Cultos en
honor del Señor de la
Humildad y Nuestra Señora de la Soledad de Santo Domingo
de Granada:
Como todos los años son los Sagrados Titulares de nuestra hermandad los que nos convocan a los hermanos cofrades para
sus cultos.
No es una llamada hecha por vuestro consiliario
–que también lo es- para que asistáis a los mismos, tampoco una petición
expresa, -que sí lo es- de la junta de Gobierno de la Hermandad. Es , y ha de ser una
respuesta del corazón a un llamado interior, libre y voluntario que el Señor, en
ese momento de humildad y serenidad, antes de cargar con la Cruz que le acarreará su
muerte nos dirige, para que contemplando su hermosa imagen lleguemos a su
Sacratísimo Corazón y estemos en comunión con Él. Esto lo hacemos a través de la Eucaristía y la
vivencia de los Sacramentos de la Santa
Madre la
Iglesia.
Sería poco el pensar que los cultos son una preparación
para la salida en estación de penitencia a la Iglesia Catedral , poco y
también ruin, pues una salida procesional no puede ser una meta para nada en
sí, la meta de toda actividad cuaresmal y de la Semana Santa no es otra que vivir con un corazón nuevo, es decir,
renovado, cambiado, purificado el acontecimiento que anhelamos: La Pascua de Resurrección del
Señor, su triunfo derrotando con ella a la misma muerte y al pecado en todas
sus formas y maneras y dándonos a nosotros por su amor y misericordia la
oportunidad de vivir resucitados como el Señor y así ser merecedores de nuestra
propia resurrección cuando nos llegue la muerte y el Señor nos llame a la Vida.
Es también el espíritu de Hermandad el que nos
aconseja estar con Ella, nuestra Madre en su Soledad y el venir a los cultos es
más bien darnos cuenta de la necesidad de que Ella, la Madre
esté con nosotros en nuestras pobres soledades de nuestra vida, pues es
consuelo para sus Hijos, amor para nosotros y esperanza nuestra, Ella no es la
necesitada de nosotros. Somos nosotros los necesitados de Ella, por eso, la que
de verdad conoce tu corazón te dice este año como el anterior y como siempre: Ven, te espero, ven, me necesitas.
¿Qué
respuesta piensas dar a tu Señor de la Humildad y a tu Madre y Señora de la Soledad ?
Triste, muy triste es a estas alturas de la vida
buscar excusas, como niños traviesos y pequeños, para librarnos de nuestras
responsabilidades como Hermanos y Cofrades, y justificar con palabras huecas,
vacías, las razones por las que no somos tantas veces capaces de dedicar TRES DIAS de compañía a unos
TITULARES que tantas veces languidecen de soledad en los templos y nos
“alegramos” solamente de verles por las calles de la ciudad cuando es tan poco
lo que te piden y tan fácil de cumplir. Pues recuerda que ellos no te pidieron
ser Hermano, has sido tu el que voluntariamente te has comprometido a serlo y este compromiso conlleva respuesta,
sacrificio y DEDICACIÓN, de lo contrario haremos de la Semana Santa un teatro poco
convincente. Para convencer hay que VIVIR y el que vive transmite, llama, acude, ilumina.
Son varias las razones por las que merece no la
pena, merece la alegría estar el
próximo jueves, viernes y sábado a las 20 horas en Santo Domingo y el Domingo
en la Función Principal
a las 13 horas. Esas razonas si no las tienes muy claras busca en lo más
profundo de ti y las encontrarás.
Aquí nos veremos, si venís.
Vuestro hermano y Consiliario,
Fr. Francisco E. García Ortega, O.P.
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