"...NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE"
Por este motivo en Adviento y en Cuaresma celebramos la Eucaristía en el Comedor de Santo Domingo para darle gracias al Señor por el don de la GENEROSIDAD, generosidad de los voluntario y voluntarias que en él trabajan; generosidad de los cientos de colaboradores que envían su donativo, por pequeño que sea, para que esta obra benéfica pueda continuar, y más ahora en tiempo de crisis; generosidad de los profesionales que ejercen su trabajo con un corazón entregado, valorando la persona humana que allí se acerca solicitando ayuda y tratando de sacarles de esa situación desde la orientación, la psicología, la medicina y otros servicios.
En el Comedor de Santo Domingo se trabaja para dar la comida necesaria a quienes acuden solicitándola, pero se mira por solucionar los problemas que han causado la falta de pan en la casa.
Las cocineras trabajan sin descanso para que todo esté apunto a la hora de llegar los comensales.
La comida se mantiene caliente y en las mejores condiciones higiénicas para servir un alimento de calidad.
Cuando salen del comedor de Santo Domingo salen agradecidos y satisfechos.
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