lunes, 21 de mayo de 2012

¿TIEMPOS TORMENTOSOS?


Un saludo para todos los seguidores de El Duende del Perchel. Vivimos tiempos tormentosos en todos los aspectos, principalmente en los asuntos políticos, ya que los económicos son simple reflejo de las malas cabezas gobernantes que se entregan al poder del capitalismo, pasando por encima de las personas, haciendo de éstas meros números, quitando el valor del ser humano. Pero no es de política de lo que quiero hablar aunque las circunstancias me lleven a ser político a la hora de expresarme. Hoy, en esta tarde soleada, desde mi valle de Campoó, con la nieve caída como blanco manto sobre las montañas hermosas que visten este Valle, quiero agradecer una vez más tantas llamadas, tanto mensaje, tanto interés por mi salud, principalmente desde Málaga, desde la gente querida de la que ha sido mi parroquia por cinco años, Santo Domingo de Guzmán, en el corazón perchelero de esa bella ciudad. Sé que me tengo que ir quitando de la cabeza el recuerdo de muchas cosas, y sé también que el enterarme de otras cosas no me benefician para nada en mis días de recuperación, pero se hace imposible dejar de pensar o dejar a un lado lo que ayer llenaba plenamente toda una vida. Pero también sé y recuerdo muchas de las predicaciones diarias donde siempre he dicho y repetido esas palabras del Señor: “por sus frutos les conoceréis”. En estos momentos es cuando se ve quien es quien en la Parroquia, en la Comunidad cristiana, en la Iglesia. Y es de desear que esa querida parroquia, a la par que yo, poco a poco recuperemos nuestra calma deseada y tengamos paz en el corazón. Por eso es el momento de trabajar, vosotros, los parroquianos, juntos, hermanados por un único deseo, el bien de la parroquia y luchar pur vuestros intereses, que no han de ser otros que el tener un pastor y unidos a él trabajar por la salvación y la paz de vuestras vidas. En ocasiones parece que dios nos da sacudidas fuertes para que pensemos, y para que actuemos según Él. Y los momentos presentes son momentos de fuertes sacudidas, que no sea desperdiciar trabajos y esfuerzos, y sí luchar por el bien común que es el bien de todos. Quisiera recibir pronto la noticia de que tenéis un nuevo párroco y que trabajáis juntos y felices. Oremos, sigamos orando unos por otros para que alcancemos eso que todos deseamos y confiemos en nuestra Madre y Señora la Virgen del Rosario y nuestro Padre Santo Domingo de Guzmán para que intercedan constantemente por todos nosotros.
                     Bendiciones.

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