sábado, 6 de abril de 2013

YA HOY SALIMOS DE LA OCTAVA, PERO SEGUIMOS EN LA PASCUA:



Adios a la Octava.
Pascua es el “paso de Dios”, Dios nunca está allá, alejado, oculto, lejano al hombre, a sus problemas, a sus necesidades, Él se nos muestra cercano, interesado por nosotros, su cielo es también el corazón del hombre, y más aún el corazón del que está más solo, del que sufre, del abandonado por todos. Dios no abandona a nadie, a todos ama y a todos perdona, así es el amor si es amor verdadero, como el de Él.
Es el paso de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida… Cristo es nuestra Pascua. Si no tenemos viva en nuestro interior esta experiencia pascual nuestra vida no ha experimentado la Resurrección de Cristo.
Por eso este tiempo debe ser tiempo de alabanza, de profunda alegría, de gozo interno y externo, (Aleluya), tiempo de acción de gracias, de apertura y encuentro con el Señor que vive y vivifica… Es tiempo de luz, de nueva vida, de alegría compartida… Si crees que vives la Pascua bien viviéndola tu solito no vives nada, estás muy equivocado. La Pascua se vive en Comunidad, en asamblea, en familia. La vivimos la Comunidad cristiana al completo.

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