“EL
HIJO DEL HOMBRE HA VENIDO PARA SERVIR Y DAR SU VIDA”
Con
la lectura del Profeta Isaías: “El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento…
con lo aprendido mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de
ellos”. Non dice tiempo antes de que todo sucediera aquello que luego pasaría y
que hoy nosotros recordamos, lo hacemos vida, presencia en cada una de las
celebraciones de la Santa Misa.
Bendito MEMORIAL DE LA PASIÓN
que nos recuerda de qué manera hemos sido justificados, con qué sacrificio tan
inmenso hemos sido salvados.
Nunca
valorizaremos suficientemente la
Misa, nunca, por más que pongamos la atención necesaria
estaremos lo suficientemente atentos para comprender cada momento de este sagrado
Memorial del Señor Resucitado. Creemos que lo sabemos todo, hasta pensamos que
con estar pasivamente esperando a que concluya ya hemos cumplido, ya nos hemos
ganado la paga, la salvación, pero esto no es así. No podemos “despachar” a Jesús,
que dio su vida por nosotros con un rito, con una presencia física, pues muchas
veces nuestra cabeza y nuestro corazón andan por sitios diferentes, y la Misa requiere de nosotros
toda la atención, toda la entrega, todo nuestro corazón, Él se hace presente en
medio de nosotros para transformarnos, cambiarnos, hacernos nuevos cada
domingo. ¿A caso crees que con ser de su grupo ya lo tienes todo hecho?, Eso,
¿a que te da derecho?, a nada. Lo que vives, el cómo lo vives, lo que tú des,
tu entrega generosa eso te da lugar a estar con él, en él, esperar otra cosa es
querer chantajear a Jesús diciéndole como los otros dos: “quiero estar a tu
derecha”.
¿Qué
quiero ser importante?, ¿Qué quiero ganarme el cielo?, ¿Qué quiero ser de
utilidad a la Iglesia?:
Una sola respuesta, sé servicial para todos, no te reserves para ti, ni para
los de una clase social acomodada, cuanto más bajes más te eleva el Señor.
Entrégate
con generosidad, no dejes perder tu vida con dádivas vacías para que la gente
vea tu generosidad, no. No te molestes tanto en dar y si en darte tú mismo,
date con amor, date por amor, date con generosidad, son muchos los que
necesitan algo de ti, aunque sea una palmada en la espalda, una sonrisa, una
mano amiga… es mucho lo que podemos hacer y no dando, dándonos.
Y
por último VIVE, vive la vida con intensidad, ya que vives y puedes vivir con
alegría porque Jesús murió por ti, se sacrificó por ti, se agarro a la cruz de
nuestros pecados para que seamos libres, sin cadenas, sin esclavitudes, para
poder mirar a lo alto sin tener que agachar la cabeza avergonzados por el peso
de nuestras culpas. La VIDA
que el nos da es maravillosa, no la desperdiciemos con tonterías, simpleces,
ñoñerías e infantilismos. Seamos grandes, ya que Él nos hace ser grandes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario