jueves, 21 de septiembre de 2023

 NOS PREPARAMOS PARA EL MES DEL ROSARIO:


Es este un mes entrañable, ya no solamente por ser el mes del Rosario, tenemos que pensar en este método de oración, que por algún motivo ha sido tan enaltecido por sabios y entendidos, principalmente por los papas de la Iglesia. 

Imagen de Nuestra Señora del Rosario, entregando el Rosario a Santo Domingo de Guzmán, de mediados del s. XX, obra de Lapayese, en el Santuario de Nuestra Señora de las Caldas, Cantabria.


Si queremos meditar en el Señor y hacer un recorrido de los momentos más culminantes de su vida el Rosario nos los dice, y si nos fijamos en las oraciones, incluso las más repetidas como el "Ave María" podemos apreciar que todo lo que decimos viene de las Sagradas Escrituras. Es la oración mariana más bíblica que podamos hacer, y no es algo al azar, esa manera de orar repitiendo una y otra vez las mismas jaculatorias es de tiempos antiquísimos, que nos hacen sentirnos en comunión con lo que meditamos, el MISTERIO que nos transporta al inicio de la vida de Jesús, a su Vida Pública que comenzó con su Bautismo en el Jordán, a su tremenda Pasión, que concluyó con su muerte en la Cruz, que ya no es para nosotros motivo de vergüenza o de escándalo, es MOTIVO DE ALEGRÍA SALVADORA. Y como la Cruz no es, como la muerte, el final de todo, nos llevan estos Misterios a los momentos de GLORIA que culminan teniendo nuestra fe arraigada y con los píes en la tierra, de la mano de María caminar en FAMILIA y en unidad al encuentro de la Gloria que él nos tiene prometida.


El Rosario es más que una oración, es una CADENA de oraciones y de creyentes que nos unimos y reunimos en nombre de Jesús para orar con su Madre y en comunión unos con otros. Es la misma oración o estilo de oración que María del Rosario, en Fátima, recomienda a Los Santos Pastorcitos, para que éstos nos lo hicieran llegar como una oración apremiante y necesaria para la salvación del mundo.


La decadencia de nuestros tiempos, las apatías constantes, la falta de interés, están consiguiendo en muchos el alejarse de esta piadosa y necesaria oración, antes casi obligatoria por la fe y el fervor en cada casa, en cada familia, en unidad, ahora más escasa.


Pero llama poderosamente la atención que multitudes de hombres, en algunas ciudades del mundo, se congreguen, por medios modernos de internet para concentrarse en plazas o lugares estratégicos y de rodillas rezar el Rosario.


Que no nos sintamos tremendamente pesimistas, aunque hay mucha carencia de virtud en nuestro mundo, no todo es malo y negativo, hay mucho bueno, lo que pasa que esto que es bueno no suele ser noticia en los medios y muchas veces no nos enteramos.


Virgencita y Madre nuestra del Rosario, ruega por nosotros.

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