sábado, 6 de enero de 2018

DÍA DE REYES:

DÍA DE REYES EN GRANADA


La Epifanía, manifestación misteriosa a tres Magos de Oriente de distintos sitios que guiados por una estrella llegan a los pies de Jesús niño para postrarse de rodillas y adorarlo.
No nos planteamos hechos verídicos, solamente lo que dice el Evangelio del Señor y el significado de esta Palabra de vida para cada uno de nosotros. Lo cierto es que el anuncio de la llegada del Mesías, el esperado no ya del pueblo judío y sí de las naciones, no podía quedar en el anuncio de los Ángeles a los pastores de la comarca, tenía que abarcar al mundo entero, por eso esta EPIFANÍA es esa manifestación de la gran noticia del Dios encarnado que llega hasta los confines de la tierra, en ellos, los Magos de Oriente estamos todos representados, a ellos intentamos imitar. Ofrecieron regalos a Jesús que abarcaban toda la personalidad del niño nacido en el pesebre de Belén, como Rey que es, Oro, como Dios que es, incienso, como Hombre que ha de morir unos treinta y tres años más tarde para redimir a toda la humanidad, mirra, ungüento que se utilizaba en la época para enterrar a los muertos. Pero el Evangelio dice: “Le ofrecieron sus dones”, y esto es lo importante para nosotros. ¿Qué dones le ofrezco yo a mi Señor?, esta es la verdadera cuestión que ha de interrogarnos en este día y siempre, lo que guardo yo en mi corazón para darle al Señor, puesto que parece que lo que le ofrecen los Magos es un regalo caro, yo no puedo “despachar” este ofrecimiento con migajas, Él lo que quiere de mí es los VALORES que se encierran en mí, esos TALENTOS guardados no para que perezcan conmigo, pues no están destinados para eso, Dios nos da esas capacidades para que pensemos en el otro, para que salgamos de nosotros mismos, de nuestros egoísmos, para que cada uno de nosotros, guidados por la ESTRELLA de nuestra FE acudamos a él no por atajos, que lo sepamos hacer a través del hermano, del despreciado, del mal visto, del abandonado. Oh Señor, cuanto hemos progresado en estos 2018 años desde tu llegada al mundo y que poco hemos avanzado en el conocimiento de tu mensaje, que lejos queda de nosotros tu Palabra cuando nos dices que: “Aquello que hagáis por uno de estos mis pobres lo hacéis por mí”, o, “Tuve hambre y me diste de comer, sed y me diste de beber, desnudo y me vestiste, enfermo o en la cárcel y fuiste a verme”.

Que este día sea verdaderamente dichoso para todos ustedes, desde esta Granada blanca por la nevada que ha caído mucha paz y bendiciones en la fiesta de los Reyes Magos.


Francisco García, O.P.

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