"Hay
tres jueves en el año que relucen más que el Sol, Jueves Santo,
Corpus Cristi y el día de la Ascensión". Hoy celebran aún en
muchos lugares de España la Fiesta del Corpus, en otros la
celebramos el Domingo. Que gran regalo y que gran misterio, todo un
Dios que se queda con nosotros de manera tan sencilla, en algo tan
vulnerable como es el pan, tan al alcance de todos, tan cercano a
todos, pero así es Dios. Un Dios con el Hombre, un Dios para habitar
en el corazón del Hombre.
Quizás
por esto la humanidad no le da la atención que Él se merece, quizás
es que los hombres y las mujeres de nuestra generación no valoramos
ya las cosas sencillas, quizás por esto muchos pasan de largo ante
tan misterioso Sacramento que vivifica, redime, perdona, ama, se
entrega, da...
Oh
admirable Sacramento que con tanto acierto y sabiduría el gran Santo
Tomás de Aquino hizo para ti un himno tan grandioso, tan maravilloso
que perdura hasta nuestros días:
Latín |
Castellano |
- Pange, lingua, gloriosi
- Córporis mystérium
- Sanguinísque pretiósi,
- Quem in mundi prétium
- Fructus ventris generósi
- Rex effúdit géntium.
- Nobis datus, nobis natus
- Ex intácta Vírgine,
- Et in mundo conversátus,
- Sparso verbi sémine,
- Sui moras incolátus
- Miro clausit órdine.
- In supremæ nocte coenæ
- Recumbens cum frátribus,
- Observata lege plene
- Cibis in legálibus,
- Cibum turbæ duodenæ
- Se dat súis mánibus.
- Verbum caro, panem verum
- Verbo carnem éfficit,
- Fitque Sanguis Christi merum,
- Et, si sensus déficit,
- Ad firmandum cor sincerum
- Sola fides súfficit.
- Tantum ergo
Sacraméntum,
- Venerémur cérnui:
- Et antíquum documentum
- Novo cedat rítui;
- Præstet fides suppleméntum
- Sénsuum deféctui.
- Genitori Genitóque,
- Laus et iubilátio;
- Salus, honor, virtus quoque,
- Sit et benedíctio;
- Procedénti ab utróque
- Compar sit laudátio.
- Amen.
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- Canta, mi lengua,
- el Sacramento glorioso del cuerpo
- y de la sangre preciosa
- que el Rey de las naciones,
- Fruto de un vientre generoso,
- Derramó como rescate del mundo.
- Nos fue dado,
- nos nació de una Virgen sin mancha;
- y después de pasar su vida en el mundo,
- una vez propagada la semilla de su palabra,
- Terminó el tiempo de su destierro
- Dando una admirable disposición.
- En la noche de la Última Cena,
- Sentado a la mesa con sus hermanos,
- Después de observar plenamente
- La ley sobre la comida legal,
- se da con sus propias manos
- Como alimento para los doce.
- El Verbo encarnado, pan verdadero,
- lo convierte con su palabra en su carne,
- y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo.
- Y aunque fallan los sentidos,
- Solo la fe es suficiente
- para fortalecer el corazón en la verdad.
- Veneremos, pues,
- Postrados tan grande Sacramento;
- y la antigua imagen ceda el lugar
- al nuevo rito; la fe reemplace
- La incapacidad de los sentidos.
- Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y gloria,
- Fortaleza, honor, poder y bendición;
- una gloria igual sea dada a
- aquel que de uno y de otro procede.
- Amén.
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