En
la misa de Gallo Isaías comienza hablándonos que “el pueblo que caminaba en
tinieblas vio una luz grande; habitaban tinieblas de sombra y una luz les brilló”.
Todo
tiempo tiene sus luces y sus sombras y aún más nuestro tiempo, donde
encontramos tanta gente que se aparta de Dios, que deja, voluntariamente apagar
la luz que brillaba en su corazón, sí, es un tiempo en cierta medida triste,
descorazonado, oscuro, apático, desanimado, sin valores, sin iniciativas, sin
saber. Pues ciertamente que quien se aparta voluntariamente de Dios es que opta
por la ceguera, es el que NO quiere ver lo que está claramente definido ante
sus ojos, no quiere escuchar la
PALABRA que transmite VIDA, AMOR, ILUSIÓN, ESPERANZA.
Pero
en medio de este mundo oscuro hay grandes lumbreras que indican cambios,
indican esperanza, es la luz de la
Iglesia , pequeño resto de Israel que siembra esa ilusión en
los corazones de buena voluntad, no todo está perdido, no todo el mundo es
malo, no todos son incrédulos, aunque nos parezca mentira hay más gente buena
que mala, de lo contrario no se podría vivir en este mundo nuestro.
Lo
mismo que los ángeles anunciaron a los pastores el Misterio de la Salvación en el Niño que
nace en el pesebre, nosotros, ahora en este tiempo podíamos decir final,
tenemos que anunciar con esperanza el misterio que se hace perenne en el
tiempo, Cristo sigue naciendo en el pesebre del corazón del hombre que AMA, que
ESPERA que CREE, nace en los hombres y mujeres que Dios ama y que ellos aman a
Dios.
Por
eso tenemos que saber, y es el mensaje del último Domingo del año, somos
mensajeros de la Navidad ,
llamados por Dios a anunciarle, a hacerle presente en medio de nuestro mundo, Él
es la LUZ.. Ya
no precisa de los profetas para comunicarse con nosotros, ya ha venido CRISTO
que nos habla, nos comunica lo que el Padre quiere para nosotros y lo que
nosotros tenemos que pedirle al Padre, como diría Santo Domingo, Jesús nos
enseña a hablar a Dios de los demás y a los demás hablar de Dios.
El
Evangelio del Prólogo de San Juan nos habla del Misterio hecho luz desde el
principio, pero una luz que vino a esta su casa y los que habitaban esta su
casa no la quisieron, prefirieron las tinieblas a la luz, pero NO TODOS, los
pobres, los necesitados, los enfermos, los marginados, aquellos que siempre
buscaron y esperaron ayuda ven en esta Luz la esperanza, y desde entonces el
que tiene un corazón sencillo, en todo tiempo se deja iluminar por esta LUZ
SANTA Y DIVINA y recibe tanta fuerza que se ve capacitado para querer
transformar el mundo. Esta Luz marca la diferencia, vivamos en ella, con ella y
por ella para alcanzar la felicidad ya en nuestros días y luego, al atardecer
de la vida lleguemos a la luz de la eternidad gozosa como gozosos han llegado
los mejores hijos de la
Iglesia.
Viernes
día 30 de Diciembre Sagrada Familia: Por caer la Navidad y el primero de
año en Domingo cambian un poco las fiestas, tenemos que abarcar mucho en menos
tiempo, lo importante es que lo vivamos con intensidad.
Analicemos,
pues, a la luz de la Sagrada Familia
nuestras familias, que veamos lo que está mal para poner soluciones, que
miremos un poco hacia los mayores, que vivieron y se esforzaron por darnos un
mundo mejor y ahora se sienten apartados de casa, de la sociedad, de los
gobernantes, mirados muchas veces más como una carga que como alguien sumamente necesario
para ese equilibrio que tiene que haber en la sociedad para que todos
aprendamos de todos, principalmente de la experiencia, la historia escrita en el
corazón de los abuelos.
Domingo
día 1 de Enero: Santa María, madre de Dios: También el día de la Paz: Que bien podemos comenzar este
nuevo año teniendo a la Madre
cercana a nosotros, ella nos ha traído la PAZ , esa Paz que Lucas, 2, 14, desea para esta
Tierra, para los hombres de “Buena voluntad”, la paz que necesita nuestro mundo
que ya vive aterrorizado por la violencia, esto no es una guerra al estilo
antiguo, pero donde azota el terrorismo es la situación de guerra continua, es
la ausencia de paz, es tener el miedo metido en el cuerpo como si de una suerte
nefasta dependiera nuestra vida, si me tocará a mí mañana. Más, mucho más
tenemos que orar, hacer, luchar por la
PAZ en el MUNDO, no es problema de otros, de los gobiernos,
es de todos. Y lo primero que tenemos que hacer es luchar por tener PAZ en
nuestro propio corazón, somos nosotros muchas veces irascibles, violentos,
saltamos por cualquier cosa, peleamos por tonterías, tenemos que arrancar esa “corriente”
de violencia que vive nuestra sociedad, ese odio que lleva a la muerte a tantas
mujeres en nuestra “civilizada” sociedad, la violencia en los hogares, entre
los jóvenes que se apuñalan en las discotecas cuando se dejan embrutecer por el
alcohol y las drogas, para evitar esta violencia de nuestro tiempo tenemos que
empezar por erradicar las causas, ya citadas, el alcohol y las drogas que tanto
mal siembran y tantos hogares destruyen.
Que
María que es la Madre
del Príncipe de la Paz
siembre en nuestros corazones rayitos de paciencia para alcanzar la paz, de
amor para luchar contra la violencia, de caridad para tratar a los demás como
queremos que los demás nos traten a nosotros. Que así sea.
Hermanos
y hermanas lectores del Duende del Perchel, que paséis una Navidad llena de PAZ
y que el año 2017 sea para todos un buen año, construido por la bondad y el
amor, donde derrotemos entre todos la violencia y el pecado y logremos los
frutos tan anhelados: Una paz duradera,
un mundo sin guerras, el fin del terrorismo y la violencia de género y todo
tipo de violencia y una convivencia pacífica. ¡Felices fiestas con Cristo
siempre en nuestro corazón!.
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