuando nacíamos en las casas y bajaba la abuela para encargarse de los trabajos de la casa y del cuidado de nuestra madre en los días del parto y posteriores, sí, ese mismo corazón, ese mismo deseo de servir, de ayudar, de atender, de dar compañía, el mismo espíritu de servicio que motivó a ir a la Montaña a la Madre del Salvador para atender a la madre del Precursor, Juan el Bautista.
 Por eso Isabel, agradecida, a la Mujer llena de la gracia, que supone la entrada del Señor, ya gestándose en el vientre de María, dijo a María algo tan bonito como esto: ¡Bendita tu entre todas las mujeres, María, sí bendita una y mil veces porque has creído cuanto Dios te ha dicho y, por eso, estás llena de Vida Plena, de Gracia Plena, de Dicha Plena! Amén María, así se hace. Así tenemos que hacerlo nosotros también. El Señor también quiere nuestro Sí, nuestro compromiso con Él, nuestro corazón generoso, nuestro esfuerzo, necesita nuestro AMOR.
Y María acompañó a Isabel hasta que dio a luz a su hijo. Y luego regresó a su casa.

“¡Dichosa tú que has creído!,

porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”

Hemos escuchado la Palabra en estos domingos anteriores del Adviento, y esta Palabra va tomando vida y esta Palabra se hace Carne en el Seno de la virgen María, ya no es un mero anuncio, tampoco se queda en una promesa lejana, se hace cercana, hoy ya cobra vida en el Seno virginal, hoy aún sin nacer ya provoca el salto de gozo del Bautista en el seno de su madre Isabel por la dicha de la visita del Salvador del mundo que por obra del Espíritu Santo se ha engendrado en la Doncella de Nazaret.
Este Evangelio y este tiempo litúrgico que termina y el de Navidad que dará comienzo en breve nos enseña que Dios es un Dios cercano, y además es un Dios amigo de lo sencillo, carente de dificultades y complicaciones, un Dios que no le van las grandezas de este mundo y sí la gente humilde y sencilla, no los ricos de este mundo que se afanan en amasar riquezas y no duermen por las noches pensando lo que pueden ganar o perder y sí a los pobres que su mayor riqueza es la certeza de solamente tener el cielo arriba y la tierra abajo, y de llorar con pena las amarguras de la vida y felicitarse con ilusión cuando la vida les da alguna sorpresa de bienestar y de esperanza.
Preparemos el pesebre en nuestro corazón, ya limpio por la penitencia e iluminado por la Palabra que simbolizada en la Corona del Adviento ha ido iluminándonos durante estos anteriores domingos, para que al vivir la Navidad, el nacimiento de nuestro Salvador Jesús, nuestra vida renazca un año más y se llene de paz y alegría para que siendo conscientes de lo enriquecedor que es ser cristianos, caminemos los días del peregrinaje de nuestra vida con vitalidad siempre renovada y así lleguemos a la presencia maravillosa de nuestro Padre Celestial.
¡Feliz Navidad a todos, mis hermanos!
¡Que el Señor que se hizo carne en el seno virginal de María Santísima os colme de sus bendiciones!.


lunes, 17 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!




Al acercarse ya las fiestas de la Navidad, desde aquí os deseo mis mejores deseos de Paz  y Felicidad en estos santos días. Que sean unas Navidades en el protagonista, Jesús, en vuestras casas y en vuestros corazones. Que triste resulta ver que algunos pretenden celebrar la NAVIDAD sin Jesús. Una navidad “laica” es una navidad sin sentido, sin lógica, sin corazón.

Dicen que en este año se acaba el mundo, quiera Dios que sí, que se acabe el mundo de la crisis, de la falta de trabajo, de los desahucios, del egoísmo, de la ambición, de la desigualdad social, de las guerras, de los odios, de los rencores…

Sí que de comienzo un nuevo orden, un nuevo mundo solidario donde el AMOR reine en los corazones de todas las personas, sin importar su origen, sus creencias religiosas, su nacionalidad.

Para todos y para todas ¡FELICES FIESTAS DE LA NAVIDAD!

domingo, 16 de diciembre de 2012

17.000 VISITAS AL DUENDE DEL PERCHEL





En lo que va de mes han visitado "El Duende del Perchel" las siguientes personas, según países. A todos los seguidores GRACIAS por vuestra lectura y que nunca falte una súplica al Señor de unos por otros. Bendiciones.
Fr. Francisco E. García Ortega, O.P.
El Duende del Perchel
Granada, Diciembre 2012

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sábado, 15 de diciembre de 2012

CHARLA SOBRE SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, LA FUNDACIÓN DE LA ORDEN Y LA LLEGADA DE LOS DOMINICOS A GRANADA:


Retablo de Santo Domingo (Granada)




Para los Hermanos Cofrades de la Hermandad de Nuestro Señor de la Humildad y Ntra. Sra. De la Soledad y Dulce Nombre de Jesús de Granada:
Antes de pasar, en grandes rasgos, a hablar sobre la vida de Santo Domingo, hablemos un poco primero del entorno de la Castilla de esa época, amenazada constantemente por las incursiones de los moros, y obligada a vivir en constante estado de alarma por la situación y por la rivalidad entre fronteras de los Señores feudales.
Esto hacía que los señores que ejercían el poder ante sus vasallos hicieran de estos, los vasallos, no solamente aquellos que trabajaran sus tierras y entregaran en muchas ocasiones coaccionados por el poder de la espada la cosecha a sus amos, sino que en muchas otras ocasiones los mejores brazos que pudieran cosechar las tierras castellanas eran sacados por la fuerza de sus amos de su entorno para enrolarlos en los ejércitos cuando las escaramuzas fronterizas o con los mismos árabes se hacía necesario.
En esa época esos señores dominantes eran los que pertenecían a la nobleza, los obispos y los grandes abades dotados de tierras y poblados que tenían que recibir su parte de las cosechas a la hora señalada por el amo.
En Caleruega se dan los dos casos, es un señorío, con sus pequeños poblados, perteneciente a los Guzmán y Aza que poseen un villorrio y como zona que cuenta con cierta altura posee torreones para avisar por la zona castellana de cualquier amenaza mediante señales que comuniquen de torre en torre del peligro que se avecina y se de la alarma. en Caleruega hacían esta misión la misma torre de la iglesia parroquial y el Torreón, que por otra parte eran refugio y lugar de defensa en el caso del ataque enemigo.

Torreón de Caleruega (Dominicos)


Nació Santo Domingo hacia 1170 en Caleruega, un pueblecito de la provincia de Burgos, cerca de Aranda de Duero y de Silos, cuyo  monasterio fue visitado con regularidad por la madre de Santo Domingo.
Son sus padres Félix de Guzmán y la Beata Juana de Aza, madre quien desde el principio fue la primera educadora, y sobre todo en lo referente a  la fe de sus tres hijos, el primero Antonio, que sería sacerdote, y que gozó de gran popularidad por su bondad y su amor por los enfermos, para este fin de socorrer a los enfermos, en su pueblo, Caleruega, construyó un hospital en terrenos de la finca de la familia, hoy supuestamente hospedería del Convento, situado entre el Monasterio de las Dueñas (las Dominicas) y el convento de los frailes, construido con un estilo medieval a mediados del siglo pasado por el P. Carro y los Dominicos de la Provincia de España; rl segundo hermano Fray Manes, dominico, que siguió luego a su hermano Domingo en su misión evangelizadora desde la Orden por él fundada, y Domingo, el mas pequeño de los tres hermanos.
La bodega del milagro de la Beata Juana de Aza.


Lo que se vive se aprende: y estos niños vivieron el ejemplo de la bondad y santidad de su madre la Beata Juana, que no escatimaba esfuerzos y sacrificios para dar a los pobres de todo lo que en casa había, aunque entre ello contara con la barrica del vino bueno reservada por su marido para él y sus amigos, que según sus órdenes era “intocable”, tanto es así que en una ocasión que la beata Juana había dado ya todo el vino que quedaba en ella, al llegar su esposo de una “correría” militar con su gente, un criado informó de que la esposa había dado todo su vino a los pobres, entonces él pidió ser servido de su vino especial, y ella, ante la impotencia y el no saber como decirle que ya no quedaba, de rodillas oró al Señor para que saliera en su ayuda, e intentando apurar por si algo quedara en la barrica, resultó que salió vino en abundancia que colmó las necesidades de su amo y amigos y libró a la Beata Juan de pasar por un mal trance.
Un tío de Domingo,  Arcipreste de Gumiel de Izán, puelblo cercano a Caleruega,  se encargaría de su formación a partir de los seis años, y a los catorce fue enviado al Estudio General de Palencia, de gran fama y reciente creación,  para estudiar las artes liberales, es decir, las ciencias humanas y sagrada teología.
Ya en Palencia, Domingo sorprendió a maestros y compañeros cuando para solucionar en lo posible las necesidades de tanto pobre, a consecuencia del hambre que había en la ciudad, vende todos sus pergaminos, un tesoro para estudiantes y profesores, y da el dinero a los pobres, alegando: “para qué estudiar sobre pieles muertas, si los hijos de Dios se mueren de hambre”.
Esto, y su vida piadosa y su responsabilidad en los estudios, hizo que el Obispo de Osma se fijara en él y se lo llevara para su diócesis como canónigo a la edad de 24 años, siendo ordenado de sacerdote al año siguiente.
El Rey Alfonso VIII de Castilla encargó al Obispo de Osma una misión diplomática en Dinamarca: traer a su reino una noble dama para esposa de su hijo Fernando. En este viaje, que hace acompañado por Domingo, queda profundamente dolorido ante la expansión de tanta herejía, principalmente los Cátaros y los Valdenses o pobres de Lyón, producto del maniqueísmo oriental, quienes negaban la mayor parte de los dogmas de la Iglesia.
Esta situación le mueve a él y al mismo Obispo de Osma y un grupo de compañeros, en 1207, quienes se entregan a la evangelización, viviendo ellos en pobreza y renunciando a todo tipo de comodidades que les daba el ser legados del Rey. Antes de fundar la Orden de frailes predicadores, Santo Domingo funda también las monjas contemplativas, para asegurarse con sus oraciones la intervención de Dios para todos sus proyectos. En una Bula del Papa Honorio III, el día 22 de Diciembre de 1216,  da a Domingo y a sus compañeros el título de Predicadores. El 15 de Agosto del año siguiente, Domingo les envía por Europa, principalmente a las grandes universidades para  predicar y crear comunidades de predicadores que se extenderían con toda rapidez y eficacia .En este trabajo de fundador, bien en los conventos, bien en los viajes recorriendo varias veces toda Europa para visitar las nuevas fundaciones, la Santísima Virgen ha de ser para él un apoyo constante.
 De su lectura asidua de las Sagradas Escrituras y sus jaculatorias devocionales a la Santísima Virgen, surgirá la fundación del Santo Rosario, que posteriormente sus hijos irán materializando a la forma actual del mismo; y será uno de sus principales promotores el Santo Dominico y Papa S. Pío V, quien con motivo de la victoria de los cristianos sobre los turcos en Lepanto, promulgando la devoción a la Virgen del Rosario, regará la devoción por toda la cristiandad.
Santo Domingo muere acompañado de sus hermanos dominicos el 6 de Agosto de 1221, después de una vida de incansable celo apostólico, caminatas a lo largo de toda Europa con multitud de fundaciones, visitando los conventos, predicando y viviendo siempre una vida intensa de oración, predicación y mortificación, siendo ejemplo de su entrega total a sus hermanos, viviendo él tan pobremente que le sorprende la enfermedad y la muerte sin tener un hábito de repuesto o una celda donde descansar. Es canonizado por el Papa Gregorio IX el día 3 de Julio de 1234.
Al morir los hijos de Féliz y Juana, dado que los tres fueron sacerdotes y quedaron sin descendencia esta pasó a manos del Rey, y él entregó todas las posesiones del Señorío a las Madres Dominicas por lo cual hoy en día son conocidas como las Dueñas, aunque como es natural el pueblo que lo fué en tiempos pasados hoy en día ya no es posesión del Monasterio.
Parte del claustro del Monasterio de las Dueñas de Caleruega.




CONVENTO DE SANTA CRUZ LA REAL DE GRANADA:

Convento de Santa Cruz la Real de Granada.

El día 5 de Abril de 1492, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, fundan este Convento de Santa Cruz la Real. En el Archivo del Convento se conserva la carta fundacional y donación, con la firma de los Reyes Católicos (hay fotocopia en la entrada del Colegio Mayor y su traducción). Y son donadas a la Orden de Predicadores (Dominicos) las huertas del Almanjarra, que era de la reina Dal-Horra, madre del rey Muley Bandilí o Boabdil. Junto a estas huertas se dona también el palacio árabe de la reina madre, que los dominicos conservarán reservándolo para sede de actos solemnes o morada de altos personajes, es el actual “CUARTO REAL DE SANTO DOMINGO”.  Este edificio se conserva y es propiedad del Ayuntamiento de Granada.
Los solares o fincas que los Reyes Católicos “donaron” a la Orden de Predicadores abarcaba desde la actual plaza Fortuny y del Realejo hacia el Genil por lo que es la Carrera; y lindaban con el Monasterio de las Comendadoras de Santiago. La casa madre de las religiosas dominicas se construyó posteriormente en terrenos de Santa Cruz. Sólo una parte mínima de las fincas se edificó, quedando el resto de huerta y jardines.
Los Dominicos no destruyen nada, sino que conservan. Y edifican, tanto la Iglesia (1512) como el convento en lo que era la huerta. Los primeros frailes vienen del Convento de San Pablo de Córdoba, que fue el primer convento de los dominicos en Andalucía, fundado por el Rey San Fernando en 1236. El número de frailes, según la crónica  fue de 24 “idóneos y doctísimos religiosos” A los pocos años, este convento de Granada se convierte en el eje de la fundación de toda una serie de “casas de predicación” en la Andalucía Oriental: Guadix, Baza, Huescar, Almería, Ronda, Antequera, Archidona, Alcalá la Real… Málaga se comenzó a construir el convento antes de la toma de Granada, según documentos encontrados por el Párroco de santo Domingo de Málaga Fr. Francisco Sánchez Hermosilla, pero esta construcción se paralizó ya que la campaña de Granada necesitaba de todos los bienes económicos y no se pudieron continuar los proyectos hasta haber realizado ya la toma de esta ciudad de Granada.
De la primera edificación sólo se conserva lo que se llamaba “noviciado”, edificio que lo usa actualmente la Comisaría de Policía. El convento actual consta de un gran claustro de planta cuadrada (terminado en 1624 y en el centro había una fuente, actualmente en el Paseo de la Bomba de Granada) dicho claustro tiene 30 metros de largo con 28 arcos de cantería abiertos entre pilastras dóricas; en los arcos centrales se observan emblemas de la Orden de Predicadores y Yugos y Flechas con las iniciales de los Monarcas fundadores (F Y). En el lado occidental arranca la escalera principal (1597), a la que da acceso una portada de mármol de Sierra Elvira, que está cubierta por una espléndida cúpula con adornos en relieve policromados y arcos entre pechinas, pintados por Pedro de Raxis.
En esta Iglesia y Convento se formaron, predicaron y vivieron: Fray Luis de Granada (nacido en el Realejo en 1504, y muerto el Lisboa en 1588). San Juan Alcober (nacido en Granada parroquia de las Angustias, en 1694) San Francisco Serrano Frías (Nacido en Hueneja-Granada, en 1695. Santo Domingo Henares (nacido en Baena-Córdoba en 1765).
En 1810 los franceses invasores se apoderan de Granada  y los frailes de Santa Cruz se ven forzados a abandonar el Convento. Saquean la iglesia y el camarín de la Virgen del Rosario.
Cuatro años más tarde, 1814 regresan de nuevo los frailes. Se reanuda la vida conventual hasta el 30 de Agosto de 1835 en que son expulsados los 40 miembros de la Comunidad por el famoso decreto de la desamortización de Mendizábal, quedando suprimidas las Órdenes Religiosas en España. El gobierno cedió la iglesia al Obispado, mientras que el convento tan rico en obras de arte y su biblioteca, se convirtió en cebo para el pillaje: lo que pudo arrancarse de su sitio, se arrancó, yendo a parar a casas  del Estado o a domicilios privados (lógicamente de gente rica, no de pobres). Un año más tarde 1836, al destruirse la iglesia de Santa Escolástica, la parroquia con sus archivos parroquiales pasan a esta iglesia.
Será el 2 de Enero de 1951 cuando vuelven los dominicos de nuevo a Granada.


Actualmente este Convento alberga el Colegio Mayor Universitario con 120 estudiantes  y Convento de los padres dominicos. Se han utilizado sus salones para clases de lenguas modernas, tanto en la parte del claustro como en lo que antes era el Instituto Teológico; y otras dependencias del mismo las utiliza la Parroquia para la Catequesis de niños, jóvenes, cursillos prematrimoniales y charlas prebautismales, reuniones de la Archicofradía del Rosario, y otros encuentros parroquiales, además de la utilización de las mismas por las cinco  Comunidades  Neocatecumenales que actualmente tiene la Parroquia, tanto para las celebraciones de la  Palabra como para las catequesis y Eucaristías sabatinas.


IGLESIA DE SANTO DOMINGO:

Interor de la Iglesia de Santo Domingo de Granada.


En 1512 se comienza la construcción de este Templo, que presenta la clásica cruz latina. Nave central y diez capillas, cinco a cada lado, de estilo gótico; bóvedas de crucería y arcos ojivales.
El crucero central es de finales del siglo XVII. Cimborio en forma de tiara con adornos bizantinos y barrocos; se apoya en cuatro arcos semicirculares. Por el exterior se adorna con azulejos policromados.

El ático o pórtico es de estilo renacentista de principios del siglo XVII, con tres arcos de medio punto, sostenidos por columnas dóricas. Escudos de Fernando (F)  e  Isabel (Y), y del Emperador. Por encima de los arcos, un rosetón o ventanal de estilo plateresco con relieves de Victorias, inspiradas en las del Arco de Septimio Severo, de Roma.

 Dentro de este templo de Santo Domingo, destaca el retablo de la Virgen del Rosario, la venerada imagen de Lepanto, que con su Camarín es una auténtica joya de Santo Domingo de Granada.

Las diez capillas laterales se cubren con bóveda de crucería, los arcos de entrada son góticos en las tres primeras, y de medio punto en las otras dos capillas. Esta diferencia fue motivada por la construcción del coro, el cual se encuentra situado a los pies del templo sobre bóveda gótica y abierta a la nave mediante arco carpanel el cual está decorado con el yugo y las flechas y el escudo imperial. En  cada lado del mismo sobresale un órgano.

Fr. Francisco E. García Ortega, O.P.
Consiliario de la Hermandad



martes, 11 de diciembre de 2012

Del Evangelio según San Lucas (3, 10-18) de este 3º Domingo de Adviento:

San Martín dando su capa a un mendigo



En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
–¿Entonces, qué hacemos?
El contestó:
–El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.
Vinieron también a bautizarse unos publicanos; y le preguntaron:
–Maestro, ¿qué hacemos nosotros?
El les contestó:
–No exijáis más de lo establecido.
Unos militares le preguntaron:
–¿Qué hacemos nosotros?
El les contestó:
–No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga.
El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
–Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.

Misa en el Monasterio de Santa Catalina, de las Madres Dominicas del Realejo en Granada, en esta mañana del tercer domingo del tiempo de Adviento.


La “conversión propuesta por Juan el Bautista es una conversión radical de cambio de conducta personal. Pero no es solamente eso, hay una  llamada radical, urgente y necesaria a una conversión, tanto el pecado individual como el pecado social. El mismo Juan Bautista que invitaba a todos a preparar el corazón para acoger a Dios, les decía a aquellos que acudían a escucharle en el desierto cómo debían comportarse en situaciones concretas: “Compartid de lo que tenéis con quien no tiene y necesita. No hagáis daño ni os aprovechéis de los sencillos y de los indefensos, no seáis egoístas ni hagáis extorsión a nadie…”
Llama a cambiar la manera de vivir para que se nos perdonen los pecados. “Hay que allanar los caminos y abajar los collados del orgullo y la soberbia” que recordamos del Evangelio del domingo pasado”. Hay que cambiar nuestra vida, a veces muy retorcida, dañina, egoísta, imperativa, que nos hace ir por la vida con la bandera de la FE y de la RAZÓN despreciando y apartando a un lado a todos aquellos que no piensan y actúan como nosotros.
Si uno no actúa como piensa termina pensando como actúa. Se trata de una llamada a dejar de ser "cristiano a nuestra manera", algo muy común en estos tiempos que corren. Muchas veces nos hemos “instalado” en ciertas costumbres, estilos de vida mediocres, nos hemos hecho “tibios”, no somos ni fríos ni calientes. Nos hemos acomodado a ser católicos por costumbre y tradición familiar. Nos falta convencimiento personal y colectivo.
Pero llega este Juan Bautista, el personaje del Adviento, llega el Precursor del Señor y resulta que es un hombre cabal, que es un profeta con valores, que vive la pobreza radical que predica, que en sus palabras no hay engaño, que es capaz de convencer porque vive lo que dice.
Por eso su llamada a la conversión es vivida personalmente. Él Bautista encarna al "convertido" que llama a otros a la conversión. No  nos basta con convertirnos, con convertirme, con ser mejor, con cambiar de actitudes, tenemos que convertirnos y convertir a la gente de nuestro mundo, tenemos que luchar por una sociedad más justa, más sincera, más al estilo del Evangelio de Jesús.
La conversión no consiste sólo en buenas intenciones o convicciones. Lo real de la conversión es “cambiar la manera de vivir”. La conversión debe pasar a los hechos, a decisiones concretas. A menudo caemos en "idealismos" de creer que vivimos lo que pensamos; pensamos que estamos realizando aquello que decimos. Estamos acostumbrados a hablar de cosas que no vivimos. Pero ojo, el Profeta nos urge a un cambio radical y total. Y nuestro tiempo nos muestra una acuciante situación de desigualdad y de crisis que tiene que ser visualizada por el creyente, pero no solamente visualizada, sino que tenemos que mover ficha y ponernos del lado del Evangelio.
Este ponerse del lado del Evangelio conlleva un profundo desgarramiento de nuestro modo de ser y de vivir y una meditación constante de nuestra forma de obrar individual y eclesialmente. La actitud del Bautista no era solamente molesta para algunos “acomodados” de su tiempo, sino que era una piedra de tropiezo en el camino para los sacerdotes del Templo. Esto nos tiene que hacer pensar como Iglesia, si estamos yendo por el buen camino o si por el contrario como Iglesia también tenemos mucho que cambiar y mucho que corregir para ser auténticos seguidores de Jesús, el Hijo de Dios que acude al Jordán a recibir el Bautismo de Juan y que nos ha regalado un bautismo de Espíritu Santo y fuego.
San Juan el Bautista en el bautismo del Señor.


jueves, 6 de diciembre de 2012

COMENTARIOS DE CADA DOMINGO

San Juan Bautista

COMENTARIO BÍBLICO AL 2º DOMINGO DEL TIEMPO DE ADVIENTO:

 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 1-6

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del Profeta Isaías:
«Una voz grita en el desierto:
preparad el camino del Señor, allanad sus senderos;
elévense los valles, desciendan los montes y colinas;
que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale.
Y todos verán la salvación de Dios.»


Desierto


Juan Bautista, hijo de Zacarías y de Isabel, pasó algún tiempo en el desierto, a solas, sin ruidos ni nada que le pudiera distraer. Nosotros estamos invadidos de ruidos por todas partes, tenemos la tele, la radio, Internet, cantidad de prensa de noticias internacionales, nacionales, comarcales, regionales, deportivas etc., etc. y nos desbordan las palabras, la música, el cine… Necesitamos con urgencia adentrarnos en el desierto de nuestro Adviento para escuchar a Jesús, para ver que dice, que mensaje tiene para cada uno de nosotros.
Y allí, el profeta Juan el Bautismo, en el desierto,  permanecía a la escucha de la Palabra de Dios.
Cuando escuchó el deseo de Dios, se puso en camino hacia los pueblos cercanos al río Jordán, y decía a la gente, con palabras del Profeta Isaías: ¡Preparad el camino al Señor! Allanad los senderos. Que los valles se eleven, los montes se abajen y lo torcido se enderece.
Por supuesto no se refería a los caminos de esas tierras donde nació Jesús, ni a los caminos de nuestra tierra, sino a los caminos del corazón de cada persona, a tender puentes, a allanar dificultades, a acercarnos los unos a los otros, a tender una mano al que tiene necesidad, a luchar en la vida por un mundo más justo, por una sociedad más unida, por una España sin divisiones, por salir ya de una vez de esas dos españas, que luchemos por un mundo mejor, sí, un mundo mejor, que no es una utopía, es algo que está al alcance de nosotros, algo posible de realizar.
“Es en este  desierto así entendido, de donde viene Juan, donde se conoce de veras cuál es la justicia que Dios quiere. Es aquella que no se conforma con dar a cada uno “lo que es suyo”, “lo que merece”, “a los que tiene derecho según la ley”. Esta es, en el mejor de los casos, la justicia que se promueve en los palacios de Tiberio, Pilato, Herodes, Anás y Caifás… ayer, y en los centros políticos y financieros de hoy. Pero el resultado de esta justicia es cada vez más injusticia, cada vez más excluidos, cada vez más pobres y más indocumentados a quienes se les niegan los derechos del ciudadano”[Del texto del comentario bíblico de Fr. Felicísimo Martínez Díez O.P.  del Convento Ntra. Sra. del Rosario (Madrid)].
Que esta invitación de Juan a la Solidaridad, al hermanamiento, a compartir las cargas de los demás, a favorecer a los más débiles hagan de nosotros mejores cristianos y hombres y mujeres más solidarios. Cambiar es posible, quizás nos resulte complicado o casi imposible cambiar la mentalidad de nuestro mundo egoísta e insolidario, pero sí que tenemos a mano la oportunidad para cambiar nosotros mismos, y no sólo cambiar nosotros, si no más bien que al cambiar cada uno de nosotros ya estamos logrando el milagro del cambio que nuestro mundo necesita y que Juan nos apremia desde su desierto.

Representación (según el coraz´n humano)  de la Santísima Trinidad.