jueves, 28 de febrero de 2013

CON UNA PENA EN EL ALMA


Con sabor agridulce:
Ayer celebré la misa de las 20 horas con una pena en el corazón, ese sabor más agrio que dulce, hoy a la misma hora, ya no mencionaremos en la Eucaristía al Papa Benedicto.
Recuerdo el día que salió elegido Papa que sentí una especie de vergüenza ajena por los periodistas, lo mal que hablaban de él, poco menos que al frente de la Iglesia iba a estar un inquisidor. Hoy me pregunto donde están metidos aquellos periodistas, donde sus voces, donde sus disculpas; más que periodistas aves de rapiña que así desprestigiaban a una buena persona

. El tiempo siempre termina dando la razón a quien nada tiene que esconder y puede caminar por la vida con la frente bien alta.
Gracias Papa Benedicto por no solamente los ocho años al frente de la Iglesia, y sí por toda una vida dedicada al servicio de la misma y de la humanidad.
Que Dios te colme de sus bendiciones y nos encomendamos a tus oraciones. También nosotros pediremos siempre por ti.

Con cariño y admiración,

Fr. Francisco E. García, OP

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