Anuncio de perfume que se ve por nuestras calles malagueñas o en los anuncios de la tv. donde jóvenes modelos lucen el resultado de horas y horas de trabajo y sacrificio para mantener así su cuerpo.
En este mundo nuestro hay muchas contradicciones. Tenemos en nuestra sociedad mucha juventud dedicados de cuerpo y alma al cultivo de un cuerpo esbelto, atrayente, espectacular. Pero ciertamente lograr esto conlleva muchos sacrificios, horas y horas en el gimnasio, dietas tremendas, privaciones de muchas cosas. Es decir, que estos chicos se lo curran.
También es común en nuestros días que si un joven tiene vocación y lo comenta con sus amigos, lo normal es que todos sus amigos intenten desanimarlo, quitarle de la cabeza semejante idea. Suelen decir con frecuencia que eso es muy complicado, que va a tener que privarse de muchas cosas, que es muy costoso, vamos, que sería una lucha continua.
El joven aspirante a santo es el que se cultiva con el estudio, la oración, el trabajo, la mortificación de sus gustos y placeres durante horas y horas, años, siempre. Valora su alma para que luzca hermosa a los ojos de Dios y sea reflejo para los hermanos, es fuente de agua viva donde todos puedan sofocar la sed del desierto y con su sacrificio irradie amor y esperanza para todos.
Pues mira por donde los jóvenes modelos te están diciendo que en la vida todo lo que vale la pena es costoso y conlleva grandes sacrificios y los jóvenes con vocación te están diciendo que está muy bien cultivar el cuerpo, en definitiva es salud, pero que a fin de cuentas el cuerpo no es el TODO en la persona humana, el cuerpo es “la casita” que guarda nuestra ETERNIDAD, nuestra alma, y que esta casita tarde o temprano comenzará a desmoronarse, a afearse, a perder esa espectacular figura y al final se convertirá en tierra, en polvo. Mientras que el ALMA seguirá ahí, estará siempre viva, estará si la has cultivado con el cariño y el esmero que esos jóvenes modelos cultivan sus cuerpos en un cielo regalado por Cristo para una feliz eternidad.
Los jóvenes que entran en el Seminario y los jóvenes y las jóvenes que ingresan a la vida contemplativa o al Noviciado en una Orden Religiosa no son jóvenes tristes, apocados, apagados, son juventud alegre y feliz que aprecian lo que este mundo les ofrece y les da, pero que optan por algo mejor para ellos, pues valoran más el alma que es regalo de Dios y se complacen en cultivarla y preservarla sin mancha. Esto lo consiguen con la vida Sacramental desde la Iglesia.
Por eso amigos jóvenes, sí, cultivar vuestro cuerpo, pero no dejéis de cultivar vuestra alma, porque vuestra vida será dichosa en la medida que estéis unidos a Cristo, eso, como dice San Pablo: vuestra vida en Cristo, y ya que Dios nos ha dado el discernimiento, valorar vuestra vocación de servicio. No es mayor trabajo ni mayor locura el que cultiva el alma como el hecho de cultivar sólo el cuerpo, al contrario, la felicidad solamente te la dará el tener tu conciencia tranquila, y esto te lo aporta tu alma. Lo que sí es cierto que muchs te tendrán por loco, pero recuerda que para ser santo hay que ser "un poco loco a lo divino".
Una de las bellezas mas grande es la experiencia de la vida dentro de un Monasterio, la alegría de las Monjas, la paz de sus corazones, el amor que irradian, lo que te comunican a través de una rejas del locutorio. Eso, verdadera locura de amor.
Cuanta gente he conocido en la vida que se han cultivado en esos años mozos de esa manera y cuando cruzas unas palabras con ellos ves que están vacíos. Totalmente vacíos. Cuantos de estos modelos que son "pequeños o grandes dioses de esta consumista sociedad" cuando salen hablando en la tv o en la radio ves la carencia de valores en sus vidas. Cuanta juventud se pierde por ese culto al cuerpo con la anorexia y otras prácticas por la simple moda o lo que mola en la juventud.
No, no te engañes, no podemos vivir amando el cuerpo y despreciando el alma, tenemos que vivir en una armonía siendo conscientes que el cuerpo es limitado, que tenemos que cuidarle mucho pero que el alma es eterna y merece toda nuestra vida y nuestra dedicación para encaminarla a una plenitud de felicidad en esa eternidad regalo de EL QUE DIO Y ENTREGÓ SU CUERPO Y SU VIDA para que tu pienses y actúes en consecuencia.
No, no te engañes, no podemos vivir amando el cuerpo y despreciando el alma, tenemos que vivir en una armonía siendo conscientes que el cuerpo es limitado, que tenemos que cuidarle mucho pero que el alma es eterna y merece toda nuestra vida y nuestra dedicación para encaminarla a una plenitud de felicidad en esa eternidad regalo de EL QUE DIO Y ENTREGÓ SU CUERPO Y SU VIDA para que tu pienses y actúes en consecuencia.
Cuanta esperanza el poder ver en estos días que aún hay jóvenes entregados y entregadas de alma y corazón a la causa de Cristo por puro amor a la humanidad, por el bien común, por ser levadura, que fermente este mundo, sal que evite la podredumbre, luz que ilumine las tinieblas del maligno, del pecado, amor que cure, sane, vivifique… Fotografía de la Profesión de Sor Rocío en Sevilla, recientemente. Bendita seas hermana por tu decisión y valentía.
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