domingo, 22 de marzo de 2015

HIMNO:


Llevaba roja la túnica 
y enrojecido el cabello.
¿De dónde, con píes sangrantes,
avanzas tú, Lagarero?
“Del monte de la batalla
y de la victoria vengo;
rojo fue mi atardecer,
blanco será mi lucero.
Llevaba roja la túnica,
roja de sangre y fuego.
También de blanco le vi
el vestido y el aliento;
vello como las estrellas,
como flor de cardo bello.
Rojo como la amapola
y blanco como un cordero:
carmesíes sus heridas
y blancos sus pensamientos.
Llevaba blanca la túnica,
Blanca de amor y fuego.
Por toda la negra tierra
El chorro de sus veneros:
sangre preciosa su sangre
que hace blanco el sufrimiento.
¡Oh Cristo, de sangre roja!
¡Oh Cristo, dolor supremo!
A ti el clamor de los hombres,
en ti nuestros clavos fierros,
llevaba roja la túnica,
roja de sangre y fuego. Amén.

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