Para evitar malentendidos publico aquí la contestación al comentario de María José.
Gracias Mª José por tu preocupación, pero quiero puntualizar que jamás he tenido dificultades con mi Obispo, a quien tengo gran cariño y ciertamente siento dejar atrás en mi camino pastoral, ya que siempre se ha manifestado como una persona cercana y cariñosa con todo su clero, para mi las celebracionesque he vivido en estos años junto al Sr. Obispo han sido una gozada, como es una gran gozada escuchar de su sabiduría y acierto; otra cosa distinta es que en el Obispado no he encontrado la acogida y generosidad y ayuda que tendrían que haber brindado a este pobre fraile y no darme tanta negativa a todos los proyectos por mi presentados. Pero de mi Padre y Pastor no tengo ninguna queja, sólo saldrá de mi bocapalabras de agradecimiento a él y lo mismo que a Don Antonio que me nombró párroco y me trató siempre con mucho cariño.
Pero hay que dejar que el agua corra, si se estanca es cuando se daña y deja de ser buen agua, lo mismo pasa con la vida, las experiencias de la vida, las malas sobre todo tienen que correr, para no estancar las buenas y dañar todo.
Hoy por hoy Málaga es la experiencia más bonita de mi vida pastoral, creo que porque es la reciente.
Afortunadamente para mí siempre el mejor destino ha sido el último, y creo que eso es bueno, pues mi vida con ese sentimiento no muere con el destino, sino que siempre crece, desde esa experiencia yo valoro mucho el cambio, y creo que el cambio será también valorado por la feligresía de Santo Domingo, cuando descubran las buenas cualidades de aquel que ocupe el puesto que yo ahora tengo.
Un fraternal abrazo.
Fr. Pachi, OP
Pero hay que dejar que el agua corra, si se estanca es cuando se daña y deja de ser buen agua, lo mismo pasa con la vida, las experiencias de la vida, las malas sobre todo tienen que correr, para no estancar las buenas y dañar todo.
Hoy por hoy Málaga es la experiencia más bonita de mi vida pastoral, creo que porque es la reciente.
Afortunadamente para mí siempre el mejor destino ha sido el último, y creo que eso es bueno, pues mi vida con ese sentimiento no muere con el destino, sino que siempre crece, desde esa experiencia yo valoro mucho el cambio, y creo que el cambio será también valorado por la feligresía de Santo Domingo, cuando descubran las buenas cualidades de aquel que ocupe el puesto que yo ahora tengo.
Un fraternal abrazo.
Fr. Pachi, OP